Lección 44. Cómo ser guiado por el Espíritu Santo.

Lección 44. Cómo ser guiado por el Espíritu Santo.

«Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu Santo, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.»

Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
(Romanos 8:9)

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
(Romanos 8:13-14)

En la lección anterior: «Cómo conocer la voluntad de Dios«, vimos que esa voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, y que obedecerla trae tantas bendiciones. También vimos que, para llegar a conocerla, es necesaria una actitud dispuesta para su búsqueda sincera – meditando en la Palabra de Dios y pidiéndosela en oración – así como tener la disposición a obedecerla.

En esta lección vamos a considerar otro aspecto muy importante en tu vida como discípulo de Cristo: COMO SER GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO; es decir, ya no solamente cómo puedes conocer la voluntad de Dios, sino cómo puedes vivir constantemente en conformidad con ella.

A. QUÉ ES SER GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
(Gálatas 5:25)

¿Qué es andar en el Espíritu? Se puede decir, de un modo general, que es mantener el hábito de la dependencia del Espíritu Santo en toda nuestra vida: espíritu, alma y cuerpo… El andar en el Espíritu es reconocer al Espíritu como presente y habitando en nosotros … Reconozcamos que ha venido, y dirijámonos a Él como que está presente y es un amigo de nosotros. Él siempre va a aceptar nuestro reconocimiento, y nos va a hablar. . . desde el lugar santísimo en el interior de nuestro corazón»

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
(Juan 14:26)

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
(Juan 16:13-14)

Estas son las cosas que Dios nos ha hecho conocer por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios.
¿Quién entre los hombres puede saber lo que hay en el corazón del hombre, sino solo el espíritu que está dentro del hombre? De la misma manera, solamente el Espíritu de Dios sabe lo que hay en Dios.
y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado.
Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría. Así explicamos las cosas espirituales con términos espirituales.
El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente.
(1 Corintios 2:10-14)

El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
(Juan 7:38-39)

no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. (Marcos 13:11)

Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. (Mateo 10:20)

porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan. (Lucas 21:15)

porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21)

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos. (Salmos 32:8)

«El Espíritu Santo nos ha sido prometido como nuestra guía personal en el camino de la vida… Algunas personas sienten tanto celo por la Palabra de Dios, que niegan toda guía directa del Espíritu aparte de la Palabra; pero si creemos la Palabra, nos vemos obligados a aceptar sus afirmaciones claras, de que la presencia personal de Dios es dada al discípulo obediente y humilde para la dirección necesaria en cada paso de su vida»

Lee los siguientes pasajes bíblicos detenidamente, y reflexiona en las promesas que tienen que ver con la guía del Espíritu:
1. Salmo 32:8:
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.

2. Juan 10:4:
Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

3. Proverbios 3:6:
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.

B. LA IMPORTANCIA DE SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO

1. Según Gálatas 5:16-25, ¿qué produce en un creyente el ser guiado por el Espíritu?:
No hacemos la obras de la carne (que son pecados) y con producimos los frutos del Espíritu Santo

2. En Romanos 8:14, ¿qué caracteriza a los verdaderos hijos de Dios?:
Que son guiados por el Espíritu de Dios.

Es muy interesante que el Espíritu Santo inspiró a Pablo a usar la palabra griega «huios» en el versículo 15, cuya connotación es primordialmente la relación filial de hijo a padre, mientras que la palabra griega «teknon», usada en el versículo 16, destaca mayormente el hecho del nacimiento o procreación. De esta manera vemos que, por la fe en Cristo, todos nacemos de Dios, pero solamente los que son guiados por el Espíritu tienen una relación de hijos a padre con Dios. Y esto es lo que Dios anhela tener con cada uno de nosotros, y particularmente contigo.

3. A la luz de Gálatas 5:25, el ser guiado por el Espíritu ¿es una opción, o un mandato?
Es un mandato

4. ¿Por qué es necesario ser guiados por el Espíritu, a la luz de los siguientes textos?
a. Salmo 139:23-24:
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno. (Salmos 139:23-24)

b.
Jeremías 17:9:
(Jeremías 17:9)
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

c.
Proverbios 14:12:
(Proverbios 14:12)
Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.
Según. Juan 16:13-14 ¿qué hará el Espíritu Santo?
(Juan 16:13)
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
(Juan 16:14)
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

C. REQUISITOS PARA SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO
Cualquiera puede guiarse por su razonamiento, sus sentimientos o sus impulsos; también por la dirección de otra u otras personas; pero no cualquiera puede ser guiado por el Espíritu Santo. Descubre en la Palabra de Dios algunos de los requisitos para gozar de esa bendita experiencia:

1.Salmo 25:9:
Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.
Ser humilde y manso.

2. 1 Corintios 2:14:
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

3. Ser bautizado con el Espíritu Santo. Lee Ezequiel.36:26,27.
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Dios hace una doble promesa allí: la primera es darnos un espíritu nuevo por medio de la regeneración al recibir a Cristo por la fe; la segunda es damos su mismo Espíritu morando en plenitud en nosotros al recibir el bautismo con el Espíritu Santo. Desde ese momento, y mientras permanezcamos en comunión con el Espíritu, podemos experimen¬tar más claramente su dirección en nuestra vida. (Ezequiel 36:26,27)

4. Santiago 1:5:
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
5. Santiago 1:6:
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
6. Habacuc 2:1-3. Debemos saber esperar en fe la respuesta de Dios. Muchas veces no escuchamos la guía del Espíritu por causa de nuestra impaciencia.

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
(Habacuc 2:1-3)

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

D. CÓMO PUEDE GUIARNOS EL ESPÍRITU SANTO
1.
Por medio de las Escrituras
Al traer a nuestra conciencia textos de la Palabra de Dios en una forma vívida, o haciendo que esos textos nos impacten de una manera especial mientras los leemos, de tal modo que sentimos que es la respuesta a algo que hemos estado preguntando al Señor en oración (Salmo 119:105,145).

Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino. (Salmos 119:105)

Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos. (Salmos 119:145)

2. Por medio de su voz directa o visiones
Encontramos muchos casos en la Palabra en que Dios habló directamente al hombre para amonestarle, revelarle cosas, anunciar eventos futuros o para indicarle lo que debía hacer, como en el caso de los profetas y del Apóstol Pablo.
Pero debemos ser muy prudentes en estas formas de dirección del Espíritu por las siguientes razones:
a. Para cosas que tienen que ver con los planes de Dios para el futuro de la humanidad y los últimos tiempos, ya la revelación está en su palabra (Apocalipsis 22:18).
b. En todo lo relacionado a la salvación del ser humano, a los principios morales y normas de conducta, la ley de Dios ya ha sido dada, y no debemos esperar revelación especial para ello.
c. Tampoco en todo aquello que nuestra inteligencia y sentido común, santificados por el Señor, nos pueden guiar.
d. Por último, sabemos que espíritus de error también pueden dar mensajes a la conciencia humana, y de hecho hay mucho de revelación y voces demoníacas, y no sólo en el mundo del ocultismo. No todo «lo espiritual» viene de Dios.

3. Mediante impulsos intuitivos de nuestro espíritu
Activado o influido por el Espíritu de Dios, de manera que no los experimentamos como resultado de un razonamiento lógico de nuestra mente, sino como un impulso interior, como una convicción espiritual firme. Cuando seguimos este impulso interior, sea para hacer algo o para no hacer algo, y habiendo orado con fe por la dirección del Espíritu, y tenemos paz y un sentido de aprobación por parte de Dios, entonces podemos confiar en que es la guía efectiva del Espíritu (Filipenses 2:13). Sin embargo, debemos también tener cuidado con esta forma de guía del Espíritu, porque será eficaz solamente en la medida de nuestra consagración y vida de comunión con Dios, para no ser influidos por impulsos de nuestra naturaleza carnal.

4. Por medio de las circunstancias (Romanos 15:22-23; 1 Corintios 16:9)

Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros.
Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros
porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. (Romanos 15:22-23)

Dios puede abrir y cerrar puertas como una forma de guiamos en la dirección que Él quiere que vayamos, como en el caso de Pablo. El problema es que a veces quien quiere cerrar las puertas para que no hagamos algo es Satanás, o nos pone las cosas «en bandeja» como para tentarnos y desviamos de la dirección de Dios. Por eso las circunstancias sólo pueden confirmar lo que la Palabra y el Espíritu digan a nuestro espíritu, pero nunca deben ser por sí solas determinantes de la guía de Dios. (1 Corintios 16:9)

5. Por medio de los dones sobrenaturales del Espíritu
Los dones de palabra de ciencia y de sabiduría, y el de profecía, pueden ser usados maravillosamente por el Espíritu confirmar lo que Dios ha puesto en nuestro corazón para nuestra vida.
Pero una vez más, no debemos dejamos guiar por los dones aparte de lo que la Palabra y el Espíritu digan a nuestro espíritu. En grandes sectores de la iglesia se han cometido muchos abusos con los dones sobrenaturales del Espíritu, trayendo descrédito y escepticismo en cuanto a ellos.

CONCLUSIÓN
Respetando los principios bíblicos y los frutos de la experiencia de hombres de Dios, podrás ser guiado por el Espíritu de Dios en cada aspecto de tu vida, sean estas grandes decisiones como tu vocación, el matrimonio, o el llamado de Dios al ministerio; o sean pequeñas decisiones de cada día.
RECONOCE AL ESPÍRITU SANTO COMO PRESENTE Y HABITANDO EN TI. MANTÉN UNA ACTITUD DE OBEDIENCIA. CONSÚLTALE CONSTANTEMENTE EN ORACIÓN, Y DÉJATE GUIAR POR ÉL.

Memoriza el siguiente versículo:

 

«Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios»
Romanos 8:14

Lección 45. Madurez y Equilibrio en la vida Cristiana.

La niñez se caracteriza por un gran dinamismo, entusiasmo y derroche de energías; pero al mismo tiempo por los desequilibrios y excesos, productos de ese entusiasmo pero sin la moderación que da el sentido común y la experiencia de los años. Justamente en esto reside gran parte de lo que llamamos madurez: el equilibrio en la vida cristiana, dejando los excesos propios de la niñez espiritual, para vivir una vida equilibrada y en continuo crecimiento, hasta llegar «a la estatura de la plenitud de Cristo».

Debes moldear tu vida según los parámetros bíblicos, y no según tus criterios o sentimientos humanos por buenos que parezcan, o según tradiciones eclesiásticas por muy antiguas que sean.
MADUREZ Y EQUILIBRIO son dos conceptos muy ligados entre sí, que vamos a examinar a la luz de las Escrituras, para evitar una falsa espiritualidad en tu vida.

a. LA MADUREZ CRISTIANA 

1. Qué es madurez cristiana

Madurez cristiana no es necesariamente que tengas años de creyente; o que llegues a ser un gran predicador; o que tengas muchos dones; o que puedas sanar a los enfermos. Madurez tiene que ver esencialmente con tu carácter cristiano en tu relación con Dios y los demás.

Un escritor Cristiano define la madurez como espiritualidad, y que es esencialmente «una relación adulta con el Espíritu Santo».
Al nuevo cristiano no se le puede llamar espiritual, sencillamente porque no ha tenido tiempo suficiente para crecer y desarrollarse en el conocimiento y la experiencia cristiana … no ha sido todavía probado en muchos aspectos de la gama general de la conducta cristiana, por ejemplo; y aunque desee que el Espíritu Santo controle su vida y sus acciones completamente, no ha ganado la experiencia y madurez que sólo se obtienen al enfrentarse con esos problemas y haber hecho decisiones por el control del Espíritu Santo respecto de los mismos.
Un cristiano de más años puede no ser espiritual, no porque le haya faltado el tiempo para ello, sino porque durante los años de su vida cristiana no ha dejado que el Espíritu Santo le controle.

Un cristiano puede retroceder en ciertos aspectos de su vida, sin perder el terreno que ha ganado… La carne puede controlar sus acciones durante el período de retroceso, pero cuando vuelve al Señor no tiene que empezar necesariamente el proceso de crecimiento otra vez.

2. Cómo se manifiesta la madurez cristiana

En el Nuevo Testamento encontramos una familia de palabras en el original griego que son traducidas igualmente como madurez o perfección.
Lee los siguientes pasajes, y anota cuáles son los temas que está tratando el apóstol al mencionar las palabras madurez o perfección.

a. Efesios 4:13: hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Aquí vemos que la madurez tiene que ver con la unidad cristiana basada en una fe y un conocimiento experimental de Cristo. La madurez se demostrará en tus relaciones con los otros cristianos. Si no puedes vivir en unidad con tus hermanos, estás mostrando inmadurez.

b. Filipenses 3:15 (7-15):
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.

La madurez (perfección), te hará mirar siempre hacia adelante, a la meta de la gloria con Dios, sin fluctuar ni detenerte por los problemas en tu vida cristiana. Tampoco estarás envaneciéndote por tus triunfos pasados, ni lamentándote por las cosas tristes del ayer.

c. Hebreos 5:12:
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Una señal de madurez es el conocimiento de la Palabra de Dios. Pero no sólo haber leído mucho la Biblia, o escuchado sermones y estudios, sino el haberse apropiado la verdad de Dios en la conciencia, y asimilado en la experiencia y conducta.

d. Hebreos 5:14:
pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

La madurez también es saber usar la verdad bíblica, de tal manera que uno no tenga que estar dependiendo como un niño de los demás para tomar decisiones. Es haber aprendido a aplicar los principios bíblicos a las situaciones de la vida diaria. Es saber discernir entre lo bueno y lo malo, a diferencia del niño, a quien hay que enseñarle los rudimentos de la moral y la ética.

e. 1 Corintios 14:20 (12-20):
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

Madurez implica no dejarte llevar por las emociones ni exaltar sólo los dones espectaculares, sino reconocer el uso que Dios ha señalado para cada uno de los dones en la iglesia, y procurar usarlos de tal manera que sean de verdadera edificación, y no simples fuegos artificiales.
Este concepto debe extenderse a todos los aspectos de tu vida cristiana, desterrando todo tipo de exhibicionismo. 

B. EL EQUILIBRIO EN LA VIDA CRISTIANA

Dijimos al comienzo de esta lección que la madurez y el equilibrio siempre van juntos. Esto es importante porque muchas veces los creyentes recalcan tanto ciertos aspectos de la enseñanza de la Palabra de Dios, que descuidan o llegan a anular otros aspectos de ella. El resultado es una vida desequilibrada, que no es una vida saludable.
Veamos algunos aspectos de la vida cristiana en los que debe haber equilibrio. Al estudiarlos, pide que el Espíritu Santo te revele si necesitas corregir algunas cosas en tu propia vida.

1. Equilibrio en todo nuestro ser
¿Recuerdas 1Tesalonicenses 5:23? Aunque las cosas espirituales son las más importantes, como creyente sigues siendo espíritu, alma y cuerpo, y cada parte del ser que Dios te ha dado debe ser guardado irreprensible. Por eso no debes descuidar:

a. Tu espíritu, alimentándolo y ejercitándolo con la Palabra de Dios, la oración, la adoración y la comunión con la iglesia del Señor, templo del Espíritu Santo.

b. Tu alma, compuesta por mente, emociones y voluntad.
Tu mente, creación maravillosa de Dios, necesita ser alimentada con la Palabra de Dios, pero también con el conocimiento de las «cosas del hombre» (1 Corintios 2:11).
La cultura general no está reñida con la fe; sólo subordinada a ella.
Tus emociones necesitan expresarse en una forma sana y natural. El amor humano y la alegría tienen su lugar en la experiencia del hijo de Dios; sólo deben estar controlados por la Palabra y el Espíritu.
Tu voluntad necesita ser ejercitada continuamente para cumplir con las demandas de Dios, pero también en las tareas y responsabilidades de la vida diaria en el mundo. La voluntad no es anulada por la fe y la dependencia de Dios; por el contrario, la Palabra de Dios continuamente apela a nuestra voluntad al exhortarnos. El «dominio propio» o «templanza» como fruto del espíritu humano implica esfuerzo (Gálatas 5:23).

c. Tu cuerpo merece también tu atención para alimentarlo debidamente (no sobrealimentarlo) y entrenarlo por medio del ejercicio corporal. Lee 1 Timoteo 4:8, y fíjate que Pablo dice que «el ejercicio corporal para poco es provechoso». No dice «para nada es provechoso»; sino que lo está comparando con la piedad, que sí tiene promesa para la vida eterna. Recuerda que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, y que con un cuerpo sano y saludable puedes servir mejor al Señor.

2. Eclesiastés 3:1-8.
(Eclesiastés 3:1)
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
(Eclesiastés 3:2)
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
(Eclesiastés 3:3)
tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
(Eclesiastés 3:4)
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
(Eclesiastés 3:5)
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
(Eclesiastés 3:6)
tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
(Eclesiastés 3:7)
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
(Eclesiastés 3:8)
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

A la luz de este pasaje, ¿en qué debemos tener equilibrio?
En todo. Hay un tiempo para cada cosa.

Al dedicamos a las cosas de Dios, no debemos descuidar el tiempo que debemos dedicar al hogar y la familia; el estudio; el trabajo; las relaciones sociales, el descanso, etc., porque aunque «no somos del mundo», como dijo Jesús, sí estamos en el mundo (Juan 17:15-18).

¿Cómo aplicarías este pasaje a tu horario de trabajo, tus estudios, o tu familia?

Debemos dedicar tiempo para las casas espirituales pero también debemos tener «los pies en la tierra».
3. Equilibrio entre fe y obras

a. Santiago 2:14-26. ¿Por qué debe haber equilibrio entre fe y obras?
Porque la fe sin obras es muerta. Tener fe te lleva a ser obras buenas.

b. 1 Juan 2:4. ¿Cómo se manifiesta el equilibrio entre fe y obras?
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
Recuerda que el primer y más grande mandamiento es: «Amarás a tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente», y ello te debe llevar a orar, alabarle y adorarle. Pero no olvides el segundo: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Lucas 10:27), y eso te debe llevar a actuar en amor y en bien de tu prójimo, quienquiera que sea.

Es una contradicción en sí mismo un cristiano que pretende amar y adorar a Dios, y pasa tiempo sirviendo al Señor, pero que es indiferente al sufrimiento humano; más aún si muestra indiferencia o desamor para con los de su propia familia en la fe o de sangre.

Memoriza el siguiente versículo
«Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.»
1 Corintios 14:20

Lección 50. Controla tus finanzas.

Lección 50. Controla tus finanzas.

Si ustedes no son confiables con las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas del cielo? Si son fieles en las cosas pequeñas, serán fieles en las grandes. Pero, si son deshonestos en las cosas pequeñas, no actuarán con honradez en las responsabilidades más grandes. Lucas 16.10-11. NTV (Nuevo Testamento Viviente)
Los problemas económicos y las incertidumbres están entre las causas principales del estrés y de la destrucción de relaciones. No surgen simplemente en personas que no tienen dinero para suplir las necesidades básicas.
Algunas personas no saben conciliar sus anhelos con sus ingresos.
Pautas para minimizar el estrés en tus finanzas:
Pídele a Dios un buen trabajo acorde a tu capacidad, dones y gustos. Mateo 7:7; Juan 16:24. Lee 1 Crónicas 29:11-14.
(Mateo 7:7)
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
(Juan 16:24)
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
(1 Crónicas 29:11)
Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
(1 Crónicas 29:12)
Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
(1 Crónicas 29:13)
Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
(1 Crónicas 29:14)
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.
Dios dice: de las 10 partes (de las ganancias) que YO te doy, quédate con 9 y da para mi obra solo una.
Gasta tu dinero según las prioridades de Dios. Mateo 6:33 NTV.
Busquen el Reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa y él les dará todo lo que necesiten.
Dale primero el Diezmo (que le corresponde a Dios) a tu Iglesia, así tendrás paz y Dios podrá cumplir sus promesas.
Proverbios 3:9-10; Malaquías 3:10-12.
(Proverbios 3:9)
Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
(Proverbios 3:10)
Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
(Malaquías 3:10)
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
(Malaquías 3:11)
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
(Malaquías 3:12)
Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
El diezmo se debe llevar completo a la casa de Dios o sea a la Iglesia a la que concurres y de la cual tú recibes alimento espiritual.
Asegúrate que los siervos de Dios que te ministran los bienes espirituales tienen lo suficiente como para vivir ellos y su familia. Y que tienen para las necesidades del templo y de su servicio a Dios.1 Corintios 9:13-14, 11, 7; 1 Timoteo 5:17-18 NTV.
2 Crónicas 31.4-5.
¿No se dan cuenta de los que trabajan en el templo obtienen sus alimentos de las ofrendas que se llevan al templo?… Del mismo modo el Señor ordenó que los que predican la buena noticia sean sostenidos por los que reciben el beneficio del mensaje. Ya que hemos plantado la semilla espiritual entre ustedes, ¿no tenemos derecho a cosechar el alimento y la bebida material?¿Qué soldado tiene que pagar sus propios gastos?¿Qué agricultor planta un viñedo y no tiene derecho a comer de su fruto?¿A qué pastor que cuida de su rebaño de ovejas no se le permite beber un poco de la leche?
Los ancianos (Pastores) que cumplen bien su función deberían ser respetados y bien remunerados, en particular los que trabajan con esmero tanto en la predicación como en la enseñanza. Pues la Escritura dice: No le pongas bozal al buey para impedirle que coma mientras trilla el grano. Y dice también: ¡Todo el que trabaja merece recibir su salario!
(2 Crónicas 31:4)
Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén, que diese la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová.
(2 Crónicas 31:5)
Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas.
Ora antes de comprar cualquier cosa. Hazte la pregunta: ¿se trata de algo que necesito, o que después voy a dejar de lado rápidamente?.
No pierdas de vista tu nivel de gastos en relación a tus ingresos.
Ponte de acuerdo con tu cónyuge respecto al presupuesto del hogar y las metas a corto plazo.
No escondas o tergiverses información relativa a tus finanzas.
Comprométete a ser excelente en tu trabajo sin hacer horas extras exorbitantes.
Cuida tu salud.
Paga todas las deudas (excluye bienes inmuebles, que se pagan en años).
Quédate con una sola tarjeta de crédito.
Ahorra algo cada mes (un mínimo del 10% de tu sueldo bruto) una vez que hayas liquidado todas las deudas de consumo o al momento de cobrar tu sueldo aparta el diezmo para Dios (y dalo en seguida a tu Iglesia) y aparta otro diezmo de reserva para imprevistos que se utilizará solo en caso de una gran necesidad.
Se generoso en ofrendas y ayudas: 1 Crónicas 29:16-17; 2 Corintios 9:6, 8,10-11 NTV.1 Corintios 16:2 NTV; Proverbios 11: 24-25; Hebreos 13:16.
(1 Crónicas 29:16)
Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.
(1 Crónicas 29:17)
Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.
Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante. Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra que compartir con otros. Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer.
De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad en ustedes. Efectivamente serán enriquecidos en todo sentido
Para que siempre puedan ser generosos. El primer día de la semana, cada uno debería separar una parte del dinero que ha ganado.
(Proverbios 11:24)
Hay quienes reparten, y les es añadido más;
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
(Proverbios 11:25)
El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare, él también será saciado.
(Hebreos 13:16)
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Proponte pagar todas tus deudas y los impuestos. Romanos 13:7-8 NTV (De esa manera Dios te bendecirá y proveerá).
(Romanos 13:7-8) Ustedes den a cada uno lo que deben: paguen sus impuestos y demás aranceles a quien corresponda, y den respeto y honra a los que están en autoridad. No deban nada a nadie.
Invierte en Evangelizar (es lo que más le interesa a Dios) y El te prosperará para que lo hagas aún más. 2 Corintios 12:15; Lucas 15:7, 10, 24, 32. NTV
Con gusto me desgastaré por ustedes y también gastaré todo lo que tengo (S.Pablo).
¡Hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!¡Alégrense conmigo porque encontré mi moneda perdida! De la misma manera, hay alegría en presencia de los ángeles de Dios cuando un solo pecador se arrepiente. Porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado. Entonces comenzó la fiesta.Teníamos que celebrar este día feliz. Pues ¡tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!
Proponte ser honrado en todo. De esa manera agradarás a Dios y vivirás bajo su bendición. 2 Corintios 8:21; 9:8,10; Nehemías 2:20; 2 Reyes 12:15; Proverbios 4:26; 5:21; 1 Samuel 12:3-4; Daniel 6:4.
(2 Corintios 8:21)
procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
(2 Corintios 9:8)
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
(2 Corintios 9:10)
Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
(Nehemías 2:20)
Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos.
(2 Reyes 12:15)
Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente.
(Proverbios 4:26)
Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
(Proverbios 5:21)
Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová,
Y él considera todas sus veredas.
(1 Samuel 12:3) (Dijo Samuel)
Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os lo restituiré.
(1 Samuel 12:4)
Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.
(Daniel 6:4) (Se dijo de Daniel)
Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.
No pongas tu firma como aval de nadie (si no estás muy seguro que esa persona podrá pagar su deuda y es una persona honesta y confiable) aunque sea un pariente o amigo. No prestes dinero que después no puedas reponer o que sea vital para pagar tus gastos fijos o comida.
Si tienes de sobra y quieres prestar a alguien para ayudarlo, hazlo, pero que sea una cantidad pequeña.
Si has puesto a alguien como administrador de tus propiedades, (aunque sea un pariente o hermano) supervísalo con un contador de tu confianza. ¡Te puedes llevar grandes sorpresas!.
Compra todos «los antojos» con dinero en efectivo. No utilices tarjeta de crédito para este tipo de compras.
Asigna en tu presupuesto fondos para recreación (fines de semana) y en lo posible para vacaciones.
Cuando recibas un aumento de sueldo, no ajustes tu estilo de vida para gastar todo lo que ganas.
Intenta vivir por debajo de tus ingresos.
¿Quieres ganar más? Pídeselo a Dios.2 Samuel 12:8. 1 Samuel 1:11,17, 20.; 2:20-21.
(2 Samuel 12:8)
…además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más.
(1 Samuel 1:11) Haz un pacto con Dios.
E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
(1 Samuel 1:17)
Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
(1 Samuel 1:20)
Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.
(1 Samuel 2:20)
Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa.
(1 Samuel 2:21)
Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.
Haz un pacto con Dios con tus finanzas, como por ejemplo comenzar a dar el diezmo de lo que querés ganar en el futuro y Dios te lo concederá a su tiempo.
Procura tener una reserva en efectivo, parte en pesos y parte en otra moneda estable, (para emergencias) equivalente a dos meses de gastos para vivir.
Confórmate y da gracias a Dios por lo que tienes en este momento.
No te metas en gastos que te «ahorquen» esperá el momento adecuado para ello.
No te desesperes con tener más y más y no compitas con el vecino ni con nadie.
Elimina de tu casa todo lo «superfluo» (aquellas cosas que te ocupan lugar y nunca vas a usar, que debes estar limpiando y acomodando «por si tal vez un día las necesites»).
Ya sea muebles viejos, ropa, recuerdos de viajes, adornos inservibles, libros no edificantes y muchas cosas como esas. (En vez de ser de utilidad te entorpecen).
Eclesiastés 5:10 nos advierte. «El que ama el dinero, no se saciará del dinero, y el que ama el mucho tener, no sacará fruto».
Deja que Dios te bendiga y prospere y luego se agradecido. Colosenses 3:15; Hebreos 13:5-6. «Contentos con lo que tenéis ahora».
Cuando estés convencido de que has administrado el dinero de la forma que a Dios le agrada, podrás relajarte y esperar que Dios actúe en una manera clara en tu vida.
Recuerda: ¡todo viene de Dios!: 1 Crónicas 29:11-14, 16-18. Dios: «todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos» El hombre no puede recibir nada sino le fuere dado del cielo Juan 3:27; 2 Crónicas 1:12 «y también te daré riquezas, bienes»…
(Génesis 24:1)
Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
(1 Timoteo 6:17) No pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inestables, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Busca a Dios y su haz su voluntad. 2 Crónicas 26:5.
(2 Crónicas 26:5)
Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó.
Busca serle agradable. Proverbios 11:20; Eclesiastés 9:7; 2 Corintios 5:9; 1 Juan 3:22.
(Proverbios 11:20)
Abominación son a Jehová los perversos de corazón;
Mas los perfectos de camino le son agradables.
(Eclesiastés 9:7)
Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios.
(2 Corintios 5:9)
Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
(1 Juan 3:22)
y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Se fiel y digno de confianza con el dinero tuyo o el que te dieron para administrar o con las propiedades que te dieron para administrar. 2 Reyes 12:15. DIOS VE TODO.
2 Samuel 12:9; Romanos 2:16; 1 Corintios 4:5; Salmo 139:4.
(2 Reyes 12:15)
Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente.
(2 Samuel 12:9)
¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
(Romanos 2:16)
en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
(1 Corintios 4:5)
Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
(Salmos 139:4)
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Para prosperar lee: 2 Crónicas 31: 6,10; 32.29-30; Génesis 26:12-13,24; Josué 1:7. 1 Reyes 2:3. Mateo 6:33.
(2 Crónicas 31:6)
También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones.
(2 Crónicas 31:10)
Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones.
(2 Crónicas 32:29)
Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas.
(2 Crónicas 32:30)
Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
(Génesis 26:12)
Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.
(Génesis 26:13)
El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.
(Génesis 26:24)
Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.
(Josué 1:7)
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
(1 Reyes 2:3)
Guarda los preceptos de Jehová tú Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;
(Mateo 6:33)
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Si tienes que hacer restitución de algo que has robado o que no te corresponde. ¡Hazlo! Lucas 19:8b «si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo»; 2 Reyes 8:6.
(2 Reyes 8:6)
Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ahora.
Entonces Dios te dirá: 1 Crónicas 22:11, 13.
(1 Crónicas 22:11)
Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti.
(1 Crónicas 22:13)
Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
Asegúrate que vives en la voluntad de Dios. Isaías 48:15, 17.
(Isaías 48:15)
Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino.
(Isaías 48:17)
Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
El deseo de Dios para nosotros es este: 3 Juan 1:2. Pero tú cumple sus condiciones.
(3 Juan 1:2)
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

Compilado, adaptado y corregido por: Gustavo Isbert
Diplomado en Teología

Lección 21. Cómo hablar de Cristo a otros.

Todos los cristianos, sin importar su empleo u ocupación deben considerar sus trabajos y su entorno (Familia, amigos, conocidos etc.) como una oportunidad para ganar almas para el Reino de los cielos.
Deben hablar de Cristo y hablarles a otros de su fe, (y de la salvación provista por Cristo), fuera del templo de la Iglesia.
Cada cristiano debe saber que es un embajador de Cristo. Comisionado y enviado por El, con la autoridad delegada por el Señor y con su respaldo constante y a cada momento.
Cada Cristiano debe ser y ES un mensaje viviente, por su forma de hablar, por sus acciones etc. SOMOS REPRESENTANTES DE CRISTO Y EL VIVE EN NOSOTROS.
Debemos hablar (cuando seamos guiados por el Espíritu Santo y la ocasión se presente) el mensaje de salvación a las personas y procurar que tomen una decisión por Cristo. En donde estén, ya sea en su casa, en el trabajo, en una plaza etc.
Debemos procurar guiarlos en una oración para que ellos la repitan y entreguen su vida a Jesús y lo reciban en su corazón como su Salvador, Señor y Rey de ellos..
Uno de los primeros resultados en la vida de una persona al nacer de nuevo, es un vivo deseo de hacerle conocer a otros lo que está experimentando en su nueva vida en Cristo. Esto es lo que la Biblia llama "testificar", o "dar testimonio" o "ser testigos" de Cristo. Y es una de las pruebas de una conversión genuina a Cristo.
Alguien ha dicho que testificar es: "Un mendigo diciéndole a otro mendigo dónde conseguir pan". Es el deseo de hacerle conocer a otros el gozo de haber encontrado el Pan de Vida, Jesucristo, quien ha saciado la necesidad más profunda de nuestra alma. Entonces deseamos que otros experimenten el mismo gozo y bendición.

1. RAZONES PARA TESTIFICAR
1.1. ¿Cuáles fueron las 4 cosas que ordenó Jesús a sus discípulos según Mateo 28:18-20?
Que vayamos, que hagamos discípulos, que sean bautizados y que debemos enseñarles todas las cosas que nos ha mandado.
1.2. ¿Para qué hemos sido bautizados con el Espíritu Santo según Hechos 1:8?
Para ser sus testigos en todas partes.
1.3. Según Romanos 1:14-16
    a. ¿Qué se consideraba Pablo para con todos?
Deudor.
    b. ¿Que estaba dispuesto a hacer?
Predicarles el evangelio.
    c. ¿Por qué estaba pronto a anunciar el evangelio?
Porque al predicarles el evangelio podrían ser salvos todos los que creyesen.
1.4. Según Hechos 8:1,4, ¿fueron los apóstoles o los discípulos quienes anunciaron el Evangelio?
Los discípulos.

En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Hechos 8:1
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Hechos 8:4

1.5. Testificando es una de las maneras en que respondemos al amor de Dios demostrado en Cristo: 2 Corintios 5:14-15.

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 Corintios 5:14,15

1.6. Ezequiel 3:18-19 es una amonestación muy solemne con referencia al testimonio para salvación: "Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares…. el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma."
1.7. Hay gozo en ganar almas para el Reino de Dios, porque las estamos arrancando de un camino seguro a la condenación eterna y de una vida sin propósito ni esperanza (Salmo 126:5-6).

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmos 126:5,6

2. CÓMO PRESENTAR EL EVANGELIO
Lo que sigue es sólo una orientación fundamental para ayudarte a testificar a tus familiares y amigos, considerando que todavía no tienes mucho conocimiento de la Palabra de Dios, pero sí mucho deseo de dar a conocer a Cristo a ellos. Posteriormente podrás llevar un estudio de discipulado práctico para la evangelización, donde recibirás una capacitación mayor para ser un ganador de almas, a la vez que podrás luego enseñar a otros para que hagan lo mismo.

A. CONSIDERACIONES PREVIAS
    a. Recuerda que tu responsabilidad es sólo presentar el mensaje de salvación de la mejor manera posible. No es tu tarea o responsabilidad convertir a la gente. La salvación de una persona es algo sobrenatural, que requiere del poder sobrenatural de Dios (Zacarías 4:6), y no depende de la elocuencia o la capacidad humanas.
    b. Aunque vas a aprender algunos principios y pautas para testificar, y aunque debes hablar del Señor en toda oportunidad que se te presente, también debes DEPENDER DE LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO para determinar la persona, el momento apropiado y las palabras apropiadas para que tu testimonio tenga la mayor efectividad.
    c. ORA de manera definida por la obra del Espíritu Santo sobre la persona antes, durante y después de testificarle.
    d. HAZLO CON AMOR Y PACIENCIA.
    e. ¡NUNCA DISCUTAS! Las discusiones nunca ayudan a ganar a las personas sino a alejarlas de Cristo. Podrás ganar la discusión, pero habrás perdido un alma.
    f. NO TE DESANIMES si algunos no aceptan tu testimonio, o no se convierten. Otros lo harán. Sigue orando e insiste. No te están rechazando a ti, sino a Cristo. Recuerda la oración de Jesús en favor de los que le crucificaban: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

B. CÓMO COMENZAR
    a. INTERÉSATE POR LA VIDA DE LA PERSONA a quien testificas. Quizá tengas que comenzar hablando de temas generales o seculares.
    b. INTRODUCE GRADUALMENTE EL TEMA ESPIRITUAL, de una manera natural y no forzada. Si notas que la persona no quiere entrar en el terma, no insistas. Ora que Dios te dé otra oportunidad.
    c. DA TU TESTIMONIO PERSONAL en forma breve, recalcando los aspectos positivos, y dando siempre el primer lugar al Señor.

C. LAS DOS PREGUNTAS DE DIAGNÓSTICO
Si no conoces a la persona, estas dos preguntas te ayudarán a descubrir con mucha probabilidad su verdadera condición espiritual. Si la conoces y sabes que no ha nacido de nuevo, te pueden ayudar a entrar en el tema… Puedes variar las palabras, pero manteniendo la idea principal.
    a. Si murieras hoy, ¿estás seguro (o segura) de que irías al cielo? Si responde que no está seguro o segura, puedes contarle cómo tú tampoco lo estabas, hasta que descubriste por la Biblia que sí era posible estar seguro. Si te responde que sí está seguro, no lo contradigas. Entonces añade la siguiente pregunta
    b. Supongamos que mueres esta noche y tienes que presentarte ante Dios. Si Él te preguntara: "¿Por qué debo permitirte entrar al cielo?", ¿qué le responderías? Si da cualquier otra razón que no sea la fe en la obra de Cristo en la cruz, sabes que probablemente no ha nacido de nuevo. Es muy común que estén confiando en sus buenas obras, o en que no hacen daño a nadie.
Sin necesidad de decirle que está equivocado, y reconociendo lo importante que es todo esto, puedes comenzar a presentarle el plan de salvación, con todo el entusiasmo que el Espíritu Santo ponga en tu corazón.

D. UN BOSQUEJO DEL EVANGELIO
Aprende de memoria este bosquejo, pero considéralo siempre sólo como una ayuda. Mantente flexible para variarlo según te dirija el Espíritu Santo, y de acuerdo con el desarrollo del diálogo y a las reacciones de la persona.
Este bosquejo está desarrollado como un folleto "CÓMO OBTENER LA VIDA ETERNA", que puedes utilizar como una ayuda para aclarar conceptos en tu propia mente, o también para la presentación del mensaje mismo. Regálale una fotocopia al final, haya hecho o no su decisión por Cristo.
Preferentemente usa la Biblia, haciendo que la persona lea los versículos por ella misma. Trata de añadir otros versículos similares de tu propia "cosecha", los que harán tu testimonio más auténtico, personal y variado.

CÓMO OBTENER LA VIDA ETERNA
    a. Dios ama al ser humano

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Juan 3:16

    b. Pero el hombre es pecador

"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Romanos 3:23

   c. Y el pecado tiene un castigo

"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro". Romanos 6:23

    d. Pero Cristo sufrió nuestro castigo

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Romanos 5:8

    e. Por eso nuestra salvación es gratuita

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". Efesios 2:8-9

    f. Debemos recibir a Cristo como nuestro Salvador

  "Mas a todos los que le recibieron (a Cristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de hacerse hijos de Dios." Juan 1:12

   g. Y reconocerlo como el Señor de nuestra vida

"Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". Romanos 10:9

E. GUIÁNDOLO A LA DECISIÓN
Este es el momento culminante de la presentación del Evangelio. Debe hacerse en oración, pidiendo que el Espíritu Santo obre en el corazón de la persona. Las preguntas que siguen son sólo modelos o ejemplos.

a. La pregunta calificadora
•¿Has entendido bien lo que Cristo ha hecho por ti?"
•¿Te das cuenta de que Cristo quiere entrar en tu vida como tu
Salvador y Señor; perdonar todos tus pecados y darte vida eterna? Si la respuesta es afirmativa, prosigue a
b. La pregunta de decisión
•"¿Quieres confiar solamente en Cristo para el perdón de tus pecados y para tu salvación?"
•"¿Estás dispuesto a arrepentirte de tus pecados y seguir a Cristo?"
•"¿Quieres recibir a Cristo como tu Salvador y como el Señor de tu vida?"
Si la respuesta es afirmativa, pídele que repita contigo
c. La oración de decisión, con palabras como éstas
"Señor Jesús, reconozco que soy un pecador (pecadora), y que necesito tu perdón. Me arrepiento de mis pecados. Creo que pagaste por ellos al morir en mi lugar, pero que luego resucitaste y que vives para siempre. Te invito a entrar en mi vida como mi Salvador personal. Te reconozco como el Señor de mi vida. Recibo la vida eterna que me ofreces. Gracias, Señor."

Termina orando por la persona.
Dale confianza y reafirma la seguridad del perdón de sus pecados y de la vida eterna, dando gracias y la gloria a Dios.

Memoriza los siguientes versículos

"Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Mateo 28:18-20
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable." 1 Pedro 2:9

Lección 28. El Amor Ágape

El Apóstol Pablo trata sobre los dones del Espíritu Santo en los capítulos 12 y 14 de su primera carta a los corintios, pero en el capítulo 13 muestra que, aunque importantes y muchas veces impresionantes, no valen gran cosa si no van acompañados por una actitud correcta, que es fruto del mismo Espíritu Santo.

Lee 1 Corintios 12:28, 13:3.

PROCURAD PUES LOS DONES mejores. Más yo os muestro un camino aun más excelente. 1 Corintios 12:31
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, Y NO TENGO AMOR, NADA SOY. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 1 Corintios 13:1-3

a. ¿Cuál es el camino más excelente?
El amor.
b. ¿Contrapone Pablo el amor a los dones del Espíritu Santo?
No.
c. ¿Cuál debe ser la relación entre ellos?
Que se complementen.

El amor, y específicamente el amor de Dios, es el tema fundamental en las Escrituras. Veamos, pues, algunas enseñanzas importantes sobre él.

1. LAS TRES CLASES DE AMOR
En nuestro idioma se ha dado a la palabra amor un uso muy amplio, que no corresponde con el concepto de amor revelado en la Palabra de Dios. Por esto es muy importante precisar a qué clase de amor se refieren las Escrituras, para entender bien lo que Jesús dijo en Mateo 22:37-39: "AMARÁS al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente… AMARÁS a tu prójimo como a ti mismo."
En el idioma griego, muy rico en conceptos, encontramos tres palabras que se traducen por amor
a. EROS: Es el amor de los sentidos; el amor sensual. Es esencialmente egoísta porque sólo busca la satisfacción propia. Es un concepto ausente en las Escrituras.
b. FILIA: Es el amor de los afectos o sentimientos humanos; el de padres e hijos, hermanos, amigos, etc. Es esencialmente comercial. Se ama porque se recibe algo de la persona amada, porque uno se siente bien con ella.
c. ÁGAPE: Es el amor de Dios. Es el deseo profundo, consciente y voluntario del bien para la persona amada. Es totalmente desinteresado. No depende tanto de los sentimientos como de la voluntad. Tampoco depende de los méritos de la persona amada.

Las Escrituras usan los conceptos de filía y ágape para referirse al amor de Dios por el hombre; pero invariablemente usa ágape para referirse al amor que el hombre debe tener hacia Dios.
El amor eros y filía son propios del hombre. El amor ágape es espontáneo en Dios, pero no en el hombre por su naturaleza pecaminosa y esencialmente egoísta. Por esto, el amor ágape sólo se puede dar en el hombre nacido de nuevo por la obra regeneradora del Espíritu Santo.

2. EL AMOR ÁGAPE EN 1 CORINTIOS 13
La mejor descripción del amor ágape la encontramos en 1 Corintios 13, llamado con justa razón el "Himno al Amor". Lee y analiza este capítulo, orando que el Espíritu Santo te revele en qué aspectos tu amor ágape debe ser completado o perfeccionado.
Medita de manera especial en los versículos 4 al 7: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
El mejor ejemplo del amor ágape lo encontramos en Dios mismo. Piensa de qué manera se muestra ese amor ágape de Dios en cada uno de los siguientes textos, aplica esta enseñanza a tu propia vida y da gracias a Dios por todo esto:

según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad. Efesios 1:4, 5
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), Efesios 2:4, 5
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Romanos 8:35
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:37-39
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Hebreos 12:5-7

a. Efesios 1:4-5
Nos escogió y nos hizo sus hijos.
b. Efesios 2: 4-5
Nos amó a pesar de lo que éramos y nos dio vida eterna gracias a Cristo.
c. Romanos 8:35-39
Nada nos puede separar de su amor ni nos separará jamás.
d. Hebreos 12:5-7
Nos trata y corrige como sus hijos que somos.

Vemos, pues, que el amor de Dios se revela desde nuestra creación, al hacernos a imagen y semejanza suya, con el propósito de que llegáramos a tener una relación filial con Él. Luego, a pesar de nuestra rebeldía y pecado, su amor se vuelve a manifestar en nuestra redención, dando a su propio Hijo para morir en nuestro lugar. Y ya redimidos, su amor se manifiesta en su cuidado de nosotros; su paciencia; el damos victoria sobre la carne, el mundo y el diablo; y por medio de la disciplina que a veces tiene que aplicarnos para nuestro bien. ¡Gloria a Dios por tanto amor!

EL AMOR ÁGAPE, MANDAMIENTO DE DIOS
El mandamiento de amar no es un capricho de Dios. "Dios es amor" dice la Escritura, y si somos hijos de Dios, debemos tener el mismo carácter de Dios, y por lo tanto debemos amar con el mismo amor con que El nos ama.
Veamos la enseñanza bíblica con relación al AMOR ÁGAPE.

Lee Mateo 22:37-39, y responde a las siguientes preguntas
a. ¿Cómo debemos amar a Dios?
Con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, y con toda nuestra mente.
b. ¿Por qué es éste el más grande mandamiento?
Porque Dios debe ser el primero en nuestras vidas, El nos creó, es nuestro Padre y nos ama más que nadie.
c. ¿Cómo debemos amar a nuestro prójimo?
Como a nosotros mismos.

Recordando la definición del AMOR ÁGAPE, ¿puedes entender el mandato de Jesús en Mateo 5:43-44? Escribe tu respuesta:
Debemos amar a todos sin esperar de ellos nada. Debemos tener el deseo consiente y voluntario del bien de los demás sea que nos ame o no. Ese amor debe ser totalmente desinteresado, debemos comprender a todos y amarlos a tal punto que lo comprendamos, perdonemos y procuremos su salvación eterna. No depende de sentimientos, ni de los méritos de las personas sino de la voluntad nuestra.

4. LA EXPRESIÓN DEL AMOR ÁGAPE
El genuino AMOR ÁGAPE necesita expresarse de varias maneras, y no sólo por decir que amamos. Fíjate y anota algunas de las maneras en que Dios espera que expresemos o demostremos nuestro amor.

Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra.
Salmos 97:10
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan 21:14-17
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, Efesios 4:2
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
Hebreos 6:10
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Santiago 2:14-16
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:19-21

a. Salmo 97:10
Aborrecer el mal
b. Juan 14:23-24
Guardar la palabra de Dios.
c. Juan 21:15-17
Cuidar de sus hijos.
d. Efesios 4:2
Soportarse unos a otros y amarlos.
c. Hebreos 6:10
Servir a sus hijos con perseverancia.
f. Santiago 2:14-16
Hacer obras de ayuda y caridad en la práctica.
g. 1 Juan 4:19-21
Amar a Dios y a sus hermanos.

Pero también expresamos nuestro amor a Dios por medio de nuestros labios en oraciones y cánticos de alabanza, así como por medio de la adoración, que es la expresión más profunda de nuestro culto a Dios, y que conlleva también nuestro amor por El.

5. EL SECRETO DEL AMOR ÁGAPE
Ya vimos en esta misma lección que el amor sensual (eros), y el amor de los sentimientos (filía), son naturales en el hombre, pero que el amor desinteresado (ágape) es de Dios, y que el hombre natural no puede tener por sí mismo.
Es sólo por el nuevo nacimiento, por la fe puesta en Jesucristo y en su obra en la cruz, que el hombre es capacitado por Dios para tener esta clase de amor, con el que puede amar a Dios, a sus hermanos en la fe, a su prójimo y hasta sus enemigos.

Lee cada texto y responde a la pregunta correspondiente:

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Ezequiel 36:26, 27
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 5:5
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22,23
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

a. Ezequiel 36:26-27. ¿Qué hace Dios en nosotros que nos capacita para amar?
Nos da su Espíritu Santo.
b. Romanos 5:5: ¿Cómo nos da Dios de su amor para poder amar?
Al darnos su Espíritu Santo.
c. Gálatas 5:22. ¿Parte de qué es el amor?
De los frutos del Espíritu Santo.
d. 2 Timoteo 1:7: ¿Cómo es que tenemos poder para amar?
Porque tenemos el Espíritu Santo.

A la luz de estos textos, vemos que el nuevo nacimiento es la primera condición para poder amar con el AMOR ÁGAPE. Pero luego es la presencia y obra del Espíritu Santo en nosotros el factor más importante para que podamos vivir amando Dios, a los que nos aman, y a los que no nos aman, con ese amor descrito en 1 Corintios 13.
Esta es una razón más para vivir en una constantemente renovada plenitud del Espíritu Santo. Mientras más llenos del Espíritu, ¡más AMOR ÁGAPE tendremos!

6. EL AMOR ÁGAPE, LA CREDENCIAL CRISTIANA
Lee los siguientes pasajes, y anota de qué manera el amor es una credencial cristiana.

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Juan 17:20-23
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 1 Juan 3:14

a. Juan 17:20-23
Vivir en unidad.
b. 1 Juan 3:14
En que amamos a nuestros hermanos en la fe.

Son importantes una fe dinámica, una sana doctrina, una buena organización, una buena estrategia evangelística, un servicio activo para el Señor, los dones del Espíritu Santo, etc. Pero todo esto es de poco valor a los ojos de Dios si no hay un genuino AMOR. Amor a Dios y amor a los hermanos. No un amor de declaraciones líricas solamente, sino demostrado y expresado en forma práctica.
¡El AMOR ÁGAPE es la verdadera credencial cristiana, lo que atestigua que somos verdaderos discípulos de Cristo!
Lee una vez más 1 Corintios 13. Ora pidiendo al Señor que te llene de su Espíritu de amor, y dale gracias.

Memoriza los siguientes versículos:

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:34-35
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 1 Juan 3:14

Lección 35. Sanidad y salud divinas.

Vamos a ver la enseñanza bíblica sobre la SANIDAD DIVINA. Si nuestro cuerpo ha sido separado para Él, (apartado para Dios y El vive en nosotros) la sanidad física debiera ser parte de la experiencia del creyente.
Pues es maravilloso ver que el Evangelio no es solamente "buenas noticias" para el problema de nuestro pecado, sino que también es"buenas noticias" para el problema de la enfermedad física. Veamos la enseñanza bíblica al respecto.

A. ¿POR QUÉ HAY ENFERMEDADES?
En la primera lección, vimos que una de las consecuencias del pecado de Adán y Eva fue la entrada del principio de muerte o de corrupción en la raza humana, y que desde entonces la enfermedad es una manifestación de ese principio. Muchas personas creen que Dios les ha enviado una enfermedad, y que Él quiere que estén enfermas. Pero, ¿es así Dios, que puede desear que sus hijos estén enfermos? ¿Qué nos muestra la Biblia? Veamos:

a. Job 2:7, ¿aunque Dios lo permitió, quién causó en realidad la sama maligna en Job?
Satanás
b. Lucas 13:16, ¿quién había mantenido atada a la mujer con enfermedad por 18 años?
Satanás
c. Hechos 10:38, ¿cómo califica la Biblia a los enfermos?
Oprimidos por el diablo.

Con excepción de unas pocas ocasiones en las cuales Dios envía enfermedad como juicio por pecados, la Biblia nos muestra que, en forma general, la enfermedad es: o consecuencia del principio de muerte y corrupción en la naturaleza humana por causa del pecado, o ataque de Satanás sobre el ser humano, en su odio y su deseo de dañar todo lo creado por Dios.
Pero veamos qué ha hecho Dios por la sanidad del ser humano, aparte de ofrecerle perdón de pecados y salvación.

B. LA SANIDAD EN LAS ESCRITURAS
a.
Éxodo 23:25. ¿Qué prometió Dios a Israel si cumplía con el pacto?
Quitará toda enfermedad de en medio de ti.
b. Salmo 103:3. ¿Qué hace Dios por nosotros?
Sana TODAS tus dolencias.
c. Isaías 53:4-5. Este pasaje se refiere proféticamente al Señor Jesucristo. ¿Qué haría El con nuestras enfermedades?
Ciertamente llevó El nuestras enfermedades.
d. Mateo 8:16-17. ¿Cómo se cumple la profecía de Isaías 53?
Libró a los endemoniados y sanó a los enfermos. El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.
e. Marcos 16:17-18. ¿Qué prometió el Señor a los que creen, en cuanto a sanidad?
Pondrán las manos sobre los enfermos y sanarán, echarán fuera demonios.
f. ¿Puedes recordar qué enfermedades sanó Jesús en su ministerio terrenal?
TODAS, cualquier enfermedad y dolencia. Diversos tormentos, endemoniados, lunáticos, paralíticos, cojos, ciegos, mudos, mancos. Mateo 4:24; 15:30-31; Lucas 4:18; 19.
g. Santiago 5:14-16. A la luz de este pasaje, ¿Quiere Dios que hayan enfermos entre sus hijos?
No, porque hizo la provisión de sanidad aún como un rito de la iglesia. Los mismos Ancianos (Pastores) de la Iglesia pueden estar no del todo bien pero la promesa es que los enfermos sanarán.
Colosenses 1:13 en el Reino de Dios y en el cielo no hay enfermos. No estamos bajo la potestad de las tinieblas, ni la de Satanás. Hechos 26:18.
Jesús ya venció al diablo y ahora debemos "Repartir el botín" que significa tomar lo que pertenecía al diablo y liberar a sus oprimidos. Lucas 11:22.
Hay privilegios especiales para los hijos de Dios: Mateo 15:26; Marcos 7: 27.

C. FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA SANIDAD
A la luz de estos y muchísimos otros pasajes de las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, podemos establecer, con toda claridad, los siguientes fundamentos bíblicos para la sanidad divina:

1. La enfermedad no fue creada por Dios, sino que entró en el mundo por el pecado de Adán y Eva, como parte del principio de corrupción y muerte: ". . . porque el día que pecares (de él comieres), ciertamente morirás" (Génesis 2:17).
2. Dios, en sus propósitos eternos, dio la solución al problema del pecado mediante la cruz de Cristo, dándonos perdón de pecados, libertad de condenación, y también libertad, de las consecuencias temporales del pecado: la enfermedad. En otras palabras, la sanidad es, conjuntamente con el perdón de pecados, fruto de la expiación de Cristo. "Ciertamente llevó El (Cristo) nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores… herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre El, y por su llaga fuimos nosotros curados… Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isaías 53:4-6).
3. La sanidad de las enfermedades fue uno de los cuatro ministerios básicos de Jesús mientras estuvo aquí: "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, ENSEÑANDO… PREDICANDO el evangelio del reino, SANANDO toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo 9:35). "y con la palabra ECHÓ FUERA A LOS DEMONIOS" (Mateo 8:16).
4. Jesús encarga esos mismos cuatro ministerios a sus discípulos y a la iglesia: "Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios…" (Mateo 10:7-8). "Por tanto, id, y haced discípulos… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:19-20).
5. Dios nos ha dado los recursos y el poder para la sanidad de las enfermedades: "Y estas señales seguirán a los que creen: sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán"
(Marcos16:17-18). "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… (Hechos 1:8). "Porque a éste es dada por el Espíritu… a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu" (l Corintios 12:8-9).
6. El ministerio de sanidad es un privilegio, pero también un mandato para la iglesia: "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará" (Santiago 5:14-15).
7. La sanidad puede ser incluida en la promesa de respuesta a la oración de fe. Y Dios no miente: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis ("que lo habéis recibido", traducción literal), y os vendrá" (Marcos 11:24; Mateo 7:7,11).

D. ALGUNOS PRINCIPIOS DE LA SANIDAD DIVINA
1. Impedimentos a la sanidad
Aunque la sanidad está a disposición de todo hijo de Dios, y es el deseo de Dios que nos la apropiemos, hay ciertas condiciones para que Dios obre dicha sanidad en nuestra vida:
a. Mateo 13:54-58. ¿Por qué Jesús no pudo hacer muchos milagros en Nazaret?
Por la incredulidad de ellos.
b. Santiago 5:16. ¿Qué es necesario para ser sanados?
Confesarse las ofensas, pedir perdón, la oración eficaz.
c. 1 Corintios 11:30. ¿Qué puede causar enfermedades y hasta la muerte?
Pecado, hacer cosas indignas como tomar la cena del Señor indignamente (sin respeto o en pecado)
d. 2 Corintios 12:7-9. ¿Por qué Dios no quitó el aguijón de Pablo?
Para que no se enorgullezca, sin embargo en Hechos 19:11 dice que Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo.
Aunque es la voluntad general de Dios el sanar, pueden haber algunas ocasiones en que, por alguna razón que no sabemos, El retenga la sanidad. Esperemos que Dios obrará sanando conforme a sus promesas, pero recordemos que El es soberano, y ha dicho: "mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos" Isaías 55:8 Dios reprochó a Job y a sus amigos por pretender tener razones para el obrar de Dios.

2. La enfermedad y espíritus de enfermedad
Jesús, en la mayoría de los casos sanó orando o poniendo sus manos sobre los enfermos. Sin embargo, en algunas ocasiones reprendió espíritus de enfermedad, como en Lucas 4:38-39 y 13:11. No debemos pensar que todas las enfermedades son causadas por demonios o espíritus de enfermedad.

3. La sanidad divina y las medicinas
La fe en la sanidad divina no debe llevarnos a condenar el uso de medicinas ni a los médicos; ni a menospreciar a un hermano porque no tiene la fe suficiente para confiar en Dios para su sanidad; o porque a pesar de su fe, no es sanado. La fe es personal, y al final de cuentas, es un don de Dios (Efesios 2:8). La fe en la sanidad no hace a nadie más espiritual que otro.

4. ¿Cómo recibir sanidad divina?
En las Escrituras encontramos entre otras, las siguientes maneras de recibir sanidad divina:
a. Por medio de la oración de fe (Mateo 18:19; Marcos11:24)
b. Por oración con ungimiento con aceite (Santiago 5:14-16)
c. Por oración con imposición de manos (Mateo 8:3; Marcos 16:17-18)
d. Por el ejercicio de los dones de sanidades (1 Corintios 12:9)
Pero Dios también obra sanidad sobrenaturalmente cuando le alabamos y adoramos unánimemente y de corazón como iglesia, y desciende la unción poderosa de su presencia.
O cuando participamos de la Santa Cena, y nos apropiamos por la fe del poder de la vida resucitada de Cristo para nuestra sanidad.

E. VIVIENDO EN SALUD DIVINA
¡Gracias a Dios por el don de la sanidad! Pero el ideal de Dios es la salud divina para sus hijos. La sanidad divina es la provisión para aquellos que ya están enfermos, pero lo ideal es que vivamos libres de la enfermedad, viviendo por fe y derrotando al enemigo cada vez que quiere afligimos con alguna enfermedad.

Para ello, tenemos que hacer ciertas cosas:
1. Respetar las leyes naturales. Mientras vivamos en este cuerpo estamos sujetos a las leyes que Dios incorporó en su creación física. Vimos en la lección anterior que debemos evitar todo lo que dañe nuestro cuerpo. De otra manera no podemos pedir sanidad ni salud de Dios.
2. Ser diligentes en la meditación de la Palabra (Proverbios 4:20-22).
3. Consagrar nuestras vidas al Señor (Romanos 12:1-2; Santiago 4:7-8; 1 Pedro 4:7-11; Efesios 5:17).
4. Apropiamos por fe, definitivamente, de todos los beneficios de la expiación de Cristo (Isaías 53:4-5); y de nuestra unión con Él (Gálatas 2:20).
5. Ejercer la autoridad que Cristo nos ha dado sobre los demonios, tan pronto percibimos un ataque de un espíritu de enfermedad (Lucas10:19).
6. Vivir llenos del Espíritu Santo, y siendo guiados por Él en todo y vivir en la voluntad de Dios. (Romanos 8:9-14). Nota especialmente el versículo 11.
El resultado de cumplir esto, será ¡una vida de salud para servicio de Dios y para testimonio de su gloria!

Memoriza los siguientes versículos

"Él es quien perdona tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias." Salmo 103:3
"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53:45

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