CREA ESTO Y DELE GRACIAS A DIOS. ESTO ES PARA USTED.
Tu eres un hijo de Dios y como su hijo puedes descansar tranquilo, seguro de eres muy amado y cuidado por tu Padre del cielo.
Dios ya ye ha dado el poder para hacer frente a la vida: Tienes la presencia y el poder del Espíritu Santo en tu vida.
Dios no te dejará enfrentar la vida solo. El ha prometido guiarte y fortalecerte.
Tu seguridad que tienes al ser de Jesús y en las promesas que hizo a sus seguidores, te llenarán de confianza, gozo y paz.
El saber que eres hijo de Dios salvo y redimido (si eres un cristiano de verdad) y que tu destino eterno es el cielo es el camino a tener un gozo y una paz constante en tu vida.
Pero en todo esto debes esforzarte, y en vez de estar complacido como un bebé en los brazos del Señor debes transformarte en un guerrero esforzado del tiempo final. Dios mismo te llevará a ser así.
(Romanos 15:18)
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 15:20)
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,
(Romanos 15:19) S. Pablo dijo e hizo esto y así debemos hacer nosotros también.
Los que no conocían a Dios se convencieron por el poder de señales milagrosas y maravillas, y por el poder del Espíritu de Dios. De esa manera, presenté con toda plenitud la Buena Noticia de Cristo.
(Romanos 15:20) Este es mi gran deseo y nuestra visión.
Mi gran aspiración siempre ha sido predicar la Buena Noticia donde nunca antes se ha oído el nombre de Cristo, y no donde otro ya ha comenzado una iglesia.
(Romanos 15:21)
He seguido el plan que mencionan las Escrituras, que dicen: Los que nunca se enteraron de él verán, y los que nunca oyeron de él entenderán.
(Romanos 15:30) Les pido esto a todos mis contactos. Que oren por nuestra familia. Y por la Iglesia.
Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado.
Seamos hombre y mujeres esforzados, tenaces y perseverantes que con valentía, y con la presencia de Cristo y su poder, hagamos la obra a la que nos ha llamado.
(Zacarías 8:9)
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.
(2 Samuel 10:11)
Y dijo: Si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón pudieren más que tú, yo te daré ayuda.
(2 Samuel 10:12)
Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.
(Hechos 9:22)
Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.
(Job 4:4)
Al que tropezaba enderezaban tus palabras,
Y esforzabas las rodillas que decaían.
(Jueces 6:12)
Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
(1 Samuel 14:52)
Y hubo guerra encarnizada contra los filisteos todo el tiempo de Saúl; y a todo el que Saúl veía que era hombre esforzado y apto para combatir, lo juntaba consigo.
(1 Reyes 11:28)
Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.
(2 Samuel 17:10)
Todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados.
(1 Crónicas 5:24)
Y estos fueron los jefes de las casas de sus padres: Efer, Isi, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Jahdiel, hombres valientes y esforzados, varones de nombre y jefes de las casas de sus padres.
(1 Crónicas 12:25)
De los hijos de Simeón, siete mil cien hombres, valientes y esforzados para la guerra.
(Deuteronomio 31:6)
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
(Josué 23:6)
Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra;
(2 Crónicas 15:7)
Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
(2 Crónicas 32:7)
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
(Salmos 31:24)
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.
(Isaías 35:4)
Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
(Lucas 13:24)
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
(1 Corintios 16:13)
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
(Daniel 11:32)
Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.
(1 Crónicas 28:7)
Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día.
(Job 9:27)
Si yo dijere: Olvidaré mi queja,
Dejaré mi triste semblante, y me esforzaré,
(Nehemías 2:18)
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
(Deuteronomio 31:7)
Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
(Deuteronomio 31:23)
Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.
(Josué 1:6)
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
(Josué 1:7)
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
(1 Reyes 2:2)
Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.