Juan 13:34-35; Juan 15:13-14; Juan 13:15,17; Juan 15:9,16
Gálatas 5:6; Juan 13:23.
Debemos estar concientes de la presencia de Jesús en nosotros en todo momento.
También tener el firme propósito de poner por obra los mandamientos de Jesús y mostrarle así el amor hacia El. Juan 14:15,21.
El primer fruto del Espíritu Santo es el amor entonces tenemos el poder para amar y vencer el pecado en nosotros.
También debemos pedirle a Jesús que nos llene más y más de su amor.
No para hacer «nuestra obras» sino las que El quiere que hagamos.
Debemos ser hacedores de la palabra de Dios
Santiago 1:22; 2:18.
Para que seamos dignos herederos del reino que El ha prometido a los que le aman. Santiago 2:5
Romanos 12:20-21; 13:8-10.
Dios es santo al igual que amoroso.
Yo sé que Dios me ama, y no importa lo que suceda, El está ahí para mí.
Dios y yo estamos muy cercanos, El vive en mí para siempre, esa es la única manera en que podamos sobrevivir en este mundo difícil.
Llénese del amor de Dios al estar en su presencia, escuche su lenguaje de amor y exprese ambas cosas a los demás.
Debemos transmitir el amor de Dios en diferentes maneras.
Ame y reciba el amor de Dios.
Debemos acercar las personas a Dios para que puedan experimentar su amor ilimitado y de esa manera amar a otros con más eficacia.
Lo que más anhela (sin saberlo) el corazón humano es el amor del Padre (Dios).
Debemos conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento.
Formas de expresar amor:
1. Palabras positivas: de aliento, ánimo amor, fe etc.
2. Tiempo de calidad: estar, hablar, compartir etc.
3. Dar regalos: demuestran amor, que está pensando en esa persona (Auque el regalo sea pequeño).
4. Actos de servicio: Hacia esa persona, hacer lo que le gusta que usted haga, y lo que le gustaría a usted que el otro haga.
¡Esfuércese para poner esto por obra!
¡Nuestro amor debe expresarse en obras!
5. Un toque físico: Levantamos a los bebés, un abrazo, Jesús tocó al leproso, puso sus manos sobre los niños etc.
Expresamos también nuestro amor a Dios: predicando su palabra, buscando la salvación de los que nos rodean, obedeciéndole en todo, ofrendando para su obra, ayudando en el templo, pasando tiempo con El, intercediendo, ayudando a los necesitados, alentando, animando, dándole nuestro tiempo y habilidades en servicio.
«Tocamos» a Dios cuanto «tocamos a otros». Recordar: «A mí lo hicisteis».
2 Timoteo 3:17 «Enteramente preparado para toda buena obra».
Dios le ama y le amará aunque nadie le ame y todos lo rechacen. Toda persona es «alguien» ante los ojos de Dios. Dios nunca se olvidará de usted, El siempre estará al lado suyo. Dios le ama y sus hijos (los cristianos) también. Usted tiene una familia eterna. Usted no está solo ni desamparado. ¡Hable con Dios! El es su Pastor, El le ama y le cuida.
Arrepiéntase de todos sus pecados y entréguele su vida a El. Reciba su perdón, su amor y sea su hijo ahora. En su presencia hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para siempre: El es real. El vive. El es todopoderoso. El no ha cambiado. Lo que es imposible, El lo puede hacer ahora. El es un Dios de hoy, no del pasado, y del futuro solamente. El está al lado suyo ahora, en este mismo momento. El le ama hoy y le amará eternamente. Usted puede hablar con El ahora, puede pedirle algo ahora,
¡Hable con El y Verá!
Las prohibiciones de Dios son diseñadas para apartarnos de las cosas que nos pueden hacer mal o destruir. Las amonestaciones de Dios son diseñadas para ayudarnos a experimentar el más alto bienestar de la vida y en la eternidad. Dios nos trata como a hijos amados y nos disciplina y enseña para nuestro supremo bien y el de los demás. Isaías 48:17.
Jesús vino a demostrar el amor de Dios ofreciéndose a sí mismo como un sacrificio por los pecados y para mostrarnos con su vida (y hechos) el amor de Dios. Siempre decía: «No teman», «tened ánimo» y antes de morir por todos dijo: ¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen! Las palabras de Jesús afirman sin lugar a dudas su amor por la humanidad.
Gálatas 2:20 El cual me amó y se entregó a si mismo por mí.
¡Su amor es incondicional! Juan 10:9-11.
Jesús es un Dios amoroso que nos habla palabras de verdad, consuelo, redención y vida eterna.
Conocer a Dios, amarlo y expresar su amor a los demás debe ser nuestro objetivo principal. Refleje el amor Divino. Sea un estanque lleno de amor. Sepa que Dios le conoce a usted y que El le ama infinitamente con amor eterno. Dios desea tener amistad recíproca con usted. Desea que usted esté con El para siempre, ahora y en el cielo.
Dios le amó y lo demostró en la cruz. Dios siempre ha amado a todas las personas, siempre las amará y desea que sean sus hijos y herederos para siempre.
El desea que usted, sea su hijo. ¡Vengan al Reino de los cielos!
¡VENGAN A CASA!
¡Bienvenidos al Reino de Dios! Dios le creó, El es su Padre y le ama.
El tiene sus brazos abiertos para abrazarlo.
¡VENGA A SU REINO!
Gustavo Isbert
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