Por favor: MEDITE EN ESTAS ESCRITURAS.
(Juan 8:29)
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
(2 Corintios 5:9)
Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
(1 Juan 3:22)
y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
(Salmos 16:3)
Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
(Salmos 16:2)
Yo te he dicho:
“Tú eres mi Señor, mi bien;
nada es comparable a ti.”
(Salmos 16:8)
Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer.
(Mateo 3:17)
Y una voz del cielo decía: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.»
(Mateo 17:5)
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo".
(Hechos 10:35)
En toda nación Dios se agrada del que le teme y hace justicia.
(Juan 14:15)
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
(Mateo 25:40)
Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".
(Lucas 15:7)
Habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente…
(Hebreos 13:16)
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.