SER ESCLAVO DEL PECADO ES PEOR QUE SER ESCLAVO DE ALGUIEN EN ESTE MUNDO.
Estuve viendo una película de la gran lucha que sostuvieron unos pocos en Inglaterra para abolir la esclavitud. Fue algo muy bueno y muy difícil de lograr por un puñado de valientes.
Pero ser esclavo del pecado, es mucho peor que ser esclavo de alguien, porque si es esclavo del pecado pasará la eternidad en el infierno.
Hay millones en esa situación hoy, ¡y no lo saben!, están engañados y cautivos por el diablo.
Y solo Jesús los puede liberar y lo hará a través nuestro, de nuestra predicación y del poder del Espíritu Santo en nosotros. ¡Nosotros los cristianos somos los enviados por Jesucristo a hacer esta tarea en todo el mundo!
(Juan 8:34)
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
(Juan 8:35)
Y el esclavo no queda en la casa para siempre; (no irá al cielo a la casa de del Padre) el hijo sí queda para siempre. (Los hijos de Dios iremos a la casa de nuestro Padre: Dios eternamente.
(Juan 8:36)
Así que, si el Hijo (Jesús) os libertare, seréis verdaderamente libres.
(Gálatas 3:26) Solo por la fe en la obra expiatoria de Cristo a favor de nosotros es que la gente puede ir al cielo.
…pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
(Gálatas 3:27)
Porque todos los que habéis sido sumergidos (metidos en) Cristo, de Cristo estáis revestidos.
(Gálatas 3:28) Todos somos iguales ante Dios, Dios es para todos a ama a todos y quiere que todos lleguen a ser sus hijos y hacerlos libres de la esclavitud del pecado.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
(Gálatas 4:4)
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
(Gálatas 4:5)
Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Esto sucede cuando Cristo nos liberta:
(Gálatas 4:6)
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
(Gálatas 4:7)
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
(1 Juan 3:8)
El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
(1 Juan 3:9)
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede vivir en pecado, porque es nacido de Dios.
(1 Juan 3:10)
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
(1 Juan 3:5)
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
(1 Juan 3:1)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
Esto es lo que literalmente sucede. Nos cambia de Reino, de nación, de la opresión de la esclavitud y el sufrimiento, de estar en el reino del diablo (de las tinieblas) y nos traslada a su Reino ¡ahora!
(Colosenses 1:13) habla en tiempo pasado y de refiere a los cristianos de ese tiempo y a todo aquel que declare que Jesús es su Señor y Rey para ser salvo.
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
(Hechos 26:17) Dios nos envía a libertad a las personas de la esclavitud del pecado.
a quienes ahora te envío,
(Hechos 26:18)
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
(2 Timoteo 2:24)
Porque el siervo del Señor (nosotros los que predicamos el evangelio de Jesucristo) no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
(2 Timoteo 2:25)
que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
(2 Timoteo 2:26)
y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
(Hechos 26:20) esto es necesario decirle a las personas que deben hacer.
sino que anuncié primeramente, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
Cuando unos pocos aunque sea, se unen con un propósito que es la voluntad de Dios…
Jueces 2:1-9. Dios da la victoria. En este caso con Gedeón y 300 hombres.
(1 Samuel 14:6) Acá solamente con Jonatán y su paje de armas.
Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.
(2 Crónicas 20:15)
y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
(Hechos 18:9)
Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;
(Hechos 18:10)
porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
(Hechos 5:38)
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;
(Hechos 5:39)
mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.