Lección 18. Un nuevo poder: El Bautismo con el Espíritu Santo.

Jesús dijo:

Esto dijo del Espíritu (Santo)que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Juan 7:39
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Lucas 11:13
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. Juan 20:21,22

Jesús dijo que recibamos al Espíritu Santo pero para eso debemos:
1. Arrepentirnos de todos nuestros pecados
2. Creer en que Jesús murió en la cruz para pagar nuestra deuda con Dios llevando la culpa y el castigo que nos correspondía a nosotros.

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:22,23

3. Recibir a Jesús en su corazón como Salvador, Señor y Rey.

Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan 1:12
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 1 Juan 2:20
Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. 1 Juan 3:24
Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Romanos 8:9
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Romanos 8:14
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Romanos 8:16
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1 Corintios 3:16
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Efesios 1:13,14
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 2 Corintios 1:22
Más el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 2 Corintios 5:5

En una lección anterior vimos cómo desde nuestra conversión, el Espíritu Santo de Dios está en nosotros; nos da vida nueva; nos ayuda de diferentes maneras; y forja el carácter de Cristo en nuestra vida.
Pero el propósito de Dios no es sólo que tengamos una VIDA NUEVA AL NACER DEL ESPÍRITU y que su Espíritu esté en nosotros, sino que experimentemos el PODER DEL ESPÍRITU para una vida victoriosa y un servicio eficaz a Dios. Para esto Dios ha dado una promesa para todos los que creen en Cristo: EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO.
Juan el Bautista anunció: "Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo" (Marcos 1:8). Y Jesús, antes de morir, prometió a sus discípulos que enviaría al Espíritu Santo para que estuviera en ellos. Lo llamó el CONSOLADOR, término que viene del griego "paracleto", que significa "uno llamado a estar al lado de". Promesa bendita para cada uno de nosotros, de que no estaremos solos nunca en nuestra vida y servicio a Dios.
Poco antes de ascender al cielo, Jesús reiteró su promesa con otras palabras: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos (…)" (Hechos 1:8; 2:4; Lucas 24:49).

He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lucas 24:49

Y la promesa es extendida a todos los creyentes: "Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare" (Hechos 2:39). Aquí estamos incluidos tú y yo por igual. Por lo tanto la promesa es para ti y para mí.
NOTA: El Bautismo DEL (Y no CON o EN) es cuando somos salvos y nos introduce el cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 1 Corintios 12:13

A. EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO
En el Libro de Hechos se menciona con la frase: "fueron llenos del Espíritu Santo" cuando los discípulos fueron bautizados con el Espíritu Santo. Podemos decir que el BAUTISMO CON (O EN) EL ESPÍRITU SANTO es la primera experiencia de ser llenos del Espíritu. Esta experiencia debe ser mantenida, cultivada y profundizada de manera permanente (Efesios 5:18).

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, Efesios 5:18
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Hechos 4:31

También vemos que el NACER DEL ESPÍRITU (la conversión) y el BAUTISMO CON EL ESPÍRITU (la plenitud), son dos manifestaciones distintas del Espíritu de Dios en nuestra vida, y que nadie puede ser bautizado en el Espíritu sin haber nacido del Espíritu Santo.
En los pasajes siguientes descubrirás que siempre el bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia posterior a la conversión. A veces se recibe casi simultáneamente.

B. EL NACER DEL ESPÍRITU Y EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU
1. Jesús nació del Espíritu Santo, pero fue bautizado con ese mismo Espíritu recién después de su bautismo en agua en el río Jordán (Lucas 1:35; 3:21-22). Volvió en el poder de l Espíritu Santo. Lucas 4:14.

Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Lucas 1:35
Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Lucas 3:21,22
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. Lucas 4:14

2. Los discípulos recibieron el Espíritu Santo antes de la ascensión del Señor (Juan 20:22), pero recibieron el poder del Espíritu en Pentecostés (Hechos 2:1-4).

Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. Juan 20:22
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:1-4

3. Jesús hace una distinción entre las dos manifestaciones del Espíritu Santo, comparando la presencia del Espíritu recibida en la conversión con una "fuente de agua" (Juan 4:14); y al poder del Espíritu recibido en el bautismo con "ríos de agua viva" (Juan 7:38-39).
4. Los creyentes en Samaria y Éfeso son bautizados con el Espíritu después de su conversión (Hechos 8:4-24; 19:1-5) al orar por ellos los apóstoles con imposición de manos.

Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. Hechos 8:12
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; Hechos 8:14,15
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Hechos 19:1-6

5. Saulo de Tarso conoció a Jesús en el camino a Damasco, pero recibió el Espíritu Santo al invocar su nombre y fue salvo. Hechos 22:16. Y después recibió el Bautismo en el Espíritu Santo en la casa de Judas, por manos de Ananías (Hechos 9:1-19). Y habló en lenguas (1 Corintios 14:18).

Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. (En Agua). Hechos 9:16-18

Pablo dijo:

Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 1 Corintios 14:18

Entonces repasemos: Saulo de Tarso (luego S.Pablo) se dio cuenta que Jesús es Dios cuando lo vio en el camino a Damasco, luego por indicación de Ananías invocó el nombre del Señor y fue salvo y recibió el Espíritu Santo. Luego Ananías impuso sus manos en su cabeza y Saulo fue lleno del Espíritu Santo y habló en lenguas y luego se bautizó en agua.

6.  Aquí tenemos un caso especial, en que Cornelio y su familia creyeron y recibieron el bautismo con el Espíritu casi simultáneamente.

Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Hechos 10:39-46

C. EL PROPÓSITO DEL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO
El propósito primordial es recibir poder espiritual para ser testigos de Cristo (Hechos 1:4-8). Los discípulos tuvieron que esperar a ser bautizados con el Espíritu Santo para comenzar su ministerio apostólico, ya que el ministerio al que los enviaba (y a nosotros) el Señor era un ministerio sobrenatural, que requería (igual que ahora) un poder sobrenatural.
El mismo Señor Jesucristo no inició su ministerio hasta ser investido con el poder del Espíritu Santo en el río Jordán, luego de ser bautizado en agua (Mateo 3:13-17; Lucas 3:22; 4:1,14,18-19).

Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Mateo 3:16
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Lucas 4:1
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. Lucas 4:14
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Lucas 4:18,19

D. CÓMO RECIBIR EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO
El Libro de Hechos y la experiencia de la iglesia muestran dos maneras de recibir el bautismo con el Espíritu Santo:
•En forma personal y directa.
•Por medio de oración, acompañada o no de imposición de manos.
La condición necesaria (El pre-requisito) es haber recibido a Jesús como Salvador personal y Señor.

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, Hechos 3:19
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Efesios 1:13
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, Tito 3:5

Leemos en Hechos 2:38: "Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre del Señor Jesucristo para perdón de los pecados, y RECIBIRÉIS EL DON DEL ESPÍRITU SANTO". Y luego para recibir el bautismo con el Espíritu Santo es una cuestión de fe. Recordemos los siguientes hechos en la Palabra de Dios:
1. Hechos 2:11-4: El Espíritu Santo ya ha sido dado en Pentecostés y está en el mundo desde entonces. Sólo nos corresponde recibirlo por la fe, y apropiamos de la promesa de ser llenos del Espíritu Santo o el Bautismo en el Espíritu Santo. Dios es el primer interesado en que cada uno de nosotros reciba el poder del Espíritu. Es más lo ordena. (Efesios 5:18).
2. Hechos 2:38-39: Toda persona que ya es salva por su fe en Cristo es apta para recibir el bautismo con el Espíritu. La promesa del Padre es para todo creyente.
3. El Espíritu Santo es una persona, y se recibe el Bautismo en el Espíritu Santo por la fe.
De la misma manera como recibimos a Jesús para nuestra salvación (Juan 1:12; Apocalipsis 3:20). Le recibimos cuando le damos el control de nuestra vida.
Ej.: es como cuando dejamos pasar a nuestra casa una persona y la dejamos en el Porche y no la hacemos pasar más allá. Y recibir el Bautismo en el E.Santo es como dejar a la persona que pase a todas las piezas de la casa.
4. Hechos 5:32: Es necesaria una disposición de renuncia al pecado y de obediencia a Dios. No significa que uno haya alcanzado ya un alto nivel de espiritualidad o que ya sea perfecto, sino que tenga el deseo y la disposición. Es decirle a Dios: "Padre celestial, soy tu propiedad. Me has comprado con la sangre de Cristo. Reconozco que eres mi dueño absoluto. Haz lo que quieras de mí y lléname con tu Espíritu Santo" Esto es decisivo para recibir el bautismo con el Espíritu. Algún aspecto de la vida sin rendir es lo que impide a muchos esta bendición. El Señor ve nuestro corazón, y si encuentra sinceridad en él, nos bautizará con su Espíritu. El poder del Espíritu, entonces, será un poder adicional para vivir en victoria sobre el pecado.
5. Juan 7:37-39: Notemos la condición: "Si alguno tiene sed". Tener sed es desear intensamente. Es no estar conforme con su situación actual. Es desear el bautismo con el Espíritu como una necesidad absoluta. Si se siente ese deseo y necesidad, aunque no comprenda todas las cosas, la bendición está muy cerca.
6. Lucas 11:13: Jesús es muy explícito: si pedimos, recibiremos. Si pedimos que nos bautice con el Espíritu, Él lo hará.
7. Marcos 11:24: Recibir por fe. "(…) os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que ya lo habéis recibido, y os vendrá" (traducción literal del original). Lucas 11:13.
Dios dará buenas cosas a los que se la pidan. Mateo 7:11.
No importa cuán absolutas sean las promesas de Dios, sólo las recibimos si creemos. También dice la Biblia: "si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que hayamos hecho" (1 Juan 5:14-15). Y es su voluntad llenarnos con su Espíritu.

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, Efesios 5:18
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lucas 24:49
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Hechos 1:4,5
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Hechos 2:39

E. PRUEBAS DEL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO
Hay varias manifestaciones que se dan cuando se recibe el bautismo con el Espíritu Santo:
1. El hablar en otras lenguas (Hechos 2:4; 19:6; 1 Corintios 14:2, 4,13-15). Estas lenguas son dadas por el Espíritu Santo para la adoración y oración a Dios. Aunque no las entendemos, las lenguas nos edifican espiritualmente. Pueden manifestarse en el momento de recibir el bautismo en el Espíritu o después. No son producto de nuestra mente ni de un éxtasis emocional, sino una experiencia esencialmente espiritual.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:4
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Hechos 19:6
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 1 Corintios 14:2
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 1 Corintios 14:4
Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 1 Corintios 14:13-15
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 1 Corintios 14:18
Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden. 1 Corintios 14:39,40

2. Una relación con Cristo y una vida de alabanza y adoración mucho más profunda (Juan 15:26; 16:13-14). Es el Espíritu Santo quien revela y glorifica a Cristo en el creyente, y lo relaciona con Dios. Al ser llenado por el Espíritu, esa revelación y glorificación es mucho más profunda e intensa.

3. Una mayor comprensión de la Palabra de Dios
Mientras más llenos del Espíritu de Dios, mejor podremos discernir las cosas que son de Dios. El Espíritu Santo comienza a revelarnos su Palabra en forma más clara. Tenemos más deseo de Santidad, se manifiestan los frutos del Espíritu Santo.

Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
1 Corintios 2:9-13

4. La manifestación de los dones del Espíritu (1 Corintios 12:4-11).
Los dones del Espíritu Santo son capacidades sobrenaturales que Dios da para poder cumplir de manera más eficaz con el mandato de ser testigos de Cristo. Los dones se deben cultivar y desarrollar junto al fruto del Espíritu, es decir, con el desarrollo de un carácter santo. Estudiaremos estos dones en detalle más adelante y la manifestación de los frutos.

F. DE LA DOCTRINA A LA EXPERIENCIA
Hasta aquí hemos visto suficientes referencias bíblicas sobre el bautismo con el Espíritu Santo, aunque hay mucho más. La pregunta que viene lógicamente es: ¿QUIERES RECIBIRLO? Si es así, ten por seguro que Dios lo quiere más que tú. Sigue los pasos mencionados en "Cómo recibir el bautismo con el Espíritu Santo", y confía en que lo recibirás; o busca a un pastor o algún hermano autorizado que te ayude a entender cómo recibir el bautismo. Si tuvieras alguna duda, consulta con tu consejero o consejera.
Un último consejo: si en tu vida pasada has tenido contacto con alguna forma de ocultismo (curanderismo, espiritismo, hechicería, astrología, adivinación, idolatría, esoterismo, sectas orientalistas, etc.), pide una cita con tu pastor, porque esas cosas pueden ser un impedimento para tu crecimiento espiritual en general, y también en lo relacionado al bautismo con el Espíritu.

Lección 26. Conociendo los Dones Espirituales.

Seguramente te han llamado la atención ciertas manifestaciones en los cultos de la iglesia, como lenguas extrañas, profecías, etc. Esta lección tiene como propósito que te familiarices con la enseñanza bíblica acerca de estas manifestaciones, que no son otra cosa sino el ejercicio de los dones del Espíritu Santo, algo normal en toda iglesia que cree en el poder del Espíritu Santo y lo experimenta en su vida y ministerio.

Lee Hechos 1:8 y responde a las siguientes preguntas:

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8

a. ¿Para qué recibirían los discípulos de Jesús el poder del Espíritu Santo?
Para ser sus testigos.
b. ¿Hasta cuándo tendrían que ser testigos?
Hasta que evangelicen toda la tierra…

Los dones espirituales son algunas de las manifestaciones de ese poder que Cristo ha dado a su iglesia por medio del bautismo con el Espíritu Santo, para que pueda cumplir con su misión en la tierra hasta que Él venga. Esto nos muestra que los dones deben estar vigentes hasta que esto suceda.
Esta es sólo una lección introductoria al estudio de los dones espirituales para el servicio. Por ahora veremos sólo los dones que con más frecuencia se encuentran en la iglesia, y en especial los que con más frecuencia son objeto de excesos y errores. Un estudio más detallado y completo se tendrá en un estudio posterior.

Lee 1 Corintios 12:4-6. En este pasaje encontramos la mención de dones, ministerios y operaciones. Los dones son dados por el Espíritu Santo; los ministerios son dados por el Señor Jesucristo; pero la operación o el obrar en todos ellos es del mismo Dios.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 1 Corintios 12:4
Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 1 Corintios 12:5
Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 1 Corintios 12:6
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;  otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 1 Corintios 12:8-10

En los versículos 8 al 10, ¿cuáles dones o manifestaciones del Espíritu Santo se mencionan?
Palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, dones de sanidades, hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversos géneros de lenguas, interpretación de lenguas.
La Biblia no da una definición precisa de los dones de palabra de ciencia y de sabiduría. Las definiciones que siguen son similares a las de muchos siervos de Dios con gran experiencia práctica en este campo de los dones sobrenaturales.

1. EL DON DE PALABRA DE CIENCIA O DE CONOCIMIENTO
Definición: Es una revelación por el Espíritu Santo de ciertos hechos específicos, presentes o pasados, y que no pudieron ser conocidos por medios naturales.
En los pasajes que siguen, ¿qué cosas fueron reveladas en estas manifestaciones del don de palabra de ciencia?

Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Juan 1:45-50
Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Hechos 5:1-4

a. Juan 1:45-50
Donde había estado Natanael y su integridad de carácter.
b. Hechos 5:1-4
El pecado de Ananías y Safira.

También el Espíritu puede revelar otras cosas como enfermedades, problemas personales, estados de ánimo, etc., y usando diversos medios para estas revelaciones, como visiones, sueños o voces (Hechos 9:10-12; 11:7); o por revelación interior a nuestro espíritu (Hechos 5:3).

Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Hechos 9:10-12
Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come. Hechos 11:7
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Hechos 5:3
Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. Mateo 18:15-17

Precaución: Cuando el Espíritu revela pecados de una persona, no es para que se le juzgue ni se divulgue públicamente dichos pecados, sino para restaurarla con amor, o para proteger a la iglesia.. En estos casos se deben aplicar las normas que el Señor da en Mateo 18:15-17.

2. EL DON DE PALABRA DE SABIDURÍA
Definición: Es una revelación sobrenatural por el Espíritu Santo de algo de la sabiduría divina. cosas que debemos hacer o decir que Dios nos revela en una situación o conversación específica que es conforme a los propósitos de Dios,dentro del marco de su sabiduría eterna e infinita.
Uno recibe una palabra o concepto o idea para contestar algo o aconsejar algo y esto no viene de nuestra mente o inteligencia sino es revelado de una manera sobrenatural por el Espíritu Santo.
Ejemplos:

Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Juan 8:7

Muchas veces los dones de palabra de ciencia y de sabiduría obran juntos. Como el anterior, este don también puede manifestarse por medio de sueños, visiones, voces, revelación interior, etc.
Precauciones: El uso de este don requiere de mucha prudencia. Toda "instrucción’ que tiene que ver con la vida de una persona o de la iglesia (matrimonio, viajes, decisiones, etc.) sólo puede confirmar lo que Dios revela por otros medios, y en especial por la Palabra de Dios.
No se debe buscar a los hermanos con este don para pedirles que oren y averigüen lo que se debe hacer, como quien acude a un adivino.
La manifestación del don no depende de la persona a través de la cual se manifiesta, sino de la soberanía del mismo Espíritu Santo. Si oramos pidiendo la dirección de Dios, El tomará la iniciativa si quiere revelarnos algo, o lo indicará de alguna otra manera.

3. EL DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS
Definición: Es el don que permite percibir e identificar la presencia y el obrar del mundo espiritual, tanto divino como demoníaco, y saber por quién está inspirada la persona que está hablando. (Si por Dios, por ella misma o por un demonio).
¿Qué clase de espíritus fueron reconocidos en los siguientes pasajes?

Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. Marcos 1:23-26
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. Hechos 16:16-18

a. Marcos 1:23-26
Un espíritu inmundo.
b. Hechos 16:16-18
De Adivinación.

4. EL DON DE PROFECÍA
Definición: Profecía es una declaración inspirada directamente por el Espíritu Santo a un creyente, con el propósito de edificar, exhortar y consolar a la iglesia o a una persona.

Lee 1 Corintios 14:1-5; 12-13.

Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. 1 Corintios 14:1-5
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 1 Corintios 14:12,13

a. ¿Por qué el don de profecía es más útil que el de lenguas, según los vv.1-4?
Porque edifica más a la Iglesia
b. ¿Cuándo el don de lenguas equivale al de profecía según el v.5?
Cuando es interpretada.

El don de profecía puede darse en un culto público, así como en el tiempo devocional de un creyente, cuando Dios le quiere hablar personalmente o cuando Dios quiere hablarle a otra persona o a muchos juntos por una persona reconocida por su don genuino.
La profecía genuina siempre va a estar en armonía con la Palabra escrita de Dios. Dios no puede contradecirse. La profecía tampoco debe reemplazar a la predicación de la Palabra de Dios, sino complementarla.

5. LOS DIVERSOS GÉNEROS DE LENGUAS
Definición: Una declaración en lenguas es aquella inspirada sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, en un lenguaje desconocido por el que habla, no entendido por su mente ni necesariamente entendido por los oyentes.
Este don está en plural porque hay una gran variedad de lenguas y un creyente puede recibir más de una.
Nota los varios usos de las lenguas en 1 Corintios 14
a. v..2
Habla a Dios, por el Espíritu Santo habla misterios.
b. v.4
Se edifica a sí mismo.
c. v..5 (cuando es interpretada)
Se puede interpretar y así la Iglesia recibe edificación.
d. v.15: para cantar ("cantaré con el espíritu")
Uno puede cantar en lenguas.
e. v.22
Son por señal a los incrédulos.
(Cuando son lenguas o idiomas conocidos sólo por los oyentes pero no por el que habla son interpretadas de una manera natural y no sobrenatural).

Por ejemplo: una persona que no sabe alemán habla sobrenaturalmente en alemán y es entendida por los alemanes de una manera natural porque es su idioma.
Todo creyente bautizado con el Espíritu Santo tiene la capacidad potencial de hablar en lenguas como un don devocional para su propia edificación (aunque no siempre se manifieste en forma inmediata).
En cambio, el don de lenguas para edificación de la iglesia no es dado a todos, (es cuando sale un idioma fluido, sea no conocido o conocido) (1 Corintios 12:11,30). El apóstol Pablo en 1 Corintios 14:5 implica que no todos los corintios hablaban en lenguas.
El don de lenguas más interpretación equivale al don de profecía, y debe ser ejercido con las mismas precauciones que éste último.
Puede ser también vehículo para los dones de revelación.

6. LA INTERPRETACIÓN DE LENGUAS
Definición: Es la declaración inspirada sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, dando el significado de una declaración por medio del don de lenguas.
ES INTERPRETACIÓN Y NO TRADUCCIÓN. Y muchas veces no hay relación entre la longitud de la declaración en lenguas con la interpretación.
El que tiene el don puede interpretar cualquier lengua, siempre que el Espíritu le dé dicha interpretación en cada caso.
En el ejercicio de los dones de inspiración, siempre cabe la posibilidad de error, por la interferencia de la mente o de espíritus de error.
Pero esta posibilidad no debe de llevar a la iglesia a negar o rechazar estos dones. Los errores son humanos, no de Dios.
Sólo se debe mantener una alta sensibilidad a la voz del Espíritu por la comunión con Dios y con su Palabra, y una alta dosis de humildad.

7. LOS DONES DE SANIDADES
Definición: Es el don de sanar las enfermedades o dolencias sin el uso de medios naturales, sino por el poder del Espíritu Santo.
Todo creyente debe esperar ver sanidades por el sencillo ejercicio de su fe, basándose en la obra expiatoria de Cristo y a sus promesas. Pero los dones de sanidades obran de una manera mucho más notable que la fe general fundamentada en la Palabra de Dios. Y aunque el fundamento para su operación sigue siendo la misma obra de Cristo, en estos dones se hace manifiesta en forma más directa, como señales del poder de Dios.

Lee los pasajes que se te indican, y nota algunas de las formas en que se puede practicar la sanidad

Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente d.C. la palabra, y mi criado sanará. Mateo 8:8
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Marcos 16:17,18
tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Hechos 5:15
Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite. Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará. Santiago 5:14,15

a. Mateo 8:8
Por una palabra de fe
b. Marcos 16:17-18
Poniendo las manos sobre los enfermos o por ordenar la sanidad en el nombre de Jesús.
c. Hechos 5:15
Por la presencia misma de un hombre de Dios.
d. Santiago 5:14.15.
Por medio de la unción con aceite (que representa al Espíritu Santo) hecha en obediencia al mandato del Señor por medio de los Pastores de la Iglesia.

En la experiencia de la iglesia se puede comprobar que el Espíritu Santo es soberano, y se manifiesta aun de maneras diferentes a las mencionadas en las Escrituras.

8. DON DE FE.
Definición: Es una fe sobrenatural que viene de repente sobre un creyente que sabe que Dios va hacer algo sin duda alguna y lo proclama. Puede ser para algo presente o futuro.
O puede creer sin duda cosas reveladas en la palabra de Dios (aun del pasado) más que otras personas, en determinado momento y aplicarlas a la situación presente. No es la fe salvadora, ni la fe en algo (Yo tengo fe que todo irá bien o que este auto no se romperá) sino es un momento de fe sobrenatural que viene del Espíritu Santo.

– Eliseo hace flotar el hacha

El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro. 2 Reyes 6:6

– Pablo deja ciego a un mago que se oponía a la predicación de la palabra de Dios.

Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Hechos 13:11

9. DON DE MILAGROS.
Definición: el ejercer hechos contrarios a las leyes naturales mas allá de la capacidad humana, por el poder del Espíritu Santo. Por este don cuando el Espíritu Santo la guía pueden suceder milagros cuando la persona lo ordena en el nombre de Jesús o lo proclama sabiendo con certeza que esa es la voluntad de Dios. También pueden suceder en respuesta a la oración. A veces actúa juntamente con otros dones como don de fe o palabra de conocimiento o don de sanidad.
El expulsar demonios en el nombre de Jesús es un milagro (así lo dice el mismo Jesús) en (Marcos 9:38)
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.

Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Marcos 9:39

Un milagro es algo más allá del proceso de la sanidad espiritual o de las leyes naturales. Es un suceso que cuenta totalmente con la intervención directa de Dios y que produce resultados que manifiestan el poder extraordinario de Dios. Por ejemplo, resucitar muertos, transformar agua en vino, colocar nuevamente o hacer crecer extremidades que faltan, sanar huesos, cánceres etc.

Otros ejemplos:

Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. El le dijo: Vé y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Vé y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede. 2 Reyes 4:1-7
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Juan 2:7-11
Y tomando los cinco panes (Jesús)y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos. Lucas 9:16,17
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Hechos 6:8
Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
Hechos 8:6,7
Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo. Hechos 19:11
Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios. Hechos 14:3

Memoriza el siguiente versículo:

Seguid el amor; y procurad los dones espirituales (…). 1 Corintios 14:1

Introducción a la Lección 31.

Esta vez vamos a tratar temas relacionados con un aspecto muy importante de la vida cristiana: LA SANTIDAD PRÁCTICA.
¿No es verdad que cuando escuchabas la palabra «santidad», venían a tu mente conceptos muy arraigados desde tu niñez? ¿Pensabas en rostros tristes, quietos, como inmovilizados en el tiempo y el espacio y con aureolas sobre la cabeza? ¿Pensabas en imágenes y templos oscuros, y especialmente en los Diez Mandamientos con sus «noes» a todo, y que te amenazaban constantemente con enviarte al infierno?
Permíteme preguntarte: ¿Cómo reaccionas ahora ante la misma palabra «santidad»? ¿No es verdad que tiene un nuevo sentido para ti? ¿Se han producido cambios en tus inclinaciones, deseos y valores? ¿Hay un anhelo profundo por una vida de santidad, y un rechazo al pecado? ¿Experimentas una hermosa libertad en tu nueva vida, libre del pecado, en lugar de sentirte coactado, o con la sensación de vivir apretado por un chaleco de fuerza?
¡Gloria a Dios! ¡Es la obra regeneradora del Espíritu Santo en ti, que te ha hecho una nueva criatura! (2 Corintios 5:17), y te está renovando a la imagen del Señor Jesucristo (Romanos 8:29), como parte de la obra de salvación hecha por Él.
Dios nos ha dado de su misma naturaleza; y como hijos suyos, anhelamos ser como nuestro Padre. Esa es también la voluntad de Diospara nosotros. El apóstol Pedro escribe: «Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.»
Pablo añade: «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Tesalonicenses 5:23).
Pero la santidad no debe ser solamente una doctrina o un ideal, sino una realidad práctica en nuestra vida. Este estudio te guiará en el descu¬brimiento de algunos principios en la Palabra de Dios, por medio de los cuales podrás vivir una santidad práctica, mientras sigues avanzando como discípulo de Jesús.
El NUEVO NACIMIENTO fue una experiencia instantánea en tu vida, al arrepentirte de tu vida de pecado y recibir a Jesucristo como tu Salvador y Señor. Pero la santificación es un proceso que te acompañará durante toda tu vida terrenal, hasta que se complete en el día en que el Señor venga por su Iglesia o te lleve al cielo.
Vas a descubrir que el vivir esta santidad práctica es otra aventura emocionante; con muchas luchas, es verdad, pero que cada vez dará más gozo a tu corazón, y una comunión cada vez más preciosa con Dios.
Ahora ¡a estudiar, orar, meditar, y crecer en santidad!
Obedece a Dios cada momento. «El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él» (Juan 14:21).
Habla a otros de lo que Cristo ha hecho y hace por ti. Comparte con otros del maravilloso amor de Dios, que también es para ellos.

Lección 31. La trinidad del hombre.

Al iniciar esta nueva etapa en el discipulado, en la cual el tema central será la SANTIDAD PRÁCTICA en tu vida cristiana, es muy importante que conozcas algo en cuanto a la naturaleza humana, y específicamente en lo que se refiere a nuestra naturaleza triple.

Este es un concepto generalmente ignorado en el mundo, y por eso no se logran solucionar los problemas más álgidos de la humanidad. La psicología y la psiquiatría intentan dar alivio a los problemas del alma, pero fracasan a veces porque no entienden que la raíz de la mayoría de los problemas psicológicos es espiritual.
Igualmente la medicina busca alivio a los problemas del cuerpo, y aunque ha obtenido resultados importantes en ese sentido, sin embargo no puede llegar a dar salud plena al hombre porque también ignora la raíz última de todos los males físicos, que es una raíz espiritual: el pecado.
Y también la sociología fracasa en su intento por corregir la conducta de la humanidad, porque a su vez ignora la raíz espiritual de los problemas de conducta social del ser humano.
Solamente Cristo puede solucionar los desarreglos del hombre en su vida, cuando éste le permite solucionar su desarreglo fundamental, que es la relación con Dios rota por el pecado. Sólo entonces, la VIDA ABUNDANTE de Dios puede fluir sobre él y llenar su vida. Al solucionarse el problema del espíritu, se solucionan los del alma y aún los del cuerpo.
Pero esa misma naturaleza triple es la razón por la cual muchas veces experimentamos altibajos en nuestra vida espiritual, o no alcanzamos la plenitud de vida prometida por el Señor en su Palabra. La comprensión de cómo actúan y se relacionan nuestro espíritu, alma y cuerpo, nos permitirá disfrutar de una vida espiritual plena, y cumplir el anhelo de cada hijo de Dios: vivir una santidad práctica.

A. LA NATURALEZA TRIPARTITA DEL HOMBRE
La enseñanza bíblica se refiere al ser humano como compuesto por tres partes, o que posee tres naturalezas diferentes: espíritu, alma y cuerpo.
En Génesis 2:7 leemos que Dios hizo al hombre del polvo de la tierra (su naturaleza material), y sopló sobre él "aliento de vida", y desde ese momento fue un "alma viviente", su naturaleza inmaterial.
Lee 1 Tesalonicenses 5:23. ¿De qué está compuesto "todo nuestro ser"?

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:23)

Espíritu, alma y cuerpo.

En Hebreos 4:12, ¿sobre qué partes de nuestro ser actúa la Palabra de Dios?
El alma y el Espíritu.

Aunque algunos teólogos plantean que el alma y el espíritu son sólo dos funciones diferentes de una sola naturaleza inmaterial aparte de su naturaleza física o material la Biblia y la experiencia cristiana parecen confirmar la naturaleza triple o tripartita del ser humano.
A su vez, esta interpretación de la naturaleza humana nos permite entender muchos de los mecanismos psicológicos y espirituales en nuestra vida, y que se relacionan con la santificación, las dolencias del alma y las opresiones espirituales.
Aunque estaremos refiriéndonos al espíritu y al alma como "partes" de nuestro ser, debemos recordar que son componentes inmateriales, y que por lo tanto, es solamente una manera más comprensible de explicar realidades y fenómenos que escapan a nuestros sentidos físicos.

B. EL ESPÍRITU HUMANO
Es la parte más interior de nuestro ser, y que nos permite comunicarnos con Dios. Es la parte que estuvo muerta antes de nuestra conversión y nuevo nacimiento, y ésta fue la razón por la cual antes no podíamos tener comunión con Dios. Nuestras oraciones (o rezos) por decirlo así "no pasaban del techo", y Dios era solamente un concepto o un ideal inalcanzable.
Ezequiel 36:26 dice: "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros" refiriéndose al espíritu renacido. ¡Gloria a Dios, ahora sí podemos comunicamos con Él! Dios deja de ser una persona desconocida y lejana, para ser "alguien" con quien podemos relacionarnos en amor.

Nuestro espíritu es también el asiento del Espíritu Santo en nuestro ser desde nuestra regeneración, y la comunicación es de Espíritu a espíritu. Romanos 8:16.
El Espíritu (Santo) mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
1 Corintios 6:17

El espíritu debe fortalecerse por medio de la comunión con Dios en oración; por la lectura y meditación de la Palabra de Dios, y por la adoración.

C. EL ALMA HUMANA
Es la parte intermedia entre el espíritu y el cuerpo físico. Está compuesta por nuestro intelecto, nuestros sentimientos o emociones, y nuestra voluntad. Es la parte de nuestro ser que nos permite ser concien¬tes de nosotros mismos (De ahí la famosa frase de Descartes: "Pienso, luego existo"). Es lo que nos diferencia psicológicamente a unos de otros.
El alma fue afectada por el pecado: el intelecto fue oscurecido; las emociones fueron dañadas y la voluntad torcida. Y éstos no han renacido en nuestra conversión.

Es el espíritu el que ha renacido, mientras el alma debe ser renovada por un proceso continuo, bajo la influencia del Espíritu Santo, del espíritu humano y de la Palabra de Dios. Es nuestra responsabilidad permitir esa influencia renovadora.
a. Según Romanos 12:2, ¿cómo somos transformados?

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2

Por la renovación de muestro entendimiento.

b. En 2 Corintios 3:18, ¿por quién somos transformados?:

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18

Por el Espíritu de Dios.

c. Según Hebreos 4:12, ¿qué hace la Palabra de Dios?

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

La Palabra de Dios llama "carne" no a nuestro cuerpo físico, sino a esas tendencias del alma contrarias al deseo del espíritu de agradar a Dios, y sobre todo de sujetarse a Dios. La esencia del pecado de Adán sigue vigente en la "carne", y su asiento es en nuestra alma. El cuerpo físico es neutro moralmente, pues sólo sigue los impulsos de nuestra alma.

d. Según Gálatas 5:17, ¿cuál es la lucha constante dentro del creyente?:

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gálatas 5:17

La "carne" contra el Espíritu Santo.

La santidad se logra en la medida en que reconocemos que nuestra carne ya murió juntamente con Cristo en la cruz, y en la medida en que el espíritu va moldeando y sujetando los impulsos del alma, y conformándolos al carácter de Cristo.

e. Romanos 8:1. ¿Cuál es la clave de una vida de santidad?

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1

Andar de acuerdo al Espíritu Santo y no a nuestros deseos pecaminosos.

f. Según Gálatas 2:20, ¿qué debemos reconocer para tener victoria sobre la carne?

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20

Que Cristo vive en nosotros.

D. EL CUERPO HUMANO
Es la parte de nuestro ser por medio del cual nos comunicamos con el mundo físico que nos rodea.
Nuestro cuerpo ha sufrido también las consecuencias del pecado de Adán. Cuando él desobedeció y comió del árbol (Génesis 2:17), no murió enseguida. Pero desde ese momento entró en la raza humana el principio de la muerte, por el cual vienen la debilidad, la enfermedad y la muerte física.

a. Lee Romanos 8:21-23. ¿Por qué gime la creación? ¿Por qué gime el espíritu del creyente?

porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Romanos 8:21-23

Porque esperamos la plena redención que efectuará Jesucristo.

b. 1 Corintios 15:51-54. ¿Qué sucederá con nuestro cuerpo en la segunda venida del Señor?

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 1 Corintios 15:51-54

Seremos transformados y tendremos cuerpos incorruptibles semejantes al de Jesús.
Vemos, pues, que la redención de nuestro cuerpo es parte de la esperanza cristiana para los últimos tiempos. Pero mientras tanto, la obra de Cristo nos provee de los recursos para una vida sana, por nuestra unión con él. Este tema lo trataremos más adelante.

E. LAS EMOCIONES DEL ALMA Y NUESTRA VIDA ESPIRITUAL
Hemos visto que nuestra alma incluye el intelecto, las emociones y la voluntad. La experiencia muestra que la mayoría de creyentes viven según sus emociones y no por la fe. Actúan según su alma y no según su espíritu.
Esto es lo que trae tantos altibajos en sus vidas, porque las emociones son naturalmente fluctuantes. El alma reacciona muy fácilmente a los estímulos externos, y cuando estos estímulos varían, las emociones varían. Fácilmente se pasa de la alegría a la tristeza; del optimismo al pesimismo; de la victoria a la derrota; del entusiasmo a la depresión; del amor al odio.
No permitas que las emociones dominen tu vida espiritual, porque así nunca tendrás estabilidad. Debes dejarte llevar por el espíritu y no por el alma. Deja que tu alma reaccione a los impulsos de tu espíritu, y no al revés. Las emociones producidas por tu espíritu tendrán su causa dentro de tu ser y no en estímulos externos, y tendrás una vida espiritual en constante crecimiento.
Tampoco debes buscar las emociones en tu experiencia espiritual, tratando así de satisfacer tu alma, sino la santidad y la obediencia al Espíritu Santo y a la Palabra de Dios, que es el deseo de tu espíritu. Si lo haces así, las emociones vendrán como consecuencia, pero según y cuando el Espíritu Santo lo quiera dar. ¡Y ten por seguro que habrá gozo y paz en tu vida!
Recuerda lo que dice Dios: "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos."

Memoriza los siguientes versículos

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:23
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20

Lección 32. El Fruto del Espíritu Santo. (Primera parte).

En la lección anterior vimos que somos espíritu, alma y cuerpo, y que la parte de nuestro ser que ha nacido de nuevo y tiene la vida de Dios es nuestro espíritu.
Pero nuestra alma no ha sido regenerada; y aunque experimenta algunos cambios por el nuevo nacimiento, sin embargo necesita ser renovada por la influencia del Espíritu Santo y por la Palabra de Dios.
Parte importantísima de la transformación de nuestro ser por la renovación de nuestra alma, es lo que la Biblia llama el FRUTO DEL ESPÍRITU.

En nuestro avanzar hacia una santidad práctica es fundamental que tratemos sobre este FRUTO DEL ESPÍRITU.
¿Recuerdas que ya lo vimos muy someramente, en "Tu nueva vida en Cristo"? En esta ocasión vamos a desarrollarlo un poco más, buscando aplicar lo que aprendamos a nuestra vida práctica.
Alguien ha dicho que la iglesia está dividida en dos clases de personas: árboles y postes. La diferencia entre ellos es que el árbol tiene vida, se desarrolla y da fruto. El poste no tiene vida ni da fruto, y su destino es podrirse. Dios busca árboles que den fruto, no postes estériles.

A. ¿QUÉ ES EL FRUTO DEL ESPÍRITU?
Lee Lucas 13:6-9. Esta es una parábola, es decir, una ilustración tomada de la vida diaria con un mensaje espiritual. El Señor Jesús usó mucho las parábolas para enseñar verdades profundas de la vida espiritual.
a. Según esta parábola, ¿qué busca Jesús de cada creyente?
Parábola de la higuera. Fruto
b. En Gálatas 5:16-25, ¿qué cosas se oponen entre sí en la vida del creyente?
El deseo de la carne y el Espíritu Santo.
c. ¿Cuál es el fruto del Espíritu?
Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, Templanza (Dominio propio)
d. ¿Qué relación encuentras entre los versículos 16 y 18, y el fruto mencionado en el v.22?
Que el fruto se logra por andar en el Espíritu y ser guiado por el Espíritu Santo.

El fruto del Espíritu es el resultado de la rendición de tu voluntad como creyente, permitiendo que se manifieste la naturaleza divina implantada en tu espíritu. Si el Espíritu Santo está señoreando en tu espíritu, y tu alma se deja guiar por tu espíritu, se produce el fruto.
El fruto tiene que ver con el carácter cristiano y con nuestra santidad. Tiene que ver con lo que somos. En este sentido es el aspecto más importante de nuestra vida, por encima de los dones o de lo que hagamos para el Señor.

B. ANALIZANDO EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Gálatas 5:22-23 dice: "Mas el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza".

Vemos que hay nueve aspectos del fruto; es decir, nueve facetas de un carácter rendido a la influencia del Espíritu Santo, y que refleja el carácter de Cristo. Analicemos estos nueve aspectos en el orden en que son mencionados.
1. AMOR
Se trata del amor de los sentidos o de los sentimientos, que nacen por algún estímulo externo. Sino el amor ágape, que nace del espíritu, y motivado por el ágape de Dios.
Este amor, como parte del fruto del Espíritu, se dirige en primer lugar a Dios, y luego a los demás, permitiendo que el amor de Dios fluya por medio nuestro a nuestros hermanos, parientes, amigos, o aún a los que no lo son.
Cómo describe 1 Corintios 13:47 el amor ágape?:

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7

Recuerda que no se trata de sentimientos o emociones despertados por personas que nos puedan caer simpáticas o atractivas, ni gratitud por los que nos hacen bien.
Si Dios nos ama tal como somos, perdonándonos nuestras debilidades, rebeldías, pecados, defectos, etc., ¿por qué no podemos amar a los demás, perdonándoles también sus faltas? Y más si consideramos que Dios las ama también, y que Cristo murió por ellos justamente para liberarlos de esos pecados, y sanarlos de sus flaquezas.
Amar, pues, es dejar que el amor de Dios fluya a través nuestro hacia todos los demás, aún a nuestros enemigos. Se recibe de Dios por su presencia en nosotros.

2. GOZO
Nada más lejos de la realidad que el concepto de que un cristiano es una persona apagada, sin alegría, sometido a estrictas normas de conducta que lo aprisionan.
En Juan 7:38, Jesús prometió: "El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva". Y esta es la experiencia de cada creyente que es llenado con el Espíritu de Dios.
Ya al convertirnos, experimentamos gozo por el perdón de Dios, la seguridad de vida eterna y la libertad que sentimos. Hay gozo por las bendiciones de Dios, la sanidad de nuestros cuerpos, etc. También en la comunión con la familia de Dios.
Pero el gozo como parte del fruto del Espíritu es algo profundo e inexplicable; es un estado permanente del alma al conocer más y más al Señor en la comunión con Él y con su Palabra. Es gozo que no depende de las circunstancias, sino de que nuestro corazón está latiendo al unísono con el corazón de Dios.

a. Según Juan 15:9-11, ¿Cuál es la causa de nuestro gozo?
El saberse amado de Dios y al guardar sus mandamientos.
b. 2 Corintios 7:4. ¿En qué circunstancias tenía gozo Pablo?
En todas las tribulaciones.
c. En Filipenses 4:4. ¿Cuándo debemos estar gozosos?
Siempre.
d. Según Santiago 1:2, ¿en qué circunstancias debemos sentirnos sumamente gozosos?
Cuando nos encontramos en diversas pruebas.
e. En Nehemías 8:10, ¿qué es nuestra fortaleza?
El gozo del Señor.

El GOZO es el sentimiento que acompaña al amor y resulta de él. Sólo el que ama y es amado tiene gozo. El mundo puede proporcionar alegría efímera y superficial, pero que desaparece cuando desaparece el estímulo.
Sólo el amar a Dios y el sabernos y sentimos amados por Dios produce gozo permanente y profundo, y que perdura en cualquier circunstancia. Es el gozo que da un sentido de plenitud en la vida. Este es el gozo que hace que el cristiano pueda cantar en medio de cualquier situación, por adversa que sea, tal como lo expresa el salmista en el Salmo 149:1-5.

3. PAZ
PAZ es: "Tranquilidad y sosiego del ánimo, en contraposición a la turbación y las pasiones". Es una de las cosas más buscadas y ansiadas por el ser humano, pero lamentablemente también una de las más esquivas.
La razón para ello es simplemente el pecado humano.
En Juan 14:27 Jesús dice que la paz que él nos da no es como la del mundo: superficial y frágil, que se rompe con cualquier cosa. Piensa por unos momentos en cómo pretende lograr la paz el hombre a nivel personal, a nivel nacional y a nivel mundial, y cuáles son sus resultados.

a. En Isaías 26:3, ¿quién será guardado en completa paz por el Señor, y por qué?
Cuyo pensamiento persevera en Dios y ha confiado en El.
b. En Juan 16:33, ¿qué razón tenemos para nuestra paz, aun en medio de las aflicciones del mundo?
Tener paz en Jesús confiando en El.
c. Según Romanos 5:1, ¿Cuál es la base para nuestra paz con Dios?
Justificado pues por la fe, tenemos paz con Dios por medio de N.S. Jesucristo.
Esta es la clave. Tenemos paz con Dios por la obra de Cristo en la cruz; sabemos que nuestros pecados han sido perdonados y olvidados para siempre por Dios; gozamos de su amor y de su protección, y tenemos la seguridad de la gloria de Dios. ¡Entonces podemos tener paz en medio de las tormentas de la vida!
Cuando tenemos paz con Dios, tenemos paz con los demás, y también con nosotros mismos. Nuestro ser se integra y equilibra, y ya no tenemos los conflictos internos que se proyectan en nuestras relaciones con los demás.
d. ¿A qué nos exhorta la Palabra de Dios en 1 Pedro 3:11?: Romanos 12:17-18.
Apartarse del mal y hagan el bien.

Busque la paz y sígala.

"En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado" (Salmo 4:8)

Esta es la experiencia de muchos, quienes cuando recibieron a Cristo, dejaron de depender de pastillas para poder dormir… ¡GLORIA A DIOS!
Lee Romanos 8:28-39, y ¡alaba a Dios por hacerte más que vencedor en Cristo Jesús! ¡Disfruta de la paz que Dios te da porque has puesto toda tu confianza En El! Amor, gozo y paz, ¡qué bendita trilogía como regalo de Dios a sus hijos!

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:28-39

Memoriza los siguientes versículos

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:22
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23.

Lección 33. El Fruto del Espíritu Santo. (Segunda parte)

Permíteme recordarte que lo importante de estos estudios es aplicar la enseñanza de la Palabra de Dios a tu vida práctica. De manera que al considerar los seis siguientes aspectos del fruto del Espíritu, ora para que el Espíritu Santo te revele si tu carácter cristiano está fallando en alguno de estos aspectos, y pide al Señor que te ayude a que este fruto del Espíritu se dé en tu vida a plenitud, por medio de la renovación de tu alma a la imagen de Cristo.
Recuerda que el crecimiento hacia la madurez es un principio de la vida en cualquiera de sus formas.
Ahora que hemos visto en la lección anterior los primeros tres aspectos del FRUTO DEL ESPÍRITU: amor, gozo y paz, continuemos con los siguientes aspectos: paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza o dominio propio.

A. PACIENCIA
Este aspecto del fruto del Espíritu tiene que ver con nuestro trato con los demás. No es el "aguantar" estoicamente, "apretando los dientes"; ni es indiferencia, apatía o la reacción natural de un temperamento flemático. Tampoco es hacer las cosas con lentitud o parsimonia, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.
La paciencia, como una parte del fruto del Espíritu, es la inmutabilidad ante la provocación. Es el soportar los maltratos sin resentimiento, ira ni deseo de revancha. Es la aceptación de las pruebas y sinsabores de la vida sin enojo ni amargura. Es estar tan seguros del amor de Dios; del camino que transitamos y de la meta hacia la cual transitamos por la vida, que los incidentes no nos pueden apartar de esa serena certeza. Y que todo es controlado y preparado por Dios para nuestro supremo bien.

a. En Santiago 5:7-8, ¿por qué espera con paciencia el labrador?
Espera el precioso fruto.
b. ¿Y por qué debemos tener paciencia los creyentes?
El Señor viene pronto.

¿Te das cuenta que una de las bases de nuestra paciencia es la esperanza? Job exclamó: "¡Yo sé que mi Redentor vive!", y eso le permitió tener tanta paciencia ante las pruebas.
Dios tiene paciencia con nosotros, porque conoce nuestras debilidades, pero al mismo tiempo conoce sus propios planes para con nosotros, y lo que hará al final de los tiempos cuando culmine el proceso de nuestra redención. El tiene planes eternos para nuestro supremo bien.
Debemos tener esa misma paciencia para con nuestros hermanos en Cristo, porque el Señor está tratando personalmente con cada uno de sus hijos, y tenemos la esperanza de que Él nos terminará de perfeccionar a todos.
AMOR + ESPERANZA = PACIENCIA

¿En qué debemos tener paciencia según los textos siguientes?
a. Efesios 4:2: En amor…
Contada humildad y mansedumbre soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.
b. 2 Tesalonicenses 1:4.
Persecuciones y tribulaciones que soportáis.
c. 2 Timoteo 4:2:
Predicar la palabra, instar, redarguye, reprende con toda paciencia y doctrina.
d. Hebreos 6:12
Por la fe y la paciencia heredan las promesas.

B. BENIGNIDAD
Es la amabilidad que surge de un corazón que ama. Tiene que ver con las actitudes para con los demás. Es lo contrario de un carácter áspero y tosco. "¿Recuerdas 1 Corintios 13:4: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia…"? En ese texto también se nos dice que la benignidad es resultado del amor agape, del amor de Dios.
Todos deseamos que nos traten bien, con amabilidad. El fruto del Espíritu nos lleva a tratar bien a los demás, aunque ellos no nos traten bien.

a. Efesios 4:32. ¿Cómo debemos ser unos con otros?
Benignos, misericordiosos, perdonando como Cristo nos perdonó.
b. Colosenses 3:12. ¿De qué debemos vestirnos?
Como escogidos de Dios… de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
c. ¿Cómo debemos hablar con los demás según Colosenses 4:6?
Con gracia…para que sepamos responder a cada uno.

C. BONDAD
Es la cualidad de una persona regida por lo que es bueno, y cuya meta es el bien. No es "blandura", porque muchas veces por bondad tenemos que ser duros, como cuando disciplinamos a nuestros hijos. Es también resultado del amor, porque por amor deseamos lo mejor para los demás.
El Señor Jesús fue benigno con la mujer pecadora, pero fue bueno en la purificación del templo a pesar de su energía.
De la misma manera, cuando los padres castigan justamente a sus hijos, no lo hacen por malos sino por buenos, porque desean su bien. El problema surge cuando los padres castigan para desfogar su ira, y no por amor.

a. Romanos 11:22. ¿Con qué actitud está unida la bondad en este texto?
Con la severidad.
b. Romanos 15:14. ¿Para qué nos capacita la bondad?
Llenos de bondad y de todo conocimiento para poder amonestarnos los unos a los otros.
c. En Efesios 5:9, ¿con qué virtudes va unida la bondad?
El fruto del Espíritu Santo es toda bondad, justicia y verdad.

Vemos, pues, que ser buenos no es ser tolerantes con el pecado o con el mal, sino desear y hacer todo aquello que promueva el verdadero bien, bien que está inseparablemente unido a la justicia y a la verdad de Dios. Siempre la bondad estará de acuerdo con la Palabra y con la santidad de Dios.

D. FE
No se refiere a la fe salvadora, que es don de Dios a todo creyente (Efesios 2:8), ni a la fe que se apropia de las promesas de Dios, sino a la actitud de certidumbre y confianza inalterables en la realidad y fidelidad de Dios, y que llega a formar parte del carácter de un creyente lleno del Espíritu.

a. En Hebreos 11:32-39, ¿Qué produjo la fe de estos hombres?
Conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas.
b. ¿Fue todo positivo o halagador para ellos?
No.
c. En 1 Corintios 13:13, ¿qué cosas permanecerán cuando las demás desaparezcan?
Permanecen la fe, la esperanza y el amor.
(Nota que la fe mencionada permanecerá juntamente con la esperanza y el amor, aún cuando ya no sean necesarias la fe salvadora ni la fe para apropiarse de las promesas, porque nuestra salvación se habrá completado y ya estaremos disfrutando del cumplimiento de todas las promesas de Dios. Es porque se refiere a la fe como manifestación del fruto del Espíritu, como rasgo de nuestro carácter, que permanecerá por la eternidad.)
d. En 2 Corintios 5:6-9, ¿cómo es la vida del que tiene fe como rasgo de su carácter?
Vive confiado.

E. MANSEDUMBRE
Mansedumbre es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos los tratos de Dios con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos. Como consecuencia, también considera que los maltratos e insultos de los hombres malos son permitidos y empleados por Dios para la disciplina y purificación de sus elegidos.

a. Números 12:3. ¿Cómo era Moisés?______Manso____________________
b. Mateo 11:29. ¿Cómo era Jesús?_________Manso____________________
c. ¿Por qué crees que Moisés y Jesús fueron mansos?
Porque sabían lo escrito anteriormente.
d. En Santiago 3:13, ¿cómo se demuestra la verdadera sabiduría?
Es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía…
e. En Efesios 4:2, ¿con qué está relacionada la mansedumbre?
Con la humildad.
f. ¿Qué promesa hay para los mansos?

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Mateo 5:5
Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
Salmos 25:9
En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Salmos 34:2
Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
Salmos 37:11

F. TEMPLANZA (DOMINIO PROPIO)
Dice 2 Timoteo 1:7: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". "Templanza" o "dominio" es traducción de la palabra griega eukrateia, que significa "fuerza, poder". Es el resultado de ejercer la fuerza de voluntad, el dominio propio para no hacer aquellas cosas que no agradan a Dios o que nos hacen daño.
No se aplica solamente a la bebida, sino a todo exceso dañino como la glotonería; el vicio de la televisión; la pereza o el exceso en el trabajo; o a nuestra actitud ante las tentaciones: la sensualidad, el dinero, etc.
La templanza nos ayuda a vivir en un equilibrio sano, propio de la verdadera santidad práctica.

a. Según 1 Corintios 6:19, ¿porqué debemos tener dominio propio para no hacer cosas que nos dañen?
Porque nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y pertenecemos a Dios.
b. ¿Según Santiago 3:1-8, ¿cuál es la prueba de que tenemos realmente dominio propio?
No ofenden de palabra, tenemos dominio sobre la lengua.

Conociendo ahora los nueve aspectos del FRUTO DEL ESPÍRITU, y si el Espíritu Santo te ha revelado cuáles están faltando en tu vida, pues… ¡a alcanzarlos con la ayuda de Dios! Será un proceso de transformación a la imagen de Cristo por medio de la renovación de tu alma. Lo que es imposible para el hombre natural, es posible para ti, ¡porque ahora tienes la vida de Dios! Comienza cada día pidiendo al Señor que te llene de su Espíritu, y que tu vida pueda mostrar el FRUTO DEL ESPÍRITU, para gloria de Dios. Haz tuyas las palabras de Pablo: `Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).

Memoriza los siguientes versículos

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:22
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23

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