No Tengo Alternativa.

Soy un pescador de almas para cumplir la Gran Comisión.

Lo último que el Señor ordenó antes de partir fue: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).

Este es el encargo que El hizo a cada uno de Sus discípulos. Esto fue lo más importante que nos ordenó hacer. Este es el trabajo de toda la vida de cada cristiano, su propósito, su ministerio.

Cuando el amor de Dios sobreabundó al punto que nos dio a Su Hijo unigénito, lo hizo para “El mundo”, para que todo aquel que en El crea, no se pierda, más tenga vida eterna (Juan 3:16).

Cuando el Señor partió al cielo, no nos dejó ningún otro trabajo sino predicar el Evangelio a toda criatura. Esta es una asignación de por vida para cada creyente.

Esto fue lo que los primeros cristianos hicieron día y noche. Testificaban de casa en casa, en los mercados, en las fuentes, en las vías más transitadas, en las calles, en los lugares de reunión, en las celdas de las cárceles, en las mazmorras y por doquiera.

Ellos entendieron el llamado. He hicieron tal como Cristo lo había hecho. Ellos sabían que El vivía en ellos, haciendo a través de ellos, las mismas cosas que El había hecho antes de que fuera crucificado. Paro esto fueron llamados

“CRIS-TIA-NOS”.

Hoy en día, hay muchas iglesias que nunca han enfatizado este concepto. Los cristianos de hoy son miembros de la iglesia, más no testifican.

Asisten al santuario alfombrado, pero, no a las veredas y pasajes para hablarles a los pecadores acerca de Cristo.

Recordemos este principio siempre: Los pecadores no van a la iglesia.

Es uno de los sitios a donde no van. (Algunos pocos irán, pero, NO irán la mayor parte de las masas que están perdidas).

Dentro de la iglesia no vamos a ganarlos nunca. Debemos salir a buscarlos allá donde están los pecadores, como el Señor nos ordenó que lo hiciéramos. El está en nosotros. Somos Su Cuerpo. Solamente a través de nosotros puede El mismo alcanzar a los pecadores.

Debemos seguir el patrón básico de evangelismo durante todo el tiempo, dedicando la mayor parte de nuestras vidas aún desde niños y a través de nuestros mejores años, permitiéndole al Señor Jesucristo predicar ese Evangelio sencillo, a través de nuestros labios, afuera en los sitios públicos.

Debemos presentar el Evangelio de una manera sencilla, hacer oraciones poderosas, dejar actuar a Cristo en nosotros, hacer milagros en el poder del Espíritu Santo.

La Gran Comisión Mateo 28:18-20, de Cristo, es la razón de ser de un cristiano.

Y debemos estar atentos siempre para alcanzar pecadores, con el Evangelio, allá donde se encuentra.

Como cristiano, no tengo otra alternativa. Cristo vive en mí. Yo soy Su Cuerpo. Yo debo permitir que El gane almas a través de mí.

El mayor Propósito

Vivimos y respiramos con el mayor de los propósitos que se puede tener en este mundo y en esta vida: Hablar del Evangelio de Reino y la salvación de las almas al máximo número de personas y por todos los medios concebibles.

Queremos y debemos, utilizar no solamente nuestras voces cuando el Señor habla a través de nosotros, sino también cualquier otro medio de comunicación masivo, reproducción, copiado y toda forma de distribución o comunicación.

Nuestro ministerio a nivel mundial, dice T.L.Osborn creció al punto al que ha llegado hoy.

¿Qué sucedió?

Nos dedicamos simplemente a obedecer la Gran Comisión de Cristo. Aceptamos que esas órdenes eran para nosotros. Nos decidimos a pasar la mayor parte del día, hablando del Evangelio a toda persona que estuviera a nuestro alcance.

Hemos tenido un flujo casi constante de cruzadas evangélicas, predicando delante de millones de personas.

Pero, esto no era suficiente. Estas reuniones duraban solamente dos o tres horas. ¿Y qué decir del resto del tiempo durante esos días?

Nos dimos cuenta, de que podríamos escribir el mismo mensaje que predicábamos.

La impresión de literatura de fe nos abre las puertas para alcanzar a cada persona que sabe con el mensaje del Evangelio.

Pero, aún con todo esto en movimiento, todavía podíamos hacer más. ¿Qué sucederá con los analfabetos? La mayoría de las clases no privilegiadas no pueden leer ni escribir.

Para alcanzarlos, podemos aprovechar los maravillosos equipos de sonido de este siglo, grabadores, reproductores de Cds, el Internet.

Qué posibilidades tan fantásticas tenemos aquí para hacer evangelismo personal, así como por TV y radio.

Dice T.L.Osborn: El Señor dijo: “Predicad el Evangelio a toda criatura”. Pensamos en aquellos millones constituidos por tribus que viven más allá de los límites de la civilización, fuera del alcance del misionero ordinario o de las iglesias nacionales, sin los lujos de la TV o de la radio. Ellos también tienen que escuchar el Evangelio. Había más de 2000 tribus como éstas que no comprendían los idiomas utilizados en los medios de comunicación.

Oramos para obtener métodos para alcanzarlos también a ellos.

Con este propósito nació nuestro Centro de Evangelismo Mundial. El Señor nos mostró cómo podríamos inspirar a cristianos de naciones más prósperas, para que apoyaran con cierta suma de dinero mensual, a predicadores nacionales para enviarlos como misioneros a esas tribus.

Alertamos a misiones ganadoras de almas alrededor del mundo con esta idea. A medida que empezaron a alistar cristianos preparados que quisieran arriesgar sus vidas yendo a éstas áreas olvidadas, nosotros empezamos a conseguir cristianos que los patrocinaran. El delicado balance de oferta y demanda ha sido un milagro constante desde que este programa de evangelización nacional fue inaugurado.

Millares de misioneros nacionales han sido enviados de esta manera a más de cien naciones, alcanzando a innumerables tribus y áreas que antes el Evangelio no había alcanzado.

Se ha abierto un promedio de una iglesia nueva al día, las cuales son independientes económicamente hoy en día. Estas son casi 400 iglesias al año, durante varios años. ¡Piense en esto! Nunca antes en la historia de la iglesia ha existido evangelismo de tan largo alcance.

 

Dios Aumenta “lo Mejor” en Nosotros

Cuando chico con mi prensa de juguete, imprimiendo pequeños tratados en recortes de papel, hice “lo mejor” que pude.

Y Dios ha bendecido “lo mejor” que yo hice.

Cada año mejores ideas y mayores capacidades se han desarrollado a medida que nos agarramos de nuevos métodos para ganar almas.

Hemos hecho todo lo posible para llevar a los pecadores el Evangelio. Hemos aplicado todos los talentos posibles y también hemos aprovechado cada oportunidad y método para evangelizar. Debido esto, se ha desarrollado este ministerio de Evangelismo Mundial con una influencia enorme alrededor de todo el globo terrestre.

Todo ha sido como cuando se plantan buenas semillas. Siempre están creciendo y las cosechas continúan aumentando.

Nuestra meta persistente ha sido la de alcanzar a los pecadores, los que no poseen iglesia, los no evangelizados, más no a la población ya cristiana.

Muchos nos preguntan, “¿Por qué no hacen sus campañas en las iglesias como lo hace el resto?”.

Simplemente porque los pecadores no van a la iglesia. Para alcanzarlos debemos ir hasta ellos. ¡Debemos salir allá al mundo, donde están los pecadores!

El Señor dijo: “Predicad el evangelio a toda criatura”.

Si un país es 95 % cristiano, mientras que hay otro que es 95 % no cristiano, no hay discusión sobre el asunto: Debemos alcanzar a la nación no cristiana.

Si en un campo de cosecha madura hubiera cien trabajadores y en otro, aún más grande, hubiera un solo trabajador, ¿en cuál campo trabajaría para tratar de salvar el grano?

Aquí no hay alternativa. Se debe trabajar donde la necesidad es mayor, donde haya menos trabajadores para satisfacer la demanda.

Si diez personas estuvieran levando un tronco, nueve en la parte delgada y una sola en la parte gruesa, sabemos sin duda a que lado debemos ayudar.

Supliendo las Demandas Mundiales

Usted no necesita tener un “llamado misionero” para ser pescador de almas. Su propósito como cristiano es permitir que su luz brille, testificando, llevando el evangelio a los pecadores, a los que no tienen iglesia. Esta es la tarea suprema.

Por esto es que es aconsejable para el hombre o la mujer de negocios, establecerse en una de estas naciones donde el evangelio ha sido negado, como embajador cristiano y abrir un negocio para usarlo como canal para testificar.

Ya sea usted mecánico, farmacólogo, fotógrafo, plomero, carpintero o ingeniero, establézcase con su familia y sean embajadores del Evangelio en alguna de estas naciones donde sus servicios son requeridos, donde será bienvenido, donde puede realizar un ministerio constante testificando a los no creyentes. Usted no tiene que ser un clérigo para predicar el Evangelio. Este es un trabajo que el creyente puede hacer de un modo o de otro.

Estas naciones, tribus y áreas solamente pueden conocer a Cristo y ver su amor y compasión cuando los cristianos vivan y testifiquen entre ellos. Cristo no puede alcanzarlos sin un cuerpo y nosotros somos Su Cuerpo. De la única manera que El puede ser visto es en nosotros. Las Buenas Nuevas sólo pueden ser escuchadas a través de nosotros. De la única manera que El puede hablar es a través de nuestros labios.

Tremendas oportunidades de negocios en el exterior han sido monopolizadas por los no creyentes. Personajes sin Dios, amantes de aventuras se lanzan por estas puertas, abren sus negocios y agencias en el exterior y se deleitan en una vida pecaminosa e inmoral entre la gente nativa de esos países.

Mientras, los hombres de negocios cristianos, gente de integridad y altos valores morales, permanecen en sus localidades, pensando que deben tener un “llamado misionero” antes de irse al exterior. No comprenden que (ellos) son el cuerpo de Cristo, que Cristo solamente puede alcanzar a esos olvidaos por medio de seres humanos en los cuales El vive. Esperan que la iglesia haga el trabajo y se olvidan de que ellos son la Iglesia.

Los hombres de negocios cristianos son los que deben suplir esas demandas en el exterior. Sus negocios pueden rendir muy buenos frutos, ganando almas, como instrumentos para llevar a cabo la Gran Comisión.

Los cristianos no necesitan recibir el “llamado misionero” para realizar todo lo que deberían estar, haciendo en los países menos desarrollados. Lo único que necesitan es tener celo por las almas y dedicación para obedecer sus órdenes. Orar en altares bien alfombrados recubiertos de paños finos y derramar algunas 1ágrimas, no es lo que el Maestro busca.

Usted está leyendo el propósito y las enseñanzas de un hombre, vea su dedicación y su determinación y objetivo.

Usted quizás sea uno de los muchos que Dios no los llame a “mudarse” o dejar su ciudad, entonces haga de su negocio, de su empleo, de su club etc, etc “su campo misionero” usted debe tener tratados, CDs con mensajes, recomendar programas radiales cristianos, estar atento a las necesidades de ellos, orar por ellos y al orar esperar milagros de parte de Dios. Muchos que leen esto solo deben entender que: DONDE USTED ESTÁ O VA, ESE ES SU CAMPO MISIONERO, si todos los cristianos entienden esto y predican a los no cristianos tendríamos millones de predicadores haciendo las mismas cosa que Jesús hacía y aún mayores. A muchos Dios no le pide que estudien en seminarios muy prolongados y costosos, ni que se compre “un sombrero de explorador” y se vaya a otro continente. Dios ya lo mandó a predicar y debe empezar en su entorno. Si es un verdadero cristiano Dios le ordenó que vaya. Usted ya tiene el poder del Espíritu Santo, demuestre el poder de Dios a su alrededor, dando fruto en toda buena obra. No se comporte de una manera que pierda credibilidad, sea honesto en todo, no arruine su testimonio, de frutos de Justicia y predique con autoridad confiando en el Señor, usted cuenta con recursos sobrenaturales que vienen de Dios, su poder , su presencia, su apoyo, la enseñanza del Espíritu Santo, los ángeles poderosísimos que le rodean.

Y además está trabajando en lo único que perdurará eternamente ¡en la extensión del Reino de Dios!

Dios hace esta pregunta, ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?

Conteste con Isaías: Heme aquí, Señor. Envíame a mí.

Vaya y predique el Evangelio a cuantas personas pueda alcanzar, tenga o no “e1 llamado”. Si resulta pecado salir al extranjero sin tener un “llamado”, puede cargarme ese pecado a mi cuenta. Gustosamente cargaré con e1. ¡Pero, quien quiera que sea, vaya y anuncie el Evangelio!

La gente habla del llamado misionero de Pablo hacia Macedonia. E1 iba para Asia; pero, le fue prohibido por el Espíritu Santo. Luego intentaron ir a Bitinia, pero, el Espíritu Santo no se lo permitió…. se le mostró a Pablo una visión de noche. En esta visión un hombre de Macedonia le rogaba diciendo, pasa a Macedonia y ayúdanos (Hechos 16:6-9).

Esto no era un llamado misionero. Era una guía. Pablo era ya un misionero o apóstol o evangelista yendo a todas partes y predicando e1 Evangelio. Cuando se dirigía a otras regiones “más allá”, e1 recibió esa guía a Macedonia.

Esto nos ha ocurrido numerosas veces. En una ocasión nos dirigimos a la India y por el camino, el Espíritu Santo no nos 1o permitió. Fuimos guiados a la parte sur de las Filipinas donde tuvimos una de las cruzadas más gloriosas en medio de aquellos necesitados.

Muy frecuentemente somos guiados de esta manera. Pero, generalmente nos sucede cuando estamos en acción. Nuestro método para entendemos con el Señor es: “Señor, si existe algún área o nación o campo donde Tú quieres que vayamos, muéstranos y allá iremos. Pero, si no es así, escogeremos la mejor oportunidad que tengamos, para lograr la cosecha más fructífera y estaremos recogiendo hasta que nos guíes de cualquier otra forma”.

El Señor dijo: He aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo, durante todos los días (Mateo 28:20) ¡El está en mí! Yo soy Su Cuerpo. Yo voy para que El pueda hablar a la gente. E1 hab1a, testifica y ministra a través de mí. E1 se interesa por todo e1 mundo .

Nuestras órdenes ya están dadas, “ID por todo el mundo. Predicad a toda criatura”.

No hay alternativa. Las 6rdenes se deben obedecer. no analizarlas, discutirlas o teorizarlas.

Corte Marcial

Suponga que a ciertos soldados, su capitán les ordenara meterse al área de peligro de batalla, pero, empezaran a orar: “¡OH, Señor, muéstranos si es tu vo1untad que nosotros avancemos!”.

¿Qué pensaría su superior? ¿Qué sucedería? Si hubieran hecho esto persistentemente, los hubieran llevado a corte marcial.

Mucha gente buena en e1 Reino de Dios podría ser llevada a corte marcial por no ir a testificar del Evangelio, como nuestro Capitán c1aramente nos ha dicho que lo hagamos.

Cristo les dirá: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno (la corte marcial del reino de Dios)… Yo tenía hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis (Mateo 25:41-43).

¡Qué descripción de las almas perdidas! Hambrientos de realidad, sedientos por vida verdadera, ausentes de Dios, desnudos en sus pecados, enfermos y prisioneros de la enfermedad y la opresi6n.

En el ejército, las órdenes de “avanzar” para ser obedecidas. ¡Cuánto más en el reino de Dios!

El Señor Jesucristo murió por todo e1 mundo. Su sangre fue derramada por la remisión de los pecados de todos los hombres en 1a tierra que c1arnen a Su Nombre (Mateo 26:28).

¿Pero cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? … Así que la fe (para salvaci6n) viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:14, 17).

Usted Y yo somos los que testificamos: los que confesamos, los testigos, las voces, los predicadores, los instrumentos a través de los cuales el mundo tiene que “oír” el Evangelio. Cristo vive y ministra a través de nosotros.

Esto fue lo último que el Señor nos ordenó hacer. No fue una sugerencia; fue una comisión.

¡Yo debo obedecer órdenes; No tengo alternativa! ¡Yo soy un pescador de almas porque el Señor Jesús ordenó hacerlo!

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