PASTORES:

Jesús es nuestro ejemplo:

(Juan 10:11)

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

(Juan 10:12)

Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

(Juan 10:13)

Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

(Juan 10:14)

Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

(Juan 10:15)

así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

(Juan 10:16)

También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

Podemos confiar en Dios para su provisión El es nuestro “empleador” y nada nos faltará.

(Salmos 23:1)

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Nuestro trabajo es:

(Efesios 4:12)

a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

(Efesios 4:13)

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Nosotros vamos a dar cuenta de cómo cuidamos el Rebaño del Señor (aunque las ovejas deben obedecer a los Pastores) pero ¿Qué pastos les damos de comer? Y ¿Cómo le presentamos a Cristo en nosotros? ¿Como un dictador o como un tierno Padre?

(Hebreos 13:17)

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

Si trabajamos para Dios debemos recibir el sustento.

(1 Timoteo 5:17)

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

(1 Timoteo 5:18)

Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.

(1 Timoteo 5:17)

Los ancianos que cumplen bien su función deberían ser respetados y bien remunerados,* en particular los que trabajan con esmero tanto en la predicación como en la enseñanza.

(1 Timoteo 5:18)

Pues la Escritura dice: «No le pongas bozal al buey para impedirle que coma mientras trilla el grano». Y dice también: « ¡Todo el que trabaja merece recibir su salario!»*.

(1 Corintios 9:13)

¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?

(1 Corintios 9:14)

Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

(2 Corintios 11:8)

He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros

Muchos tuvieron el privilegio de apoyar la obra de Cristo.

(Lucas 8:3)

Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

Debemos serle siempre agradables y contar con su compañía.

(Juan 8:29)

Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Podemos nosotros también decir esto:

(Juan 16:32)

He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

(2 Timoteo 4:17)

Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.

Debemos esforzarnos y superar las luchas:

(2 Corintios 11:23)

¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

(2 Corintios 11:24)

De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.

(2 Corintios 11:25)

Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar;

(2 Corintios 11:26)

en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;

(2 Corintios 11:27)

en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;

(2 Corintios 11:28)

y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.

(2 Corintios 11:29)

¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?

Sepamos manejar el rechazo y la incomprensión.

(Lucas 13:34)

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

Aún para jesús fue muy difícil estar en esta tierra pero no dejó de ayudarnos

(Mateo 17:17)

Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.

No te metas con “religiosos” rancios y sin discernimiento.

(Mateo 15:14)

Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

(Mateo 23:24)

¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

Seamos compasivos y sepamos que muchas veces lloraremos.

(Juan 11:35)

Jesús lloró.

Sigamos con firmeza hacia delante, hacia nuestro llamado de Dios.

(Isaías 50:5)

Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.

(Isaías 50:6)

Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.

(Isaías 50:7)

Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.

Debemos pasar mucho tiempo con Dios y oír su voz y trasmitirla a su Pueblo.

(Jeremías 23:22)

Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.

Debemos recibir la palabra de Dios como Jeremías.

(Jeremías 36:18)

Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro.

Tengamos pasión por la obra de Dios y una visión global de su obra.

(2 Corintios 5:14)

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;

(2 Corintios 5:14) NVI

El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos…

(2 Corintios 11:28)

y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.

Pidamos ser llenos del amor de Dios.

(1 Corintios 13:3)

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

(1 Corintios 13:4)

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

(1 Corintios 13:5)

no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

(1 Corintios 13:6)

no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

(1 Corintios 13:7)

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Tengamos esta actitud.

(2 Corintios 12:15)

Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.

Amemos a todos sobre todas las cosas.

(Romanos 5:5)

el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

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