Mensaje de Salvación para tu alma:

Mensaje de Salvación para tu alma:

MENSAJE DE SALVACIÓN MODELO

 

Mi función es procurar que todos ustedes vayan al cielo y yo quiero estar seguro de ello.

También procurar que no se desvíen de la fe.

Ej: Recuerdo unas ovejas en Neuquén que se subían por una ladera y se caían en vez de ir a los mejores pastos, yo debo guiarlos por el camino correcto: El de Dios.

Debes saber que El cielo y el infierno son reales y que no existe ni el purgatorio ni el limbo, (no figuran el las Sagradas Escrituras) ni hay oraciones por los muertos. Está escrito que morimos una sola vez y luego viene el juicio. Hebreos 9:27. (No hay reencarnación): esta es la verdad de Dios, aunque muchos “libres pensadores” equivocados piensen lo contrario.

(Mateo 25:46) Dice que El infierno y El cielo son reales.

E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

¿Querés ir el cielo cuando mueras?

¿Querés estar con Dios para siempre?

¿Querés tener vida eterna?

¿Querés ser salvo ahora?

¿Querés saber ahora que al morir irás para siempre al paraíso con Dios?

¿Querés tener esa seguridad?

¿Si te murieras ahora, tenés la certeza de que vas a ir al cielo? ¿o tenés dudas? ¿o no sabés a donde vas a ir por toda la eternidad?

(1 Timoteo 1:12) Dios te puede salvar como a Pablo y a miles de millones más.

Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,

(1 Timoteo 1:13)

habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.

(1 Timoteo 1:14)

Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

(1 Timoteo 1:15)

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

(1 Timoteo 1:16)

Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para (tener la) vida eterna.

 

(1 Timoteo 2:3)

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

(1 Timoteo 2:4)

el cual quiere que todos los hombres sean salvos (ESTAN PERDIDOS, VAN CAMINO AL INFIERNO) y vengan al conocimiento de la verdad.

(1 Timoteo 2:5)

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

(1 Timoteo 2:6)

el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

DEBES SER SALVO, SER LLENO DEL ESPÍRITU SANTO Y SER UN DISCÍPULO DE JESÚS.

 

 

 

DEBES SABER ESTO:

(1 Juan 4:9)

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

(1 Juan 4:10)

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

(Romanos 5:8)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 8:32)

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

(Romanos 8:32) VP

Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?

(2 Corintios 5:17) Dios te cambia.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

(Juan 3:3) Debes nacer de nuevo.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

(Juan 3:6)

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

(Efesios 2:1) Nuestra situación antes y después de nacer de nuevo.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos (espiritualmente) en vuestros delitos y pecados,

(Efesios 2:2) en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,

(Efesios 2:3)

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,

(Efesios 2:5)

aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida (eterna) juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

(Efesios 2:6)

y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,

(Efesios 2:7)

para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, (no es algo que ustedes hayan hecho) pues es don (un regalo) de Dios;

(Efesios 2:9) no por obras, para que nadie se gloríe.

(Efesios 2:1) VP

Antes ustedes estaban muertos a causa de las maldades y pecados

(Efesios 2:2)

en que vivían, pues seguían los criterios de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios.

(Efesios 2:3)

De esa manera vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos y cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros pensamientos. A causa de eso, merecíamos con toda razón el terrible castigo de Dios, igual que los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande,

(Efesios 2:5)

que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación.

(Efesios 2:6)

Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo.

(Efesios 2:7)

Hizo esto para demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios.

(Efesios 2:9)

No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada;

(Efesios 2:1) NTV

Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.

(Efesios 2:2)

Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. (Cuidado, deben saber esto).

(Efesios 2:3)

Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

(Efesios 2:4)

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto

(Efesios 2:5)

que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)

(Efesios 2:6)

Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.

(Efesios 2:7)

De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.

(Efesios 2:8)

Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.

(Efesios 2:9)

La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

  1. DIOS TE AMA ASI COMO ERES.
  2. PERO TENEMOS PECADOS. El hombre no es pecador porque peca sino que peca porque es pecador. El manzano da manzanas porque es un manzano, nosotros hacemos pecados porque somos pecadores, esa es nuestra naturaleza que solo puede ser cambiada por el Espíritu de Dios en nosotros. (Poco a poco). (Solo en el cielo seremos perfectos y semejantes a Jesucristo) 1 Juan 3:2

(Romanos 3:12)

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

(Romanos 3:23)

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

(Romanos 3:24)

siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

(Eclesiastés 7:20)

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

(1 Pedro 2:21)

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

(1 Pedro 2:22)

el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;

(1 Pedro 2:23).

Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

3. PERO CRISTO LLEVÓ NUESTROS PECADOS EN LA CRUZ Y MURIÓ EN NUESTRO LUGAR.

(1 Pedro 2:24)

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

(1 Pedro 2:25)

Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.

(1 Pedro 2:21) NTV

Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.

(1 Pedro 2:22)

Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.

(1 Pedro 2:23)

No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.

(1 Pedro 2:24)

Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.

(1 Pedro 2:25)

Antes eran como ovejas que andaban descarriadas. Pero ahora han vuelto a su Pastor, al Guardián de sus almas.

(1 Pedro 2:21) VP

Pues para esto los llamó Dios, ya que Cristo sufrió por ustedes,dándoles un ejemplo para que sigan sus pasos.

(1 Pedro 2:22)

Cristo no cometió ningún pecado ni engañó jamás a nadie.

(1 Pedro 2:23)

Cuando lo insultaban, no contestaba con insultos; cuando lo hacían sufrir, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios, que juzga con rectitud.

(1 Pedro 2:24)

Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz,para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.

(1 Pedro 2:25)

Pues ustedes andaban antes como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto a Cristo, que los cuida como un pastor y vela por ustedes.

(1 Pedro 3:18)

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo (en lugar de los injustos: nosotros) por los injustos, para llevarnos a Dios.

(1 Pedro 3:18)NTV

Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios.

(1 Pedro 3:18)

Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre.Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios.

4. DEBEMOS ARREPENTIRNOS Y CONVERTIRNOS.

(Hechos 3:19)

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

5. DEBEMOS RECIBIR A CRISTO PARA NACER DE NUEVO.

(Juan 1:12)

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad (el derecho) de ser hechos hijos de Dios;

(Juan 1:13)

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

(Apocalipsis 3:20) Jesús quiere entrar en nosotros.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, (esto es literal) y cenaré con él, y él conmigo, (tendremos amistad).

(1 Corintios 6:17) El Espíritu Santo debe unirse a tu Espíritu.

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

6. SOMOS DECLARADOS JUSTOS.

(Romanos 5:1)

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 8:1)

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Los que no siguen las inclinaciones

de su naturaleza pecaminosa sino los deseo del Espíritu Santo que vive en cada cristiano verdadero)

(Romanos 8:2)

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado 1. de la ley del pecado (lo que lleva siempre a pecar) y 2. de la muerte (eterna).

(1 Corintios 15:2)

por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. (es creer otra cosa que la verdad de las escrituras, no haber entendido el mensaje etc. Recordar los demonios creen en Dios pero no son salvos.

(Romanos 4:7) Podés y debés ser uno de estos.

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,

Y cuyos pecados son cubiertos.

(Romanos 4:8)

Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. (Por la obra de Cristo en la cruz a favor de los hombres).

(Romanos 5:8)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 5:9)

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

(Romanos 5:10)

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida (en nosotros).

(Romanos 6:17)

Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;

(Romanos 6:18)

y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

(Romanos 8:21)

porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

(1 Juan 5:11)

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

(1 Juan 5:12)

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

(1 Juan 5:13)

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.

 

 

 

 

 

(1 Pedro 1:3) RV 60

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer (nacer de nuevo) para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

(1 Pedro 1:4)

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

(1 Pedro 1:5)

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

(1 Pedro 1:6)

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

(1 Pedro 1:7)

para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

(1 Pedro 1:8)

a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

(1 Pedro 1:9)

obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

(1 Pedro 1:3) VP

Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Esto nos da una esperanza viva,

(1 Pedro 1:4)

y hará que ustedes reciban la herencia que Dios les tiene guardada en el cielo, la cual no puede destruirse, ni mancharse, ni marchitarse.

(1 Pedro 1:5)

Por la fe que ustedes tienen en Dios, él los protege con su poder para que alcancen la salvación que tiene preparada, la cual dará a conocer en los tiempos últimos.

(1 Pedro 1:6)

Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas.

debe ser probada por medio del fuego.La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.

(1 Pedro 1:8-9)

Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

Somos salvos ¡Gracias Dios nuestro!

Oración de entrega a Jesús para ser salvo: (Si nunca la has hecho, hazla por favor).

Señor Jesús en este momento te pido perdón de todos mis pecados, creo que moriste por mí y en mi lugar en la cruz, llevando mi culpa.

Tomo la decisión de seguirte y te recibo en mi corazón como mi Señor, mi Salvador y mi Rey. Gracias Jesús por perdonarme y limpiarme de todos mis pecados y porque ahora soy verdaderamente un hijo de Dios. Amén. 1 Juan 5:11-13. Predicador Gustavo Isbert.

Un mensaje de salvación para tu alma:

Un mensaje de salvación para tu alma:

MODELO DE UN MENSAJE DE SALVACIÓN:

DEBEMOS SABER QUE:

1. DIOS NOS AMA.
2. PERO TENEMOS PECADOS.
3. DEBEMOS ARREPENTIRNOS DE NUESTROS PECADOS.
4. CRISTO MURIÓ EN LUGAR DE NOSOTROS LLEVANDO NUESTRA CULPA Y CASTIGO.
5. HAY UN SOLO CAMINO PARA IR AL CIELO: A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO A NUESTRO FAVOR.
6. DEBEMOS RECIBIR A JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR, SEÑOR Y REY.
7. PODEMOS HACER ESTO POR MEDIO DE UNA ORACIÓN DE ENTREGA DE NUESTRAS VIDAS A EL.
8. AHORA JESÚS VIVE EN TI, LO MISMO QUE SU ESPÍRITU SANTO.
9. SOMOS SALVOS Y TENEMOS VIDA ETERNA.
10. DEBEMOS AHORA SER COMO UNA LUZ  EN LA OSCURIDAD.
11. DEBEMOS SER MISIONEROS EN NUESTRO ENTORNO.
12. MIENRAS ESPERAMOS QUE JESUCRISTO VUELVA.

LECTURA BÍBLICA:
(Efesios 2:1)
Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.
(Efesios 2:2)
Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.
(Efesios 2:3)
Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

1. DIOS NOS AMA.

(Efesios 2:4)
Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto
(Efesios 2:5)
que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
(Efesios 2:6)
Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
(Efesios 2:7)
De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
(Efesios 2:8)
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
(Efesios 2:9)
La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
(Efesios 2:10)
Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

(Romanos 8:32)
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

(Romanos 5:6)
Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.
(Romanos 5:7)
Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena.
(Romanos 5:8)
Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
(Romanos 5:9)
Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios.
(Romanos 5:10)
Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.

(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

(1 Juan 4:9)
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
(1 Juan 4:10)
En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

2. PERO TENEMOS PECADOS.

(Eclesiastés 7:20)
No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque.

(Romanos 3:10)
Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
(Romanos 3:11)
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
(Romanos 3:12)
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

(Romanos 3:23)
Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.
(Romanos 3:24)
Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.

(Romanos 6:23)
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
(Romanos 6:22)
Pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.

(1 Juan 1:8)
Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad.

3. DEBEMOS ARREPENTIRNOS DE NUESTROS PECADOS.

(1 Juan 1:9)
Pero, si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

(Hechos 3:19)
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

(Marcos 1:14)
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
(Marcos 1:15)
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

(Hechos 26:20)
sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

(Lucas 13:3)
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

(Lucas 13:5)
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

(Hechos 20:21)
He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.

4. CRISTO MURIÓ EN LUGAR DE NOSOTROS LLEVANDO NUESTRA CULPA Y CASTIGO.

(1 Pedro 2:24)
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

(1 Pedro 3:18)
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.

(Juan 10:15)
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
(Juan 10:17)
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.

(Isaías 53:5)
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
(Isaías 53:6)
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

(Isaías 53:10) Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
(Isaías 53:11)
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
(Isaías 53:12)
Por tanto, yo le daré parte con los grandes… por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

(Hebreos 1:2)
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
(Hebreos 1:3)
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

(Hebreos 10:10)
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

(Hebreos 10:12)
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

(Hebreos 10:14)
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

5. HAY UN SOLO CAMINO PARA IR AL CIELO: A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO A NUESTRO FAVOR.

(Juan 14:6)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

(Hechos 4:12)
Y en ningún otro hay salvación; (Solo en Jesús)
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

6. DEBEMOS RECIBIR A JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR, SEÑOR Y REY.

(Juan 1:12)
Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

(Apocalipsis 3:20)
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

7. PODEMOS HACER ESTO POR MEDIO DE UNA ORACIÓN DE ENTREGA DE NUESTRAS VIDAS A EL.

Usted puede hacer una oración similar a esta:

Querido Dios en este momento te pido perdón por todos mis pecados y me arrepiento de cada uno de ellos, te agradezco porque moriste en mi lugar en la cruz llevando mi culpa y el castigo que me correspondía, tomo ahora la decisión de seguirte, ponerme bajo tu autoridad y te recibo en mi vida como  mi Salvador, Señor y Rey. Gracias porque me has perdonado, adoptado como hijo, por salvarme y darme vida eterna. Muchas gracias. Lléname ahora de tu Espíritu Santo y guíame siempre para que ande en tu voluntad para mi vida. Amén.

8. AHORA JESÚS VIVE EN TI LO MISMO QUE SU ESPÍRITU SANTO.

(Gálatas 2:20)
… ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

(2 Corintios 13:5)
¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros….?

(1 Corintios 3:16)
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

(1 Corintios 6:19)
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

(2 Corintios 6:16)
….Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.

(Colosenses 1:27)
Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.

9. SOMOS SALVOS Y TENEMOS VIDA ETERNA.

(Tito 3:5)
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

(Juan 10:27)
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
(Juan 10:28)
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
(Juan 10:29)
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

(1 Juan 3:1)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

(Romanos 5:1)
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 8:1)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu Santo.

(Efesios 2:5)
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

(Efesios 2:8)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

10. DEBEMOS AHORA SER COMO UNA LUZ  EN LA OSCURIDAD.

(Mateo 5:16)
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

(Hechos 5:42)
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

11. DEBEMOS SER MISIONEROS EN NUESTRO ENTORNO.

(Marcos 5:19)
Mas Jesús…. le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
(Marcos 5:20)
Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.

(Mateo 28:18)
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
(Mateo 28:19)
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
(Mateo 28:20)
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

12. MIENTRAS ESPERAMOS QUE CRISTO VUELVA.

(Juan 14:2)
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
(Juan 14:3)
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

(2 Tesalonicenses 1:7)
y a vosotros… daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,

(2 Tesalonicenses 1:10)
cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).

(1 Tesalonicenses 4:14)
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
(1 Tesalonicenses 4:15)
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
(1 Tesalonicenses 4:16)
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

(1 Tesalonicenses 4:17)
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Por Gustavo Isbert.

¿Como puedo tener en esta vida, la seguridad de ir al cielo por toda la eternidad?

¿Como puedo tener en esta vida, la seguridad de ir al cielo por toda la eternidad?

¿COMO PUEDO TENER EN VIDA, LA SEGURIDAD DE IR AL CIELO POR TODA LA ETERNIDAD?   (Mateo 25:46) Dijo Jesús: E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (El cielo y el infierno eterno son reales)   ¿Cómo puedo ser justo delante de Dios? Debes Saber estas cosas: *Dios te ama y quiere que estés en el cielo para siempre. *Pero todos tenemos pecados. *Debemos arrepentirnos de todos ellos. *Cristo pagó tu deuda de pecado en la Cruz. Murió en tu lugar. El llevó tu culpa. *Debes creer estas buenas noticias. *Debes por medio d una oración sencilla recibir a Cristo como tu salvador y permitir que entre y controle tu vida. *Entonces serás salvo, tendrás vida eterna, Dios te dará su Espíritu Santo, y serás un hijo de Dios. Haz una oración sencilla como esta u ora esta oración: Dios mío te doy gracias porque me amaste tanto que enviaste a Jesús a morir en la cruz en mi lugar para pagar mi culpa y mi pecado. Me arrepiento en este momento de todos ellos (de los que me acuerdo y de los que no me acuerdo) y te entrego mi vida. Tomo la decisión ahora, de recibir a Jesús como mi salvador, Señor y Rey de mi vida, recibo ahora tu perdón y recibo a Cristo y a el Espíritu Santo en mi corazón. Gracias Dios mío porque ahora soy tu hijo, y soy libre de condenación por la obra de Jesús en la cruz a mi favor. Gracias porque desde ahora estaremos juntos mientras viva y por toda la eternidad. Amén.   (Juan 3:16) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Romanos 3:23) por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, (Romanos 6:23) Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (1 Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (Isaías 53:6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (Romanos 10:9) que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Juan 1:12) Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, (a Jesús) les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. (Juan 1:13) Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.

 

Dr. Gustavo Isbert

¿Como podemos entrar al Reino de Dios?

¿Como podemos entrar al Reino de Dios?

¿Como podemos entrar al Reino de Dios?

1.    Debes saber que Dios te ama con un amor que el hombre no puede comprender. 1Juan 4:9-10; Juan 3: 16.
2.    Teniendo un arrepentimiento total y un cambio de actitud hacia el pecado. Hechos  3:19.
3.    Saber lo que Cristo hizo a favor de nosotros y tener fe en eso. 1 Pedro 2:24; 3:18; 1 Corintios 15:3.
4.    Aceptar la invitación de entrar en el Reino estando dispuesto a obedecer al Rey Jesús y sus leyes. Mateo 22:4; Lucas 14:17; Apocalipsis 11:15; 17:14.
5.    Recibir al Rey Jesús en su interior por medio de una sencilla oración a El con sus propias palabras. Juan 1:12; Apocalipsis 3:20.

Lo último que Jesús habló a sus discípulos fue del Reino de Dios y del Bautismo en el Espíritu Santo.

(Hechos 1:1-5)
Teófilo, en mi primer libro te relaté todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar
hasta el día que fue llevado al cielo, después de haberles dado a sus apóstoles escogidos instrucciones adicionales por medio del Espíritu Santo.
Durante los cuarenta días posteriores a su crucifixión, Cristo se apareció varias veces a los apóstoles y les demostró con muchas pruebas convincentes que él realmente estaba vivo.
Y les habló del Reino de Dios.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Lucas 24:49.
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

(Hechos 1:5)
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

(Hechos 1:8)
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

¿Como podemos entrar al Reino de Dios?

LA “ESTRATEGIA” MEJOR PARA QUE CREZCA UNA IGLESIA ES ESTA: Debemos enseñarle a todos lo cristianos a:

1) Ser salvos. (Todos deben predicar en todas partes la salvación, para que las personas se salven)

(Hechos 2:38)
Pedro contestó: Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.

(Hechos 3:19)
Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.
(Hechos 3:20)
Entonces, de la presencia del Señor vendrán tiempos de refrigerio y él les enviará nuevamente a Jesús, el Mesías designado para ustedes.

(Hechos 2:21)
Pero todo el que invoque el nombre del SEÑOR será salvo.

2) Procurar que todos reciban el Bautismo en el Espíritu  Santo. Hechos 2:4 o ser llenos del Espíritu Santo. Efesios 5:18

3) Que conozcan que Jesús vive en ellos y son templos del Espíritu Santo. (Esto lo veremos mas adelante). Gálatas 2:20

(2 Corintios 13:5)
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?
(Lucas 10:16)
El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.

4) Que conozcan la autoridad que tienen.

(Mateo 8:7)
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
(Mateo 8:8)
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará.
(Mateo 8:9)Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
(Mateo 8:13) El centurión sabía que Jesús tenía esa autoridad sobre las enfermedades etc. Ahora Cristo actúa a través nuestro.
Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

(Mateo 10:1)
Entonces llamando a sus… discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

(Mateo 10:7)
Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos se ha acercado.
Jesús ya dio la orden, ¡YA tenemos el poder!
(Mateo 10:8)
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
(Mateo 10:8)
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los leprosos y expulsen a los demonios. ¡Den tan gratuitamente como han recibido!
(Lucas 10:17)
Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría: ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre!

(Lucas 10:16)
El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.

(Lucas 10:19)
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Antes ellos actuaban bajo la autoridad de Jesús que estaba con ellos, pero Jesús les dijo les conviene que yo me vaya, porque ahora actuamos con la autoridad de Jesús en nosotros y en el poder del Espíritu Santo en nosotros.
(Juan 16:7)
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Ahora somos “pequeños Cristos” El se multiplicó en cada uno de los Cristianos.

Somos templos, tabernáculos santos.

(1 Corintios 3:16)
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
(1 Corintios 6:17)
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

(1 Corintios 6:19)
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

(2 Corintios 5:1)
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.

(2 Corintios 5:4)
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

(2 Corintios 6:16)
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.

5) Ser discipulados con las “Bases del Cristianismo”. (Sencillamente). Y luego debemos ser guiados y enseñados por el Espíritu Santo.
(Juan 16:13) El mejor maestro es el Espíritu Santo.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
(Juan 16:14)
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
(Juan 14:26)
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

6) Convencerlos que su trabajo es en todo momento, dentro y fuera de la Iglesia o templo. Es más afuera que adentro.
(Hechos 6:8)
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
(Hechos 6:10)
Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.

(Mateo 10:19)
Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.
(Mateo 10:20)
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

(Marcos 9:38) Este hombre entendió y se puso a predicar con poder fuera de los templos.
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
(Marcos 9:39)
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
(Marcos 9:40)
Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

(Marcos 5:18)
Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.
(Marcos 5:19)
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.

7) Vayan y enseñarles a que estén con Jesús.
Debemos apartarnos (muchas veces) a solas a orar y estar con Jesús.
(Hechos 4:13)
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.

(Hechos 4:14) Los milagros hablan por si solos.
Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra.

(Juan 17:18)
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.

Mensaje de Salvación para los que no están muy seguros de ser salvos.

Mensaje de Salvación para los que no están muy seguros de ser salvos.

 

(Juan 10:27)

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

(Juan 10:28)

y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

(Juan 10:29)

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

(Juan 11:25)

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

(Juan 11:26)

Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

(Romanos 5:6)

Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

(Romanos 5:7)

Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

(Romanos 5:8)

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 5:9)

Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

(Romanos 5:10)

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

(Romanos 5:6)

Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.

(Romanos 5:7)

Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena.

(Romanos 5:8)

Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

(Romanos 5:9)

Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios.

(Romanos 5:10)

Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.

(Romanos 5:6) VP

Pues cuando nosotros éramos incapaces de salvarnos, Cristo, a su debido tiempo, murió por los pecadores.

(Romanos 5:7)

No es fácil que alguien se deje matar en lugar de otra persona. Ni siquiera en lugar de una persona justa; aunque quizás alguien estaría dispuesto a morir por la persona que le haya hecho un gran bien.

(Romanos 5:8)

Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 5:9)

Y ahora, después que Dios nos ha hecho justos mediante la muerte de Cristo, con mayor razón seremos salvados del castigo final por medio de él.

(Romanos 5:10)

Porque si Dios, cuando todavía éramos sus enemigos, nos reconcilió consigo mismo mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón seremos salvados por su vida, ahora que ya estamos reconciliados con él.

(Romanos 5:1)

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

(Romanos 5:1)

Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.

(Romanos 8:1) NTV

Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús.

(Romanos 8:1)

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.

(Romanos 8:1)

Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.

(Romanos 4:7)

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,

Y cuyos pecados son cubiertos.

(Romanos 4:8)

Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

(Romanos 4:7) NTV

Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubren los pecados.

(Romanos 4:8)

Sí, qué alegría para aquellos a quienes el Señor les borró el pecado de su cuenta.

(Romanos 8:7)

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

(Romanos 8:7)

Los que se preocupan por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley.

(Romanos 8:13)

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

(Romanos 8:13) NTV

pues, si viven obedeciéndola, morirán. Pero, si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa,* vivirán.

(Romanos 8:13) VP

Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.

(Tito 3:5)

nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

(Tito 3:5) NTV

él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.

(Tito 3:5) VP

y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó[f] lavándonosy regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo.

(Colosenses 2:13)

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

(Colosenses 2:14)

anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

(Colosenses 2:14) NTV

Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.

(Efesios 2:8)

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

(Efesios 2:9)

no por obras, para que nadie se gloríe.

(Efesios 2:8)

Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.

(Efesios 2:9)

La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

(1 Juan 2:1)

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

(1 Juan 3:8)

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

(1 Juan 3:9)

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

(1 Juan 3:8)NTV

Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.

(1 Juan 3:9)

Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios* está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios.

(1 Juan 3:9) VP

Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios.

(1 Juan 5:18)

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

(1 Juan 5:19)

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

(1 Juan 5:18)

Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos.

(Romanos 6:22)

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

(Romanos 6:22) NTV

Pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.

(Romanos 6:22) VP

Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.

(Romanos 8:32)

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

(Romanos 8:33)

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

(Romanos 8:34)

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

(Romanos 8:32) NTV

Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?

(Romanos 8:33)

¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con él.

(Romanos 8:34)

Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.

(Hebreos 7:25)

por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

(Hebreos 9:26)

De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

(Hebreos 10:12)

pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

(Hebreos 10:14)

porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

(Hebreos 10:10)

En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

(Hebreos 10:16)

Este es el pacto que haré con ellos

Después de aquellos días, dice el Señor:

Pondré mis leyes en sus corazones,

Y en sus mentes las escribiré,

(Hebreos 10:17)

añade:

Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.

(Hebreos 10:18)

Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

(Hebreos 10:19)

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

(Hebreos 10:20)

por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

(Hebreos 10:21)

y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,

(Hebreos 10:22)

acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

(Hebreos 10:16)

«Éste es el nuevo pacto que haré con mi pueblo en aquel día* —dice el SEÑOR —: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente»*.

(Hebreos 10:17)

Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones»*.

(Hebreos 10:18)

Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.

(Hebreos 10:19)

Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús.

(Hebreos 10:20)

Por su muerte, Jesús abrió un nuevo camino —un camino que da vida —a través de la cortina al Lugar Santísimo.

(Hebreos 10:21)

Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios,

(Hebreos 10:22)

entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.

(Hebreos 10:18) VP

Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.

(Hebreos 10:19)

Hermanos, ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús,

(Hebreos 10:20)

siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo.

(Hebreos 10:21)

Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.

(Hebreos 10:22)

Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura.

(Hechos 3:19)

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

(Hechos 3:19) NTV

Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.

(Hechos 4:12)

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

(1 Pedro 2:24)

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

(1 Pedro 2:24)NTV

Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.

(1 Pedro 3:18)

Porque… Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.

(1 Pedro 3:18) NTV

Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevar VP

(1 Pedro 3:18)

Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios.

(Juan 1:12) NTV

Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

(Juan 1:12)

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

(1 Juan 4:9)

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

(1 Juan 4:10)

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

(1 Juan 4:16)

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros…

(1 Juan 4:9) NTV

Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.

(1 Juan 4:10)

En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

(1 Juan 4:16)

Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor…

(1 Juan 5:11)

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

(1 Juan 5:12)

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

(1 Juan 5:13)

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéiadas is en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna…

(1 Juan 5:11)NTV

Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo.

(1 Juan 5:12)

El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

(1 Juan 5:13)

Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.

(1 Juan 3:2)

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

(1 Juan 3:2)VP

Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es.

Si usted creyó que Cristo pagó sus pecados en la cruz y se arrepintió de ellos y mediante una oración recibió a Cristo en su vida como su Salvador y Rey puede tener la plena seguridad de que es un hijo de Dios, salvo y con vida eterna y que se cumplen en usted todas las palabras de Dios anunciadas anteriormente.

Translate »