NO DEBEMOS TENER EN POCO EL SERVIR A DIOS, NI DE PARTE DE LOS MISMOS SIERVOS DE DIOS, NI DE PARTE DE LOS CREYENTES QUE NO LOS APOYAN NI RESPETAN.
(Números 16:9)
¿Les parece de poca importancia que el Dios de Israel los escogiera de entre toda la comunidad para estar cerca de él de manera que sirvan en el tabernáculo del SEÑOR y que estén delante de los israelitas para ministrarles?
(Nehemías 13:10) Como la gente no sostenía a sus líderes religiosos estos dejaban de servir a Dios y se iban a trabajar en otras cosas, por lo que toda la nación pasaba a tener grandes problemas y vivía sin la bendición de Dios.
También descubrí que no se les había entregado a los levitas (Ministros de Dios) las porciones de comida que les correspondían, de manera que todos ellos y los cantores que debían dirigir los servicios de adoración habían regresado a trabajar en los campos.
(Nehemías 13:11)
Inmediatamente enfrenté a los dirigentes y les pregunté: ¿Por qué ha sido descuidado el templo de Dios?. Luego pedí a todos los levitas que regresaran y los reintegré para que cumplieran con sus obligaciones. Ellos son para servir a Dios y trabajar en ello.
(Nehemías 13:12) Entonces comenzaron a apoyar de nuevo la obra de Dios.
Entonces, una vez más, todo el pueblo de Judá comenzó a llevar sus diezmos de grano, de vino nuevo y de aceite de oliva a los depósitos del templo.
(1 Timoteo 5:17)
Los ancianos (Pastores, ministros religiosos) que cumplen bien su función deberían ser respetados y bien remunerados, en particular los que trabajan con esmero tanto en la predicación como en la enseñanza.
Este es el más importante trabajo que pueda hacer alguien en toda la tierra.
Abraham donde iba hacía un altar, su seguridad era esa, adorar al Dios todopoderoso que le ayudaba, si descuidaba su relación con Dios estaba desprotegido.
¡Esto es para usted hoy!
Lo más importante es su relación con Dios.