LECCION 11 -La gran elección-

Conocer la doctrina bíblica no es tener fe en Cristo

Es trágicamente posible que una persona sepa todos los datos que se presentaron en las lecciones anteriores y todavía no sea salvo. El milagro del nuevo nacimiento no se verifica cuando la persona recibe informaciones en cuanto a ciertas grandes doctrinas bíblicas. Si así fuera, entonces la tarea del evangelista sería meramente la de un educador.

¡Pero eso no es de ningún modo el Evangelio!

Sino que:

Es una persona que se debe recibir. (Juan 1:12). El Señor Jesucristo es el único que puede salvar.

Es una dádiva ( REGALO) que se debe aceptar. “La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 6:23).

La persona sabe si alguna vez ha tomado esta decisión vital o no. Sabe si ha habido en su vida un tiempo cuando las cuestiones eternas han pesado mucho sobre él, cuando el peso de sus pecados parecía insoportable, y cuando, por un hecho sencillo de fe, confesó sus pecados y creyó en el Señor Jesucristo.

“Reconciliaos con Dios”

En caso que usted nunca lo haya hecho, ésta es la pregunta de suma importancia: “¿Lo quiere hacer ahora mismo? ¿Quiere venir como pecador arrepentido al Hijo de Dios? ¿Quiere coronarle como su Señor y Salvador? ¿Quiere entregarse a él?” “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20).

Usted puede hacerla ahora mismo mientras estudia esta lección. Sin dar otra muestra visible, puede inclinar la cabeza calladamente, decirle a Dios que es pecador, recibir a Cristo como su Salvador, y aceptar el don de la vida eterna. Por la autoridad infalible de la Palabra de Dios, usted será salvo en el momento que lo hace.

El hecho de creer en Cristo puede ilustrarse con la ceremonia de bodas. A la novia se le pregunta, “¿Acepta usted a este hombre para ser su legítimo esposo…?” Ella contesta, “Sí, le acepto.” Al decir esto, acepta a la persona y se entrega a él. Al creer en Cristo, le aceptamos como nuestro único Señor y Salvador y nos entregamos a él para esta vida y para la eternidad.

Jesús asemejó la salvación a entrar por una puerta. “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo.” (Juan 10:9).

Cuando nos sentamos en una silla, descansamos nuestro peso sobre la obra acabada del mueblista. Cuando creemos en Cristo, descansamos sobre su obra acabada como el solo y suficiente precio de nuestra redención.

Ya es hora de que usted decida, Puede que jamás tenga otra oportunidad. Olvídese de sus excusas. Rehúse ser desviado. Sin vacilar más, abra la puerta del corazón y deje entrar al Salvador. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Dé gracias a Dios por salvarle

Después que haya abierto la puerta de su corazón a Cristo, lo primero que debe hacer es darle gracias por haberle salvado (Lucas 17:15-16). Esta dádiva sin par no se debe aceptar sin responder gratitud. El nacimiento de gracias no necesita de las palabras floridas. Si procede del corazón, agrada a Dios (Salmo 50:23).

Confiese abiertamente a Cristo

La segunda cosa que hacer es confesar a Cristo abiertamente delante de los demás (Romanos 10:9). Fue el Salvador mismo quien dijo, HA cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32). Dígales a otros que usted ya es hijo de Dios por fe en Jesucristo.

Estudie la Biblia y ore

En tercer lugar, debe usted dedicar tiempo cada día para alimentarse de la Palabra de Dios, y a la oración (2 Timoteo 2:15; 1 Timoteo 2:1-4). Esto es absolutamente esencial para el crecimiento (1 Pedro 2:2), para la santidad (Salmo 119:7, 11), y para el servicio efectivo (Efesios 6:17).

Busque compañerismo con otros cristianos

Otro beneficio grande de la vida cristiana es el compañerismo con otros creyentes. Usted debe asistir con regularidad (Hebreos 10:25) a una iglesia que cree en la Biblia, donde Cristo es reconocido como la Cabeza, y donde todo se mide por la Palabra de Dios (Isaías 8:20).

Dirija a pecadores al salvador

Luego no debemos dejar de mencionar el privilegio de procurar ganar a otros para el Salvador. Pablo exhortó al joven Timoteo: “Lo que has oído de mí ante muchos otros testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

(2 Timoteo 2:2). Esta es la manera que emplea Dios para la propagación de la fe cristiana. No todos los creyentes pueden predicar desde un púlpito; pero todos pueden hablar a familiares inconversos, a vecinos y a amigos, de las tremendas cosas que Dios ha hecho por ellos.

Entronice a Jesús como Señor de su vida

Sobre todo, se debe coronar al Salvador como Señor de su vida (Romanos 12: 1, 2). Le recibió como Salvador y debe continuar ocupando ese lugar. No debe ser necesario insistir en este punto. Además, usted debe pensar que, si él pagó tal precio sin paralelo para salvarle a usted, seguramente merece todo lo que usted tiene y es. Esto lo tenía pensado el Apóstol Pablo cuando dijo: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y “, por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (II Corintios 5:14,15).

El célebre misionero C. T. Studd dijo: “Si Jesucristo es Dios y murió por mí, para mí no hay sacrificio demasiado grande que hacer por él.” La única reacción lógica y razonable que le queda a usted es entregarle a él que le compró (1 Corintios 6:20) el dominio completo de su vida y decirle a él:

Oh Cristo, tus manos y tus pies heridos proclaman

Tu sacrificio por mí;

Tus llagas, tus lágrimas, mi vida demandan,

Un sacrificio por ti.

Lección 11

En el espacio subrayado a la derecha escriba “Verdad” o “Falso” después de las siguientes declaraciones:

1. La persona sabe si ha aceptado o no a Cristo como Salvador.

_____v________

2. Aceptar a Jesús como Salvador también incluye coronarle como Señor de la vida.

_____v________

3. Puesto que es a Dios mismo a quien nos presentamos, el dar gracias por la salvación debe expresarse en frases elegantes.

_____f________

4. Todo creyente tiene que ser predicador del evangelio en público.

_____f________

5. Es posible llegar a ser salvo mientras uno contesta estas preguntas.

_____v________

En el espacio subrayado a la derecha escriba la letra de la contestación correcta.

6. La salvación se verifica en el momento que

a. se nos informa de la doctrina bíblica de la salvación

b. aceptamos al Señor Jesús como Salvador personal

c. somos lo suficientemente buenos como para presentarnos a Dios para la salvación

d. vencemos los hábitos malos

__________b_________

7. Para ser salvos debemos

a. estar en una iglesia al tiempo de la decisión

b. marchar al frente cuando se da la invitación en un servicio evangelístico

c. recibir los sacramentos

d. hacer una decisión personal de recibir a Cristo

________d___________

8. Recibir a Cristo como Salvador se asemeja en la lección a

a. un hombre que recibe un aumento de salario

b. una mujer que recibe un huésped en su casa

c. una novia que recibe al esposo por un acto deliberado de la voluntad

d. una casa que recibe una nueva mano de pintura

__________c_________

9. Cuando recibimos a Cristo como Salvador, debemos dar gracias a Dios y

a. hablar a otros del Señor

b. estudiar la Biblia y orar

c. buscar compañerismo con otros cristianos

d. hacer todo lo anterior

_________d__________

10. Los que todavía no han sido salvados, ahora deben:

a. postergar el decidirse por Cristo

b. esperar hasta que sean lo suficiente buenos como para ser salvos

c. esperar hasta que sean contestadas todas sus preguntas acerca de Dios

d. aceptar al Señor Jesús como Salvador personal del pecado

_________d__________

W.MacDonald.

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