Vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno que es tan precioso a los ojos de Dios.

Jesús vive en ti, eres participante de su naturaleza divina, 2 Pedro 1:4; debes ser semejante a El. 1 Juan 2:6.

Así como El es, así somos nosotros en este mundo. 1 Juan 4:17.

La vida recta de ustedes, hablará sin palabras y ustedes ganarán para Dios a muchos cuando les hablen lo que Dios tiene para ellos y ellos observen la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes.

Pues Dios se complace en ustedes cuando hacen lo que saben que es correcto y sufren con paciencia cuando reciben un trato injusto.

Es obvio que no hay mérito en ser paciente si a uno lo golpean por haber actuado mal. Pero, si sufren por hacer el bien y lo soportan con paciencia, Dios se agrada de ustedes.

Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.

Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.

No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.

Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.

Antes eran como ovejas que andaban descarriadas. Pero ahora han vuelto a su Pastor, al Guardián de sus almas.

Leer en la Biblia (1 Pedro 2:19-25).

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