Cómo vivir en bendición

Cómo vivir en bendición

Cómo vivir en bendición siempre. Algo que muchos se preguntan.


Para empezar, si estás haciendo lo correcto, si estás en la voluntad de Dios y cumpliendo su palabra no necesitas pedir que todos oren para tu prosperidad ni correr detrás de «portadores y distribuidores» de bendiciones, sino que YA vives en bendición.

Abraham, Isaac, Jacob, José, Josué etc, etc tenían su propia bendición…tu no dependes de otros sino de Dios y de tu actitud…

Versiculos acerca de vivir en bendición

Mateo 6:33 RV1960
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Josué 1:8 RV1960
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Deuteronomio 28:1-14

  1. Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. ….

Génesis 24:1

Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.

Otros versiculos acerca del tema: Exodo 23:22; Génesis 26:24-25, 29; Génesis 30:30; Génesis 31:9; Génesis 39:5; Génesis 39:21-23; 2 Corintios 9: 6-11; Filipenses 4:16, 19;

Tu eres bendito/a y el que bendices (piensa de ti de esta manera). Bendito el que viene en el nombre del Señor.

En conclusión

Ten tú tu propia bendición, («cava tu propio pozo» como hizo Isaac, ten tu propia bendición).

Tus recursos provienen de Dios y de su bendición y no de tu jefe, habilidades, o porque debes correr tras los «Super hombres de Dios». Medita en estos pasajes de la Biblia y hazlos tuyo.

TOMA DECISIONES CLARAS QUE TE LLEVEN A QUE DIOS TE BENDIGA Y A VIVIR EN BENDICIÓN.

Dr. Gustavo Isbert
Tres cosas…

Tres cosas…

Tres cosas que se predican muy poco en este tiempo: EL ARREPENTIMIENTO, EL LLEVAR LA CRUZ CADA DÍA (incomodarse por servir a Dios y a los demás) y EL SERVICIO. Dios está diciendo que se debe terminar LA GENERACIÓN DE LOS CREYENTES «CONSUMIDORES Y BUSCADORES DE BENDICIONES» AHORA VIENE LA GENERACION OMEGA (ÚLTIMA) O JOSUÉ, LA DE GUERREROS ESFORZADOS QUE CONQUISTEN TERRITORIO PARA DIOS. JOSUÉ NO PODÍA MORIR AUNQUE PELEABA «CUERPO A CUERPO» PORQUE ESTABA HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS Y OBEDECIENDOLE A EL. ¡SEA COMO JOSUÉ! Y NO UN «BUSCA BENDICIONES». ESTAS VIENEN SOLAS AL HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.
Debes…

Debes…

Arrepentíos y creed en el Evangelio

La predicación de Juan el Bautista y de Jesús era esta: Que las personas debían arrepentirse y entrar en el Reino de los cielos. La puerta del Reino Jesús estaba allí con ellos y luego El (a todos sus seguidores) los “transformó en puertas del cielo” cuando predicamos el Evangelio.

Marcos 1:14-15

Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado Mateo 3:2. También anunciaba:

Mateo 3:8 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento. El arrepentimiento verdadero se muestra por obras buenas y un cambio de vida que se produce por la vida de Jesús en nosotros y la presencia de su Espíritu Santo.

Jesús les dice a TODOS:

Mateo 9:9 SIGUEME.

También les dice a todos, que no miren lo que hacen los demás pues cada uno debe tomar una decisión concreta de seguir y someterse al Rey Jesús (si o no).

Juan 21:22 Jesús como a Pedro nos dice: Sígueme tú. Hechos 26:18 esa será nuestra tarea; Mateo

28:18-20; Predicar esto: Hechos 26:20 y persuadir a las personas de hacerse cristianas. Hechos 26: 28.

Jesús nos transformará e irá haciendo de nosotros: “Pescadores de hombres”.

Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres Marcos 1:17

Pedro como todos nosotros nos creemos incapaces de realizar esa obra pero Jesús estará con nosotros y podremos hacer aquello que nos manda hacer.

Lucas 5:8 El caso de PEDRO:

Soy pecador (dice Pedro) como diciendo: no sirvo, busca a otro…pero Jesús le dice:

Tú pescarás hombres Lucas 5:10

Jesús transforma a pecadores y personas simples y sencillas en sus discípulos.

La decisión es tuya: Josué 24:15 Josué decidió esto: Yo y mi casa serviremos al Señor.

Debes tomar esa decisión.

¿Serás un pescador de almas del tiempo final? ¿Rescatarás a los perdidos? ¿Los salvarás del infierno? ¿Los trasladarás de la potestad del diablo a la de Jesús? ¿Ayudarás a trasladar a las personas del reino de las tinieblas al Reino de Jesús?

Debes decir como PABLO Hechos 9:6 ¿Qué quieres que haga?: Y Jesús te dirá: Se te dirá lo que debes hacer.

(Jesús lo remite a sus autoridades espirituales) a aquellos cristianos más crecidos que pueden guiarte en los caminos de Jesús y enseñarte sus palabras.

En Hechos 22:10-16 se le dice a Pablo que Dios tiene una misión especifica para él, así como la tiene para ti, le dice “lo que está ordenado que hagas”. Hechos 10: 6, lo mismo que le dijo a Cornelio.

Había un plan específico para su vida, como lo hay para ti.

Ananías le dice: Que sea sano, que sea lleno del Espíritu Santo, que se bautice, que aprenda las bases del cristianismo y es enviado y sale a predicar.

Pablo recibe: Salvación, sanidad, el bautismo, es lleno del Espíritu Santo, aprende las bases del cristianismo y comienza a ser un testigo de Jesús. Hechos 9:17-20

Pablo aprende primero y luego enseña a otros lo aprendido y da informes a la iglesia (está sujeto a ella).

Ver Hechos 22:14-16; Hechos 14:26; Hechos 19:6; Romanos 15: 18:20. También forma grupos en las casas que luego se transformarían en Iglesias.

Ninfas y la Iglesia que está en su casa Colosenses 4:15

Lea por favor Mateo 9:35 al 10:10 y si lo desea lea también y medite en todo el capítulo 10 de Mateo.

Levantémonos y hagamos lo mismo que hacía Jesús y obedezcamos su mandato. ¡Este es nuestro tiempo! Dios tiene un plan similar para nosotros y una gran tarea (ordenada de antemano por El) para que la cumplamos en sus fuerzas y no en las nuestras.

Pr Gustavo Isbert

¿Qué debo hacer para vivir según la voluntad de Dios?

¿Qué debo hacer para vivir según la voluntad de Dios?

¿Qué debo hacer para vivir según la voluntad de Dios?

Oración diaria y gratitud
Ora tres veces al día: mañana, tarde y noche. Agradece a Dios en todo momento, pasando tiempo con Él (1 Tesalonicenses 5:17-18). La oración constante te fortalece espiritualmente y te ayuda a ser luz en tu entorno.

Influencia positiva y vida en Cristo
Sé una influencia en tu comunidad, vive de manera honesta y trabaja con integridad. Jesús nos llamó a ser “sal de la tierra” (Mateo 5:13), no pierdas tu sabor ni te diluyas. Vive lleno del Espíritu Santo y del amor de Dios.

Obediencia y prosperidad
Pon siempre las cosas de Dios primero (Mateo 6:33), vive en obediencia a su Palabra y verás su bendición. Pide prosperidad, pero no olvides que tu prosperidad viene de vivir una vida conforme a su voluntad. Explora más sobre la bendición de Dios aquí.

Compromiso con el Evangelio
Haz del evangelismo una prioridad en tu vida, siempre guiado por el Espíritu Santo. Como dice 2 Timoteo 2:2, enséñale a otros todo el consejo de Dios. No temas compartir tu fe, sea en reuniones en casas o en la vida diaria.

Llenura del Espíritu Santo
Procura que tanto tú como los demás sean llenos del Espíritu Santo (Hechos 9:17; Hechos 19:6). Solo así podrán ser verdaderos testigos de Cristo. Descubre más sobre cómo ser llenos del Espíritu aquí.

Testimonio y buenas obras
Vive una vida que refleje a Cristo. Que tu testimonio inspire a otros a acercarse a Dios. Ocúpate en buenas obras, siendo un mensaje viviente para quienes te rodean. Más sobre el testimonio cristiano.

Enfócate en tu propósito
Ora sin cesar y sigue los pasos de Cristo, siempre enfocado en el propósito de Dios para tu vida. No olvides que todo esfuerzo en su nombre será recompensado de formas que no imaginas. ¡Sigue adelante en fe!

Sigas sus pasos. Y Enfóquese en el propósito de Dios para su vida.

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

CUAL ES EL MAYOR BIEN QUE USTED PUEDE HACER:

El Rey (Jesús) les dirá…(en el día del juicio): En cuanto lo hicisteis a uno

de estos mis hermanos más pequeños, A MÍ LO HICISTEIS. S. Mateo 25:40.

¿Cuál es el mayor bien que se puede hacer a alguien?:

Es mostrarle el camino al cielo, decirle como ser salvo para siempre por la obra de Jesucristo a favor de nosotros. Lograr que pase toda la eternidad en el cielo y no en el infierno. Hacerle que conozca a Jesús, su salvación, que tenga la vida eterna. 1 Juan 5:11-13. Explicarle que si se arrepiente, (Marcos 1:15; Hechos 3:19) cree las buenas noticias del evangelio y recibe a Cristo en su corazón (Juan 1:12; Apocalipsis 3:20) va a nacer de nuevo espiritualmente (Juan 3:3,7) y al nacer de nuevo recibirá el Espíritu Santo. También debemos procurar que sea sano completamente, y que reciba el llenamiento del Espíritu Santo, para poder actuar con su poder sobrenatural, para ayudar a otros y para vencer el poder del pecado en su propia vida.

Luego enseñarle a orar oraciones poderosas y a captar la voz de Dios y la guía del Espíritu Santo para su vida. También enseñarle las bases de la vida cristiana y enseñarle a descubrir sus dones o capacidades para servir a Dios y al prójimo en su entorno. “De hacer el bien y de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada Dios” Hebreos 13:16.

Dios quiere que mostremos su amor de distintas maneras, según las capacidades y talentos que nos ha dado. Nada le interesa más a Dios que encontremos a sus hijos perdidos, que los hagamos volverse a El, que consolemos a los que sufren y orientemos a los que están confundidos (que no encuentran el camino para el cielo), ni tampoco saben el propósito que Dios tiene para cada uno de ellos. ¡ESE ES NUESTRO LLAMADO! Dios está con nosotros, El nos guía y fortalece en este trabajo, nuestras obras se están escribiendo en el cielo y El nos recompensará eternamente.

Lo más importante para Dios es hallar a los perdidos, rescatar y limpiar a las personas de sus pecados, pues El “vino a buscar y a salvar a lo que se había perdido”. Lucas 19:10. ¡NADA LE IMPORTA MÁS! lo demuestra el hecho que El vino a morir por nosotros en la cruz. Hay recompensas eternas para los que trabajan en ganar almas para su Reino. S. Lucas 14:14.

Debemos trabajar para las cosas que no se ven y son eternas. 2 Corintios 4:18. S. Mateo 6:19-20. ¡HÁGANSE TESOROS EN EL CIELO! Dios demostró un amor inmenso (e incomprensible para nosotros) al dar su vida para salvarnos, al pagar nuestra culpa y nuestra deuda por nuestros pecados en la cruz. 1 Juan 4:9-10; Romanos 8:32. Lo que más le alegra a Dios es cuando alguien es salvo y pasa a ser su hijo y va a estar con El para siempre. S. Lucas 15:7, 10; 23-24,32. Debemos esforzarnos por ganar para el cielo a los perdidos y recuperar a los extraviados. No estamos completos hasta que el cuerpo entero de Cristo esté restaurado en su totalidad.

Aunque amas a tus hijos, sufrirás más por aquél que está enfermo o herido (como sufría el que había perdido una oveja, una moneda de gran valor o como el Padre del hijo pródigo en S. Lucas 15).

Dios también ama a todos sus hijos, pero los heridos, oprimidos o extraviados tienen la mayor parte de su atención y a enviado a cada uno de los verdaderos cristianos a buscarlos, (entonces, si estamos haciendo esta tarea estaremos

agradándole a El). Por eso nunca debemos desanimarnos y seguir en esta labor que es la que más le importa y valora Dios.

Debemos buscar a los perdidos y restaurar a los caídos. Nuestra madurez espiritual se determina por nuestra disposición se sacrificar parte de nuestro tiempo, de nuestros propios deseos e intereses, por los intereses de Dios y de su Reino (o el bienestar de otros). Que Dios pueda decir también de cada uno de nosotros: “Este es mi hijo/a amado/a en quién tengo complacencia”.

S. Mateo 3:17.

Decirle a otros cómo pueden tener la vida eterna es lo mejor y lo más importante que puedas hacer por las personas. Debes decidirte a trabajar para lo eterno. Daniel 2:44; 7:14,27; 1 Juan 2:17; Santiago 4:13-15.

Los cristianos tenemos a Jesús en nosotros, somos embajadores del cielo 2 Corintios 5:20 y representamos a su glorioso Rey. Tenemos las buenas nuevas, y compartirlas, es el acto de bondad más grande que podés hacer a cualquier persona. Luego, guiarlos por el camino de Dios y orientarlos a servir a los demás en su entorno, redunda en el mayor beneficio para la comunidad y para la eternidad. Muchas personas no entienden esto, pero tú ¡GANA ALMAS PARA CRISTO! Mira alrededor tuyo, ¡ese es tu campo misionero! Solo tú puedes alcanzar a los que están cerca de ti. ¡Haz de esto el tema central del resto de tu vida! ¡Fuiste creado por Dios para esto! Todo esto tiene un resultado eterno, que afectará el destino de miles de personas, ¡Es el trabajo más importante de todos! Es más importante que cualquier logro, meta, sueño o cualquier cosa que puedas hacer en la tierra.

Las consecuencias de tu trabajo de evangelización y “pastoral” son para siempre. Ninguna otra cosa podrás hacer que sea más importante que esta.

Nada es más importante para Dios que ayudar a las personas a conocer a Jesús, a encontrar el camino al cielo, a ser salvas para siempre, a ayudarlas a que establezcan una relación de amistad con Dios, a conocerle y a motivarlas a trabajar para su Reino.

El mejor uso de la vida es emplearla en algo que sea eterno, en algo que dure para siempre y la verdad es que solo el Reino de Dios perdurará por la eternidad y también, los tesoros que tengas en el cielo por tu “trabajo” para Dios (y el prójimo) que hagas acá en la tierra.

Todo lo demás finalmente desaparecerá.

Ya has pasado parte de tu vida… ¿en qué emplearás los años (o días) que te quedan?: ¡Enfócate en ganar almas para Cristo y en hacer el bien! Dice la palabra de Dios en el libro de Proverbios 11:30 “El que gana almas es sabio”. Dios respalda y se agrada primeramente de los que trabajan en predicar y enseñar, estos serán tenidos de doble honor, 1 Timoteo 5:17 y su recompensa será muy grande en los cielos.

Es tiempo de tomar decisiones para tu vida. ¡Tómalas ahora! habla con Dios en oración y El te dará las fuerzas, ideas y medios para trabajar para lo eterno. Por favor lee en tu Biblia S. Mateo 10:42; 16:26; 2 Juan 1:8; Apocalipsis 22:12.

Dr. Gustavo Isbert

Diosparatodos.com

Lección 51. ¿Qué es un discípulo?


a) Escrituras clave
Mateo 28:18-20;  
Marcos 4:33-34
Lucas 6:40;  
2 Timoteo 2:2
1 Pedro 2:20-21; 
Juan 8:31-32
1 Juan 2:6;  
Colosenses 3:17
b) Definición
La palabra discípulo en griego es «mathetes» que significa «uno que aprende instrucción de otro». Se usaba en el mundo secular griego para el aprendizaje de un artesano. Un discípulo no era solamente un alumno sino un adherido, por eso se hablaba de ellos como imitadores de sus maestros.
Todo cristiano es llamado a ser discípulo de Jesús y esto significa que seguirá a Jesús y pondrá las declaraciones de Jesús primero en su vida, no importa lo que le cueste a sí mismo. De modo que un discípulo cristiano es una persona que está determinada a seguir a Jesucristo, con el deseo de aprender de El y vivir según su ejemplo.
Diccionario:  Adherido: estar unido. Pegarse  una cosa a otra.  Convenir en un dictamen, opinión o partido y abrazarlo. Adhesión: Fuerza de atracción entre las moléculas de diversos cuerpos puestos en contacto. Idóneo: Que tiene buena disposición o suficiencia para una cosa.
c) Cinco principios básicos
1. Un discípulo es una persona que vive continuamente según la Palabra de Jesús. No son personas que siguen sólo ocasionalmente las palabras del Maestro, sino personas que se comprometen a llevar hasta el fin sus enseñanzas de una manera disciplinada y confiada. Jesús es nuestro Maestro. El nos hablará palabras vivas diariamente a través del Espíritu Santo. Lo que necesitamos hacer nosotros es vivir en nuestra vida diaria los mandamientos, enseñanzas y ejemplos que ya nos ha dado. El pensamiento principal detrás del discipulado no es uno de inspiración sino de instrucción. Debemos poner en práctica lo que nos ha sido revelado hacer por la Palabra de Dios. Necesitamos los fundamentos estables de la obediencia a la Palabra de Dios como la base de nuestro discipulado, si no estaremos a merced de toda noción o sentimiento subjetivo que venga.

2. Un discípulo es una persona qué confía su vida completamente al Señor. Esta confianza debería ser total, mas no es sólo un compromiso con cualquiera, sino con un Maestro amoroso que no tiene interés en sí mismo, sino que se preocupa por nuestro bienestar y crecimiento total en Dios. Jesús tiene el derecho de exigir este cometido porque entregó su vida por nosotros. Jesús está totalmente comprometido con nosotros y quiere el mismo compromiso como respuesta. Quiere que confiemos en El a cada paso, mientras El lleva nuestra vida y la moldea según su voluntad (Mateo 6:24; Juan 10:1-18)

3. Un discípulo es uno que vive una relación fructífera con Jesús (Juan 15:4-5).  «Nuestra unión con Cristo hace posible una vida a través de la cual otros pueden ser salvos. Cuando un árbol está tan lleno de savia que ya no la puede aguantar, ¡el resultado es el fruto! Cuando un cristiano está lleno de Cristo, otros lo ven y oyen sobre El y su ejemplo llevará entonces a que otros sean renacidos espiritualmente en el Reino de Dios. Así los nuevos creyentes son uno de los frutos del discipulado». Sin esta clase de productividad en nuestra vida, el Reino de Dios no se expandirá y el cuerpo de Cristo no crecerá.

4. Un discípulo es uno que está comprometido con un amor incondicional y de sacrificio por otros (Juan 13:34-35). Este no es ningún amor humano ordinario sino el amor que Dios ha demostrado hacia nosotros. Es un amor desinteresado que no busca ganancia para estimular su acción. La palabra griega para este amor es «ágape» que significa «amor desinteresado», donde Dios y los demás son más importantes para nosotros que nuestros propios deseos egoístas.

5. Un discípulo es uno que está dedicado al cumplimiento de la comisión de Cristo (Mateo 28:18-20). La meta de nuestro discipulado debería ser la de ganar otros discípulos, no sólo convertidos. Los convertidos pueden cambiar sus mentes, pero los discípulos siguen a su Maestro.

d) Un discípulo es una persona muy privilegiada

– Es llamado y escogido por Dios (Efesios 1:4-5).
– Jesús es su Salvador; murió en la cruz para que sus pecados pudieran ser perdonados, haciéndole aceptable a Dios (Romanos 5:8).
– Dios es su Padre, con el que tiene una relación personal, por tanto es un hijo de Dios y es del Reino de Dios (Gálatas 4:6-7).
– Le ha sido dada vida eterna (Juan 3:16).
– El Espíritu Santo vive en él, dándole poder para testificar de su vida nueva en Cristo (Hechos 1:8). Tiene paz con Dios (Romanos 5:1).
– Nada puede separarle del amor de Dios (Romanos 8:39).

e) Un discípulo tiene responsabilidad

«¿Qué haría Jesús?» Aquellos que quieran tomar su discipulado seriamente se harán esta pregunta, y otras similares, en toda situación que se presente ante ellos. Esto es un pacto o acuerdo que todo cristiano necesita hacer entre él y Jesús (1 Juan 2:6). Cuando estés perplejo pide a Dios que el Espíritu Santo  te enseñe lo que haría Jesús en tu lugar. Te contestará, si genuinamente quieres saber lo que a El le agrada. Tal como tu conocimiento de la enseñanza y acciones de Jesús aumenta mientras lees la Palabra de Dios, también aumentará tu habilidad de saber lo que haría Jesús en cualquier situación.

(I) Toma una decisión firme

Un discípulo necesita tomar una decisión firme de hacer lo que haría Jesús, de otra forma se conformará con menos de lo mejor de Dios para él y continuará entristeciendo a su Señor.
– Nuestra decisión de seguir a Jesús no es una respuesta emocional al evangelio sino un acto categórico de la voluntad. Las decisiones no realizadas en la vida real son de poco valor.
– Habrá momentos en los que necesitarás someter algunas decisiones importantes a los que están en autoridad espiritual sobre ti. Si genuinamente quieres la voluntad de Dios en tu vida no necesitas temer el hacerlo. Los discípulos no han de actuar en independencia, sino que han de ser personalmente responsables ante el Señor por sus acciones.

(II) Algunos de los beneficios

 Habrá cambios para bien en tu actitud hacia la gente, el dinero, los negocios y la responsabilidad social.
– Experimentarás la refinación o purificación de tu vida, para que muchos pensamientos, actitudes y acciones negativas, que sean inconsecuentes con la vida de Jesús sean quitados.
– Jesús no actuaría en incredulidad. Cuando deseas actuar como El, te dará la fe para hacerlo. Cuando sea necesario puedes confesar tus dudas y pedir su perdón y fe.
– El amor gobernará tus acciones, palabras y actitudes. Te volverás más dispuesto a perdonar; tendrás mayor compasión por los necesitados y te preocuparás más por los perdidos.
– Heredamos todo lo que Cristo hereda de Dios. Si estamos dispuestos a compartir sus padecimientos, también compartiremos su Gloria (Romanos 8:17). Incluso cuando la obediencia resulta costosa, no serás el perdedor, porque Dios siempre devolverá muchísimo más que lo que le es dado; tanto en esta vida como eternamente en el cielo (Lucas 6:38; Juan 10:10).
– Se realizarán cambios en algunos de tus hábitos viejos porque el Señor quiere ver estos cambios en ti. Sométete voluntariamente a esos cambios, y resiste la tentación de volver a los hábitos viejos y así comprometer tu discipulado (Colosenses 3:17).
– Si tomas tu discipulado en serio estarás buscando primero el reino de Dios y su justicia. Puedes tener confianza en que Dios guardará su promesa y proveerá para toda necesidad, como lo hizo con Jesús (Mateo 6:33).

f) Preguntas y puntos de meditación.

1. ¿Deberíamos vivir como nosotros queremos, o como Dios quiere en cada situación? (2 Corintios 5:15).
2. ¿Quién es nuestro guía en las cosas de Cristo Jesús? (Juan 16-13-14).
3. ¿Qué clase de cosas hará cualquiera que tiene fe en Jesús? (Juan 14:12-14).
4. ¿Podemos aprender algo sobre el amor, de la entrega por Dios de su hijo Jesús (1 Juan 4:10-11), y cómo nosotros como discípulos permanecemos en su amor? (Juan 15:9-14).
5. ¿Cuáles son los dos mandamientos principales de Dios? (Mateo 22:37-39).
6. ¿Cómo podemos nosotros, como discípulos, vivir nuestra vida cotidiana manifestando el amor «ágape» hacia Dios y los demás como Dios lo requiere? (Romanos 5:5).
7. Cuando las cosas se ponen difíciles, ¿podemos relajarnos un poco hasta que podamos hacer frente a la vida otra vez? (Lucas 9:62). Si no, ¿por qué tantos cristianos lo hacen?

g) Resumen y Aplicación.

1. Necesitamos estar totalmente comprometidos con Jesús, haciéndole nuestro Señor. Esto significa que no le diremos «No» cuando nos pida que hagamos algo por El. (Lucas 6:46)
2. Todo discípulo de Jesús debería hacerse esta pregunta: «¿Qué haría Jesús en esta situación?»
3. Necesitamos vivir continuamente en la Palabra de Dios como discípulos suyos para que le conozcamos mejor, y luego tendremos mayor habilidad para saber lo que haría Jesús en cada situación.
4. Necesitamos ver a Dios como nuestro Maestro amoroso que quiere sólo nuestro bien.
5. Necesitamos amar y servir a Dios primeramente, a los demás en segundo lugar, y por último a nosotros mismos. (Mateo 22:37-39) (Levítico 19:18)
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