Al ver como personas construían parte de mi casa pensé en ¿cómo la podría hacer yo?, pero llegué a la conclusión que no sabía y que todo eso era muy complicado para mí.
Enseguida sentí la voz de Jesús diciéndome: ¡CONFÍA EN LOS QUE SABEN!
Me di cuenta entonces que ese no era mi problema sino de los constructores, albañiles, plomeros, electricistas etc.
También Jesús me dijo inmediatamente: así es con tu salud, mi obra, mi Iglesia, tus finanzas, la salud de los que amas, tus problemas diarios etc.
Yo soy el que más sabe de todos y el que tengo el poder para cambiar, arreglar o hacer desaparecer cualquier situación o enfermedad o problema.
Solo entrégamelo a mí y yo me encargaré de lo que sea.
¡YO SIEMPRE TENGO LA SOLUCIÓN!
Piensa y recuerda esto: ¡Yo siempre estoy contigo!
Piensa así:
¡Dios me ama y nada ni nadie podrá cambiar eso!
¡Dios tiene su propósito para mí y El lo cumplirá!
¡El está conmigo y no me dejará nunca!
¡Y por eso yo ya no estoy solo ni lo estaré jamás!
Es mostrarle el camino al cielo, decirle cómo ser salvo gracias a la obra de Cristo que murió en nuestro lugar para pagar nuestra deuda de pecado con Dios.
Explicarle las buenas noticias del Evangelio para que la persona las crea, se arrepienta y reciba a Jesús en su corazón y reciba la vida eterna.
Que tenga la seguridad de su salvación por los méritos de Cristo a favor de todos los hombres.
Hacerle conocer a Jesús como realmente es, y tener la seguridad de la vida eterna. Desde ahora y para siempre.
Explicarle que debe recibir a Cristo como su salvador, Señor y Rey;
y que al recibirlo recibe el Espíritu Santo y nace de nuevo, su espíritu se une al Espíritu Santo y es transformado en una nueva persona.
El Espíritu Santo en él le da el poder para vencer la tendencia al pecado y lo va transformando más y más como Jesús.
También que sea sano y libre de condenaciones, que sepa que sus pecados fueron borrados y reciba la paz de los hijos de Dios.
También es muy importante que sea lleno del Espíritu Santo para poder hacer la obra de Dios con poder sobrenatural. Hechos 1:8; 2:4.
Luego enseñarle a orar oraciones poderosas y de fe, y enseñarle a captar la voz de Dios y la guía del Espíritu Santo en su vida diaria.
Luego enseñarles las Bases del Cristianismo (Discipulado) y de la vida cristiana.
Enseñarle a descubrir sus dones o capacidades que Dios le ha dado para servirle a El y al prójimo en su entorno.
Que sepa que cada cristiano es un misionero en donde Dios lo puso (su circulo familiar, amigos, trabajo etc).
Hebreos 13:16; Mateo 25:40; Marcos 16: 15; Mateo 5:16.
Dios quiere que mostremos su amor en nosotros de distintas maneras, según las capacidades y talentos que nos ha dado.
Lo que más le interesa a Dios es salvar a los perdidos, consolar a los que sufren, orientar a los que están confundidos y no saben el camino al Padre y al cielo.
El quiere que las personas sepan cuánto El los ama, amó y amará.
Juan 3:16.
También Dios quiere que todos estén con El para siempre aquí y por toda la eternidad en el cielo.
Dios quiere que sepan el buen plan y el propósito que tiene con cada uno mientras están en la tierra.
¡ESE ES NUESTRO LLAMADO! ¡Estamos para eso!: Para salvar a las personas y orientarlas en los caminos de Dios.
¡EL ESTÁ CON NOSOTROS! ¡El nos guía y fortalece en este trabajo!
Nuestras obras se están escribiendo en el cielo y El nos recompensará.
Queremos trabajar en lo más importante para Dios y hacer siempre su voluntad.
Si predicamos a las personas sucederá esto:
(Juan 10:27)
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
(Juan 10:28)
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(Juan 10:29)
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
(Juan 11:25)
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
(Juan 11:26)
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
(Juan 12:26)
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
(Juan 17:26) Jesús oró al Padre pidiéndole:
que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
Querido Jesús:
Gracias porque vives en nosotros, te pedimos que nos llenes con el amor del Padre hacia ti y hacia nuestro prójimo.
Te rogamos que nunca nos desenfoquemos de lo principal, que es llevar almas a tu gloria, enseñarles tus cosas y enviarlos a trabajar para ti y para los demás guiados por tu Espíritu Santo y en su poder.
Muchas gracias querido Jesús porque podemos trabajar para tu Reino eterno y ser de bendición a otros, agradándote a ti.
Muchas gracias Amén.
Recuerda que vives en mi presencia y que yo estoy siempre en ti y a tu lado.
Siempre estoy con mis ojos en ti y sé cada acción y cada pensamiento tuyo.
De aquí en más en cada cosa que hagas y en cada palabra que digas, recuerda
que estás delante de mí y yo estoy allí contigo.
Tú eres mi amigo íntimo y yo lo soy de ti. ¡Recuérdalo siempre!
Tú caminas conmigo y eres diferente de las demás personas que no me conocen.
Tú eres un hijo mío muy amado, un príncipe de mi Reino.
Tú eres un embajador del Reino de los cielos.
Tú eres el mensaje vivo y me representas.
Santiago 2:23; 2 Crónicas 20:7; Génesis 5:24; 1 Corintios 3:16-17; 2 Corintios 6:16.
Tú eres el mensaje en persona y yo quiero expresarme y actuar a través tuyo.
Romanos 15:19; 2 Corintios 6:16.
Debes ser como mi boca.
Yo quiero hablar a través tuyo y hacer mis obras. Jeremías 15:19.
Debes predicar y hacer lo bueno.
Mateo 28:19-20; Hebreos 13:16; 1 Corintios 1:21; 2 Timoteo 4:2.
Debes dejar fluir mi amor que he puesto en ti. Romanos 5:5.
Dile a mi pueblo: Jeremías 15:19. «Si se convirtieren yo les restauraré» diles que me rindan a mí todo «lo vil» y yo los llenaré de «lo precioso» y serán como mi boca.
1 Juan 1:9; Mateo 6:6; 1 Reyes 9:3; 17:1; Salmo 21:6; Salmo 139:7;
2 Samuel 11:27; 12:9.
Jesús.
El Rey (Jesús) les dirá…(en el día del juicio): En cuanto lo hicisteis a uno
de estos mis hermanos más pequeños, A MÍ LO HICISTEIS. S. Mateo 25:40.
¿Cuál es el mayor bien que se puede hacer a alguien?:
Es mostrarle el camino al cielo, decirle como ser salvo para siempre por la obra de Jesucristo a favor de nosotros. Lograr que pase toda la eternidad en el cielo y no en el infierno. Hacerle que conozca a Jesús, su salvación, que tenga la vida eterna. 1 Juan 5:11-13. Explicarle que si se arrepiente, (Marcos 1:15; Hechos 3:19) cree las buenas noticias del evangelio y recibe a Cristo en su corazón (Juan 1:12; Apocalipsis 3:20) va a nacer de nuevo espiritualmente (Juan 3:3,7) y al nacer de nuevo recibirá el Espíritu Santo. También debemos procurar que sea sano completamente, y que reciba el llenamiento del Espíritu Santo, para poder actuar con su poder sobrenatural, para ayudar a otros y para vencer el poder del pecado en su propia vida.
Luego enseñarle a orar oraciones poderosas y a captar la voz de Dios y la guía del Espíritu Santo para su vida. También enseñarle las bases de la vida cristiana y enseñarle a descubrir sus dones o capacidades para servir a Dios y al prójimo en su entorno. “De hacer el bien y de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada Dios” Hebreos 13:16.
Dios quiere que mostremos su amor de distintas maneras, según las capacidades y talentos que nos ha dado. Nada le interesa más a Dios que encontremos a sus hijos perdidos, que los hagamos volverse a El, que consolemos a los que sufren y orientemos a los que están confundidos (que no encuentran el camino para el cielo), ni tampoco saben el propósito que Dios tiene para cada uno de ellos. ¡ESE ES NUESTRO LLAMADO! Dios está con nosotros, El nos guía y fortalece en este trabajo, nuestras obras se están escribiendo en el cielo y El nos recompensará eternamente.
Lo más importante para Dios es hallar a los perdidos, rescatar y limpiar a las personas de sus pecados, pues El “vino a buscar y a salvar a lo que se había perdido”. Lucas 19:10. ¡NADA LE IMPORTA MÁS! lo demuestra el hecho que El vino a morir por nosotros en la cruz. Hay recompensas eternas para los que trabajan en ganar almas para su Reino. S. Lucas 14:14.
Debemos trabajar para las cosas que no se ven y son eternas. 2 Corintios 4:18. S. Mateo 6:19-20. ¡HÁGANSE TESOROS EN EL CIELO! Dios demostró un amor inmenso (e incomprensible para nosotros) al dar su vida para salvarnos, al pagar nuestra culpa y nuestra deuda por nuestros pecados en la cruz. 1 Juan 4:9-10; Romanos 8:32. Lo que más le alegra a Dios es cuando alguien es salvo y pasa a ser su hijo y va a estar con El para siempre. S. Lucas 15:7, 10; 23-24,32. Debemos esforzarnos por ganar para el cielo a los perdidos y recuperar a los extraviados. No estamos completos hasta que el cuerpo entero de Cristo esté restaurado en su totalidad.
Aunque amas a tus hijos, sufrirás más por aquél que está enfermo o herido (como sufría el que había perdido una oveja, una moneda de gran valor o como el Padre del hijo pródigo en S. Lucas 15).
Dios también ama a todos sus hijos, pero los heridos, oprimidos o extraviados tienen la mayor parte de su atención y a enviado a cada uno de los verdaderos cristianos a buscarlos, (entonces, si estamos haciendo esta tarea estaremos agradándole a El). Por eso nunca debemos desanimarnos y seguir en esta labor que es la que más le importa y valora Dios.
Debemos buscar a los perdidos y restaurar a los caídos. Nuestra madurez espiritual se determina por nuestra disposición se sacrificar parte de nuestro tiempo, de nuestros propios deseos e intereses, por los intereses de Dios y de su Reino (o el bienestar de otros). Que Dios pueda decir también de cada uno de nosotros: “Este es mi hijo/a amado/a en quién tengo complacencia”.
S. Mateo 3:17.
Decirle a otros cómo pueden tener la vida eterna es lo mejor y lo más importante que puedas hacer por las personas. Debes decidirte a trabajar para lo eterno. Daniel 2:44; 7:14,27; 1 Juan 2:17; Santiago 4:13-15.
Los cristianos tenemos a Jesús en nosotros, somos embajadores del cielo 2 Corintios 5:20 y representamos a su glorioso Rey. Tenemos las buenas nuevas, y compartirlas, es el acto de bondad más grande que podés hacer a cualquier persona. Luego, guiarlos por el camino de Dios y orientarlos a servir a los demás en su entorno, redunda en el mayor beneficio para la comunidad y para la eternidad. Muchas personas no entienden esto, pero tú ¡GANA ALMAS PARA CRISTO! Mira alrededor tuyo, ¡ese es tu campo misionero! Solo tú puedes alcanzar a los que están cerca de ti. ¡Haz de esto el tema central del resto de tu vida! ¡Fuiste creado por Dios para esto! Todo esto tiene un resultado eterno, que afectará el destino de miles de personas,
¡Es el trabajo más importante de todos! Es más importante que cualquier logro, meta, sueño o cualquier cosa que puedas hacer en la tierra.
Las consecuencias de tu trabajo de evangelización y “pastoral” son para siempre. Ninguna otra cosa podrás hacer que sea más importante que esta.
Nada es más importante para Dios que ayudar a las personas a conocer a Jesús, a encontrar el camino al cielo, a ser salvas para siempre, a ayudarlas a que establezcan una relación de amistad con Dios, a conocerle y a motivarlas a trabajar para su Reino.
El mejor uso de la vida es emplearla en algo que sea eterno, en algo que dure para siempre y la verdad es que solo el Reino de Dios perdurará por la eternidad y también, los tesoros que tengas en el cielo por tu “trabajo” para Dios (y el prójimo) que hagas acá en la tierra.
Todo lo demás finalmente desaparecerá.
Ya has pasado parte de tu vida… ¿en qué emplearás los años (o días) que te quedan?: ¡Enfócate en ganar almas para Cristo y en hacer el bien! Dice la palabra de Dios en el libro de Proverbios 11:30 “El que gana almas es sabio”. Dios respalda y se agrada primeramente de los que trabajan en predicar y enseñar, estos serán tenidos de doble honor, 1 Timoteo 5:17 y su recompensa será muy grande en los cielos.
Es tiempo de tomar decisiones para tu vida. ¡Tómalas ahora! habla con Dios en oración y El te dará las fuerzas, ideas y medios para trabajar para lo eterno. Por favor lee en tu Biblia S. Mateo 10:42; 16:26; 2 Juan 1:8; Apocalipsis 22:12.
¿Cómo puedo ser amigo de Dios e ir al cielo con El para siempre?
Dios le ama.
1 Juan 4:9-10; Juan 3:16-17; Romanos 5: 6-10
Dios no se oculta pero…tenemos pecados.
Isaías 9:1-2; Romanos 6:23; Romanos 3:22-24
Debemos arrepentirnos.
Hechos 3:19; 17:30; Marcos 1:15; Lucas 24:47; Hechos 20:21
Cristo en nosotros. Un Cristiano es alguien que tiene a Cristo.
Gálatas 2:20; 1 Juan 5:11-13; Colosenses 1:27; 2 Corintios 13:5
Somos salvos, tenemos vida eterna. Cuando partamos de este mundo iremos al cielo con Dios nuestro Padre, para siempre.
Romanos 6:22; 1 Juan 3:1-2; Romanos 5:2; Romanos 8:1; Tito 3:5; Filipenses 3:20-21; Hebreos 12:28.
ORACIÓN: Querido Dios gracias por lo que hiciste para que yo pudiera ser salvo, te pido perdón por todos mis pecados, creo que Jesús murió en mi lugar en la cruz llevando mi culpa y te recibo ahora en mi corazón como mi Salvador, mi Señor y mi Rey. Amén.
Sepan que pronto daré mucho más de mí a cada uno de mis hijos, pronto los predicadores de los tiempos más cercanos a ustedes parecerán niños recién convertidos. Pero un nuevo tiempo ha comenzado y es necesario que así sea. Muchos serán mayores que los siervos míos que aparecen en mi palabra. Como el tiempo es duro y la maldad aumenta, ellos me buscan desesperadamente y me están encontrando. Yo estoy revelando mi Reino, el poder de la humildad, el poder de la unidad, el poder del amor y de mi Espíritu (que habita en ustedes) y que yo de verdad habito en cada uno de mis verdaderos hijos. Son verdades que estuvieron siempre pero que ahora es necesario que sen iluminadas y reveladas. Toda mi palabra les parecerá más real, y es que yo estoy dando más luz sobre ella, es como un zoom que la acerca a ustedes. Derramaré un poder que sobrepasará al de la iglesia primitiva, no se asombren, ni se enorgullezcan, ni piensen que porque concedo que se hagan grandes milagros (de todo tipo) es que estoy de acuerdo con todo lo que hacen y dicen. Deben seguirme de muy cerca, antes de tomar decisiones deben orar y consultar conmigo hasta que sepan mi voluntad. No decidan las cosas atropelladamente, ni por entusiasmos, tengan cuidado, decidan no hacer otra cosa que mi perfecta voluntad para ustedes (mientras, estén quietos y esperen). No piensen tampoco que es porque ustedes son especiales y menos que son los únicos, porque esto lo estoy haciendo en todo el mundo. Vean con los ojos de mi Reino a mi Iglesia y a mi obra. Mi Reino está invadiendo, y el diablo sabe que tiene poco tiempo, el quiere atacar con temores, dudas y confusión a muchos de mis hijos que quieren crecer en mí, pero yo estaré con ellos. Nada puede detener mi obra, no se desmoralicen por lo que parecen pequeñas derrotas, porque ustedes ya saben quién ganará la batalla. Muchos de los que están hoy en confusión y tienen odio e ira contra mis cosas serán mis soldados de los últimos tiempos. Los del bando del enemigo serán del bando de ustedes. Deben esforzarse, yo sé que es difícil para ustedes, pero yo estoy mirando todas las cosas y las controlo, soy el Rey de Reyes y Señor de Señores. Es necesario que todo esto acontezca. Sepan que REALMENTE están en los últimostiempos. Muchísimos de mis hijos están distraídos en muchas cosas y desenfocados de mis prioridades. El lugar donde los puse es su lugar de combate, “pelearán” con las armas de mi amor con los más cercanos a ustedes y algunos comprenderán. Apóyense en las promesas que yo tengo para “su casa” (familia). No dejen nunca de orar por ellos. Recuerden “los entendidos comprenderán”, “y resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñen la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” (Dn 12:3,10) y “todo el que haga mis mandamientos más pequeños y los enseñe, será llamado grande en el Reino de los cielos”(Mt 5:19).Este es su tiempo, no se preocupen por disfrutar demasiado de las cosas de este mundo, pues el tiempo está cerca. Tendrán toda la eternidad para hacer cosas mucho mejores, en mejores lugares y con mayor gozo que cualquier cosa en este mundo, pero este es el tiempo de recoger la cosecha (es algo trabajoso). Oren con fe, insistan, y alcanzarán a cumplir el propósito para que fueron llamados. No se agobien, pero sepan que este es su momento, así como un jugador entra en el segundo tiempo en un partido del campeonato mundial y sabe que lo están viendo en todo el mundo y que esa es su oportunidad (tal vez única), sepan que todo el cielo los está viendo y todo lo que hacen y piensan es conocido en el cielo. Esta es su “gran nube de testigos” su gran “hinchada”. Esto es muy real. Otra vez les digo, este es su tiempo, este es su momento, lo que hagan quedará para siempre, de eso se hablará por la eternidad, ustedes ya están en “la cancha”. HA LLEGADO LA HORA DE ACTUAR.
Por momentos pensarán que esto es verdad y por otros dudarán, y más, sin no ven con los ojos de mi Espíritu. Pero sepan que esto se cumplirá aunque parezca tardar. Será como una lluvia y las primeras gotas ya están cayendo alrededor suyo. Al verlas: véanlas.
Jesús.
Profecía recibida la noche 1-07 y del 2-07- 2008 y entre las 22 y 1 horas. Predicador Gustavo Isbert.
Como el Padre me ha amado, así yo también los he amado. El amor del Padre es el poder más grande del universo. El amor del Padre hacia mí es infinito, es algo que un humano no puede comprender, pero El me dio a mí en sacrificio por sus pecados, y yo acepté y quise morir por ustedes y en lugar de ustedes por el amor tan grande que tenemos hacia cada persona en el mundo. Una sola persona vale más para nosotros que todas las galaxias y todo lo que hay en el universo. Si hubiera habido una sola persona en el mundo yo también hubiera muerto por ella. Pidan ser llenos del amor del Padre continuamente. Ya mis hijos tienen mi Espíritu y yo habito en cada uno de ellos, recuerden que “El amor de Dios ha sido derramado en vuestros corazones por el Espíritu Santo que les fue dado”(Rom 5:5). También el primer fruto de mi Espíritu es amor, y yo soy el amor mismo. Yo me expreso a través de mis verdaderos hijos y eso debe notarse, yo soy la luz que habito en ustedes, no busquen solo lo suyo propio, ni su comodidad solamente, el amor lleva a sacrificarse para hacer feliz a aquel que ama. El amor motiva a hacer el bien, no solo a no hacer el mal. El amor lleva a servirme a mí (Jesús) en el prójimo. El amor lleva a no pecar para no ofender o entristecer al Dios que te amó tanto y que ama tanto a los otros como tú. El amor lleva a amar lo que El Padre y yo amamos y a aborrecer el pecado que lleva a la separación de nosotros con los hombres, momentáneamente y eternamente. Yo amo a cada persona con un amor eterno, uno de los mayores pecados es ser piedra de tropiezo para uno de mis pequeños (sean personas grandes o niños) por eso dije a los fariseos que tenían mayor condenación pues impedían que muchos entren en mi Reino. Yo juzgaré duramente a personas como ellos. No se olviden que sus vidas predican continuamente, cada actitud, cada palabra, cada gesto está predicando constantemente. Ustedes tienen una gran responsabilidad, “al que mucho se le ha dado mucho se le demandará”. Yo los amo, y los comprendo, yo sé que son como polvo, les digo estas cosas para que reaccionen, yo no hablo para condenar, pues ninguna condenación hay para los que están en mí. Yo habito en ustedes y yo soy la vida eterna. Nunca los dejaré ni desampararé, nadie los arrebatará de mi mano ni de la mano de mi Padre. Pero el tiempo se acerca muy rápidamente en que quiero utilizar a cada uno de mis hijos de una manera extraordinaria. Para eso es necesario que mis juicios sean sobre ustedes, y también las pruebas (que yo permito que pasen) los llevarán a ser como oro puro que se prueba con fuego. No puedo darles mi poder si no están llenos de mi amor, pues sino mi poder los corromperá, se enorgullecerían y trabajarían para su fama y para lo suyo y no para mí. Por eso es necesario que mueran a todo lo que es fama y orgullo personal. Deben llegar a un punto que no les interese nada de eso, ni de lo que la gente piense de ustedes, sino lo que yo piense de ustedes. No trabajen para las cosas de este mundo, (no me refiero a sus trabajos seculares) sino a trabajar para agradar a mi Padre y a mí. Cuando aman a alguien o hacen un bien, lo están haciendo a mi mismo (recuerden el “a mí lo hicisteis”) de mi palabra (Mt 24:40,45). Por eso le digo, pidan ser llenos de mi amor, pidan sabiduría y humildad para que yo pueda confiarles de mis dones. Sepan que si piden recibirán, pero para llegar a la humildad les pasarán “cosas” que yo permitiré para que lleguen a ser humildes (no pobres). ¿Quieren todavía recibirla? Sin duda que si piden yo actuaré. Pero sepan que yo estoy y estaré con ustedes en sus pruebas. Mis hijos están en distintos puntos de este camino, en algunos estoy terminando mi trabajo, en otros estoy en la mitad y en otros aún no he empezado, pero sepan que el tiempo es corto y el que no quiera ser transformado a mi semejanza yo no haré nada en él, ni con él. Mi reino está viniendo y mi ejército debe marchar, pero no los haré marchar sin armas y el amor de mi Padre en ustedes es la mayor de todas.
Jesús.
Profecía recibida la noche 1-07 y del 2-07- 2008 y entre las 22 y 1 horas. Predicador Gustavo Isbert.
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Dios es para todos y ama a todos.