Profecía dada a Gustavo Isbert (que en parte puede ser para otras personas).
Debes procurar que nadie te robe tu paz y tu confianza en mí, tu paz proviene de mí y (solo de mí) y de caminar junto a mí. Mi presencia a tu lado continuamente te debe llevar a confiar en mí completamente.
¡Nosotros ganaremos! Yo ya he vencido. Debes estar seguro de mi victoria en todas las cosas y en “nuestra” victoria final.
Tu eres propiedad mía y mi siervo al que yo respaldo, el que sientas mal a veces no significa que yo no tenga el total control de todas las cosas.
Debes procurar que tu amor por mí y por los demás siempre esté en aumento.
No busques nada para ti y se un dador en todos los sentidos.
La claridad moral es lo que busco en mis siervos y que no quieran hacerse “un reino para ellos” sino que edifiquen Mi Reino. Eso debes decirle a cada uno de mis siervos.
Es en MI Reino donde debes poner todas tus miradas, expectativas, sueños, anhelos e ilusiones. Otra cosa no durará y no tiene sentido.
Debes también permanecer en la esfera de autoridad que te he dado es decir en tu “territorio espiritual” y en tu llamado específico para ti.
También puedo darte otras “esferas de autoridad” y unas pueden ser mayores y otras menores.
Permanece firme en mi verdad y comunica siempre mi voluntad a las personas pero todo debes hacerlo con mi amor.
Yo removeré todas las cosas y solo quedarán las inconmovibles o sea mi Reino eterno: Hebreos 12:26-29. Lo que yo te hablo debes comunicarlo a mis siervos y a mis hijos.
Jesús.
Debemos entonces poner nuestra vida y esperanza solo en el Reino de Dios el cual no puede ser movido.
Este Reino está viniendo y nuestra devoción y atención debe estar enfocada en el Reino de Dios y en la extensión del mismo llevándolo a los perdidos y conquistando territorios para El.
Todo lo demás no tiene valor eterno.
Solo el maravilloso Reino de Dios es eterno y vale la pena trabajar para El. Todo lo demás no perdurará.