a) Escrituras clave
Hebreos 6:1
Juan 16:13-15
Juan 14:23-24
Efesios 2:10
b) Introducción
El primer llamamiento al pecador es «arrepentirse del pecado». El primer llamamiento al cristiano nacido de nuevo es «arrepentirse de las obras muertas».
(Algunas versiones de la Biblia utilizan en Hebreos 6:1 la frase «hechos que conducen a la muerte», hay otras como la R.V utilizan una traducción mejor que es «obras muertas», así pues, en esta unidad de enseñanza usaremos la frase «obras muertas».)
c) Arrepentimiento
Recordemos lo que es el arrepentimiento. Se puede definir el arrepentimiento como un cambio de opinión y actitud que conduce a un cambio de acción (2 Crónicas 7:14).
Charles Finney dijo: «El arrepentimiento implica un abandono intelectual y de corazón de todo y cada aspecto de controversia con Dios. Implica una convicción de que Dios tiene toda la razón, y el pecador está totalmente equivocado, y un abandono completo y de corazón de toda excusa y disculpa del pecado».
El arrepentimiento es ver los fundamentos inestables en nuestra vida y entregarlos a favor de los fundamentos de Dios. Entregarlos no es una cosa negativa, sino un verdadero fundamento en sí mismo, necesario para recibir las bendiciones de Dios y para seguir hacia la madurez en Dios. En efecto, si las bendiciones de Dios son recibidas en vidas que no tienen este fundamento de arrepentimiento, puede dar como resultado un desvío de la verdad que se ha recibido.
d) ¿Qué es el arrepentimiento verdadero?
El arrepentimiento no es sólo una aceptación mental de la verdad, o sólo una tristeza mundana, sino que es:
(I) Tristeza de Dios por el pecado
El arrepentimiento verdadero es una tristeza no sólo dentro de uno mismo, o hacia otra persona, sino que ante todo es una verdadera tristeza hacia Dios. Necesitamos ver el pecado como lo ve Dios (Salmo 38; 2 Corintios 7:10).

(II) Confesión de pecado (Salmo 32:5; 1 Juan 1:9)

(III) Una buena voluntad de abandonar el pecado (Proverbios 28:13)

(IV) Tener odio al pecado (Ezequiel 20:43-44)

(V) El arrepentimiento incluye restitución (Lucas 19:8; Levítico 6:1-7)
El arrepentimiento no es sencillamente un hecho «una vez y para siempre», sino una actitud del corazón básica para nuestra continua relación con Dios.
e) Obras muertas
Una obra muerta es toda cosa que hagamos que no sea iniciada por Dios. «Muerto» significa «vacío de vida». Una obra muerta es cualquier cosa que esté desprovista de la vida de Dios. Si no es iniciada por Dios no será energetizada por Dios. Es cualquier cosa hecha en el momento equivocado, o con el motivo equivocado (el único motivo correcto es el de hacerlo todo para la gloria de Dios). Es cualquier cosa basada en una buena idea, o cualquier cosa que no funciona.
Existen dos categorías de obras muertas:
(1) Todo lo que hicimos antes de ser convertidos
Esto incluye los pecados u obras de la carne (Gálatas 5:19-21) y las obras del diablo (1 Juan 3:8). Hasta incluye la asistencia a la iglesia y pasar por las formas y ceremonias tradicionales para merecer la sonrisa o favor de Dios. Nuestra aceptación de Dios se basa solamente en la obra acabada del Salvador. Sólo su obra nos justifica (Efesios 2:8-9; 2 Timoteo 1:9; Tito 3:5). Una vez que hayamos recibido la obra acabada del Salvador, nuestra conciencia es purgada de obras muertas para que podamos servir al Dios viviente (Hebreos 9:14).
(II) Todo lo que está vacío de la vida de Dios en nuestro servicio a El
Ejemplos en la Escritura incluyen:
– La iglesia en Sardis que tenía la reputación de ser viva pero realmente estaba muerta (Apocalipsis 3:1-2)}
– David cuando decidió censar los hombres de Israel capaces de luchar, y murieron 70.000 porque puso su confianza en una idea equivocada (2 Samuel 24:10).
– Moisés al matar al egipcio, lo cual era celo falso (Éxodo 2:11-12).
Debemos seguir el ejemplo de Jesús que no hizo ninguna obra muerta. No hizo nada por sí mismo sino solamente lo que el Padre le mostraba que hiciera (Juan 5:19, 30; 7:16; 8:28; 14:10).
No tenemos ninguna disculpa por hacer obras muertas en nuestra vida como discípulos de Jesús. Jesús dijo: «Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad». (Juan 14:16). Espíritu de verdad viene a vivir dentro de nosotros cuando nos convertimos en discípulos de Jesús, y Jesús prometió: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, El os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío y os lo hará saber». (Juan 16:13-14).
Tantos cristianos permanecen como bebés espirituales porque preferirían recibir y no dar. No tienen la voluntad de tener disciplina de vida de esperar en el Señor para que les muestre por medio de su Palabra y la oración lo que deben hacer Puede que muchos incluso oigan a Dios, pero no tienen la voluntad de dar el paso de fe en concordancia con lo que hoy (Romanos 10:17). Dios está buscando a los que crecerán hacia la madurez en El. Está buscando padres espirituales, gen con la que otros puedan contar e imitar por su fe, obediencia y santidad (1 Corintios 4:15-16). Dios no espera que corramos antes que podamos gatear. Nos conoce y ama y nos llevará adelante a una velocidad que podamos aguantar. Necesitara entregar plenamente nuestra vida a nuestro amado Padre celestial y confiar en El, contando con su dirección y guía obedeciéndole cuando nos pida que hagamos algo por El. Quitar obras muertas prepara el camino para buenos fundamentos para que podamos seguir construyendo hacia la madurez. Entonces no permaneceremos como bebés espirituales sino q creceremos y aprenderemos a saber lo que Dios haría en cualquier situación, y más allá de esto, en realidad haremos lo q nos pide. No lo hacemos solos, porque tenemos el Espíritu Santo para ayudarnos en cada paso del camino Necesitamos construir una relación con el Consolador, y aprender a confiar en El.
f) Preguntas y puntos de discusión
1. Hay algunas obras muertas en tu servicio al Señor de las cuales necesites arrepentirte?
2. ¿Hay algunas áreas de tu vida que sabes que no son lo que Dios quiere, pero todavía las sigues conservando?
3. ¿Por qué podría una falta de arrepentimiento en alguna área de nuestra vida conducir a un desvío de la verdad que Dios nos ha revelado y que hemos recibido?
4. ¿Por qué necesitamos odiar el pecado? Discútelo. 5. ¿Por qué Saqueó hizo lo que hizo en Lucas 19:8?
6. ¿Por qué tantos cristianos son todavía parecidos a bebés espirituales, siempre pidiendo y recibiendo pero nunca dando? Discútelo.
7. ¿Hay algunos discípulos de Jesús a los que sabes podrías imitar? ¿Por qué escogiste a estas personas? (Hebreos 13:7; 6:12).
g) Resumen y aplicación
1. El arrepentimiento es una «media vuelta» en nuestras actitudes y acciones. 2. Necesitamos ver las cosas como las ve Dios.
3. Obras muertas son aquellas que no han sido iniciadas por Dios y, por tanto, están desprovistas de la vida de Dios.
4. Necesitamos que el fundamento de arrepentimiento de las obras muertas sea establecido en nuestra vida para poder seguir hacia la madurez en Dios.
5. Como discípulos de Jesús no tenemos excusa por hacer obras muertas, porque tenemos el don del Espíritu Santo viviendo dentro de nosotros.
6. Debemos seguir el ejemplo de Jesús que no hizo obras muertas porque solamente hizo lo que su Padre en el cielo le mostró que hiciera.
7. Dios quiere que seamos discípulos maduros de Jesús, no bebés espirituales.
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