Aprende como hablar de Cristo a otros:

Aprende como hablar de Cristo a otros:

Aprende como hablar de Cristo a otros:

Todos los cristianos, sin importar su empleo u ocupación deben considerar sus trabajos y su entorno (Familia, amigos, conocidos etc.) como una oportunidad para ganar almas para el Reino de los cielos.
Deben hablar de Cristo y hablarles a otros de su fe, (y de la salvación provista por Cristo), fuera del templo de la Iglesia.
Cada cristiano debe saber que es un embajador de Cristo. Comisionado y enviado por El, con la autoridad delegada por el Señor y con su respaldo constante y a cada momento.
Cada Cristiano debe ser y ES un mensaje viviente, por su forma de hablar, por sus acciones etc. SOMOS REPRESENTANTES DE CRISTO Y EL VIVE EN NOSOTROS.
Debemos hablar (cuando seamos guiados por el Espíritu Santo y la ocasión se presente) el mensaje de salvación a las personas y procurar que tomen una decisión por Cristo. En donde estén, ya sea en su casa, en el trabajo, en una plaza etc.
Debemos procurar guiarlos en una oración para que ellos la repitan y entreguen su vida a Jesús y lo reciban en su corazón como su Salvador, Señor y Rey de ellos..
Uno de los primeros resultados en la vida de una persona al nacer de nuevo, es un vivo deseo de hacerle conocer a otros lo que está experimentando en su nueva vida en Cristo. Esto es lo que la Biblia llama “testificar”, o “dar testimonio” o “ser testigos” de Cristo. Y es una de las pruebas de una conversión genuina a Cristo.
Alguien ha dicho que testificar es: “Un mendigo diciéndole a otro mendigo dónde conseguir pan”. Es el deseo de hacerle conocer a otros el gozo de haber encontrado el Pan de Vida, Jesucristo, quien ha saciado la necesidad más profunda de nuestra alma. Entonces deseamos que otros experimenten el mismo gozo y bendición.

1. RAZONES PARA TESTIFICAR

1.1. ¿Cuáles fueron las 4 cosas que ordenó Jesús a sus discípulos según Mateo 28:18-20?
Que vayamos, que hagamos discípulos, que sean bautizados y que debemos enseñarles todas las cosas que nos ha mandado.
1.2. ¿Para qué hemos sido bautizados con el Espíritu Santo según Hechos 1:8?
Para ser sus testigos en todas partes.
1.3. Según Romanos 1:14-16
a. ¿Qué se consideraba Pablo para con todos?
Deudor.
b. ¿Que estaba dispuesto a hacer?
Predicarles el evangelio.
c. ¿Por qué estaba pronto a anunciar el evangelio?
Porque al predicarles el evangelio podrían ser salvos todos los que creyesen.
1.4. Según Hechos 8:1,4, ¿fueron los apóstoles o los discípulos quienes anunciaron el Evangelio?
Los discípulos.

En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Hechos 8:1
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Hechos 8:4

1.5. Testificando es una de las maneras en que respondemos al amor de Dios demostrado en Cristo: 2 Corintios 5:14-15.

 

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 Corintios 5:14,15

1.6. Ezequiel 3:18-19 es una amonestación muy solemne con referencia al testimonio para salvación: “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares…. el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.”
1.7. Hay gozo en ganar almas para el Reino de Dios, porque las estamos arrancando de un camino seguro a la condenación eterna y de una vida sin propósito ni esperanza (Salmo 126:5-6).

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmos 126:5,6

2. CÓMO PRESENTAR EL EVANGELIO

Lo que sigue es sólo una orientación fundamental para ayudarte a testificar a tus familiares y amigos, considerando que todavía no tienes mucho conocimiento de la Palabra de Dios, pero sí mucho deseo de dar a conocer a Cristo a ellos. Posteriormente podrás llevar un estudio de discipulado práctico para la evangelización, donde recibirás una capacitación mayor para ser un ganador de almas, a la vez que podrás luego enseñar a otros para que hagan lo mismo.

A. CONSIDERACIONES PREVIAS
a. Recuerda que tu responsabilidad es sólo presentar el mensaje de salvación de la mejor manera posible. No es tu tarea o responsabilidad convertir a la gente. La salvación de una persona es algo sobrenatural, que requiere del poder sobrenatural de Dios (Zacarías 4:6), y no depende de la elocuencia o la capacidad humanas.
b. Aunque vas a aprender algunos principios y pautas para testificar, y aunque debes hablar del Señor en toda oportunidad que se te presente, también debes DEPENDER DE LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO para determinar la persona, el momento apropiado y las palabras apropiadas para que tu testimonio tenga la mayor efectividad.
c. ORA de manera definida por la obra del Espíritu Santo sobre la persona antes, durante y después de testificarle.
d. HAZLO CON AMOR Y PACIENCIA.
e. ¡NUNCA DISCUTAS! Las discusiones nunca ayudan a ganar a las personas sino a alejarlas de Cristo. Podrás ganar la discusión, pero habrás perdido un alma.
f. NO TE DESANIMES si algunos no aceptan tu testimonio, o no se convierten. Otros lo harán. Sigue orando e insiste. No te están rechazando a ti, sino a Cristo. Recuerda la oración de Jesús en favor de los que le crucificaban: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

B. CÓMO COMENZAR
a. INTERÉSATE POR LA VIDA DE LA PERSONA a quien testificas. Quizá tengas que comenzar hablando de temas generales o seculares.
b. INTRODUCE GRADUALMENTE EL TEMA ESPIRITUAL, de una manera natural y no forzada. Si notas que la persona no quiere entrar en el terma, no insistas. Ora que Dios te dé otra oportunidad.
c. DA TU TESTIMONIO PERSONAL en forma breve, recalcando los aspectos positivos, y dando siempre el primer lugar al Señor.

C. LAS DOS PREGUNTAS DE DIAGNÓSTICO

Si no conoces a la persona, estas dos preguntas te ayudarán a descubrir con mucha probabilidad su verdadera condición espiritual. Si la conoces y sabes que no ha nacido de nuevo, te pueden ayudar a entrar en el tema… Puedes variar las palabras, pero manteniendo la idea principal.
a. Si murieras hoy, ¿estás seguro (o segura) de que irías al cielo? Si responde que no está seguro o segura, puedes contarle cómo tú tampoco lo estabas, hasta que descubriste por la Biblia que sí era posible estar seguro. Si te responde que sí está seguro, no lo contradigas. Entonces añade la siguiente pregunta
b. Supongamos que mueres esta noche y tienes que presentarte ante Dios. Si Él te preguntara: “¿Por qué debo permitirte entrar al cielo?”, ¿qué le responderías? Si da cualquier otra razón que no sea la fe en la obra de Cristo en la cruz, sabes que probablemente no ha nacido de nuevo. Es muy común que estén confiando en sus buenas obras, o en que no hacen daño a nadie.
Sin necesidad de decirle que está equivocado, y reconociendo lo importante que es todo esto, puedes comenzar a presentarle el plan de salvación, con todo el entusiasmo que el Espíritu Santo ponga en tu corazón.

D. UN BOSQUEJO DEL EVANGELIO
Aprende de memoria este bosquejo, pero considéralo siempre sólo como una ayuda. Mantente flexible para variarlo según te dirija el Espíritu Santo, y de acuerdo con el desarrollo del diálogo y a las reacciones de la persona.
Este bosquejo está desarrollado como un folleto “CÓMO OBTENER LA VIDA ETERNA”, que puedes utilizar como una ayuda para aclarar conceptos en tu propia mente, o también para la presentación del mensaje mismo. Regálale una fotocopia al final, haya hecho o no su decisión por Cristo.
Preferentemente usa la Biblia, haciendo que la persona lea los versículos por ella misma. Trata de añadir otros versículos similares de tu propia “cosecha”, los que harán tu testimonio más auténtico, personal y variado.

 

CÓMO OBTENER LA VIDA ETERNA

a. Dios ama al ser humano

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna“. Juan 3:16

b. Pero el hombre es pecador

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios“. Romanos 3:23

c. Y el pecado tiene un castigo

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro“. Romanos 6:23

d. Pero Cristo sufrió nuestro castigo

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8

e. Por eso nuestra salvación es gratuita

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Efesios 2:8-9

f. Debemos recibir a Cristo como nuestro Salvador

“Mas a todos los que le recibieron (a Cristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de hacerse hijos de Dios.” Juan 1:12

g. Y reconocerlo como el Señor de nuestra vida

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Romanos 10:9

 

E. GUIÁNDOLO A LA DECISIÓN

Este es el momento culminante de la presentación del Evangelio. Debe hacerse en oración, pidiendo que el Espíritu Santo obre en el corazón de la persona. Las preguntas que siguen son sólo modelos o ejemplos.

a. La pregunta calificadora
•¿Has entendido bien lo que Cristo ha hecho por ti?”
•¿Te das cuenta de que Cristo quiere entrar en tu vida como tu
Salvador y Señor; perdonar todos tus pecados y darte vida eterna? Si la respuesta es afirmativa, prosigue a
b. La pregunta de decisión
•”¿Quieres confiar solamente en Cristo para el perdón de tus pecados y para tu salvación?”
•”¿Estás dispuesto a arrepentirte de tus pecados y seguir a Cristo?”
•”¿Quieres recibir a Cristo como tu Salvador y como el Señor de tu vida?”
Si la respuesta es afirmativa, pídele que repita contigo
c. La oración de decisión, con palabras como éstas
“Señor Jesús, reconozco que soy un pecador (pecadora), y que necesito tu perdón. Me arrepiento de mis pecados. Creo que pagaste por ellos al morir en mi lugar, pero que luego resucitaste y que vives para siempre. Te invito a entrar en mi vida como mi Salvador personal. Te reconozco como el Señor de mi vida. Recibo la vida eterna que me ofreces. Gracias, Señor.”

Termina orando por la persona.
Dale confianza y reafirma la seguridad del perdón de sus pecados y de la vida eterna, dando gracias y la gloria a Dios.

Memoriza los siguientes versículos

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:18-20
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” 1 Pedro 2:9

Háblale a otros de Jesús de una manera sencilla.

  • Concéntrate en predicar y testificar de una manera sencilla a todas las personas el Evangelio de la salvación de N.S.Jesucristo…Orando en todo tiempo por cada persona que conozcas que no ha nacido de nuevo y pidiéndole a Dios sabiduría y gracia para hablarles de una manera sencilla y efectiva.
  • Jesús no le habló el Evangelio a todos de la misma manera, así que pide la guía de El para hacerlo, y para darte cuenta si es el momento apropiado y si la persona tiene sed de Dios y de los asuntos eternos, como la salvación de su alma etc.
  • Háblale a partir desde donde esa persona necesita, si está en una dificultad o no entiende algo de Dios y te pregunta sobre eso, parte de ese punto y explícale el evangelio.
  • La gente se convierte a Cristo solo cuando oye y entiende y cree en las buenas noticias, el tener buen testimonio de vida es muy importante para tener “peso” para hablarle, pero la gente se salva por la predicación.
  • “La predicación” no es un hombre detrás de un púlpito solamente, sino puede ser en cualquier lugar cuando se presente la oportunidad, puedes contar la buena noticia de Cristo, sencillamente con tus palabras y a tu manera.
  • ¡Jesús nos ordenó que lo hagamos en la gran comisión! Y es nuestro deber hacerlo, por amor a los perdidos.
  • ¡No predicar la salvación es mucho más malo que negarle el remedio a un enfermo que se está muriendo y debe tomarlo para sanarse!
  • Dile que Dios le ama a pesar de sus fallas y pecados y aunque no lo vea El está allí para perdonarle, salvarle y restaurarle su vida completamente. Juan 3:16
  • Dile que los hombres están separados de Dios a causa de su pecado (tengan la religión que tengan), pero Dios envió a su hijo Jesucristo a morir en la cruz para pagar la deuda de pecado de cada persona individualmente 1 Timoteo 2: 3-6; 1 Pedro 2: 14; 1 Pedro 3:18.
  • También debes decirle que es necesario un arrepentimiento total (apartarse del pecado) Hechos 3.19;
  • Creer en el sacrificio de Cristo muriendo en nuestro lugar y
  • Recibirle en su corazón (a Cristo) como su Salvador y Rey, mediante una oración sencilla con sus propias palabras. Juan 1:12; Apocalipsis 3:20 y luego seguirle en obediencia, orando, leyendo la Biblia y congregándose en una reunión casera dependiente de una Iglesia (o en la iglesia misma) que sepa bien el mensaje del evangelio y le pueda enseñar la palabra de Dios.
  • Se sabio cuando testifiques de Jesús.
  • Puedes contarle lo que El ha hecho en tu vida.
  • Recuerda que tu tarea es predicar el mensaje de Dios y la tarea de Dios es preparar los corazones para que estén bien predispuestos a escuchar el mensaje y quién actúa en el corazón de la persona.
  • Procura también que la otra persona al menos quede con sed de saber más de acerca de N.S.Jesucristo.
  • Deja que el amor de Cristo te llene de pasión por las almas, Romanos 5:5 y eso te impulse a buscar a los perdidos, deja que Cristo brille y actúe a través tuyo.

¡Debes ser solo como un guante en sus manos!

 

Recuerda: Cuanto más compartimos nuestra fe con otros, cada vez más fácil nos resultará hacerlo. Jesús dijo “venid en pos de mi y OS HARÉ pescadores de Hombres”, (nos formaría de a poco). Mateo 4:19

¡Sea usted un ganador de almas!

¡Experimente los milagros que Jesús puede hacer a través suyo para otras personas! ¡No hay nada mejor, ni más importante que eso!

 

(Marcos 16:15) Jesús nos mandó.

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

 

 

Recuerde y memorice estas escrituras:

 

(Romanos 5:6)

Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.

(Romanos 5:7)

Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena.

(Romanos 5:8)

Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

(Romanos 5:9)

Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios.

(Romanos 5:10)

Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.

(Romanos 5:11)

Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios.

 

(Romanos 5:1)

Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.

 

(Romanos 4:7)

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,

Y cuyos pecados son cubiertos.

(Romanos 4:8)

Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

 

(Mateo 5:8)

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

El Rey (Jesús) les dirá…(en el día del juicio): En cuanto lo hicisteis a uno

de estos mis hermanos más pequeños, A MÍ LO HICISTEIS. S. Mateo 25:40.

¿Cuál es el mayor bien que se puede hacer a alguien?:

Es mostrarle el camino al cielo, decirle como ser salvo para siempre por la obra de Jesucristo a favor de nosotros. Lograr que pase toda la eternidad en el cielo y no en el infierno. Hacerle que conozca a Jesús, su salvación, que tenga la vida eterna. 1 Juan 5:11-13. Explicarle que si se arrepiente, (Marcos 1:15; Hechos 3:19) cree las buenas noticias del evangelio y recibe a Cristo en su corazón (Juan 1:12; Apocalipsis 3:20) va a nacer de nuevo espiritualmente (Juan 3:3,7) y al nacer de nuevo recibirá el Espíritu Santo. También debemos procurar que sea sano completamente, y que reciba el llenamiento del Espíritu Santo, para poder actuar con su poder sobrenatural, para ayudar a otros y para vencer el poder del pecado en su propia vida.

Luego enseñarle a orar oraciones poderosas y a captar la voz de Dios y la guía del Espíritu Santo para su vida. También enseñarle las bases de la vida cristiana y enseñarle a descubrir sus dones o capacidades para servir a Dios y al prójimo en su entorno. “De hacer el bien y de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada Dios” Hebreos 13:16.

Dios quiere que mostremos su amor de distintas maneras, según las capacidades y talentos que nos ha dado. Nada le interesa más a Dios que encontremos a sus hijos perdidos, que los hagamos volverse a El, que consolemos a los que sufren y orientemos a los que están confundidos (que no encuentran el camino para el cielo), ni tampoco saben el propósito que Dios tiene para cada uno de ellos. ¡ESE ES NUESTRO LLAMADO! Dios está con nosotros, El nos guía y fortalece en este trabajo, nuestras obras se están escribiendo en el cielo y El nos recompensará eternamente.

Lo más importante para Dios es hallar a los perdidos, rescatar y limpiar a las personas de sus pecados, pues El “vino a buscar y a salvar a lo que se había perdido”. Lucas 19:10. ¡NADA LE IMPORTA MÁS! lo demuestra el hecho que El vino a morir por nosotros en la cruz. Hay recompensas eternas para los que trabajan en ganar almas para su Reino. S. Lucas 14:14.

Debemos trabajar para las cosas que no se ven y son eternas. 2 Corintios 4:18. S. Mateo 6:19-20. ¡HÁGANSE TESOROS EN EL CIELO! Dios demostró un amor inmenso (e incomprensible para nosotros) al dar su vida para salvarnos, al pagar nuestra culpa y nuestra deuda por nuestros pecados en la cruz. 1 Juan 4:9-10; Romanos 8:32. Lo que más le alegra a Dios es cuando alguien es salvo y pasa a ser su hijo y va a estar con El para siempre. S. Lucas 15:7, 10; 23-24,32. Debemos esforzarnos por ganar para el cielo a los perdidos y recuperar a los extraviados. No estamos completos hasta que el cuerpo entero de Cristo esté restaurado en su totalidad.

Aunque amas a tus hijos, sufrirás más por aquél que está enfermo o herido (como sufría el que había perdido una oveja, una moneda de gran valor o como el Padre del hijo pródigo en S. Lucas 15).

Dios también ama a todos sus hijos, pero los heridos, oprimidos o extraviados tienen la mayor parte de su atención y a enviado a cada uno de los verdaderos cristianos a buscarlos, (entonces, si estamos haciendo esta tarea estaremos

agradándole a El). Por eso nunca debemos desanimarnos y seguir en esta labor que es la que más le importa y valora Dios.

Debemos buscar a los perdidos y restaurar a los caídos. Nuestra madurez espiritual se determina por nuestra disposición se sacrificar parte de nuestro tiempo, de nuestros propios deseos e intereses, por los intereses de Dios y de su Reino (o el bienestar de otros). Que Dios pueda decir también de cada uno de nosotros: “Este es mi hijo/a amado/a en quién tengo complacencia”.

S. Mateo 3:17.

Decirle a otros cómo pueden tener la vida eterna es lo mejor y lo más importante que puedas hacer por las personas. Debes decidirte a trabajar para lo eterno. Daniel 2:44; 7:14,27; 1 Juan 2:17; Santiago 4:13-15.

Los cristianos tenemos a Jesús en nosotros, somos embajadores del cielo 2 Corintios 5:20 y representamos a su glorioso Rey. Tenemos las buenas nuevas, y compartirlas, es el acto de bondad más grande que podés hacer a cualquier persona. Luego, guiarlos por el camino de Dios y orientarlos a servir a los demás en su entorno, redunda en el mayor beneficio para la comunidad y para la eternidad. Muchas personas no entienden esto, pero tú ¡GANA ALMAS PARA CRISTO! Mira alrededor tuyo, ¡ese es tu campo misionero! Solo tú puedes alcanzar a los que están cerca de ti. ¡Haz de esto el tema central del resto de tu vida! ¡Fuiste creado por Dios para esto! Todo esto tiene un resultado eterno, que afectará el destino de miles de personas, ¡Es el trabajo más importante de todos! Es más importante que cualquier logro, meta, sueño o cualquier cosa que puedas hacer en la tierra.

Las consecuencias de tu trabajo de evangelización y “pastoral” son para siempre. Ninguna otra cosa podrás hacer que sea más importante que esta.

Nada es más importante para Dios que ayudar a las personas a conocer a Jesús, a encontrar el camino al cielo, a ser salvas para siempre, a ayudarlas a que establezcan una relación de amistad con Dios, a conocerle y a motivarlas a trabajar para su Reino.

El mejor uso de la vida es emplearla en algo que sea eterno, en algo que dure para siempre y la verdad es que solo el Reino de Dios perdurará por la eternidad y también, los tesoros que tengas en el cielo por tu “trabajo” para Dios (y el prójimo) que hagas acá en la tierra.

Todo lo demás finalmente desaparecerá.

Ya has pasado parte de tu vida… ¿en qué emplearás los años (o días) que te quedan?: ¡Enfócate en ganar almas para Cristo y en hacer el bien! Dice la palabra de Dios en el libro de Proverbios 11:30 “El que gana almas es sabio”. Dios respalda y se agrada primeramente de los que trabajan en predicar y enseñar, estos serán tenidos de doble honor, 1 Timoteo 5:17 y su recompensa será muy grande en los cielos.

Es tiempo de tomar decisiones para tu vida. ¡Tómalas ahora! habla con Dios en oración y El te dará las fuerzas, ideas y medios para trabajar para lo eterno. Por favor lee en tu Biblia S. Mateo 10:42; 16:26; 2 Juan 1:8; Apocalipsis 22:12.

Dr. Gustavo Isbert

Diosparatodos.com

Translate »