Maldiciones y problemas que vienen por pecados del pasado. Es necesario un arrepentimiento y restitución.

Usted puede leer esta historia en 2 Samuel 21.

(2 Samuel 21:1)

Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa (familia) de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas.

Comienzan a venir problemas y era por causa de una maldición del pasado en que el rey Saúl (que ya no vivía) había hecho un mal a los Gabaonitas y ellos no habían sido restituidos (por así decirlo).

David toma algunas decisiones, restituye a los Gabaonitas, y arregla algunos asuntos que se habían descuidado y da ordenes a sus siervos que así lo hagan y…

(2 Samuel 21:14)

… e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y Dios fue propicio a la tierra después de esto.

Como este ejemplo hay muchos hoy, en personas, familias, Iglesias, ciudades, Países etc. que viven y tienen problemas por hechos del pasado (malos).

Y por más que oran (por ejemplo una iglesia) no tienen bendición y no hay respuestas claras de Dios. Hasta que no haya un verdadero arrepentimiento y una restitución.

Una vez vi un cristiano de nombre enfermo y paralizado y me dio mucha lástima pero luego me enteré que había sido el tesorero de una iglesia y se había robado la plata y luego de eso le vino esa enfermedad. Leí el otro día en una revista que a un conocido actor de cine le vino cáncer y me dio pena, pero luego leí otro poco y dijo sin ninguna clase de temor de Dios que le vino por practicar sexo con otro hombre (siendo el casado con una mujer hermosa) la cual luego se divorció de el. (Hay consecuencias por pecados y la gente no se da cuenta) Hay juicios de Dios que vienen por el pecado.

¡Arrepiéntase! Y ¡Haga restitución!

Zaqueo lo hizo y entró en la bendición de Dios. Antes por más que ore o se ore por él no podría venir respuesta de Dios si Zaqueo no tomaba decisiones concretas luego del arrepentimiento. El arrepentimiento se demuestra cambiando de vida.

(Lucas 19:8)

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

(Lucas 19:9)

Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

(Juan 5:14) Jesús sanó a un paralítico y le dijo:

Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.

(Juan 8:10) Jesús perdonó el pecado de una mujer pero le dijo que no peque más, espero que le haya obedecido porque si no lo hizo en este momento está en el infierno. (Aunque yo espero que se haya apartado definitivamente de ese PECADO y esté ahora en el cielo.

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

(Juan 8:11)

Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno;

Vete, y no peques más. Esta última frase es para ti y es una advertencia de Dios. (No mía).

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