Leer (Daniel 7:13) Cuando dice las sagradas escrituras que Dios es «un anciano de Días» es un atropomorfismo es decir es mostrar una «figura» de Dios para que lo comprendamos. Es una forma humana de explicar cosas divinas inexplicables, porque es imposible describir en lenguaje humano y con nuestras mentes limitadas cómo es realmente Dios.
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, (Jesús) que vino hasta el Anciano de días, (Dios Padre) y le hicieron acercarse delante de él.
Dios no es anciano, ni siempre está solo en su trono. El es omnipresente.
(Daniel 7:14)
Y le fue dado (a Jesús) dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
(Génesis 18:1) Dios se aparece a Abraham en forma de persona y con dos ángeles.
Leer todo el capítulo 18.
Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Jesús se puede aparecer de otras maneras. Otro ejemplo es en la transfiguración. Mateo 17:2.
(Marcos 16:12)Pero después (Jesús) apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.
(Génesis 14:18) Es Jesús.
Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; (como en la Santa Cena).
(Salmos 110:4) Dios Padre le dice a Jesús.
Juró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.
(Hebreos 7:1)
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,
(Hebreos 7:2)
a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
(Hebreos 7:3)
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
(Hebreos 5:6)
Como también dice (a Jesús) en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
(Hebreos 5:10)
y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
(Mateo 6:6) Dios Padre está en todas partes y a tu lado. De nadie más dice esto en la Biblia sino también de Jesús y del Espíritu Santo.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
(Mateo 6:18)
para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
(Lucas 15:20) Así es Dios Padre
Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
(Juan 3:16) Nos amó tanto que dió lo que más amaba.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Romanos 8:32)
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
(Hebreos 1:3) Jesús nos mostró como es Dios.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
(Juan 14:9)
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
(Juan 1:18)
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
(Juan 20:17) Dios es nuestro Padre.
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
(1 Timoteo 6:14)
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,
(1 Timoteo 6:15)
la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,
(1 Timoteo 6:16) Nadie puede ver a Dios Padre hasta que esté en el cielo.
el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
(1 Juan 3:2) En el cielo le veremos tal como El es.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
(Apocalipsis 21:3)
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
(Apocalipsis 22:3) Recuerde en el cielo, solo a Dios Padre y a Jesús se adoran.
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,
(Apocalipsis 22:4)
y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
(Isaías 60:1) Estas palabras son para las que siguen a Dios en este tiempo.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
(Isaías 60:2) Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.
(Isaías 59:1) Todos deben arrepentirse de sus pecados. Pídale perdón a Dios ahora y El lo perdonará y limpiará.
He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;
(Isaías 59:2)
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
(Hebreos 10:4) Los sacrificios del Antiguo Testamento no alcanzaban…
porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
(Hebreos 10:5) Dice Jesús a Dios:
Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
(Hebreos 10:6)
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
(Hebreos 10:7)
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí.
(Hebreos 10:8)
Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
(Hebreos 10:9)
y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
(Hebreos 10:10) Cristo pagó en la cruz nuestros pecados, El es el cordero ofrecido en sacrificio por nosotros.
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
(Juan 1:29)
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
(Hebreos 10:11)
Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
(Hebreos 10:12)
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
(Hebreos 10:14)
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
(Hebreos 10:15)
Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
(Hebreos 10:16)
Este es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
Y en sus mentes las escribiré,
(Hebreos 10:17)
añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
(Hebreos 10:18)
Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
(Hebreos 10:19)
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
(Hebreos 10:20) El velo del templo Judío impedía entrar a la presencia de Dios, solo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año con la sangre de un cordero ofrecido en sacrificio.
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
(Hebreos 10:21)
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, (Jesús).
(Hebreos 10:22)
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
(Hebreos 9:23)
Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así;(con sacrificios de animales) pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.
Con el del mismo Dios hecho Hombre, al morir en la cruz por nosotros.
(Hebreos 9:24)
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
(Hebreos 9:25)
y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. (De animales).
(Hebreos 9:26)
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
(Hebreos 9:27)
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
(Hebreos 9:28)
así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
(Mateo 27:50) Por eso cuando murió Jesús, Dios rompió el velo del templo para mostrar que al pagar Cristo nuestro pecado, quedaba abierto el camino a Dios. (Al lugar Santísimo).
Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
(Mateo 27:51)
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
(Hebreos 10:20)
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
(Hebreos 10:21)
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
(Hebreos 10:22)
acerquémonos (a Dios) con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura.(Porque Cristo nos limpió de todo pecado). Gracias Padre y gracias Señor Jesús.