ESTE ES EL PROBLEMA DEL MUNDO DE HOY:

EL PECADO Y LA FALTA DE MUCHOS PREDICADORES BUENOS QUE ANUNCIEN LAS VERDADES DE DIOS CON AMOR A LAS PERSONAS.

DIOS NO AMA AL PECADO PERO SI AL PECADOR, ES MÁS JESÚS, VINO A BUSCAR Y SALVAR A LOS PECADORES PERDIDOS Y A MORIR POR ELLOS, EL LOS AMABA Y ESTABA CON ELLOS EXPLICÁNDOLES LA VERDAD (LA VOLUNTAD DE DIOS) CON AMOR, TANTO QUE LO LLAMARON AMIGO DE PECADORES: Mateo 9:11; Lucas 7:34; Lucas 19:10. Los predicadores estamos para advertir con amor y firmeza estas cosas que dice la palabra de Dios y procurar que los pecadores se arrepientan y al final pasen la eternidad con Dios en el paraíso. Lucas 23:43.

(Romanos 1:18)

Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión. (A veces son religiosos Mateo 23:13-14; Mateo 15:1-3, 6 al 9).

(Romanos 1:19)

Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente.

(Romanos 1:20)

Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.

(Romanos 1:21)

Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión.

(Romanos 1:22)

Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos necios.

(Romanos 1:23)

Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles.

(Romanos 1:24)

Entonces Dios los abandonó para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Como resultado, usaron sus cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí.

(Romanos 1:25)

Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo, ¡quien es digno de eterna alabanza! Amén.

(Romanos 1:26)

Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras.

(Romanos 1:27)

Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían.

(Romanos 1:28)

Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse.

(Romanos 1:29)

Se llenaron de toda clase de perversiones, pecados, avaricia, odio, envidia, homicidios, peleas, engaños, conductas maliciosas y chismes.

(Romanos 1:30)

Son traidores, insolentes, arrogantes, fanfarrones y gente que odia a Dios. Inventan nuevas formas de pecar y desobedecen a sus padres.

(Romanos 1:31)

No quieren entrar en razón, no cumplen lo que prometen, son crueles y no tienen compasión.

(Romanos 1:32)

Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan.

Oremos por estas personas, Dios puede, y quiere, perdonar y transformar con su poder a cualquiera.

(1 Timoteo 2:1)

En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos.

(1 Timoteo 2:3.4)

Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.

(Lucas 4:18-19)

El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

A pregonar libertad a los cautivos,

Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

A predicar el año agradable del Señor. (El perdón de los pecados y todo tipo de deudas).

(2 Timoteo 2:24-26)

Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

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