Enviaré agua para calmar tu sed y regar tus campos resecos, derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes y mi bendición sobre tus hijos y prosperarán.
No temas ¿acaso no proclamé (y programé) mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo? ¡Y de cierto se cumplirán! Yo he puesto mis palabras en tu boca y te he escondido a salvo dentro de mi mano.
Este es el tiempo de decir mis verdades y vivirlas. Deben morir a sí mismos y a sus propios intereses y enfocarse en mis cosas porque este es un tiempo nuevo que estoy trayendo y mis juicios ya están sobre la tierra.
Estoy preparando a mi pueblo, entrenándolos y disciplinándolos para que sean mis generales, capitanes etc, de mi pueblo. Muchos no serán tomados en cuenta para mi obra en este tiempo final porque prefieren estar en sus asuntos y no en los míos, estos no me amarán lo suficiente para dejar parte de sus planes por mí.
Yo estaré a tu lado a fin de enseñarte y guiarte porque tú debes enseñar mis verdades a TODOS. Te diré por el camino que debes ir y ya no será un tiempo de continuo llanto porque yo responderé a todos tus clamores. ¡No lo dudes!
El tiempo ha llegado en el que debes hablar a mis hijos con autoridad e intrepidez.
Yo te daré mis palabras y tú les hablarás de mi parte.
Tu despertarás el espíritu de muchos como Hageo 1:13-15 y edificarán mi casa.
Jesús.