Jesús:

Puedes estar tan cerca de mí como cualquiera de mis hijos que figuran en mi palabra y aún más.

Puedes estar tan cerca de mí como lo desees.

Si realmente deseas estar aún más cerca de mí de lo que estuvo Pablo, ¡lo podrás hacer!

Algunos desearán esto tanto como para poner a un lado cualquier cosa que impida su intimidad conmigo y se entregarán completamente a mí.

Si quieres y lo deseas ardientemente yo puedo estar tan cerca de ti como lo puedes estar en el cielo.

Quiero estar mucho más cerca de ti y de cualquiera que lo desea y clame a mí por ello.

Puedo estar tan cerca de ti de lo que he podido estar de cualquiera que haya vivido antes y caminado conmigo.

Tú determinarás cuán cerca estaremos.

Camina en unidad conmigo y busca la unción de mi Espíritu.

Sigue pidiendo lo que pediste por años y solo tú y yo sabemos.

A medida que creces espiritualmente tu necesidad de mí será mayor.

La verdadera fe es tener confianza en quién soy.

Cada creyente verdadero tiene al Espíritu Santo dentro suyo y yo habito en él.

O sea que el que creó todas las cosas vive dentro de cada uno de ellos con todo su poder. El menor de todos los santos tiene el poder de mover montañas, de detener ejércitos o de levantar muertos. ¡YO ESTOY EN TI Y YA TIENES TODO ESTO!

                                                                                                                      JESÚS

Esta es mi oración:

Señor dame tu amor, tu corazón, tus pensamientos, tu mente, y tu sabiduría para utilizar bien el poder que ya tengo, y haz lo mismo con muchos otros a los cuales les reveles estas cosas.

Y revela el momento en que deba actuar en tu nombre y hacer tus obras. Señor: quiero ser guiado por tu Espíritu Santo en todo.

Señor que te pueda mostrar al mundo tal como eres, haz que pueda realizar una nueva reforma que en vez de dividir una a todos tus verdaderos hijos y sacuda la historia del mundo.

Haz que siempre siga (y diga) tu verdad en amor y crezca en todo a tu semejanza.

¡HAZME COMO TÚ, SEÑOR!

Señor concédeme la gracia para hacerlo, la sabiduría, la fortaleza y la salud necesarias, además la sabiduría del Espíritu Santo el cual enseña todas tus cosas y nos recuerda todo lo que tu enseñaste y quieres decir y enseñar ahora.

Me pongo completamente en tus manos y a tu disposición Jesús. Amén.

                                                                                                          Predicador Gustavo Isbert.

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