LEA ESTO SOBRE LA MUERTE Y DESCUBRIRÁ MISTERIOS:
LO QUE DICE LA PALABRA DE DIOS SOBRE LA MUERTE:
La Muerte (Es partir y estar con Cristo en el paraíso de Dios)…
Esto si eres un verdadero cristiano…
(Juan 11:25)
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
(Juan 11:26)
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
(Juan 6:38)
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
(Juan 6:39)
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
(Juan 6:40)
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Debes saber esto:
(Romanos 6:23)
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Si recibes a Cristo como tu salvador:Entonces
(Romanos 6:22)
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
(Romanos 6:23)
El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.
(Romanos 6:22)
Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y , finalmente, la vida eterna.
(1 Pedro 3:18)
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
(1 Pedro 3:18)
Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana, murió; pero resucitó con una vida espiritual.
(Juan 11:43) Así como resucitó a lazaro lo hará con los suyos.
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
(Lucas 8:55) Así resucitó a una niña.
Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.
(Isaías 38:5) Dios tiene el control del tiempo de tu partida de este mundo.
Vé y dí a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.
(Hebreos 2:14) Jesús venció a la muerte y al diablo.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
(Hebreos 2:15)
y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Si sos de Dios no debes tener temor a la muerte. Muchos viven esclavizados por ese temor durante toda su vida. para el cristiano morir es ir a nuestra casa, a nuestro hogar eterno.
(Juan 10:28) Jesús dijo:
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(1 Corintios 15:51)
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
(1 Corintios 15:52)
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
(1 Tesalonicenses 4:17)
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
(Hechos 24:15)
teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
(1 Corintios 15:21)
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, (Adán) también por un hombre Jesús) la resurrección de los muertos.
(1 Corintios 15:42)
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.
(Hebreos 6:2) La resurrección es una de las enseñanzas básicas del cristianismo.
de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
(Juan 5:29) Todos resucitarán, pero esto es una realidad tremenda.
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
(Hebreos 2:15) Jesús vino a
y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
(1 Crónicas 29:28) Esto dice la Biblia de David (un hombre de Dios)
Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo.
(2 Samuel 12:23) A David se le murió un hijo pero el sabía que estaba en el cielo con Dios y el iría allí al morir por ser un hombre de Dios y lo encontraría.
Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.
(Génesis 49:29) Este hombre de Dios (Jacob) sabía que iba al cielo con sus antepasados.
Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo,
(Génesis 49:33)
Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.
(Hebreos 12:22) Cuando una persona recibe a Jesús en su corazón se transforma en un verdadero hijo de Dios.
….sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
(Hebreos 12:23)
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
(Hebreos 12:26)
La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
(Hebreos 12:27) Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
(Hebreos 12:28)
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
(Efesios 1:4)
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
(Colosenses 1:21)
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
(Colosenses 1:22)
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
(Judas 1:24)
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
(1 Corintios 15:51)
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
(1 Corintios 15:52)
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
(1 Pedro 1:4)
para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
(Hebreos 10:14)
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
(Hebreos 12:23)
y a la comunidad de los primeros hijos de Dios inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos, a los espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos,
(Romanos 8:21)
porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
(Tito 2:13) Jesús vendrá de nuevo al mundo a buscar a los suyos.
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo….Esta es la primera resurrección.
(Apocalipsis 20:5)
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años.
(Apocalipsis 20:6)
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
(Apocalipsis 20:14)
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
(Apocalipsis 21:8)
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
(Apocalipsis 2:11)
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
(Romanos 8:1)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
(1 Corintios 15:25)
Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
(1 Corintios 15:26)
Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
(Romanos 8:28)
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Hebreos 12:6) Dios nos disciplina para que permanezcamos en su camino.
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
(Hebreos 12:10)
Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
(Hebreos 12:11)
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
(Salmos 139:16) Dios te hizo y te ama:
Tus ojos vieron mi cuerpo
en formación;
todo eso estaba escrito en tu libro.
Habías señalado los días de mi vida
cuando aún no existía ninguno
de ellos.
(Éxodo 23:26) Dios tiene potestad sobre el día de tu muerte.
No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.
(1 Reyes 3:14) Dios puede alargarte la vida.
Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.
(Isaías 38:5) Dios si quiere puede añadir a tu vida años.
Vé y dí a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.
(Eclesiastés 8:8) Nadie puede cambiar por si mismo la decisión de Dios de cuando vas a morir pero puedes orar como hizo Ezequías. DIOS TIENE EL CONTROL.
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.
(1 Timoteo 6:17)
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
(1 Timoteo 6:18)
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
(1 Timoteo 6:19)
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
(Hebreos 2:15)
De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida.
(2 Corintios 5:8)
pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
(2 Corintios 5:8)
Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor.
(2 Corintios 5:8)
Sí, nos sentimos plenamente seguros, y por eso, preferimos dejar este cuerpo para estar junto al Señor;
(Filipenses 1:23)
Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor,
(Filipenses 1:23)
Me es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí;
(1 Tesalonicenses 5:10)
JESUCRISTO murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
(1 Tesalonicenses 5:10)
Jesucristo murió por nosotros, para que, y a sea que sigamos despiertos o que nos durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él.
(1 Tesalonicenses 4:13)
Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza.
(1 Tesalonicenses 4:14)
Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
(1 Tesalonicenses 4:15)
Por esto les decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, nonos adelantaremos a los que murieron.
(1 Tesalonicenses 4:16)
Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero;
(1 Tesalonicenses 4:17)
después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre.
(Hechos 7:55)
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
(Hechos 7:56)
y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre (Jesús) que está a la diestra de Dios.
(Hechos 7:59)
Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. (Se fue al cielo
(Mateo 25:46) ¿A donde irás tu? si eres de Jesús: al cielo con El.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
(Juan 5:28)
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
(Juan 5:29)
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
(Hechos 24:15)
teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
(Apocalipsis 20:12)
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
(Apocalipsis 20:13)
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
(Apocalipsis 20:14)
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
(Apocalipsis 20:15)
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
(Lucas 16:22)
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
(Lucas 16:23)
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
(Lucas 16:24)
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
(Hebreos 9:27)
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
(Romanos 9:2) S. Pablo estaba triste porque sus coterraneos rechazaban a Cristo.
que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
(Romanos 8:23)
y no solo ella sufre, (la creación) sino también nosotros, que y a tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos.
(Romanos 8:17)
y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo.(1 Corintios 15:23)
Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; (El resucitó primero) después, cuando Cristo vuelva, los que son suyos.
(1 Corintios 15:20)
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
(1 Corintios 15:23)
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
(1 Corintios 15:40)
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
(1 Corintios 15:41)
Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
(Filipenses 3:21)
que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas.
(Romanos 8:17)
Si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con el.