SI, ATRAVESARÁS ESTA PRUEBA
Pude ver en el Espíritu que algunos están atravesando circunstancias tan
potencialmente devastadoras que el temor los está atrayendo. Otros creen
que están más allá del punto de retorno. Recuerda que tienes un Amigo
que está más cerca de tu vida que un hermano (Proverbios 18:24) y está
más pegado a ti que el súper adhesivo. No te pongas de acuerdo con las
acusaciones del diablo (Apocalipsis 12:10).
El enemigo les susurró a algunos: “Eres un perdedor, un fiasco; eres un
fracasado, nunca lo lograrás, serás recordado como alguien que nunca
estuvo a la altura de su llamado”.
Algunos saben lo que quiso decir David cuando declaró: “…por mí nadie
se preocupa” (Salmo 142:4). Job también declaró: “¡Ya estoy harto de
esta vida!” (Job 10:1).
Este enredo o este dilema sin salida, puede revertirse y lo hará (Isaías
65:24). Lo que Dios ve acerca de lo que está ocurriendo es muy diferente a
lo que vemos nosotros. Él restaurará tu alma (Salmo 23:3), renovará tu
mente (Romanos 12:2) y alumbrará tus ojos (Isaías 35:5). Sí, Él te
liberará (2 Pedro 2:9).
¿Todos te abandonaron? Él no lo hará. Si estás en un lugar de
desesperanza y congoja, no te alejes de Dios. En lugar de ello:
DEBES SABER QUE DIOS YA CREO UN PLAN PARA TU RECUPERACION
Mientras tienes estos pensamientos ocasionales de abandonar todo, ten en
mente que Dios está detrás de la escena acomodando las cosas mejor de lo
que estaban antes que entraras en este lío (Jeremías 29:11).
Algunos preguntaron: “Dios, ¿hasta cuándo estaré en este valle antes
que hagas algo?”. Esa es la pregunta incorrecta. La pregunta correcta es:
“Dios, ¿cómo debo conducirme mientras estás trabajando en esta
situación?”.
El ritmo le pertenece a Dios (y la actitud te pertenece a ti), pero te
diré esto: No requerirá más tiempo del necesario. Ni siquiera un segundo
más. Dios no se deleita mientras atraviesas esto y te ve sufrir. Por eso
no desperdiciará ni una sola de nuestras lágrimas (Isaías 25:8).
El diablo te dijo: “Lo que arruinaste no tiene solución”… esa es
una mentira
No importa cuáles sean los obstáculos, no importa cuántas veces
fallaste, no importa cuán grande haya sido el pozo donde caíste, su plan
de recuperación es seguro (Isaías 65:24).
¿Te sientes desafiado por gigantes? Dios no miente y prometió liberarte,
aún si te desafiaran gigantes con doce dedos en las manos y doce en los
pies (2 Samuel 21:22).
“De seis aflicciones te rescatará, y la séptima no te causará ningún
daño” (Job 5:19). “Seis aflicciones y aún siete”, es el idioma o la
frase bíblica que significa: No importa cuántos sean los problemas, Él
siempre te libertará. Métete esto en la cabeza.
DEBES SABER QUE EL PLAN DE DIOS PARA TU RECUPERACION ES A PRUEBA DE FUEGO
Tan rápido como Pedro negó a Jesús (Juan 18:25), Dios tenía un plan
para su restauración (Juan 21:17). Esta no era la primera vez que Pedro lo
echaba a perder y tampoco sería la última. Lo mismo sucede con cada uno
de nosotros (Romanos 7:19). Dios sabía lo que iba a pasar mucho tiempo
antes e hizo provisión para esa circunstancia. No irás por debajo, la
atravesarás. Aún si vienen aguas correntosas, fuegos impetuosos o todos
los demonios del infierno, el Señor te liberará.
David escribió: “Las caballerías nos han aplastado la cabeza; hemos
pasado por el fuego y por el agua, pero al fin nos has dado un respiro”
(Salmo 66:12).
Esta palabra riqueza significa “alcanzar todas las riquezas”. Aún
cuando el enemigo (y aún tus propios errores) pudieran haber drenado tus
esperanzas y tus fuerzas, Dios volcará de la plenitud de las riquezas de
su presencia sobre tu vida. Allí no existen los “tal vez”, los
“quizá” o los “peros”. Él lo hará. ¿Por qué? Está tan
locamente enamorado de ti que va más allá de tu comprensión (Romanos
8:35-39).
Debes reconocer que su respuesta está en camino, quizá golpeando a tu
puerta.
Cuando nos descorazonamos y satanás nos dice que la situación no tiene
esperanza, necesitamos resistir (Santiago 4:7) y afirmarnos (Efesios 6:13).
Sin embargo, recuerda que nadie puede vencer si se queda sentado. Hagas lo que hagas, no comiences a quejarte y lamentarte.
Debes dejar de decir “si hubiera hecho esto o aquello” y volver a los negocios del Reino.
No trates de figurarte cómo vendrá la ayuda del Señor. No te imagines
que dirá: “Abracadabra”, como si fuera un mago. Claro que puede hacer
un milagro en un instante, pero quiere que aprendas a confiar en Él,
haciendo las cosas a su manera, sin importar lo que pudiera ser.
Pablo fue apedreado (y este fue en un buen día). Sus amigos pensaron que
estaba muerto (Hechos 14:19-21), pero al día siguiente continuó
predicando el Evangelio. Algunos de ustedes sienten que fueron apedreados,
pero deben levantarse como si nada hubiera ocurrido.
Al enemigo le gusta susurrarte que las cosas no cambiarán o se
resolverán. No lo oigas a él o a cualquier otra persona que te hable con
incredulidad. Te golpeará como un rayo que Jesús ganó la batalla por ti
y que estás llamado a ser un conquistador junto con Él (Romanos 8:37).
Quizá no te sientas un conquistador ahora mismo, pero Jesús nos pasó el
bastón de mando a ti y a mí (Juan 20:21), nunca nos prometió que los
sentimientos siempre acompañarían al llamado.
Regocíjate en todo el dolor, el desconcierto y la agitación interior,
Dios está trabajando para revertir la circunstancia y usarla para volver a
comisionarte. Tú, quien piensas que ya no encajas, volverás a emerger con
más fuerza que antes y el diablo verá que su obra se vino abajo.
Levántate… el horizonte está ante ti. Está comenzando a amanecer. ¡La
victoria viene y eres uno de los guerreros del Señor!
Más allá de todo lo que la vida te pueda arrojar, sabes que estás en los
brazos amorosos de un Padre Celestial y usará todas las batallas que debes
atravesar para fortalecerte. A través de las pruebas diarias, adquieres
conocimiento. Con cada prueba, sea que la pases o falles, conoces más la
misericordia y la gracia de Dios. El deseo de Dios es que poseas más del
carácter de su Hijo a través de las pruebas que atraviesas.
Cuando el enemigo viene en contra nuestra, tenemos que acordarnos que más de 60 veces, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios nos dice "NO TEMAIS". Necesitamos mantenernos firmes en la fe y en el conocimiento
de la voluntad de Dios para nuestra vida, esta es la única manera en la
cual podremos echar fuera el temor.
Con amor y oraciones,

Nuestra respuesta:

Esto proviene  de Dios sin duda. Está buenísimo. Cuando nosotros (mi esposa y yo) empezábamos a servir a Dios y a los demás, todo nos hería y un Pastor nos dijo que debíamos fortalecernos en esa área, minimizar las cosas y no dejar que la autoconmiseración nos invada y que no nos importe para nada lo que digan de nosotros o las ingratitudes, Dios nos fortaleció y ahora no sufrimos tanto y le damos para adelante con confianza en El. El nunca nos dejará y al leer la lista de sufrimientos que pasó S. Pablo en la carta a los corintios nos fortalece aún más.(2 Corintios 11:24-30)

Ya no pensamos en nuestras heridas, pensamos en seguir curando a otros que no tienen nada que ver con los que nos hirieron ¡Y hay muchiiisimos!.

Saludos y gracias Gustavo y Angelita

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