¡Cuánto amo el mar! ¿Sabías que en el cielo hay mares? y que se puede caminar debajo del agua o sobre ella. El mar que no existirá más es este,(el de la tierra) que también es maravilloso pero a veces es frío, hay tiburones y te podés ahogar. En el cielo hay mansiones y los que aman el mar podrán tener su mansión pero podrán también tener una gran casa estilo marítimo en la playa frente al mar llenas de árboles frutales y cosas maravillosas. También en las montañas del cielo habrá casas para los que le gustan esos paisajes. Todo deseo en el cielo será concedido. Estos son misterios que Dios me reveló porque soy profeta y amigo de profetas. ¡Realmente vale la pena servir a Dios! Quiero decirte que nuestras recompensas eternas están en el cielo y son muy reales. A nosotros nos es dado conocer los misterios del Reino de Dios y yo quiero (si el Señor me lo permite) contarte muchos de ellos, a algunos les parecerá locura, pero todo lo que yo pueda Decir de Dios y del cielo es mucho menos de lo que realmente es. (1 Corintios 2:9)
A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman».
(1 Corintios 2:10)
Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios.
(1 Corintios 2:12)
Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.

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