Versículos de Poder, Sanidad y Milagros.
(Hechos 1:8)
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
(Hechos 2:4) Lo recibieron. Y nosotros también si tuvimos la misma experiencia.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
(Mateo 22:29)
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
(Lucas 9:1)
Habiendo reunido a sus… discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
(Hechos 9:34)
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.
(Hechos 3:6)
Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
(Marcos 16:17)
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
(Marcos 16:18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
(Marcos 16:20)
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
(Hechos 19:11)
Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,
(Romanos 15:18)
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 15:20)
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio.
(Hechos 14:9)
Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,
(Hechos 14:10)
dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
(Lucas 9:2)
Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
(Lucas 10:19)
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
(Hechos 16:18)
Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
(Mateo 17:20)
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
(Lucas 17:6)
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
(Hechos 8:5)
Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
(Hechos 8:6)
Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
(Hechos 8:7)
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
(Hechos 8:8)
así que había gran gozo en aquella ciudad.
(Hechos 19:6)
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
(Hechos 28:5)
Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
(Hechos 28:8)
Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
(Hechos 28:9)
Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
(Santiago 5:14)
Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite.
(Santiago 5:15)
Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará.
(Santiago 5:16)
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder.
(Santiago 5:17)
El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.
(Hechos 14:3)
Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.
Jesús dijo: (No hay nada que Jesús no pueda hacer).
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18-19
Y ese mismo es nuestro llamado:
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20:21
Esto dijo Dios de Jesús:
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová…. a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Isaías 61:1-3
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Mateo 4:23,24
El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias; Salmos 103:3
Hay que entender esto: Todo lo que te pasó fue parte de un plan de Dios para tu vida.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28
El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas. Salmos 147:3
Nos envió a los cristianos a hacer lo mismo que El:
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo. Mateo 10:8
y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Lucas 10:9
Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Marcos 16:9
Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Marcos 5:15
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia. Daniel 4:34-37
que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 2 Timoteo 3:5
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. Mateo 15:14
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. Tito 3:9
Un reconocido psicólogo cristiano y pastor, dijo: La mayoría de las en enfermedades son funcionales, creadas por conflictos emocionales y espirituales.
Hay una minoría que dependen de una falla de la máquina, que es el cuerpo."
Esto también es verdad en la vida espiritual. Muchas veces un verdadero creyente, sincero, que desea crecer en santidad y agradar al Señor, sin embargo experimenta conflictos y derrotas. Por más que estudia la Palabra de Dios y ora, no puede tener victoria en ciertas áreas de su vida, o le es difícil una relación armoniosa aún con los hermanos en la fe.
Estas situaciones, en muchos casos se deben a heridas del alma; y en otros a ataduras u opresiones espirituales. Vamos a ver algunos aspectos importantes de las heridas del alma, y cómo recibir sanidad divina si las tenemos; y en la próxima lección veremos el tema de las opresiones espirituales.
A. QUÉ SON HERIDAS DEL ALMA
Por los psicólogos, sabemos que nuestra mente (o alma) tiene tres niveles: lo consiente, lo subconsciente y lo inconsciente. Sólo entre 10 a 15% de nuestra actividad mental es consiente. El resto es subconsciente o inconsciente.
La conciencia es aquello que se sabe con claridad, que podemos reconocer libremente. La subconsciencia es el dominio de las emociones y complejos en oposición al reino consciente de la razón. En el subconsciente suelen reinar pensamientos, sentimientos y deseos egoístas, mientras que en lo consciente suelen predominar las tendencias de carácter social. El inconsciente es el reino de los pensamientos incontrolados,
que no recordamos en absoluto, pero que están activos.
Los trastornos de la personalidad se deben generalmente a traumas durante la niñez. También muchos de los conflictos del creyente tienen
su origen en esos traumas, tanto de la niñez como en tiempos posteriores.
"Nada se olvida; la mente es como una inmensa grabadora; todo lo que hemos dicho, visto, oído y vivido lo tenemos dentro. Por tanto se expresa y a veces nos traiciona."
Cuando nos convertimos, la influencia del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios modifican muchos de los valores y conceptos de nuestro consciente. También empieza a sujetar al subconsciente, lo que se va acentuando en la medida que el creyente avanza en su entrega al señorío de Cristo. También puede sanar algunas de las dolencias del inconsciente.
Pero otras heridas pueden permanecer abiertas; traumas guardados en lo profundo del inconsciente que afectan la vida consciente del creyente, y por lo tanto su vida espiritual y su crecimiento en santidad. Estas son las neurosis en el lenguaje psicológico, pero que Cristo también vino a sanar:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido… me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos… a poner en libertad a los oprimidos…" (Lucas 4:18).
Al considerar lo que sigue, pide al Señor Jesús que por medio de su Espíritu Santo te revele si en tu propia alma hay alguna herida no sanada, y que está frenando tu crecimiento en santidad.
B. CAUSAS DE LAS HERIDAS DEL ALMA
No siendo este un curso de psicología, quizá algunos de los conceptos o términos que emplearemos no se ajustarán estrictamente a los usuales en esa disciplina. Más bien son resultado de la experiencia de siervos de Dios que han tenido fruto en la sanidad de las dolencias del alma, y confirmadas vez tras vez en nuestra propia experiencia en este campo.
1. Traumas de la edad prenatal
Está probado que las vivencias de una madre en gestación afectan a la criatura en su vientre, y que esas emociones pueden producirle
traumas. Algunas de estas emociones son:
a. Rechazo al embarazo por razones económicas; por ser fruto de una violación; por temor a perder su libertad, etc.
b. Rechazo al nacimiento por temor al dolor, por algún peligro o por cualquier otra causa.
c. Angustia, tristeza, miedo, odio, humillación, etc.
d. Sentimiento de culpa por algún pecado.
2. Traumas de la niñez
Es la edad más sensible a las experiencias traumáticas. "El niño es como el cemento fresco… el adulto es como el mismo cemento, pero endurecido". Algunas de las causas más comunes de traumas son:
a. Experiencias de miedo: haber quedado solo en un lugar oscuro o encerrado; haber sido mordido o amenazado por un animal; haber estado a punto de ahogarse; un incendio; etc.
b. Humillación: haber sido avergonzado por el profesor ante los demás alumnos; haber sido despreciado públicamente; algún accidente que lo ha dejado en ridículo, etc.
c. Sentimiento de rechazo porque fue dejado de lado por la llegada de un nuevo hermanito; porque nadie le hacía caso en el colegio por su aspecto físico, etc.
d. Resentimiento por falta de amor de los padres, real o supuesta; favoritismo hacia sus hermanos; ofensas, etc.
e. Haber sufrido abusos sexuales; haber sido obligado a prácticas sexuales, especialmente contra-natura.
3. Traumas de la edad adulta
Desengaños amorosos; fracasos en el trabajo; humillaciones; violaciones; experiencias homosexuales; abortos; crímenes, etc.
C. SINTOMAS DE DOLENCIAS DEL ALMA
Es importante pedir discernimiento al Espíritu Santo para descubrir los casos reales de dolencias del alma, pues algunos de los síntomas pueden deberse a un pecado no renunciado, o algo malo de lo cual no se ha arrepentido, o alguna forma de opresión por parte de espíritus malignos.
Esta no es una lista completa, sino de referencia. Si tienes algunos de los síntomas siguientes, es posible que sea debido a algún trauma (o descompensaciones hormonales o agotamiento nervioso o estrés pasajero por situaciones diversas que estés pasando).
a. Tristeza frecuente sin causa aparente; llanto continuo; llanto angustioso al ser ministrado con imposición de manos o en momentos de gran unción y presencia de Dios en una reunión de cristianos llenos del Espíritu Santo.
b. Rechazo a sí mismos; auto concepto bajo; sentimiento obsesivo; dificultad para relacionarse con otros etc.
c. Amargura; espíritu crítico; rechazo a ciertas personas; el juzgar duramente ciertos pecados; hipersensibilidad.
d. Temor obsesivo a la oscuridad a lugares cerrados, etc.
e. Rechazo a relaciones sexuales normales.
f. Dificultad para recibir el llenamiento con el Espíritu Santo.
g. Problemas psicosomáticos (síntomas de enfermedades que no tienen una causa orgánica).
Muchas veces el Espíritu Santo revela algún problema oculto por medio del don de palabra de ciencia. Cuando esto sucede es mucho más fácil su sanidad.
D. FUNDAMENTOS BIBLICOS PARA LA SANIDAD DEL ALMA
Ahora que esa experiencia traumática escondida en tu inconsciente ya ha sido traída a tu consiente, ya puedes apropiarte de la sanidad que Cristo ha logrado para ti en la cruz, aplicándola específicamente al trauma causante de la herida.
Veamos fundamentos bíblicos para tu sanidad.
¿Algunos de tus sufrimientos fueron desconocidos por Dios?
Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro? Salmos 56:8
¿Conoce Dios todas las circunstancias de tu vida, incluso las que te produjeron traumas?
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender. Salmos 139:1-6
¿Conocía Dios lo que tú estabas sufriendo en el vientre de tu madre?
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas. Salmos 139:13-16
¿Qué hará Jesús con tus traumas?
El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas. Salmos 147:3
Si has guardado resentimiento contra alguien, ¿que debes hacer para ser perdonado de ese pecado?
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Lucas 6:37
Considera que cualquier persona que te hizo daño, lo hizo porque él o ella, a su vez tenía sus propios traumas, o era esclavo de cadenas de pecado, o aún víctima de ataduras , complejos, opresiones demoníacas o falsas enseñanzas que lo empujaron a hacer lo que hizo en tu contra. Aunque deberá dar cuenta a Dios por su pecado. Dios es el juez justo. Aquí en la tierra y eternamente.
Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza (o castigo) de Dios. 1 Corintios 4:5
Lee Efesios 1:3-5. ¿Te das cuenta que fuiste creado por Dios con propósito eterno? Esto significa que, a pesar de lo que te pudo suceder en tu vida temporal por la causa del pecado humano, Dios lo permitió para cumplir su plan eterno contigo. Dios siempre tuvo el control de tu vida. Romanos 8:16.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, Efesios 1:3-5
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Hebreos 10:10
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, Hebreos 10:12
Añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Hebreos 10:17
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Hebreos 10:22
Si confesamos nuestros pecados, (a Dios) él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
E. PASOS PARA RECIBIR SANIDAD DE LAS HERIDAS DEL ALMA
1. Trae a la memoria, con la ayuda del Espíritu Santo, las experiencias que produjeron traumas en tu alma, y los sentimientos negativos que produjeron en ti en ese momento.
2. Renuncia a esos sentimientos negativos, nombrándolos: temor, resentimiento, angustia, ira, vergüenza, humillación, etc.
3. Perdona de corazón a toda persona que te hizo daño, mencionándola por nombre, y mencionando la acción específica que causó el trauma.
4. Pide perdón a Dios por cada sentimiento negativo; recibe su perdón y perdónate a ti mismo, creyendo y confesándolo con tu boca (Romanos 10:10).
5. Reconoce y confiesa en oración que Jesús sufrió todas las herid de tu alma, y murió en la cruz llevándolas por ti.
6. Pídele que sane esas heridas con el ungüento del Espíritu Santo, y cree de corazón que tu alma es sanada en ese instante por el poder de Dios (Marcos 11:24).
7. ¡Dale gracias por tu sanidad y alaba al Señor porque ahora eres libre! Y podrás avanzar mucho mejor en tu crecimiento espiritual, y hacia una santidad práctica.
Ahora que has confesado todo pecado oculto y reprimido en tu inconsciente ¿Puedes tener todavía algún sentimiento de culpa? = NO NINGUNO
Pero si piensas que las heridas en tu alma son muchas o muy profundas, o si no has podido descubrir las raíces de tu conflicto emocional o espiritual, busca la ayuda de tu pastor o de algún hermano o hermana cristiana con conocimientos sobre este tema, porque en este caso es necesario que alguien te ayude a hurgar en tu inconsciente, y te ministre la sanidad divina para esas dolencias de tu alma (Marcos 16:17-18; Santiago 5:16).
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Marcos 16:17,18
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16
Memoriza los siguientes versículos
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos. Lucas 4:18
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; Salmos 103:2-3
Nota importante: Todas las personas en menor o mayor grado tienen traumas, complejos, temores etc. Si bien Dios nos llamó a ser verdaderamente libres, algunos pueden ser permitidos por Dios por causas que desconocemos (siempre para nuestro bien). Ej. El Apóstol Pablo y su aflicción, que era para que no se vuelva orgulloso. 2 Corintios 12-17. Ej: Pueden ser temores de no ir a algún lugar permitidos por Dios para cumplir sus propósitos etc. Mateo 2:19-23. Nunca como Pastores debemos estar obsesionados para dejar "perfectas" a las personas porque eso será solamente en el cielo.
Vamos a ver la enseñanza bíblica sobre la SANIDAD DIVINA. Si nuestro cuerpo ha sido separado para Él, (apartado para Dios y El vive en nosotros) la sanidad física debiera ser parte de la experiencia del creyente.
Pues es maravilloso ver que el Evangelio no es solamente "buenas noticias" para el problema de nuestro pecado, sino que también es"buenas noticias" para el problema de la enfermedad física. Veamos la enseñanza bíblica al respecto.
A. ¿POR QUÉ HAY ENFERMEDADES?
En la primera lección, vimos que una de las consecuencias del pecado de Adán y Eva fue la entrada del principio de muerte o de corrupción en la raza humana, y que desde entonces la enfermedad es una manifestación de ese principio. Muchas personas creen que Dios les ha enviado una enfermedad, y que Él quiere que estén enfermas. Pero, ¿es así Dios, que puede desear que sus hijos estén enfermos? ¿Qué nos muestra la Biblia? Veamos:
a. Job 2:7, ¿aunque Dios lo permitió, quién causó en realidad la sama maligna en Job?
Satanás
b. Lucas 13:16, ¿quién había mantenido atada a la mujer con enfermedad por 18 años?
Satanás
c. Hechos 10:38, ¿cómo califica la Biblia a los enfermos?
Oprimidos por el diablo.
Con excepción de unas pocas ocasiones en las cuales Dios envía enfermedad como juicio por pecados, la Biblia nos muestra que, en forma general, la enfermedad es: o consecuencia del principio de muerte y corrupción en la naturaleza humana por causa del pecado, o ataque de Satanás sobre el ser humano, en su odio y su deseo de dañar todo lo creado por Dios.
Pero veamos qué ha hecho Dios por la sanidad del ser humano, aparte de ofrecerle perdón de pecados y salvación.
B. LA SANIDAD EN LAS ESCRITURAS
a. Éxodo 23:25. ¿Qué prometió Dios a Israel si cumplía con el pacto?
Quitará toda enfermedad de en medio de ti.
b. Salmo 103:3. ¿Qué hace Dios por nosotros?
Sana TODAS tus dolencias.
c. Isaías 53:4-5. Este pasaje se refiere proféticamente al Señor Jesucristo. ¿Qué haría El con nuestras enfermedades?
Ciertamente llevó El nuestras enfermedades.
d. Mateo 8:16-17. ¿Cómo se cumple la profecía de Isaías 53?
Libró a los endemoniados y sanó a los enfermos. El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.
e. Marcos 16:17-18. ¿Qué prometió el Señor a los que creen, en cuanto a sanidad?
Pondrán las manos sobre los enfermos y sanarán, echarán fuera demonios.
f. ¿Puedes recordar qué enfermedades sanó Jesús en su ministerio terrenal?
TODAS, cualquier enfermedad y dolencia. Diversos tormentos, endemoniados, lunáticos, paralíticos, cojos, ciegos, mudos, mancos. Mateo 4:24; 15:30-31; Lucas 4:18; 19.
g. Santiago 5:14-16. A la luz de este pasaje, ¿Quiere Dios que hayan enfermos entre sus hijos?
No, porque hizo la provisión de sanidad aún como un rito de la iglesia. Los mismos Ancianos (Pastores) de la Iglesia pueden estar no del todo bien pero la promesa es que los enfermos sanarán.
Colosenses 1:13 en el Reino de Dios y en el cielo no hay enfermos. No estamos bajo la potestad de las tinieblas, ni la de Satanás. Hechos 26:18.
Jesús ya venció al diablo y ahora debemos "Repartir el botín" que significa tomar lo que pertenecía al diablo y liberar a sus oprimidos. Lucas 11:22.
Hay privilegios especiales para los hijos de Dios: Mateo 15:26; Marcos 7: 27.
C. FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA SANIDAD
A la luz de estos y muchísimos otros pasajes de las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, podemos establecer, con toda claridad, los siguientes fundamentos bíblicos para la sanidad divina:
1. La enfermedad no fue creada por Dios, sino que entró en el mundo por el pecado de Adán y Eva, como parte del principio de corrupción y muerte: ". . . porque el día que pecares (de él comieres), ciertamente morirás" (Génesis 2:17).
2. Dios, en sus propósitos eternos, dio la solución al problema del pecado mediante la cruz de Cristo, dándonos perdón de pecados, libertad de condenación, y también libertad, de las consecuencias temporales del pecado: la enfermedad. En otras palabras, la sanidad es, conjuntamente con el perdón de pecados, fruto de la expiación de Cristo. "Ciertamente llevó El (Cristo) nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores… herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre El, y por su llaga fuimos nosotros curados… Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isaías 53:4-6).
3. La sanidad de las enfermedades fue uno de los cuatro ministerios básicos de Jesús mientras estuvo aquí: "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, ENSEÑANDO… PREDICANDO el evangelio del reino, SANANDO toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo 9:35). "y con la palabra ECHÓ FUERA A LOS DEMONIOS" (Mateo 8:16).
4. Jesús encarga esos mismos cuatro ministerios a sus discípulos y a la iglesia: "Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios…" (Mateo 10:7-8). "Por tanto, id, y haced discípulos… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:19-20).
5. Dios nos ha dado los recursos y el poder para la sanidad de las enfermedades: "Y estas señales seguirán a los que creen: sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán"
(Marcos16:17-18). "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… (Hechos 1:8). "Porque a éste es dada por el Espíritu… a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu" (l Corintios 12:8-9).
6. El ministerio de sanidad es un privilegio, pero también un mandato para la iglesia: "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará" (Santiago 5:14-15).
7. La sanidad puede ser incluida en la promesa de respuesta a la oración de fe. Y Dios no miente: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis ("que lo habéis recibido", traducción literal), y os vendrá" (Marcos 11:24; Mateo 7:7,11).
D. ALGUNOS PRINCIPIOS DE LA SANIDAD DIVINA
1. Impedimentos a la sanidad
Aunque la sanidad está a disposición de todo hijo de Dios, y es el deseo de Dios que nos la apropiemos, hay ciertas condiciones para que Dios obre dicha sanidad en nuestra vida:
a. Mateo 13:54-58. ¿Por qué Jesús no pudo hacer muchos milagros en Nazaret?
Por la incredulidad de ellos.
b. Santiago 5:16. ¿Qué es necesario para ser sanados?
Confesarse las ofensas, pedir perdón, la oración eficaz.
c. 1 Corintios 11:30. ¿Qué puede causar enfermedades y hasta la muerte?
Pecado, hacer cosas indignas como tomar la cena del Señor indignamente (sin respeto o en pecado)
d. 2 Corintios 12:7-9. ¿Por qué Dios no quitó el aguijón de Pablo?
Para que no se enorgullezca, sin embargo en Hechos 19:11 dice que Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo.
Aunque es la voluntad general de Dios el sanar, pueden haber algunas ocasiones en que, por alguna razón que no sabemos, El retenga la sanidad. Esperemos que Dios obrará sanando conforme a sus promesas, pero recordemos que El es soberano, y ha dicho: "mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos" Isaías 55:8 Dios reprochó a Job y a sus amigos por pretender tener razones para el obrar de Dios.
2. La enfermedad y espíritus de enfermedad
Jesús, en la mayoría de los casos sanó orando o poniendo sus manos sobre los enfermos. Sin embargo, en algunas ocasiones reprendió espíritus de enfermedad, como en Lucas 4:38-39 y 13:11. No debemos pensar que todas las enfermedades son causadas por demonios o espíritus de enfermedad.
3. La sanidad divina y las medicinas
La fe en la sanidad divina no debe llevarnos a condenar el uso de medicinas ni a los médicos; ni a menospreciar a un hermano porque no tiene la fe suficiente para confiar en Dios para su sanidad; o porque a pesar de su fe, no es sanado. La fe es personal, y al final de cuentas, es un don de Dios (Efesios 2:8). La fe en la sanidad no hace a nadie más espiritual que otro.
4. ¿Cómo recibir sanidad divina?
En las Escrituras encontramos entre otras, las siguientes maneras de recibir sanidad divina:
a. Por medio de la oración de fe (Mateo 18:19; Marcos11:24)
b. Por oración con ungimiento con aceite (Santiago 5:14-16)
c. Por oración con imposición de manos (Mateo 8:3; Marcos 16:17-18)
d. Por el ejercicio de los dones de sanidades (1 Corintios 12:9)
Pero Dios también obra sanidad sobrenaturalmente cuando le alabamos y adoramos unánimemente y de corazón como iglesia, y desciende la unción poderosa de su presencia.
O cuando participamos de la Santa Cena, y nos apropiamos por la fe del poder de la vida resucitada de Cristo para nuestra sanidad.
E. VIVIENDO EN SALUD DIVINA
¡Gracias a Dios por el don de la sanidad! Pero el ideal de Dios es la salud divina para sus hijos. La sanidad divina es la provisión para aquellos que ya están enfermos, pero lo ideal es que vivamos libres de la enfermedad, viviendo por fe y derrotando al enemigo cada vez que quiere afligimos con alguna enfermedad.
Para ello, tenemos que hacer ciertas cosas:
1. Respetar las leyes naturales. Mientras vivamos en este cuerpo estamos sujetos a las leyes que Dios incorporó en su creación física. Vimos en la lección anterior que debemos evitar todo lo que dañe nuestro cuerpo. De otra manera no podemos pedir sanidad ni salud de Dios.
2. Ser diligentes en la meditación de la Palabra (Proverbios 4:20-22).
3. Consagrar nuestras vidas al Señor (Romanos 12:1-2; Santiago 4:7-8; 1 Pedro 4:7-11; Efesios 5:17).
4. Apropiamos por fe, definitivamente, de todos los beneficios de la expiación de Cristo (Isaías 53:4-5); y de nuestra unión con Él (Gálatas 2:20).
5. Ejercer la autoridad que Cristo nos ha dado sobre los demonios, tan pronto percibimos un ataque de un espíritu de enfermedad (Lucas10:19).
6. Vivir llenos del Espíritu Santo, y siendo guiados por Él en todo y vivir en la voluntad de Dios. (Romanos 8:9-14). Nota especialmente el versículo 11.
El resultado de cumplir esto, será ¡una vida de salud para servicio de Dios y para testimonio de su gloria!
Memoriza los siguientes versículos
"Él es quien perdona tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias." Salmo 103:3
"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53:45
¡Sanen a los enfermos! esa es mi orden, independientemente de cómo ustedes (y ellos) se sientan o estén.
Aparecerán miles de enfermedades incurables y enfermos incurables: ¡OREN POR ELLOS! ¡YO YA LES HE DADO LA ÓRDEN Y EL PODER! (nos dice Jesús).
(Mateo 10:8)
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
(Mateo 10:8) VP
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
(Lucas 10:9) (De una ciudad entera)
Sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
(Santiago 5:14) Tú eres un anciano de la Iglesia: tu oras a mí y yo lo levantaré.
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
(Santiago 5:14)
Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite.
(Santiago 5:15)
Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará.
(Santiago 5:16) Esta es una orden mía. ¡Háganlo!
Oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder.
(Mateo 7:7) Si piden yo responderé.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
(Juan 15:7)
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
(Juan 16:24) ¡PIDAN!
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
(Marcos 11:24)
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
(Juan 14:13)
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
(Juan 14:14)
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
(Juan 16:23)
De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
(Lucas 24:49)
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
(Hechos 1:8) pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
(Hechos 2:4) ¡YA LO RECIBIMOS! ¡YA DIÓ EL PODER! ¡Entonces actuemos guiados por el espíritu Santo!
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
(Lucas 9:1)
Habiendo reunido a sus discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
(Romanos 15:18) Pablo lo sabía y actuaba conforme a lo recibido.
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 9:17)
Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
(Juan 15:16) El nos «metió en esto» Jesús nos manda a hacerlo.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
(Marcos 10:27)
Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
(Lucas 1:37) Si hay algo imposible ¡Entonces puede hacerse!
Porque nada hay imposible para Dios.
(Lucas 18:27)
El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
(Mateo 17:20)
De cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.(A nosotros).
Actuar para Milagros
De cierto os digo que CUALQUIERA que dijere a este monte: QUÍTATE y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, LO QUE DIGA, le será hecho. Marcos 11:23
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, Y OS VENDRÁ. Marcos 11:24.
Debemos nosotros decirlo, guiados por el Espíritu Santo, en el momento de Dios. Debemos actuar sobre su palabra. Orar, ordenar, imponer manos, ungir con aceite, decir en el nombre de Jesús, (el ya nos ha dado el poder de su nombre y el poder del Espíritu Santo). Debemos actuar sobre sus promesas, decir su palabra. Debemos sanar enfermos, echar fuera demonios, limpiar leprosos, resucitar muertos (hacer cosas imposibles) debemos actuar y movernos cuando Jesús nos muestra y orar como Jesús oró ante Lázaro: Padre gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes. Juan 11:41-42. Si crees verás la gloria de Dios. Juan 11:40. Sé que TODO lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Juan 11:22.
Diréis a este monte; Pásate de aquí allá Y SE PASARÁ; Y NADA OS SERÁ IMPOSIBLE. Mateo17:19-20
Leer Marcos 4:35:41 (eso podemos hacer nosotros) Dijo Jesús al viento y al mar: Calla, enmudece y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y Jesús les dijo ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?.
Si no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, SERÁ HECHO. Mateo 21:21
Y todo lo que pidiereis en oración creyendo lo recibiréis. Mateo 21:22.
Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de CUALQUIERA COSA QUE PIDIEREN, LES SERA HECHO por mi Padre que está en los cielos.
Mateo 18:19
SANAD enfermos, LIMPIAD leprosos, RESUCITAD muertos, ECHAD fuera demonios; DE GRACIA RECIBISTEIS, DAD DE GRACIA. Mateo 10:8.
En cualquier ciudad donde entréis… SANAD A LOS ENFERMOS QUE EN ELLA HAYA, y decidles SE HA ACERCADO A VOSOTROS EL REINO DE DIOS. Lucas 10:8-9. Y estas señales SEGUIRÁN a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, NO LES HARÁ DAÑO; SOBRE LOS ENFERMOS PONDRÁN SUS MANOS (Las nuestras) Y SANARÁN. Marcos 16:17-18.
NADA LES DAÑARÁ.
Lucas 10:19.
LES DOY POTESTAD SOBRE TODA FUERZA DEL ENEMIGO: SOBRE TODOS LOS DEMONIOS Y SOBRE EL DIABLO MISMO. Lucas 11:17-20. Resistid al diablo, y huirá (saldrá corriendo) de vosotros. Santiago 4:7
Había un hombre que tomó fe en el nombre de Jesús y aunque estaba solo y sin apoyo de hombre y ni Jesús lo había enviado ni sabía de el, este hombre echaba fuera muchos demonios en el nombre de Jesús. ¡Funciona con "cualquiera"!. Jesús dijo que lo dejen actuar y que el hombre estaba haciendo milagros en su nombre. Marcos 9:38-40.
Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre (nos obedecen como subordinados cuando usamos tu nombre) Lucas 10:17 Sí les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones Y APLASTARLOS. NADA LES HARÁ DAÑO,.. alégrense porque sus nombres están escritos en los cielos. Lucas 10:18-20 NTV.
De cierto, de cierto os digo; El que en mí cree, las obras que yo hago, el las hará también (YO, USTED Y CADA CRISTIANO) Y AUN MAYORES HARÁ. Y todo lo que pidiereis al Padre EN MI NOMBRE; LO HARÉ. SI ALGO pidiereis en mi nombre, YO LO HARÉ.
Juan 14:12-14.
De cierto, de cierto os digo, que TODO cuanto pidiereis al Padre EN MI NOMBRE, OS LO DARÁ. Hasta ahora nada habéis pedido en mí nombre; PEDID Y RECIBIRÉIS, para que vuestro GOZO sea cumplido. Juan 16:23-24. PIDAN EN MI NOMBRE Y RECIBIRÁN ALEGRÍA EN ABUNDANCIA. NTV.
LO QUE TENGO TE DOY; (¡Demos lo que ya tenemos, como lo hizo Pedro!) en el nombre de Jesucristo levántate y anda. Hechos 3:6-9.
Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo, que EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO… POR EL este hombre está en vuestra presencia SANO. Hechos 4:10.
Eneas JESUCRISTO TE SANA. Hechos 9:34.
TE MANDO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, que salgas de ella. Y SALIÓ en aquella misma hora. Hechos 16:18.
¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, para que vengan y oren por él y LO UNJAN CON ACEITE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR. Y la oración de fe SANARÁ AL ENFERMO, Y EL SEÑOR LO LEVANTARÁ. Santiago 5:14-15.
OREN LOS UNOS POR LOS OTROS PARA QUE SEAN SANADOS. Santiago 5:16 NTV.
RECIBAN EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO Y SU PODER Y… ¡VAYAN Y ACTUEN EN MI NOMBRE!
En hechos 1:8 Jesús les dijo recibiréis poder o sea que aún no lo tenían aunque ya habían sido comisionados, habían hablado y recibido instrucciones de Jesús resucitado por cuarenta días, pero recibieron el poder en Hechos 2:4 y hablaron en lenguas como señal externa. No fue que al ver a Cristo resucitado se llenaron de fe y entusiasmo. Solo cuando fueron llenos del Espíritu Santo perdieron el temor, fueron "habilitados", y predicaron con poder. Eso sucedió luego de Pentecostés.
Dios dijo a Moisés en Exodo 4:21 lo mismo que nos dice ahora a nosotros: MIRA QUE HAGAS…TODAS LAS MARAVILLAS QUE HE PUESTO EN TU MANO.
Y en Exodo 4:30 dice E HIZO LAS SEÑALES DELANTE DE LOS OJOS DEL PUEBLO. ¡HAGÁMOSLAS NOSOTROS! ¡ES UNA ORDEN DE JESÚS!
Predicador
GUSTAVO ISBERT
Diplomado en Teología
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Calle 32 Nº 1060 Miramar