El Reino de Dios
LA SANIDAD DIVINA (2)
En el ministerio de los discípulos
(Mateo 10:1-8)
Resumen: Un estudio de cómo definitivamente Jesús enseñó y alentó a sus discípulos a un ministerio de sanidad, nos alienta también a nosotros a que retomemos este ministerio olvidado en la Iglesia.
Preguntas para la discusión:
- ¿Qué evidencia hay que Jesús quiso traspasar su ministerio de sanidad a sus discípulos? ¿Cómo lo hizo? (vv.1, 8).
- Más adelante, Jesús envió a otros setenta obreros (vea Lucas 10:1-9, 17-20). ¿Qué les enseña acerca de la sanidad? ¿qué resultados hubo?
- Entre las últimas instrucciones de Jesús a sus discípulos, ¿cuál habría sido su intención e instrucción acerca de la sanidad? (vea Juan 14:12-14; Mateo 28:18-20).
- ¿Qué evidencias hay que Jesús continuó su ministerio de sanidad después de su resurrección, por medio de su Iglesia? (Vea Hechos 2:43; 3:1-10; 4:10, 16, 22; 5:12-16; 9:32-35; 14:8-10; 19:11-12).
- ¿Qué indicaciones hay de que hoy la Iglesia también debería ministrar sanidad a los enfermos? (vea Santiago 5:13-20; 1 Corintios 12:4-11).
Aplicación: ¿Por qué no se ha visto por muchos siglos un gran ministerio de sanidad en la Iglesia? ¿Por qué conviene su restauración hoy?
Búsqueda: ¿En qué forma ayudaría al mundo moderno la sanidad de Cristo, expresada por medio de la Iglesia?
Respuestas guía:
- Jesús les enseñó a sanar, primero mostrándoles su ejemplo, después dándoles autoridad y poder para ello por medio del Espíritu Santo, y luego enviándolos a ponerlo en práctica.
- También a los discípulos menos cercanos, Jesús les enseñó y envió a sanar. El se goza cuando vuelven con resultados positivos en su lucha contra el reino de Satanás.
- Después de su muerte y resurrección, ellos recibirían poder para hacer señales y milagros por medio del Espíritu Santo. Deberían enseñar a futuros discípulos todo lo que él les había enseñado (incluyendo, se entiende, el ministerio de sanidad).
- Cada ejemplo atestigua el poderoso ministerio de sanidad que desarrollaba la primera Iglesia.
- Las instrucciones son claras, debemos orar por los enfermos y esperar los dones de sanidades en el Cuerpo de Cristo que el Espíritu Santo reparte. Los que oremos veremos los resultados, según la Palabra de Dios.