ES IMPORTANTISIMO QUE TODOS SEPAN QUE EN EL CIELO SE ADORA SOLAMENTE A DIOS PADRE Y A JESUCRISTO (Con la presencia y la guía del Espíritu Santo). Si usted está adorando a otra persona de Dios o a algún ángel sepa que está en un gran error.

Apocalipsis 22:3

Ya no habrá más maldición sobre ninguna cosa, porque allí estará el trono de Dios y del Cordero (Jesús), y sus siervos lo adorarán.

Juan 10:30; 1 Juan 5:7.

(Apocalipsis 22:4)

Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente.

(Apocalipsis 22:5)

Allí no existirá la noche —no habrá necesidad de la luz de lámparas ni del sol —porque el Señor Dios brillará sobre ellos. Y ellos reinarán por siempre y para siempre. (Si usted sigue a Cristo este es su destino final).

(Apocalipsis 22:8) Hasta San Juan en su emoción se equivocó. ¡Cuidado!

Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me las mostró.

(Apocalipsis 22:9)

Pero él dijo: No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios tal como tú y tus hermanos los profetas, al igual que todos los que obedecen lo que está escrito en este libro. ¡Adora sólo a Dios!

(2 Tesalonicenses 3:1)

Amados hermanos, les pedimos que oren por nosotros. Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente.

(2 Tesalonicenses 3:5)

Que el Señor les guíe el corazón a un entendimiento total y a una expresión plena del amor de Dios, y a la perseverancia con paciencia que proviene de Cristo.

(2 Tesalonicenses 3:13)

Amados hermanos, nunca se cansen de hacer el bien.

(2 Tesalonicenses 3:16)

Ahora, que el mismo Señor de paz les dé su paz en todo momento y en cada situación. El Señor sea con todos ustedes.

(2 Tesalonicenses 2:13)

En cuanto a nosotros, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, queridos hermanos, amados por el Señor. Siempre estamos agradecidos de que Dios los eligió para experimentar la salvación, una salvación que vino mediante el Espíritu Santo —quien los hace santos —y por creer en la verdad.

(2 Tesalonicenses 2:14)

Él los llamó a la salvación cuando les anunciamos la Buena Noticia; entonces ahora pueden participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Este es el destino final del diablo y de los que no se arrepienten de sus pecados ni siguen a Jesucristo como su Rey.

(Apocalipsis 20:10)

Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.

(2 Tesalonicenses 2:10)

Se valdrá de toda clase de mentiras malignas para engañar a los que van rumbo a la destrucción, porque se niegan a amar y a aceptar la verdad que los salvaría.

(2 Tesalonicenses 2:12)

Entonces serán condenados por deleitarse en la maldad en lugar de creer en la verdad.

Este es el juicio de los que murieron en sus pecados sin arrepentirse y sin el perdón y la salvación que les ofreció Dios en su gran amor.

(Apocalipsis 20:12)

Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el Libro de la Vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.

(Apocalipsis 20:14)

Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte.

(Apocalipsis 20:15)

Y todo el que no tenía su nombre registrado en el Libro de la Vida fue lanzado al lago de fuego.

Este es el destino eterno de los que siguen a Jesucristo y lo han recibido en sus vidas como su salvador y Rey.

(Apocalipsis 21:3)

Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: ¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos.

(Apocalipsis 21:4)

Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más.

(Apocalipsis 21:5)

Y el que estaba sentado en el trono dijo: ¡Miren, hago nuevas todas las cosas!. Entonces me dijo: Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza.

(Apocalipsis 21:7)

Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos.

(Apocalipsis 21:8)

Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Ésta es la segunda muerte.

(Apocalipsis 22:12)

«Miren, yo vengo pronto, y traigo la recompensa conmigo para pagarle a cada uno según lo que haya hecho.

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