Estudio para Grupos de Vida. 2
UN HOMBRE MARGINADO, EL LEPROSO
(Marcos 1:40-45)
Resumen: A pesar de las estrictas costumbres sociales que marginaban a los enfermos de lepra, Jesús aquí se compadece; toca y sana a un leproso que se le acerca.
Preguntas:
- ¿Cuáles habrían sido los pensamientos de este leproso hacia:
a. la sociedad que le rodeaba?
b. los religiosos?
c. Jesús?
- ¿Quiénes son los “marginados” de nuestra sociedad hoy? ¿Cómo se sienten hacia el resto de la sociedad? ¿Hacia la Iglesia? ¿Por qué?
- ¿Cómo solucionó Jesús el problema del leproso, y cuáles fueron las posibles reacciones de la gente ante su acción?
- ¿En qué sentido podemos identificarnos todos con el leproso respecto a nuestra relación con Dios? ¿Con los demás? (Isaías 59:2; Romanos 3:23)
Aplicación:
¿Cómo se puede recibir hoy la sanidad espiritual de Jesús? ¿Qué puede producir en nuestras vidas?
Respuestas guía:
- a. Temor, inseguridad, rechazo, desesperación, odio, rencor, amargura, envidia, etc.
b. Probablemente no esperaba mucha ayuda de ellos.
c. Vio en él la esperanza.
- Respuestas del grupo, según su barrio, sociedad y cultura.
- Le demostró su compasión tocándolo y sanándolo. Algunos, se espantaron y se escandalizaron al ver a un hombre santo tocar a un leproso, y otros, esperanzados, se le acercaron (v.45) para ser sanados.
- Todos tenemos la lepra del pecado. Esta lepra espiritual nos separa de Dios (incredulidad, rebelión, desobediencia, etc.) y de nuestro prójimo (odio, violencia, ruptura de relaciones matrimoniales, familiares, etc.)
Aplicación:
Se deben explicar los resultados de creer en Jesucristo y nacer de nuevo. Se puede proceder con el Folleto Evangelístico.
Notas para la preparación y explicación:
“Leproso” (v.40): Eran los “indeseables” de ese tiempo. Lea Levítico 13 y 14 (especialmente Levítico 13:43-46) para entender las leyes que marginaban a los leprosos en esos días. Se les oía tocar sus campanas y gritar “¡inmundo, inmundo!” mientras se acercaban a los lugares poblados. A menudo la gente los alejaba a pedradas.
“Le encargó rigurosamente” (v.43): Eran tiempos peligrosos. Cualquiera que se decía “Mesías” podía perder la vida. Jesús no deseaba atraer atención indebida antes de tiempo.
“Muéstrate al sacerdote” (v.44): Levítico 14:2-20 explica la costumbre de purificación del leproso.
Pasajes bíblicos adicionales:
Mateo 8:16-17 Gálatas 3:26-28
Isaías 53:4 Santiago 2:1-4, 9 Efesios 2:12-22