¡LOS QUE ME HAN VISTO A MI HAN VISTO AL PADRE!
Todos los que me aman me obedecerán a mí con alegría, pues saben que lo que yo les digo es lo mejor para ellos y que yo quiero lo mejor para sus vidas, además obedecerán mis mandamientos y mi Padre los amará y vendremos a vivir en ellos.
Deben caminar con la certeza de que la trinidad está en ellos, que siempre estamos con ellos y pueden esperar un milagro y una respuesta a sus oraciones en cualquier momento.
También les mostraremos lo que estamos haciendo y escucharán y discernirán nuestra voz de distintas maneras, para que sepan nuestros caminos, lo que deben hacer en nuestro nombre y a donde deben ir, Además sabrán a qué deben decir si y a que deben decir no.
Les haremos conocer nuestra voluntad y lo que deben hacer en mi nombre.
Hablaremos y actuaremos a través de cada uno de mis hijos y para eso aprenderán a “verme” a escuchar mi voz, y a conocer mi voluntad en cada situación. Mi voz la discernirás a través de la sumatoria de varias cosas y circunstancias, pero la reconocerás y sabrás que soy yo.
¡YO ESTOY SIEMPRE CONTIGO Y EN TI!