El obrar milagros (el don de milagros)
10
El obrar milagros
Los milagros son hechos que anulan o contradicen a las denominadas "leyes de la naturaleza". EstrictaÂmente hablando, no existen "leyes de la naturaleza" como tales. El concepto de "leyes" fÃsicas ha sido desÂcartado por la fÃsica moderna, que define los sucesos naturales en términos de "probabilidades". Por ejemÂplo, la antigua fÃsica newtoniana establecÃa que:
"Hay una ley según la cual -descontando la reÂsistencia del aire- todos los objetos caen con una aceleración de 9,81 metros/segundo, en cada segunÂdo." La ciencia moderna dirÃa: "Es probable que todo objeto que cae acelerara su velocidad a razón de 9,81 metros/segundo, en cada segundo." Y esto se asemeja muchÃsimo a lo que dice el cristiano: "Las denominadas leyes de la naturaleza, codificadas por la ciencia humana, no son otra cosa que la manera habitual que tiene Dios de hacer las cosas." ManÂtiene un orden regulado para nuestra conveniencia. ¡Que desmañado seria vivir en un universo donde nada se repitiera dos veces de la misma manera! ¡Seria como vivir en un mundo de "Alicia en el paÃs de las maravillas" y en medio de un gran desorden! Sin embargo, Dios en beneficio de su pueblo creyente, cambiara su acostumbrada manera de hacer las cosas, para poder atender a sus necesidades y además para mostrarles que el es soberano y tiene todo el poder. Los grandes milagros del Antiguo Testamento se hiÂcieron, justamente, para atender a las necesidades, de la gente, y demostrarles que Dios era real, y que todo esta bajo su control.
No es siempre fácil trazar una delgada lÃnea diÂvisoria entre el don de milagros y los dones de saniÂdades. Pareciera que la "sanidad" comprende a aqueÂllos actos de poder que supone la curación de una condición en el cuerpo humano (o en el cuerpo aniÂmal, porque la sanidad alcanza también a los animaÂles por la oración). Otros sucesos caerÃan bajo el titulo de milagros.
Mencionaremos algunos de los milagros tÃpicos del Antiguo Testamento: la separación de las aguas del mar Rojo para que escapara el pueblo de Israel (Éxodo 14:21-31) ; la detención del sol y de la luna para Josué (Josué 10:12-14); la tinaja de harina que no escaseo y la vasija de aceite que no menguo durante el hambre en la tierra (1 Reyes 17:8-16) ; el fuego que cayo del cielo sobre el Monte Carmelo para queÂmar el sacrificio de ElÃas y revelar al verdadero Dios. (1 Reyes 18:17-39); el retroceso de diez grados del sol según el reloj de Acaz, en respuesta a la oración de IsaÃas, (2 Reyes 20:8-11); las milagrosas plagas de Egipto (Éxodo 7:12); la transformación en inoÂcua de un potaje venenoso realizado por un acto de fe de Eliseo. (2 Reyes 4:38-41.) La mayorÃa de los grandes milagros del Antiguo Testamento ocurrieron en las vidas de Moisés, ElÃas y Eliseo.
El relato de ElÃas y de su discÃpulo Eliseo nos habla a nosotros en el dÃa de hoy. Eliseo pidió una "doble porción" del EspÃritu Santo que poseÃa ElÃas. Cuando ElÃas fue arrebatado al cielo, su manto -sÃmbolo de su ungimiento- cayó sobre Eliseo. (2 Reyes 2:9-14.) El hecho notable que registra la Escritura, es que Eliseo hizo el doble de los milagros que habÃa ejecutado ElÃas. Esto es simbólico de lo que les ocurrió a los creyentes después de la ascensión de Jesús, si bien Jesús no les legó solo una "doble porción" de su EspÃritu, pues no estableció limite alÂguno. Simplemente dijo: "Mayores obras hará, porque yo voy al Padre." (Juan 14:12.)
El don de milagros es uno de los dones que rinde mucha gloria a Dios y uno de los que más deberÃa manifestarse en el dÃa de hoy, de acuerdo a la proÂmesa de Jesús. Dios se deleita en hacer milagros, y esta utilizando a sus hijos en la práctica de este don. El poder para hacer mayores obras viene del hecho de que Jesús ascendió al cielo y Pentecostés recibió la plena potencia del EspÃritu Santo, poder con que cuenÂtan los cristianos desde aquel entonces.
Por supuesto que Jesús ejecuto más milagros que ningún otro personaje en la Biblia, sin que todos ellos, aparentemente al menos, hayan sido registrados. Como ya lo dijo Juan: "Y hay también muchas otras cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrÃan los libros que se habrÃan de escribir." (Juan 21:25.) Unos cuantos de sus milagros, que hallamos en la Biblia, incluyen los siguientes: transformar el agua en vino (Juan 2:1-11) ; caminar sobre las aguas (Mateo 14:25-33); alimentar milagrosamente a la multitud (Marcos 6:38-44; Mateo 16:8-10) ; calmar la tempesÂtad en el mar (Marcos 6:45-52) ; la pesca milagrosa (Juan 21:5-12) ; pescar un pez y sacar una moneda ,de su boca (Mateo 17:27).
El primer milagro de Jesús fue la transformación del agua en vino: "Este principio de señales hizo Jesús en Cana de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discÃpulos creyeron en el." (Juan 2:11.) Jesús realizo milagros movido por su compasión- frente a las necesidades humanas y por razones practicas. Cuando camino sobre las aguas fue para tranquilizar a sus discÃpulos y además porque tenÃa apuro en llegar a Betsaida. Cuando alimento milagrosamente a las multitudes, lo hizo porque era imposible conÂseguir alimento de otra manera. Cuando transformo el agua en vino fue por que habÃa necesidad de vino en la fiesta. Observemos que los milagros no se ejeÂcutaron para asustar a los incrédulos y forzarlos a creer, sino más bien para estimular a los que ya creÃan o a los que querÃan creer. "La generación mala y adultera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás (haciendo referencia a su muerte y resurrección)." (Mateo 12:39-40.) MuÂcha gente dice: ¡Ahà lo tienen! ¡No se supone que tengamos señal!" Pero pasan por alto el hecho de que Jesús esta hablando a una "generación mala y adultera". Por otra parte, Jesús dijo:
"Estas señales seguirán a los que creen…" (MarÂcos 16:17.)
Después de Pentecostés, los apóstoles y otros que no lo eran, hicieron muchas señales de poder: en vaÂrias ocasiones los creyentes fueron liberados de la cárcel por el poder angélico (Hechos 12:1-17; 16:25Â40; 5:17-25); el evangelista Felipe fue transportado corporalmente a Azoto por el poder del EspÃritu SanÂto. (Hechos 8:39-40.) (Tomemos nota de lo siguiente: esto no fue una "proyección astral" o nada parecido. Felipe fue fÃsicamente y corporalmente arrebatado por el EspÃritu Santo y transportado de Gaza a AzoÂto, (¡una distancia de 38 kilómetros !) Obrando milaÂgrosamente, Pablo encegueció transitoriamente a EliÂmas el mago para que cesara en su oposición al evanÂgelio. (Hechos 13:9-12.) Pablo fue mordido por una vÃbora venenosa y no sufrió daño alguno. (Hechos 28:3-6.)
Pedro y Pablo cuentan en su haber el mayor número de milagros registrados en el libro de los Hechos de los Apóstoles, pero también ejecutaron milagros EsÂteban y Felipe, y en 1 Corintios 12 el don de hacer milagros es uno de los nueve dones que regularmente manifestaban los creyentes.
¿Que quiso decir Jesús cuando afirmo que los que creen en el harÃan "cosas mayores"? Algunos pienÂsan que significa que se producirán muchos mas miÂlagros, en razón del mayor numero de personas que hoy en dÃa son llenados con el EspÃritu Santo. Otros creen que podrÃa significar también que se harán nuevos milagros, en adición a los que registra el relato bÃblico, y mayores aun que aquellos. De una cosa estamos seguros, y es de que si Jesús tuvo la intención de que los creyentes hicieran nuevos milaÂgros, serian siguiendo el modelo determinado ya por el Señor, y de acuerdo con las Escrituras. Hay muÂchos hechos horripilantes que tienen lugar en la actuaÂlidad, a medida que los hombres y las mujeres expeÂrimentan con lo oculto y lo psÃquico, es decir con los poderes de Satanás, y el cristiano no debe dejarse engañar por ellos. La Escritura nos dice que los seÂguidores del enemigo harán "grandes señales y proÂdigios, de tal manera que engañaran, si fuese posible, aun a los escogidos". (Mateo 24:24; Marcos 13:22.)
Sin embargo, los milagros se suceden hoy en dÃa, de acuerdo a las normas establecidas por las EscriÂturas. En el libro Nine O’Clock in the Morning, (A las nueve de la mañana), citamos varios casos en que Dios modifico sorprendentemente las condiciones atmosféricas, en respuesta a una oración hecha con fe.1
Hay ejemplos de personas que, en la actualidad, han sido transportadas f1sicamente en el EspÃritu, de la misma manera en que lo fue Felipe el evangelista, según la crónica registrada en Hechos 8:39-40. David duPlessis, probablemente el mas conocido testigo del reavivamiento carismático, fue actor de un milagro igual, al comienzo de su ministerio. Estaba reunido juntamente con otros hombres en el jardÃn de la casa de un amigo, orando por otro hombre gravemente enÂfermo y que vivÃa en una casa distanciada casi dos kilómetros de donde estaban ellos.
"Mientras orábamos", cuenta David, "el Señor me dijo: "¡te necesitan ya mismo al lado del lecho de ese enfermo!" Arrebate mi sombrero, corrà alrededor de la casa y di un primer paso saliendo del portal, para dar el segundo paso en el umbral de la casa donde yacÃa enfermo mi amigo, ¡a casi dos kilómetros de distancia! Por supuesto que me sorprendà sobreÂmanera. Me consta que fui transportado de manera instantánea esa distancia, porque alrededor de quince minutos llego el resto de los hombres con quienes habÃa estado orando, los cuales llegaron agitados por el esfuerzo realizado. Me preguntaron: " ¿Como llegasÂte aquà tan rápido?"
David tenÃa que llegar inmediatamente, y Dios simÂplemente proyecto el transporte.
En estos últimos años se esta desarrollando en Indonesia lo que tal vez sea el mas poderoso reaviÂvamiento de cristianismo neotestamentario, que el mundo haya experimentado jamás. Nos llegan inforÂmes bien documentados de sucesos milagrosos de la misma naturaleza y magnitud que los relatados en la Biblia. 2 Miles de personas han sido milagrosamente alimentadas con provisiones calculadas para unos cuantos centenares; el agua ha sido transformada en vino para poder tomar la santa cena; grupos de cristianos han caminado sobre las aguas para poder cruzar rÃos y proclamar las buenas nuevas de Cristo, por no decir nada de los miles que han sido sanados y aun resucitados de entre los muertos.3 Se podrÃan descartar estos informes como fantasiosos, salvo el hecho de que han sido confirmados por testigos fideÂdignos, y a menudo por cristianos que previamente no creÃan que los milagros relatados en el Nuevo TesÂtamento pudieran repetirse hoy en dÃa. Tal vez la mas poderosa evidencia indirecta de la verdad de estas señales, radica en el hecho que más de dos miÂllones y medio de musulmanes han aceptado a Cristo, como asimismo miles de comunistas. La prensa mahoÂmetana admitió recientemente ¡la conversión de dos millones de mahometanos a la fe cristiana!
Una de las principales razones de lo que esta ocurriendo, sin duda alguna, estriba en el hecho de que están viendo el poder de Dios manifestado, no solamente en el miÂlagro de vidas transformadas, sino en los milagros literales de la Biblia. ¿Por que habrÃan de ocurrir semejantes acontecimientos? Es debido a que los inÂdonesios nunca les han dicho que ciertas partes de la Biblia "no son para hoy"; de ahà que lo están practicando en fe simple; ¡Y da resultado! ¡Dios vive!
Dios se arriesga cuando comparte con su pueblo sus obras sobrenaturales. Sin duda obrarÃa mas miÂlagros entre su pueblo, pero bien sabe que eso seria perjudicial para nosotros a menos que estemos esÂpiritualmente preparados. OÃmos la verdadera histoÂria de un evangelista que habÃa sido poderosamente utilizado por Dios, hasta que una noche el poder y la gloria de Dios elevaron a esta persona un par de metros desde el suelo, a plena vista de la congregación. Fue tan impresionante esta experiencia, que desde esa noche en adelante ese particular siervo de Dios no podÃa hablar de otra cosa sino de como algún dÃa los cristianos serán transportados de un lugar a otro en el EspÃritu para proclamar el evangeÂlio a todo el mundo. Al final se redujo a ser el único tema de ese evangelista, resultando ser un impedimento para la predicación del evangelio y un buen ministerio reducido a casi nada
Conviene detenernos un poco y analizar este ejemÂplo en particular. ¿Cual fue el propósito de este miÂlagro? PodrÃamos responder de inmediato: "!Oh, paÂra probar a los asistentes que el evangelista estaba diciendo la verdad!" No, de ninguna manera, porque también Satanás puede elevar a las personas en el fenómeno denominado "Levitación". Entre las persoÂnas que incursionan en el campo de lo oculto actualÂmente, algunos experimentan con estos fenómenos, tratando de aprender a flotar en el aire o levantar objetos pesadÃsimos con la ayuda de poderes "espiÂrituales". Una variedad del espiritismo que se pracÂtica en tertulias familiares y que consiste en hacer mover una mesa sin tocarla, es una forma de levitación. El hecho de que alguien pueda ser elevado de la tierra, de ninguna manera prueba que esa persona sea de Dios, como tampoco lo prueba el hecho de que pueda sanar a los enfermos.
En el caso particular que estemos analizando, no era necesario un milagro para probar que el evanÂgelista era de Dios, pues eso surgÃa claramente de lo que estaba diciendo: proclamaba el evangelio de Jesucristo. ¿Cual fue, entonces, el propósito del miÂlagro? Era simplemente Para alegrar el corazón de la gente que estaba escuchando, mostrando una vez mas cuan real es Dios. No era otra cosa que Dios expresando el amor al predicador y a los oyentes de una manera extraordinaria. Nuestro amigo evangeÂlista cometió el error de querer adelantarse a Dios y a las Escrituras, especulando sobre las cosas que tal vez Dios harÃa en el futuro, y edificando sobre ello toda una doctrina. Si bien es posible que a meÂdida que aumenta el fragor de la batalla aumentara el numero de personas que sean transportadas en el EspÃritu, no contamos con antecedentes bÃblicos para decir que Dios lo va a establecer como un "ministeÂrio". Si hubo alguien en la historia que pudo haber utilizado esa "vÃa aérea", ese alguien fue el apóstol Pablo, pero no tenemos ninguna noticia de que haya sido transportado de esa manera. Si bien es cierto que Dios obra en su vida otros milagros, cuando se trato de viajar, viajo siempre como los demás.
Inmediatamente después de ser bautizada en el EspÃritu Santo, la gente experimenta una mayor caÂpacidad para lo milagroso en su vida, Luego se adÂvierte una disminución de estas experiencias porque nos invaden las viejas maneras de pensar y de vivir, y Dios nos tiene que inscribir en la escuela del EspÃritu Santo. Quiere enseñarnos algunas cosas antes de poder confiar plenamente en nosotros en esta área, no sea que se meta de por medio nuestro orgullo y otros pecados, provocando nuestra propia exaltación, para luego caer estrepitosamente. (1 Timoteo 2:6.) Sin embargo, el cristiano prudente, habiendo una vez proÂbado las maravillosas obras del Señor, es estimulado a someterse al manejo de Dios y a sus lecciones, para que siga adelante, y no retroceda en el camino andado. Es la voluntad del Padre que permanezcamos en esta nueva dimensión.
Ya hemos advertido en detalle en un capitulo anÂterior, y al comienzo de este mismo capitulo, en el sentido de que para cada uno de los dones de Dios hay una imitación fraudulenta demonÃaca. Un hongo y una seta venenosa parecen exactamente iguales, peÂro uno es un alimento delicioso y el otro un veneno mortal. Solamente la Escritura puede enseñarnos a detectar una "seta venenosa" espiritual. Los verdaÂderos milagros de Dios pueden manifestarse únicamente a través de aquellos que han recibido a su divino Hijo Jesús. Los cristianos no esperan milaÂgros por el milagro en si, sino porque Dios prometió que seguirÃan en la vida de sus hijos y porque atienÂden a las necesidades de los hombres y llevan a otros a Jesús.
El Nuevo Testamento registra más sucesos milagroÂsos en la vida de San Pablo que en ninguno de los doce apóstoles originales. Si pensamos que los primeÂros apóstoles gozaban de un "status" especial porque anduvieron y hablaron con Jesús durante su vida teÂrrenal, deberÃamos sentirnos estimulados por Pablo que no conoció a Jesús "según la carne". (2 Corintios 5:16.) Es interesante notar el hecho que el poder de Pablo en el EspÃritu Santo no disminuyo al llegar a viejo. Más bien, lo vemos manifestando las mismas aptitudes milagrosas de Dios y su poder de sanidad con mayor potencia en el último capitulo de los HeÂchos que en cualquier otro momento de su vida. (HeÂchos 27:28.) Pablo nunca disminuyo su ritmo, ni aun llegado a viejo.
Muchas veces los milagros de Dios se hacen de una manera tan "naturalmente sobrenatural" que podeÂmos no percibirlos si no estamos alertados. Debemos mantenernos a la expectativa para que los milagros de Dios se manifiesten en nosotros y a través de nuestra vida. Oremos para que el Poder de Dios también se manifieste a los demás miembros del cuerÂpo de Cristo. Contemos con un milagro y mantengaÂmos los ojos puestos en Jesús.
Si lo desea puede dejar un Comentario: