Si usted es un verdadero cristiano puede decir con toda certeza:

Si usted es un verdadero cristiano puede decir con toda certeza:

EL REINO DE LOS CIELOS SE ACERCA A TRAVÉS MÍO. Mateo 3:2; 10:7.

SOMOS CONQUISTADORES. Hebreos 11:33.

SOY ESCOGIDO POR DIOS, SOY UN SACERDOTE AL SERVICIO DEL REY, SOY PARTE DE UNA NACIÓN SANTA COMPRADA POR DIOS, PARA ANUNCIAR LAS VIRTUDES Y CONTARLES ATODOS LO MARAVILLOSO QUE ES JESÚS Y SU AMOROSA OBRA QUE HIZO PARA SALVARNOS A NOSOTROS Y A TODOS. 1 Pedro 2:9.

ESTOY A FAVOR DE LA GENTE, DIOS EN MÍ AMA A TODAS LAS PERSONAS DEL MUNDO POR IGUAL, SEAN DE LA NACIÓN O COLOR DE PIEL O RAZA QUE FUEREN. Colosenses 1:3; 1 Corintios 9:22.

TODOS PUEDEN SALVARSE (IR AL CIELO ETERNAMENTE CON DIOS) TODOS PUEDEN SER TRANSFORMADOS EN NUEVAS PERSONAS, SALVAS, SANTAS, REDIMIDAS. COMO SI NUNCA HUBIERAN PECADO. 2 Pedro 3:9; 2 Corintios 5:17.

NADIE ESTÁ DEMASIADO PERDIDO PARA DIOS. Marcos 3:28; Lucas 23: 42-43.

DIOS ME AMA CON AMOR ETERNO (Recuerde esto siempre). Jeremías 31:3, Efesios 2:4-4.

Si usted es un verdadero cristiano, puede decir con toda seguridad:

Hoy es tiempo de conquista espiritual, es tiempo de predicar el evangelio del Reino de Dios.
Este es nuestro tiempo, nacimos para este momento de la historia.

(Mateo 24:14)
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Efesios 6:12)
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
(Apocalipsis 17:14)
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
(Hechos 2:16)
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
(Hechos 2:17)
Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
(Hechos 2:18)
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
(Hechos 2:19)
Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
(Hechos 2:20)
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
(Hechos 2:21)
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
(Mateo 9:35) Debemos hacer las obras de Jesús.
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
(Mateo 10:42) Seremos sostenidos por El. Y cuando ayudamos a los demás lo hacemos a Cristo mismo. Habrá gran recompensa para nosotros.
Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
(Lucas 11:20) El Reino de Dios viene en nosotros.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.
(Lucas 11:21) Jesús venció a satanás y nos mandó a recoger los despojos del diablo.
Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.
(Lucas 11:22)
Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, (Jesús en nosotros) le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.
(Lucas 11:23) No podemos ser neutrales en esta guerra.
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
(2 Corintios 10:4) Tenemos el poder de Dios en nosotros
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
(Josué 5:13) Jesús es el capitán de nosotros que somos su ejército y en este tiempo sucederá lo mismo y más que en la época de Josué (espiritualmente hablando).
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
Leer Josué capítulo 1
(Josué 5:14)
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. (Este era Jesús). Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
(Josué 21:43) El final fue la victoria.
De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.
(Josué 21:44)
Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.
(Josué 21:45)
No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
Jesús está con nosotros (y en nosotros) y venceremos en la batalla final por las almas de las personas, para que todos sus hijos vayan al cielo con Dios para siempre.

Somos los soldados de Dios de la batalla final. Somos los guerreros de Dios de los últimos tiempos.

Si usted es un verdadero cristiano, puede decir con toda seguridad:

Tengo la vida de Dios

(1 Juan 5:12)
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(1 Juan 4:4)
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, (Cristo) que el que está en el mundo (el diablo).
Las personas que no son de Dios no tienen la vida de Dios.
(Efesios 4:18) Al contrario..
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
(2 Corintios 4:10) Los que somos de Dios, la vida de Jesús se manifiesta a través nuestro.
llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
(2 Corintios 4:11)
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

(1 Juan 4:17)
….. pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

Podemos decir: Yo vivo juntamente con El (Con Jesús).

(1 Tesalonicenses 5:10)
Jesucristo murió por nosotros, para que, ya sea que sigamos despiertos o que nos durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él.

Si usted es un verdadero cristiano, puede decir con toda seguridad:

Soy una rama de la vid verdadera (que es Cristo), soy un canal de su vida:

(Juan 15:5)
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.

Dios me ha elegido y puesto para que vayamos y llevemos fruto a los demás, entonces todo lo que pidiéremos al padre en el nombre de Jesucristo, el Padre nos lo dará:


(Juan 15:16)
No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Soy como la sal (evita la corrupción y da sabor) y la luz en esta tierra (por ella podemos ver, y vivir sin tropezarnos):

(Mateo 5:13)
Vosotros sois la sal de la tierra…
(Mateo 5:14)
Vosotros sois la luz del mundo…

Soy un testigo personal de Cristo con el poder más grande del universo: El del Espíritu Santo:


(Lucas 24:49)
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
(Hechos 1:8)
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Jesús ama a través mío y actúa a través mío:


(Romanos 15:18)
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Hechos 9:34)
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.

Yo digo y Cristo Hace porque yo digo su palabra:


(Hebreos 2:4)
testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Cristo confirma su palabra, cuando yo la predico, con las señales que la siguen:

(Marcos 16:20)
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

Yo hago lo que Cristo dijo que haga y El hace los milagros:

(Mateo 10:8)
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
(Mateo 10:8)
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
(Lucas 10:9)
sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’
(Lucas 10:9)
y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
(Lucas 10:19)
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
(Lucas 10:19)
Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.

No hay nada imposible para Cristo que vive en mí:

(Mateo 19:26)
Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
(Mateo 17:20)
Jesús les dijo:… si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

YO SOY LO QUE DIOS DICE QUE SOY, Y PUEDO HACER (EL EN MÍ) LO QUE EL DIJO.

Si usted es un verdadero cristiano entonces puede decir:

 

  Que compartimos la vida de Jesucristo que vive en nosotros

(Colosenses 3:4)
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
(1 Juan 5:12) Si somos verdaderos cristianos: tenemos al Hijo (Jesucristo) y tenemos la vida eterna.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(Juan 14:20) Jesucristo dice: Conoceréis que Yo estoy en vosotros.
En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
(1 Corintios 3:9) Somos sus colaboradores y el que vive en nosotros hace las obras.
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
(1 Juan 4:4)
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros (Jesucristo está en nosotros) , que el que está en el mundo (el diablo).
(Apocalipsis 3:20) Jesús dice ENTRARÉ A EL. Al que le abre la puerta de su corazón.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
(Colosenses 1:27) Este es el misterio CRISTO EN NOSOTROS (Cristo en cada cristiano).
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
(Gálatas 2:20) Esto es para todos los cristianos.
ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí..
(2 Corintios 13:5) Pablo les dice ¿o no se dan cuenta que Jesucristo está en ustedes?
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?

SI USTED ES UN VERDADERO CRISTIANO APRENDA A VIVIR Y A PRACTICAR LA CERTEZA DE LA EXISTENCIA DE JESÚS EN USTED Y A DEJEAR QUE EL SE EXPRESE A TRAVÉS DE USTED.

Si usted es un verdadero cristiano entonces puede decir

Somos cada uno un templo del Espíritu Santo.

(1 Corintios 3:16)
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
(1 Corintios 6:19)
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
(1 Corintios 6:20) Somos totalmente de Dios, propiedad de El.
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
(Hechos 27:23) Pablo sabía esto y decía “de quien soy”. Sabía que era propiedad de Dios.
Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
(2 Corintios 5:1) Somos un tabernáculo viviente. El Tabernáculo era el lugar donde vivís Dios y ahora somos nosotros.
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
(2 Corintios 5:4)
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
(Romanos 15:18) Cristo se expresa a través de mí.
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Colosenses 3:4) Somos cada cristiano un canal de la vida de Cristo a la gente, el canal de los milagros, de los dones del Espíritu Santo, de las bendiciones cuando bendecimos a la gente.
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
(Marcos 9:39) somos el canal de los milagros, Cristo descartaba que muchos haríamos milagros en su nombre.
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
(Efesios 4:8) Cristo nos dio dones.
Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
(1 Corintios 12:4) Somos el canal de sus dones. Los dones del Espíritu Santo.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
(Romanos 12:14) Podemos y debemos bendecir a los demás.
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
(Juan 20:21) Cristo prolonga su ministerio a través de nosotros
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
(Juan 13:20) El recibir a nosotros es recibirle a El, que vive en nosotros.
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
(Mateo 10:40)
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
(Lucas 4:18) Jesús fue ungido al igual que nosotros para la misma tarea.
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
(Lucas 4:19)
A predicar el año agradable del Señor.
(1 Juan 2:20) Nosotros fuimos ungidos con el Espíritu Santo por Dios, de la misma manera que Jesús.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
(2 Corintios 1:21)
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

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