Pasión por las almas y oración y ayuno:

Debemos hacer de la reunión de oración la prioridad de la Iglesia y orar oraciones

audaces y poderosas pidiéndole a Dios por un gran avivamiento espiritual, muchos obreros para la gran cosecha que viene, una visitación de Dios y que millones vengan a los pies de Cristo en todo el mundo.

Una Iglesia que no ora, ni ayuna es una iglesia indiferente.

La gente no vendrá si no hay personas que sufran por los perdidos y estén dispuestos a orar, ayunar y llorar por ellos.

Cuando comenzamos a comprender a los que sufren, a ponernos en el lugar de ellos y a sufrir hasta llorar por los que se van al infierno para siempre, por los enfermos, por los oprimidos y a conocer su dolor, comenzamos a orar de otra manera y Dios responderá a ese tipo de oraciones.

Las almas se ganan de rodillas, lo mismo que la guerra espiritual.

Debemos estar dispuestos a entender y a humillarnos como lo hizo Daniel y Dios mandará a sus ángeles para "barrer los aires" de fuerzas espirituales de maldad y las personas comprenderán el mensaje, Dios les abrirá el entendimiento y serán salvas.

Reafirmemos las reuniones de oración con el objetivo de salvar las almas y reprender a las fuerzas espirituales que las tienen en cautiverio y veremos una gran victoria y cosecha de almas para el Reino de Dios. Daniel 9:23; 10:12; 2 Corintios 4:4; Mateo 13:19; Lucas 8:12.
(Daniel 9:23)
Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.
(Daniel 10:12)
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.

Sirva a Dios de esta manera y no se derive “en las muchas cosas”. Nada es más poderoso que la oración combinada con el ayuno. Mateo 17:21; Marcos 9:29

(Lucas 2:36)

Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,

(Lucas 2:37)

y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, SIRVIENDO DE NOCHE Y DE DÍA CON AYUNOS Y ORACIONES.

(Lucas 2:38)

Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño (Jesús) a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

IGLESIAS, PASTORES; MINISTROS RELIGIOSOS: tengan como mínimo en su Iglesia una poderosa reunión de oración y convoquen a toda la grey para orar por los perdidos, ser llenos del Espíritu Santo y luego salgan a salvar almas en el poder del Espíritu Santo. Hechos 4:29-31; Hechos 6:4.

(Hechos 4:29-31) Hagan oraciones como esta:

Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra.

Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús».

Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.

(Hechos 6:4)

Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.

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