LO PRIMERO QUE MANDÓ JESÚS A HACER CON LOS NUEVOS CONVERTIDOS ES QUE SE LES ORE PARA QUE SEAN LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO. HOY DEBE SER IGUAL, DEBEMOS HACER LO MISMO.
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
(Hechos 9:17)
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
(Hechos 19:6)
(1 Corintios 14:18)
Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
(Hechos 10:45)
Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
(Hechos 10:46)
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
(Hechos 8:14)
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen (sean llenos) el Espíritu Santo;
(Hechos 8:15)
Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
(Hechos 8:17)
Cuando una persona se convierte a Cristo tiene el Espíritu Santo Romanos 8:9 pero inmediatamente debemos orar para que sean llenos del Espíritu Santo esta es una experiencia puntual y no algo diluido y gradual que nunca se sabe si uno es lleno.