Jesús oró al Padre y le dijo de nosotros:
(Juan 17:15)
No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
(Juan 17:16)
Al igual que yo, ellos no pertenecen a este mundo.
(Juan 17:17)
Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad.
(Juan 17:18)
Así como tú me enviaste al mundo, yo los envío al mundo.
(Juan 17:19)
Y me entrego por ellos como un sacrificio santo, para que tu verdad pueda hacerlos santos.
(Juan 17:22)
LES HE DADO LA GLORIA QUE TÚ ME DISTE, para que sean uno, como nosotros somos uno.
(Juan 17:23)
YO ESTOY EN ELLOS, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que LOS MAS TANTO COMO ME AMAS A MÍ.
(Juan 17:24)
Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me amaste aun antes de que comenzara el mundo.
(Juan 17:26)
Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces:
TU AMOR POR MÍ ESTARÁ EN ELLOS, Y YO TAMBIÉN ESTARÉ EN ELLOS.