El Más Grande Llamado
¡Yo soy pescador de almas porque el Señor Jesucristo lo era! La Biblia dice: Palabra fiel y digna de ser recibida por todos
¿Cuál será esta palabra tan importante?
Que Cristo vino al mundo a salvar pecadores (1 Timoteo 1:15)
Lucas 19:10 dice: Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
¡El Señor vino a salvar a los pecadores! Esa fue Su misión.
¡Jesucristo era un pescador de almas, el primero y último, el más grande Pescador de almas que el mundo haya conocido!
El primer grupo que el Señor escogió para seguirle, recibió este reto: Seguidme y yo os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19).
El último grupo que le siguió hasta su ascensión, recibió este mandamiento: “Seréis mis testigos al mundo. Id y haced discípulos a todas las naciones”. Mateo 28: 18-20; Marcos 16:15; Hechos 1:8
Jesucristo era un pescador de almas, el primero y el más grande.
Por esto fue que El vino: a salvar pecadores. Lucas 19:10.
Por esto fue que El vivió, murió, resucitó y envió el Espíritu Santo a sus discípulos: para hacerlos unos efectivos pescadores de almas.
La palabra Cristiano significa: “como Cristo”. Cristo vino a salvar a los pecadores, a buscar al perdido; o sea, que para ser cristianos, ¡tenemos que ser pescadores de almas!
Cristo vive en nosotros y El desea hacer las mismas obras que hizo cuando estuvo en la tierra pero, ahora, a través de nosotros y en nosotros.
¡Sin embargo, hay cientos de miles así llamados “cristianos” que nunca han tenido el gozo de permitirle a Cristo ganar ni una sola alma a través de ellos! ¡Aún más, hay predicadores que nunca han ganado ni una sola alma! Algunos misioneros me han confesado que nunca han ganado ni una sola alma, durante toda su experiencia misionera.
Repito: Ser cristiano significa ser “como Cristo” y ser como Cristo es ser pescador de almas.
¿Será ésta la razón por la cual la Iglesia no está llenando la necesitad espiritual de esta generación?
¿Ya no es la Iglesia un cuerpo pescador de almas?
Como congregación, no lo es; pero, puesto que usted es la Iglesia, el cuerpo de Cristo sobre la tierra; puede permitir a El ganar almas a través suyo. Usted puede ser un factor determinante para ayudar a satisfacer la necesidad espiritual de esta generación.
El Señor llevó su mensaje a los pecadores. El fue donde quiera que ellos estuvieran, a las plazas de mercado, a las esquinas, al pie de las montañas, a las playas y a los hogares.
Los líderes religiosos lo criticaron por hacer esto. “Este hombre a los pecadores recibe y con ellos come” (Lucas 15:2). ¡“Que terrible es la religión sin vida”!
El Andaba con los Pecadores
El Señor se reunía con los pecadores. Les testificaba, les convencía y los ganaba. El no era del tipo “más santo que tú” ni un esnobista de la justicia que guardaba distancias o se preciaba de súper-espiritual. El andaba con los pescadores. Ellos eran su razón de estar aquí en este mundo.
Así debe ser cada cristiano verdadero. Ser como Cristo significa ganar a los pecadores. Su propósito es nuestro propósito. Su misión es nuestra misión. Su plan es nuestro plan. El vino a salvar a los pecadores. Nosotros estamos en el mundo con el mismo propósito.
En Juan 18:37, El dijo: para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Por esta razón estamos en el mundo: para dar testimonio del Evangelio a los pecadores.
El nos ha ordenado: id por los caminos y los vallados y forzarlos a entrar, para que se llene mi casa (con los pecadores) (Lucas 14:23).
El nunca dijo: “Id, tocad las campanas de la iglesia y orad para que entren los pecadores”.
El dijo:”Id y forzadles. Ganadles y traedles. Id por ellos para que mi casa se llene”.
¡Cada discípulo suyo hizo exactamente eso!
Luego de su ascensión sus primeros discípulos actuaron de igual manera. Todos ellos se ocuparon intensamente testificando. Cada creyente era un testigo. Se ocuparon en los mercados, en las calles, en las casas, alrededor de las fuentes públicas, hablando, argumentando, testificando convenciendo, predicando, ganando almas, persuadiendo a los pecadores a creer en el evangelio, ¡tal como lo hizo el Señor!
De hecho, hablaron tanto de Cristo que los críticos con desprecio en sus voces les llamaron “cristianos”. ¡Estos críticos no sabían que realmente Cristo había renacido en ellos! Ellos eran como Cristo, por cuanto ganaban almas, ¡Por esto es que yo soy un pescador de almas: Porque Jesucristo lo era!
La Biblia dice: Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo (Hechos 5:42).
En mi Nuevo Testamento, he subrayado las palabras, y todos los días.
Hoy, muchas Iglesias no abren sino dos o tres veces por semana. Mientras que los cinemas funcionan “diariamente”, al igual que los salones de baile, las tabernas, los clubes nocturnos, licorerías y casas de mala fama y de diversión.
Muy a menudo la Iglesia (el edificio) funciona solamente los domingos. Pero, la Iglesia real somos usted y yo. Nosotros somos el cuerpo de Cristo. Cristo puede ministrar y testificar a través de nosotros cada día, sin tener en cuenta que el edificio de la iglesia puede estar abierto o cerrado.
Los primeros cristianos estaban todos los días, en el templo y por las casas enseñando y predicando al Señor Jesucristo.
Testificando en este Siglo
Los cristianos pueden recuperar el celo y pasión de la Iglesia Primitiva, para que muchas personas no se pierdan mientras una Iglesia sin vida se asienta tranquila en sus bancas y espera que le pongan el alimento (que a ellos les gusta) en sus bocas (sino se van). Pueden también recobrar la verdad espiritual de que Cristo vive en cada verdadero Cristiano, y de que Cristo puede ministrar única y exclusivamente a través de los cristianos.
Debemos animar a cada convertido a ser un testigo con el poder del Espíritu Santo ¡EN TODO MOMENTO! Debemos entrenarlos para ganar almas, aprender a testificar y como hacer entregar una persona a Cristo allí donde la encuentre y a “gastar la suela de los zapatos” llevando su pequeña cruz de “incomodidad y de tiempo” para ofrecérselos al Señor para salvar a sus amados hijos perdidos.
Un Mundo Hambriento
El mundo tiene hambre. La gente está confundida. Ellos están buscando. Están perdidos. Ellos no van a la Iglesia.
Aunque buscando y ansiosos, casi nunca reciben un verdadero testigo del Evangelio. Inundan los consultorios de los psicólogos y psiquiatras. Ellos son los conejillos de Indias que los psicoanalistas utilizan para aplicar cada nueva teoría psíquica de moda.
Los niños están confundidos. Los adolescentes andan a la deriva. Los padres en disgustos y peleas. En el hogar reinan la inseguridad y el temor. Los sustitutos de la estabilidad familiar son la bebida y la perversión.
La enfermedad, el malestar, la fatiga mental, el vacío espiritual siguen sin que se les de la debida atención. Existencias agobiadas son las que se encuentran tras aquellas elegantes casas de bonita apariencia.
Detrás de aquellas puertas hay un mundo abierto para el ministerio del cristiano, pero, los millones de miembros que constituyen la Iglesia, nunca se han acercado a esas puertas.
Oramos por la salvación de los pecadores. Pero, el Señor dijo; “¡Id y traedlos!”. Pero, si no vamos, se irán al infierno mientras oramos por ellos. Cristo solamente puede hablarle a través de nosotros. Somos sus piernas, Su voz, Sus manos, Su cuerpo.
La mayor necesidad actual es la de especialistas para ganar almas, lleno de Espíritu Santo.
La tradición de alguna forma nos ha enseñado, que sólo pocos “evangelistas” son pescadores de almas, esto no es así Jesucristo no nos pidió en la Gran comisión de Mateo 28:20; Marcos 16:15-20. que vayamos sino que NOS ORDENÓ a cada cristiano que prediquemos el evangelio y lo enseñemos (completo) “todas las cosas que les he MANDADO” a los que lo necesites (es decir a todos).
Primero, un Cristiano
Un pastor dice: “Oh, yo no soy un pescador de almas. Yo nunca pude tratar con los pecadores. Mi llamado es a pastorear, a cuidar a la manada”.
¿Quién fue el más grande Pastor?
¡Jesucristo!
El fue también el más grande pescador de almas. Si yo fuera pastor me gustaría seguir Su ejemplo.
Algún otro dice: “¡Oh, no! Yo nunca hago llamados al altar. Yo no soy bueno para eso. Ese no es mi llamado. Mi don es el de enseñar”.
¿Quién fue el más grande Maestro?
¡Jesucristo!
El también fue el pescador de almas más grande del mundo. Si yo fuera maestro, seguiría el ejemplo de Cristo, de enseñar, de forma que pudiera ganar almas.
¡Yo debo ser un pescador de almas porque el Señor fue uno y ahora, El está en mí!
Otro diría: “Oh, definitivamente ese no es mi llamado. El don mío es enseñar profecía”.
¿Quién fue el más grande Profeta?
¡Jesucristo!
El fue también un pescador de almas.
Algún otro especialista diría: “Yo enseño significados y símbolos del Antiguo Testamento. Yo no soy pescador de almas. Yo ministro a la Iglesia”.
¿Quién hizo esto mejor que Jesucristo? Ninguno.
Pero El ganaba almas cuando enseñaba.
Hay un hecho que hemos descuidado: Antes de que usted fuera pastor, fue cristiano (como Cristo).
Primero que todo, su llamado como cristiano es ganar almas.
Segundo, fue llamado como pastor para cuidar el rebaño.
Todo pastor debería ser pescador de almas, por el hecho de ser cristiano (como Cristo) y Jesucristo fue pescador de almas.
Antes de que usted fuera un maestro, fue cristiano. Y como tal; ese llamado es testificar y a ser pescador de almas. Posteriormente, recibió el don de maestro para enseñar a los cristianos.
Antes de que usted recibiera el don para predicar o enseñar profecía en la Iglesia, fue un cristiano. Como tal, su primer llamado es ganar almas, el segundo llamado es profetizar.
Primero, un cristiano-pescador de almas. Segundo un pastor.
Primero, un cristiano-pescador de almas. Segundo un maestro.
Primero, un cristiano-pescador de almas. Segundo un músico, cantante, locutor.
¡Siempre en primer lugar, un cristiano-pescador de almas!
(Mateo 4:19)
Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
(Mateo 4:19)
Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!».
Tres Testimonios
¡Primero que todo debemos ser un pescador de almas!
Este es un principio en el Reino de Dios.
Permítame darle tres pruebas-tres testimonios- de este hecho en Lucas 15:1-10.
Testimonio Número Uno: Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento (versículo 7).
El cielo se regocija cuando el que estaba perdido es encontrado.
Este pecador que ha sido ganado constituye mayor gozo que los 99 salvos.
En el Reino de Dios, la prioridad es del que estaba perdido.
Testimonio Número Dos: En el reino de los cielos, el Buen Pastor descrito por Jesús: dejando a las 99 en el rebaño y saliendo a las montañas, los sitios peligrosos, afuera en el mundo, a buscar a la oveja perdida (versículo 4).
El Buen Pastor nunca es representado quedándose en el rebaño y cuidando de él, sino alejándose para buscar la perdida. El desea hacer eso mismo a través de nosotros en la actualidad.
Como lo había dicho, éste es un principio en el reino de Dios: ¡Pescador de almas-buscando primero a las almas perdidas!
Testimonio Número Tres: Una mujer en su hogar no es descrita por el Maestro, sentada en una silla, contando y brillando cuidadosamente sus preciadas monedas. Sino más bien, preocupada día y noche buscando diligentemente hasta encontrar la moneda perdida (versículo 8).
Ella lleva su lámpara y busca diligentemente en los rincones hasta que encuentra la moneda perdida; luego se regocija.
Pero, muchas iglesias y congregaciones dan junto con sus pastores, el ejemplo opuesto.
El domingo en la mañana el pastor brilla “las monedas” que no están perdidas, los miembros de la iglesia.
El miércoles por la noche, cuidadosamente las pule de nuevo. Pero, a las perdidas no hay quien las busque. (No estoy criticando a los pastores por predicar en sus iglesias; es su deber. Esto es esencial. Mi punto es: Muy a menudo, esto continúa indefinidamente; y la “moneda perdida” jamás es buscada).
Al domingo siguiente otra brillada. Al próximo miércoles, más ministerio y todo esto dirigido a los salvos.
Entre tanto, les visita un maestro que tiene don para explicar la Palabra a los cristianos y reciben una nueva pulida cada noche durante dos semanas. Y hasta ahora nada para los pecadores.
Luego un predicador de profecía sigue en el turno. Los pecadores siguen desatendidos.
Un instruido hombre sigue en la serie, predicando sobre significados y símbolos. Aún, ninguna llamada al altar para los pecadores.
Luego música y cantos, seguidos por más pulimento. Nadie busca a la “moneda perdida”. “Nadie va tras la oveja perdida”. Cada uno de los “especialistas” de la iglesia permanecen en el rebaño salvo, con las “noventa y nueve”.
A los que están a salvo en el rebaño se les da demasiada atención. Mientras, el mundo se está yendo al infierno, sin ser tocados por los cristianos, sin ser detenidos por los pescadores de almas. Cristo no puede alcanzarlos porque los cristianos no van hasta ellos. Y éstos únicamente verán a Cristo y a su amor a través de nosotros. El anhela ganarlos, pero, solamente puede hacerlo a través nuestro. Dios nunca llamó a nadie a un ministerio que no fuera ganar almas. ¡La esencia misma de ser cristiano es tener a Cristo viviendo en usted—testificando ministrando a través suyo!
Lo principal en el Reino de Dios es ganar almas-
La Iglesia Primitiva tenía amor intenso por las almas.
Ellos eran “como-Cristo”.
Cualquiera que sea su talento en la Iglesia, usted es ante todo un pescador de almas, un testigo, luego: escritor, maestro, pastor, profeta, etc.
¡Sea un pescador de almas, un verdadero CRIS-TIA-NO!
¿Por qué? ¡Porque el Señor Jesucristo lo era!
Allá Donde Están los Pecadores
¡Yo soy un pescador de almas porque la cosecha es demasiado grande!
Después de haber visto en tal número las masas de gente engañadas por religiones supersticiosas, es imposible seguir tranquilo sin tratar de hacer lo que más se pueda para ganar esas almas.
Durante tres décadas, he estado sobre plataformas al aire libre, frente a multitudes de gentes desfavorecidas; entre leprosos, endemoniados, brujos y enfermos desahuciados. He predicado de Cristo a esas multitudes, pues era todo lo que podía hacer para detener mis lágrimas de compasión por ellos.
En todo el mundo esta cosecha de almas está esperando que sea recogida. ¡Esta es la segunda razón por la cual yo soy un pescador de almas: Porque la cosecha es demasiado grande!
Escrito está: Y al ver el Señor las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Mateo 9:36).
Pensando en las multitudes necesitadas, El dijo: Ciertamente la mies es mucha (versículo 37).
¿Qué hizo el Señor para esto? Llamó doce discípulos, les dio poder de echar fuera demonios, de sanar a los enfermos y les envió afuera a ayudar a recoger la cosecha. Luego, llamó setenta más. Después de su ascensión, les otorgó a todos los creyentes el poder para que testificaran con milagros en Su Nombre. El poder más fuerte de todo el universo: El poder del Espíritu santo, el mismo que operó a través de Jesús. Lucas 4:14.
El punto es este: El hizo algo por la mies madura. No se sentó solamente a reflexionar y a orar por ella. Sino que consiguió obreros los preparó, les enseñó, les dió su poder y los puso a trabajar en la siega de los campos.
Puesto que Cristo fue “movido por compasión” cuando vio las multitudes, si nosotros somos “como Cristo”, también tendremos compasión por las almas perdidas. ¿Nos pasa esto a nosotros? ¿A usted?
Un pastor o un cristiano podría decir: “Oh sí, tenemos compasión por los pecadores. Tenemos reuniones especiales de intercesión por la salvación de los perdidos, una vez por semana. Oramos con fe para que los perdidos vengan a nuestra iglesia y se conviertan. Estamos haciendo reuniones especiales para predicarle a los pecadores”.
Pero, Cristo no nos dijo que fuéramos a la iglesia y tocáramos la campana ni contratáramos un predicador especial, o que oráramos para que los pecadores vinieran.
El dijo: Id por los caminos y por los vallados y forzadles a entrar, para que se llene mi casa (Lucas 14:23).
Cuando pensamos en ganar almas, debemos recordar este hecho básico: ¡Los pecadores no van a la iglesia! No podemos alcanzar a los perdidos dentro de la iglesia. Para ganarlos, debemos salir de la iglesia e ir donde ellos están.
Es posible que algunos vengan. Unos pocos se pueden convertir en avivamientos de iglesias (¡y gracias a Dios por eso!) pero, la mayor parte de las multitudes de los perdidos nunca irán a la iglesia. Nunca van a ser contactados dentro de la iglesia.
Nunca encontrarán a Cristo o conocerán Su Amor, porque nunca lo ven o lo oyen a través de nosotros.
En mi opinión también es muy eficaz predicar el evangelio por radios seculares (las que escuchan los no religiosos) pues entra por todas partes. También la televisión que muchos la miran y por el Internet que ya millones saben usarlo y uno llega por ese medio a todo el mundo. Yo trato de hacerlo en los idiomas español e Inglés (este último, es el idioma más “entendible” en el mundo.
Desgraciadamente muchos predicadores que usan estos medios en vez de dar un mensaje directo pierden tiempo y horas de espacio hablando de cosas intrascendentes o muy complicadas para los oyentes o peor aún hablando de sus propios logros e “imperios religiosos” o de dinero. Entiendo que hay que solventar los programas, pero se puede dar un teléfono para hablar recibir consultas sobre ese tema pero no estoy de acuerdo de pedir ofrendas por televisión y otras cosa que desacreditan el mensaje. Repito, entiendo que se necesitan pagar los gastos pero…
Quiero contarles una experiencia que me marcó: Estaba (yo Gustavo) viendo un programa en la televisión cristiana en el cual había muchos predicadores y le daban unos 5 minutos para que hable cada uno y cada uno hablaba de todo menos de ¿Cómo ser salvo? Uno hablaba del templo de salomón, otro del crecimiento de su iglesia, otros de historias del Antiguo testamento hasta que quedaron solo 2 predicadores la anteúltima en hablas era la Hija de T.L.Osborn autor de este libro y a pena le dieron el micrófono comenzó a predicar un mensaje de salvación directo para las personas que nunca escucharon el evangelio, citando admirablemente pasajes de las escrituras y predicando maravillosamente de lo que hizo Jesús para salvarnos (yo que el dueño del canal la dejo hablar todo el tiempo que fuera necesario) pero justo cuando iba a hacer el llamado a los perdidos para que hagan una oración de entrega a Cristo y ser salvos se le acabó el tiempo y “le quitaron” el micrófono y se lo dieron al último siervo de Dios que quedaba, yo pensé va ahora a hacer la oración de entrega para que millones se conviertan… pero no…para mi asombro y decepción dijo (como es músico también) vamos a adorar al Señor… y se puso a cantar los 5 minutos que le tocaban a él, yo no lo podía creer, sufrí hasta las lágrimas al ver eso, a Dios lo podemos adorar todo el día si queremos y en el cielo se le adora eternamente, pero en ese momento Dios que ama a las personas quería (más que nadie) que se salven millones y no que un cantante adorador demuestre sus cualidades en TV. Mi enojo y decepción fueron muy grandes y me propuse en mi corazón hacer lo que hizo la hija de T.L.Osborn (cada vez que tenga la oportunidad que tuvo ella) de hacer lo mismo exactamente pero procurar de hacer que los pecadores puedan entregar sus vidas a Cristo mediante una oración. Pocas veces en mi vida escuché predicar tan bien como la hija de T.L.Osborn pero no le dieron tiempo para terminar (seguramente ella pensó que el otro predicador llevaría a las personas a Cristo, pero en vez de ello se puso a cantar y demostrar sus propias cualidades (o tal vez ni sabría como hacer entregar un alma a Cristo) cosa que sería mucho más decepcionante para mí y para Dios.
Este punto siempre valdrá la pena repetirlo: Nosotros somos Su Cuerpo; Cristo sólo puede alcanzar a los pecadores por medio de nosotros.
¡La Iglesia debe ir por ellos! Este fue el mandato a todos sus discípulos. Esto fue lo que la primera Iglesia hizo. Los primeros cristianos se ocupaban activamente testificando y ganando almas en plazas de mercados concurridas, en las esquinas de las calles, en las fuentes de los pueblos, cerca al mar y en los hogares de los pecadores y si hubieran tenido… por Televisión, Radio e Internet.
Principio de Evangelismo
Entendamos este principio: El evangelismo (ganar almas) nunca se intentó dentro del edificio de la iglesia. El evangelismo se debe hacer allá donde están los pecadores.
El edificio de la iglesia es el sitio donde el pueblo de Dios se reúne para ser nutrido en la palabra de fe y es enseñado en las doctrinas de Cristo, edificados como cristianos y entrenados para testificar. Además de realizar los ritos establecidos por Dios.
En cambio el evangelismo se hace allá, donde están los pecadores.
La Iglesia primitiva permanecía ocupada todos los días, en el templo y por las casas no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo (Hechos 5:42).
La Iglesia puede recuperar el secreto básico de ganar almas.
Un pescador no va a pescar en la tina de su baño. Si él espera sacar peces, debe echar su red lejos de casa, en los ríos, en los lagos, en las corrientes del bosque, allá donde están los peces.
Un granjero no puede recoger la cosecha en su comedor. Si él espera coger el grano maduro, debe empuñar su hoz al calor del mediodía alejado de la casa, allá en el campo abierto; allá donde está el grano maduro de la cosecha.
Un pescador de almas no puede ganarlas quedándose en el edificio de la Iglesia. Si esperamos alcanzar al perdido, debemos llevar nuestro testimonio lejos del santuario, en los mercados, en las calles, en las cárceles, en los hospitales, en las casas de prostitución, en los hogares de los pecadores, entre la gente; allá donde están los pecadores. ¡Esto es Evangelismo!
Nosotros hemos dedicado más de tres décadas de nuestras vidas para alcanzar al perdido. Allá donde está. Por esto es que construimos nuestras plataformas en los parques o las zonas verdes, en los estadios o en los campos.
Los hindúes no entran a una iglesia.
Los musulmanes no entran a un templo cristiano.
Los sintoístas o budistas nunca irán a la casa de adoración de los cristianos.
Más cuando salimos con el Evangelio a los sitios públicos; las playas, los parques, los estadios, las pistas de carrera, el campo abierto, llegan por docenas de miles. Entre ellos vienen musulmanes, hindúes, budistas. Nosotros vamos allá afuera donde trabajan, viven y juegan
Después de haberles ganado allá donde los encontramos y donde se han convertido, entonces entrarán a la Casa de Dios.
El método de la Iglesia Primitiva era ir a donde estaban los pecadores.
Allá fue donde Pedro y Juan rindieron su testimonio cuando el paralítico fue sanado, afuera, en las calles.
Allá afuera la muchedumbre se reunía en Jerusalén, para oír a Pedro, en las vías y los caminos concurridos.
Allá afuera Felipe predicó a toda Samaria, mezclándose entre la gente. Allá afuera Felipe encontró al eunuco y lo llevó a Cristo, en un camino de mercaderes.
Allá afuera Pablo convenció a los nativos, en aquella isla entre ellos.
El Granjero Recoge la Cosecha en los Campos
Fui criado en una granja entre siete hermanos, cuando el grano estaba maduro en los amplios campos, trabajábamos implacablemente desde la madrugada hasta el mediodía, recogiendo la cosecha, allá donde crecía la mies.
Luego regresábamos a la casa donde nos esperaba una maravillosa comida de buen alimento que nutría nuestros cuerpos agotados. Después de comer, regresábamos al campo a segar de nuevo, hasta que llegaba la noche.
Y así continuábamos, día tras día, segando toda la cosecha hasta en los últimos rincones de esos extensos campos.
Pero, la Iglesia muy frecuentemente no hace esto. Usualmente no enseña a hacer esto. Si intenta un programa de evangelización, este consiste generalmente en una serie de reuniones especiales de oración para atraer a los pecadores a la iglesia y convertirlos; con un predicador especial, que habla por varias noches consecutivas.
A esto se llama “evangelismo”.
Por favor, no quiero que me entiendan mal; esto está bien y gracias a Dios por las muchas almas que han sido ganadas de esta manera. Sin embargo, mi punto es éste: Vamos a perder al mundo. Los campos con el grano maduro, las masas de almas perdidas, nunca podrán ser recogidas dentro de la iglesia, porque la mayoría de los pecadores, ese vasto número sin alcanzar, nunca se acercarán a la iglesia.
Si realmente queremos recoger la cosecha de nuestra generación, debemos recuperar el celo y el amor por las almas que tenía la Iglesia Primitiva. Aquellos cristianos eran impulsados, a través de ciudades y pueblos buscando incansablemente a las almas perdidas, aun a riesgo de sus propias vidas. Solamente así podemos ser cristianos verdaderos, siendo como Cristo.
¿Que hubiera pasado si en nuestra juventud, viendo que nubes de tormenta amenazaban la cosecha, nos hubiéramos puesto a meditar y reflexionar tranquilos asomados a la ventana, después de cada nutritiva comida?
¿Qué tal si nos hubiéramos puesto a orar solamente, durante toda una tarde, pidiéndole a Dios que recogiera la cosecha y salvara el grano?
Nuestra sincera oración pudo haber sido: “Oh Dios, salva este grano; envíalo aquí mismo para que podamos recogerlo en el comedor”. ¿No es esto un poco extraño’.
Sin embargo, esto es lo que muchas congregaciones están haciéndolo. No están saliendo a recoger la cosecha de almas en esta generación.
Sin embargo, oran sinceramente, “Oh Dios salva las almas perdidas; envíalas a esta iglesia para que se conviertan aquí mismo”.
Parecería mas bien que estuviesen diciendo:”Señor, no dejes que nuestras manos se ensucien con el mugre y la suciedad de los pecadores. Tú sabes que nuestra reputación es inmaculada. Nuestra gente es verdaderamente santa, limpia y pura”.
“No queremos ser vistos cerca de casas de mala fama, en áreas dudosas, en salones, o entre los guettos y pasajes donde la maldad habita. Tú sabes que nunca vamos a correr el riesgo de algún chisme en contra de uno de nuestros miembros.
Tú nos has dado este sagrado santuario. Aquí nuestra reputación está a salvo. Si solamente nos enviaras aquí a los pecadores, en estos pulcros altares oraríamos por ellos para que fueran salvos y limpios como nosotros”.
¡Con qué Conveniencia Queremos las cosas!
Tenemos bonitas iglesias, hermosos coros y confortables bancas. Estamos bien equipados.
Ahora, lo único que nos hace falta es que los pecadores vengan a nosotros. Después de todo nosotros no estamos yendo tras ellos. ¡Ellos tienen que venir hasta aquí para que sean salvos, donde tenemos lo necesario!
¡De que manera oramos y clamamos por esto!
A esto le llamamos “compasión por los perdidos”. ¿Pero, esto será compasión?
Durante cientos de años esta filosofía ha sido infructuosa; sin embargo, nos aferramos a ella por sus comodidades y atractivos.
En la iglesia primitiva cada creyente era un testigo, un pescador de almas. Hoy, la mayoría de los miembros de la iglesia nunca han llevado un alma a Cristo en sus vidas, ¡y lo que es aun peor, ni siquiera lo han intentado!
La mayoría de ellos, no sabrían, como dar el primer paso para testificarle a un pecador para que fuera salvo allí mismo.
El plan de la iglesia primitiva, el plan Divino, es que cada creyente sea un testigo, un pescador de almas, para que salgan a los caminos y a los vallados y fuercen a los pecadores a entrar,”para que mi casa se llene”.
(Lucas 14:23)
Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
(Lucas 14:23)
Entonces su amo dijo: “Ve por los senderos y detrás de los arbustos y a cualquiera que veas, insístele que venga para que la casa esté llena.
Cada cristiano debe ganar a los pecadores allá donde se encuentran. Entonces vendrán a la casa de Dios, para ser alimentados en la fe por los pastores maestros. ¿Por qué? por una razón: para que así puedan regresar a los campos de la cosecha y se unan a los segadores para recoger a los perdidos. Los siervos de Dios además de ganar almas su tarea especifica es preparar a los cristianos para la obra del ministerio es decir instruirlos y enseñarles como hacer la obra de Dios allá afuera en su entorno.
(Efesios 4:11)
Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
(Efesios 4:12)
Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Lo que la iglesia Puede Hacer
Yo le recomiendo que, aunque sea pastor, maestro, u obrero de la iglesia, tome la determinación de ganar más almas y que al mismo tiempo comparta e inspire a otros cristianos a su alrededor a hacer lo mismo.
Hay que dar nuevos pasos para implantar estas ideas en todos aquellos que están bajo su influencia. Idéese todos los proyectos y esquemas posibles para inducir a los cristianos a ganar almas.
Lea el libro de O.Smith,” Pasión por las almas”. Este puede revolucionar a cualquier pastor u obrero cristiano. Luego lea el libro de Gene Edwards, “Cómo tener una iglesia Ganadora de almas”, que ha retado e inspirado a miles de cristianos.
Estampe el sello de la iglesia en los tratados, entrene a los obreros sobre cómo llegar a nuevos hogares, como testificar, cómo orar por los enfermos y cómo llevar las almas a Cristo.
Durante el día, pueden recorrer el área llevando muchos a Cristo, hay mismo en sus hogares.
Los domingos los obreros cristianos pueden traer a las nuevas familias convertidas, hasta la iglesia “madre”.Allí el pastor les puede alimentar y nutrir en la palabra de Dios y entrenarlos hasta que ellos a su vez, se conviertan en pescadores de almas.
Asigne otros de sus obreros a las cárceles, a los hospitales, (con audífonos para que no vayan a molestar a otros pacientes), otros a los geriátricos.
Organice grupos juveniles con CDs, tratados, libros e instrumentos musicales para que testifiquen en las esquinas de las calles, en los centros comerciales, en los barrios pobres, en los mercados en dondequiera que haya gente, allá donde están los pecadores.
Enséñeles que Cristo sólo puede mostrar Su amor a través de ellos. Enséñeles que cada creyente es el cuerpo de Cristo hoy y que El únicamente puede alcanzar a los pecadores a través de los cristianos.
Una nueva visión recibirá su congregación, un amor renovado por las almas, un celo por ganar almas. ¡Su congregación se convertirá en una gran iglesia!
Escriba esto en un gran cartel en su Iglesia:
Nuestro lema: ¡cada creyente es un Misionero! Nuestra misión: ¡Allá donde están los pecadores!
Los lemas son efectivos. Cuando asistí a la convención misionera de O.Smith el ambiente mismo estaba lleno de vida con lemas misioneros. Con solo sentarme ahí y leerlos, se encendía también mi alma.
Esta es una vieja técnica, pero, siempre funciona. (Por eso es que los Huelguistas llevan pancartas a las manifestaciones).
Durante en la semana organice un programa para ganar almas. Los Domingos y un día entre la semana, permita que los pescadores de almas se reúnan en la Casa de Dios para que allí sean alimentados y fortalecidos en la palabra de Dios. Pero, deje que regresen con renovadas energías a salvar otra vez a los pecadores “en sus entornos” allá donde los necesitados de Dios están.
Esta es la visón del verdadero creyente.
Esto da propósito a la vida cristiana.
Esto hace que la vida cristiana útil y de verdaderos frutos.
Esto eliminara tropiezos.
Esto sanará las quejas en la iglesia.
Esto es evangelismo tal como era practicado por la iglesia primitiva.
Proliferando a nuestro alrededor, en cada ciudad y en cada país, hay una generación sin alcanzar por el Evangelio, religiosos de alguna forma, pero, perdidos.
¡Esta es la mies madura, pero, Cristo solamente puede recoger esa cosecha a través suyo! ¡Pues Cristo vive en usted, hoy en día!
¡El Espíritu Santo vive en usted con todo su poder y le dará las palabras en el momento apropiado. Solo usted esté disponible para ser utilizado por Dios y esto será ¡Glorioso! Para usted y otros muchos.
(Mateo 10:19)
…no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.
(Mateo 10:20)
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
…(Lucas 12:11)
Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;
(Lucas 12:12)
porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
(Marcos 13:10)
Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.
(Marcos 13:11)
Pero…no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
Yo he visto que la cosecha está lista.
¡Aunque otros no hagan nada para segarla, yo si voy a hacerlo! esto es lo que me ha impulsado durante toda mi vida. Y lo que me impulsará en el resto de la misma.
Esta es la segunda razón por la que soy un pescador de almas: La cosecha verdaderamente es grande.
Tú eres un pescador de almas. Capítulo 6
Heme Aquí
¡Yo soy un pescador de almas porque los obreros son tan pocos! Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí (Isaías 6:8).
La población del mundo está creciendo a una tasa anual de más de setenta millones; pero, menos de tres millones de ese total son alcanzados por el Evangelio.
Medio billón de almas es la estimación aproximada del total de almas, que nunca han oído del Evangelio.
¡Esto representa más de la mitad de la población mundial, incluyendo tribus que hablan más de 2000 idiomas diferentes!
El mundo se está lanzando a una eternidad sin esperanza, en un porcentaje alarmante.
En el Japón, por ejemplo, después de cuatrocientos años de ministerio en el Evangelio, la abrumadora mayoría de 100 millones de personas son no-cristianos. La mayoría de las 95.000 comunidades rurales del Japón carecen de evangelistas cristianos.
Sin embargo, existe un interés desesperado por el Evangelio, especialmente entre la juventud japonesa. Aquellos que están trabajando en el Evangelismo por literatura reciben más del 50 % de respuesta entre los jóvenes de 15 a 25 años de edad.
¡La juventud del Japón está lista para la siega, pero, los obreros son tan pocos!
Casi una de cada tres personas vive en la China, donde el Evangelio ha sido tan limitado. Cada año casi dos millones de personas se suicidan.
Diariamente nacen 300000 bebés.
Y unos 15000 mueren diariamente.
La población crece en un porcentaje de más de 150000 personas diariamente (casi sesenta millones al año) de los cuales, solamente unos dos millones son alcanzados con el Evangelio.
Nacen treinta veces más almas, que conversos.
El materialismo científico y el ateísmo están por doquier, oponiéndose al mensaje cristiano.
Ha llegado para los cristianos el momento de entrar a este vasto campo de cosecha humana, con vigor y dedicación renovados.
Mirad los Campos
El Señor dijo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega (Juan 4:35).
Nuevamente, El dijo: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies (Mateo 9:37,38).
Yo he mirado y observado los campos de la cosecha. He orado más por obreros. Pero, por encima de todo, he ido al campo (el mundo) a realizar la labor durante los mejores años de mi vida. ¡Por eso es que soy un pescador de almas: Porque los obreros son tan pocos!
En la India, en un solo distrito existen 77 pueblos y 40690 personas. Un censo reciente demostró que no había ni un solo cristiano en todo el distrito. Ningún pastor ni misionero o evangelista ha predicado alguna vez el Evangelio allí. Estas 40690 personas viven y mueren en sus pecados, no porque hayan rechazado el Evangelio, sino porque durante los últimos 1900 años ni un cristiano ha obedecido a Cristo e ido a ellos con el Evangelio.
¡La mies está madura, pero, los obreros son tan pocos!
¡Mientras el 94 % de los ministros del Evangelio en el mundo, predican con relativa facilidad a 9 % de la población de habla inglés-hispana, sólo el 6 % luchan con dificultad como misioneros y obreros nacionales, para satisfacer la demanda espiritual de 91 %restante de la humanidad!
Estamos conscientes de este hecho y sabemos que no alcanzamos a hacer todo lo suficiente en nuestros años de vida. Por esta razón estamos haciendo todo lo posible para duplicar nuestras vidas y la de los otros pescadores de almas, produciendo y suministrando “medios para evangelizar” a la Iglesia de este siglo. Cada cristiano entonces debe “trabajar” como misionero en su entorno, entonces habrá millones de misioneros en todos los lugares del planeta. Busque un lugar donde arar a solas con Dios para recibir su dirección y su palabra, aprenda a evangelizar y cuente con la trinidad en usted para que trabaje a través suyo. Solo esté disponible, dispuesto y atento a cuando es el momento en que Dios lo quiere utilizar para salva o edificar un alma.
Grabando nuestras voces y las de intérpretes nativos ungidos, podemos alcanzar cientos de tribus simultáneamente, donde quiera que este dialecto se habla. Cuando un cristiano nacional, tal vez alguno que no haya sido entrenado todavía para predicar bien, usa un reproductor de CDs se convertirá en un eficiente pescador de almas en esa aldea.
Hoy en día contamos con el Internet para traducir mensajes a los idiomas mas conocidos y a otros también, de esa manera desde USA por ejemplo llegamos a Italia, Alemania, Australia, China etc.
Estamos poniendo en el Internet estos escritos para que usted los lea durante dos o tres semanas y absorba nuestro mensaje y el método de evangelismo. También estamos poniendo muchos mensajes de salvación y diversas enseñanzas que usted puede enviarlos a todos sus contactos y amigos.
Cada vez que un tratado del Evangelio se pasa de mano a mano, el mensaje de Vida está siendo reproducido.
Usted también puede incrementar su evangelismo personal repartiendo tratados, enviando más “recursos” a los campos misioneros de esta generación, apoyando a sus Pastores, evangelizando a su entorno y enseñando a evangelizar a los que se convierten a Cristo a través suyo trabajando en armonía con su Pastor o Iglesia local.
¿Por qué soy un pescador de almas?
Porque los obreros son muy pocos.
No Tengo Alternativa.
Soy un pescador de almas para cumplir la Gran Comisión.
Lo último que el Señor ordenó antes de partir fue: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).
Este es el encargo que El hizo a cada uno de Sus discípulos. Esto fue lo más importante que nos ordenó hacer. Este es el trabajo de toda la vida de cada cristiano, su propósito, su ministerio.
Cuando el amor de Dios sobreabundó al punto que nos dio a Su Hijo unigénito, lo hizo para “El mundo”, para que todo aquel que en El crea, no se pierda, más tenga vida eterna (Juan 3:16).
Cuando el Señor partió al cielo, no nos dejó ningún otro trabajo sino predicar el Evangelio a toda criatura. Esta es una asignación de por vida para cada creyente.
Esto fue lo que los primeros cristianos hicieron día y noche. Testificaban de casa en casa, en los mercados, en las fuentes, en las vías más transitadas, en las calles, en los lugares de reunión, en las celdas de las cárceles, en las mazmorras y por doquiera.
Ellos entendieron el llamado. He hicieron tal como Cristo lo había hecho. Ellos sabían que El vivía en ellos, haciendo a través de ellos, las mismas cosas que El había hecho antes de que fuera crucificado. Paro esto fueron llamados
“CRIS-TIA-NOS”.
Hoy en día, hay muchas iglesias que nunca han enfatizado este concepto. Los cristianos de hoy son miembros de la iglesia, más no testifican.
Asisten al santuario alfombrado, pero, no a las veredas y pasajes para hablarles a los pecadores acerca de Cristo.
Recordemos este principio siempre: Los pecadores no van a la iglesia.
Es uno de los sitios a donde no van. (Algunos pocos irán, pero, NO irán la mayor parte de las masas que están perdidas).
Dentro de la iglesia no vamos a ganarlos nunca. Debemos salir a buscarlos allá donde están los pecadores, como el Señor nos ordenó que lo hiciéramos. El está en nosotros. Somos Su Cuerpo. Solamente a través de nosotros puede El mismo alcanzar a los pecadores.
Debemos seguir el patrón básico de evangelismo durante todo el tiempo, dedicando la mayor parte de nuestras vidas aún desde niños y a través de nuestros mejores años, permitiéndole al Señor Jesucristo predicar ese Evangelio sencillo, a través de nuestros labios, afuera en los sitios públicos.
Debemos presentar el Evangelio de una manera sencilla, hacer oraciones poderosas, dejar actuar a Cristo en nosotros, hacer milagros en el poder del Espíritu Santo.
La Gran Comisión Mateo 28:18-20, de Cristo, es la razón de ser de un cristiano.
Y debemos estar atentos siempre para alcanzar pecadores, con el Evangelio, allá donde se encuentra.
Como cristiano, no tengo otra alternativa. Cristo vive en mí. Yo soy Su Cuerpo. Yo debo permitir que El gane almas a través de mí.
El mayor Propósito
Vivimos y respiramos con el mayor de los propósitos que se puede tener en este mundo y en esta vida: Hablar del Evangelio de Reino y la salvación de las almas al máximo número de personas y por todos los medios concebibles.
Queremos y debemos, utilizar no solamente nuestras voces cuando el Señor habla a través de nosotros, sino también cualquier otro medio de comunicación masivo, reproducción, copiado y toda forma de distribución o comunicación.
Nuestro ministerio a nivel mundial, dice T.L.Osborn creció al punto al que ha llegado hoy.
¿Qué sucedió?
Nos dedicamos simplemente a obedecer la Gran Comisión de Cristo. Aceptamos que esas órdenes eran para nosotros. Nos decidimos a pasar la mayor parte del día, hablando del Evangelio a toda persona que estuviera a nuestro alcance.
Hemos tenido un flujo casi constante de cruzadas evangélicas, predicando delante de millones de personas.
Pero, esto no era suficiente. Estas reuniones duraban solamente dos o tres horas. ¿Y qué decir del resto del tiempo durante esos días?
Nos dimos cuenta, de que podríamos escribir el mismo mensaje que predicábamos.
La impresión de literatura de fe nos abre las puertas para alcanzar a cada persona que sabe con el mensaje del Evangelio.
Pero, aún con todo esto en movimiento, todavía podíamos hacer más. ¿Qué sucederá con los analfabetos? La mayoría de las clases no privilegiadas no pueden leer ni escribir.
Para alcanzarlos, podemos aprovechar los maravillosos equipos de sonido de este siglo, grabadores, reproductores de Cds, el Internet.
Qué posibilidades tan fantásticas tenemos aquí para hacer evangelismo personal, así como por TV y radio.
Dice T.L.Osborn: El Señor dijo: “Predicad el Evangelio a toda criatura”. Pensamos en aquellos millones constituidos por tribus que viven más allá de los límites de la civilización, fuera del alcance del misionero ordinario o de las iglesias nacionales, sin los lujos de la TV o de la radio. Ellos también tienen que escuchar el Evangelio. Había más de 2000 tribus como éstas que no comprendían los idiomas utilizados en los medios de comunicación.
Oramos para obtener métodos para alcanzarlos también a ellos.
Con este propósito nació nuestro Centro de Evangelismo Mundial. El Señor nos mostró cómo podríamos inspirar a cristianos de naciones más prósperas, para que apoyaran con cierta suma de dinero mensual, a predicadores nacionales para enviarlos como misioneros a esas tribus.
Alertamos a misiones ganadoras de almas alrededor del mundo con esta idea. A medida que empezaron a alistar cristianos preparados que quisieran arriesgar sus vidas yendo a éstas áreas olvidadas, nosotros empezamos a conseguir cristianos que los patrocinaran. El delicado balance de oferta y demanda ha sido un milagro constante desde que este programa de evangelización nacional fue inaugurado.
Millares de misioneros nacionales han sido enviados de esta manera a más de cien naciones, alcanzando a innumerables tribus y áreas que antes el Evangelio no había alcanzado.
Se ha abierto un promedio de una iglesia nueva al día, las cuales son independientes económicamente hoy en día. Estas son casi 400 iglesias al año, durante varios años. ¡Piense en esto! Nunca antes en la historia de la iglesia ha existido evangelismo de tan largo alcance.
Dios Aumenta “lo Mejor” en Nosotros
Cuando chico con mi prensa de juguete, imprimiendo pequeños tratados en recortes de papel, hice “lo mejor” que pude.
Y Dios ha bendecido “lo mejor” que yo hice.
Cada año mejores ideas y mayores capacidades se han desarrollado a medida que nos agarramos de nuevos métodos para ganar almas.
Hemos hecho todo lo posible para llevar a los pecadores el Evangelio. Hemos aplicado todos los talentos posibles y también hemos aprovechado cada oportunidad y método para evangelizar. Debido esto, se ha desarrollado este ministerio de Evangelismo Mundial con una influencia enorme alrededor de todo el globo terrestre.
Todo ha sido como cuando se plantan buenas semillas. Siempre están creciendo y las cosechas continúan aumentando.
Nuestra meta persistente ha sido la de alcanzar a los pecadores, los que no poseen iglesia, los no evangelizados, más no a la población ya cristiana.
Muchos nos preguntan, “¿Por qué no hacen sus campañas en las iglesias como lo hace el resto?”.
Simplemente porque los pecadores no van a la iglesia. Para alcanzarlos debemos ir hasta ellos. ¡Debemos salir allá al mundo, donde están los pecadores!
El Señor dijo: “Predicad el evangelio a toda criatura”.
Si un país es 95 % cristiano, mientras que hay otro que es 95 % no cristiano, no hay discusión sobre el asunto: Debemos alcanzar a la nación no cristiana.
Si en un campo de cosecha madura hubiera cien trabajadores y en otro, aún más grande, hubiera un solo trabajador, ¿en cuál campo trabajaría para tratar de salvar el grano?
Aquí no hay alternativa. Se debe trabajar donde la necesidad es mayor, donde haya menos trabajadores para satisfacer la demanda.
Si diez personas estuvieran levando un tronco, nueve en la parte delgada y una sola en la parte gruesa, sabemos sin duda a que lado debemos ayudar.
Supliendo las Demandas Mundiales
Usted no necesita tener un “llamado misionero” para ser pescador de almas. Su propósito como cristiano es permitir que su luz brille, testificando, llevando el evangelio a los pecadores, a los que no tienen iglesia. Esta es la tarea suprema.
Por esto es que es aconsejable para el hombre o la mujer de negocios, establecerse en una de estas naciones donde el evangelio ha sido negado, como embajador cristiano y abrir un negocio para usarlo como canal para testificar.
Ya sea usted mecánico, farmacólogo, fotógrafo, plomero, carpintero o ingeniero, establézcase con su familia y sean embajadores del Evangelio en alguna de estas naciones donde sus servicios son requeridos, donde será bienvenido, donde puede realizar un ministerio constante testificando a los no creyentes. Usted no tiene que ser un clérigo para predicar el Evangelio. Este es un trabajo que el creyente puede hacer de un modo o de otro.
Estas naciones, tribus y áreas solamente pueden conocer a Cristo y ver su amor y compasión cuando los cristianos vivan y testifiquen entre ellos. Cristo no puede alcanzarlos sin un cuerpo y nosotros somos Su Cuerpo. De la única manera que El puede ser visto es en nosotros. Las Buenas Nuevas sólo pueden ser escuchadas a través de nosotros. De la única manera que El puede hablar es a través de nuestros labios.
Tremendas oportunidades de negocios en el exterior han sido monopolizadas por los no creyentes. Personajes sin Dios, amantes de aventuras se lanzan por estas puertas, abren sus negocios y agencias en el exterior y se deleitan en una vida pecaminosa e inmoral entre la gente nativa de esos países.
Mientras, los hombres de negocios cristianos, gente de integridad y altos valores morales, permanecen en sus localidades, pensando que deben tener un “llamado misionero” antes de irse al exterior. No comprenden que (ellos) son el cuerpo de Cristo, que Cristo solamente puede alcanzar a esos olvidaos por medio de seres humanos en los cuales El vive. Esperan que la iglesia haga el trabajo y se olvidan de que ellos son la Iglesia.
Los hombres de negocios cristianos son los que deben suplir esas demandas en el exterior. Sus negocios pueden rendir muy buenos frutos, ganando almas, como instrumentos para llevar a cabo la Gran Comisión.
Los cristianos no necesitan recibir el “llamado misionero” para realizar todo lo que deberían estar, haciendo en los países menos desarrollados. Lo único que necesitan es tener celo por las almas y dedicación para obedecer sus órdenes. Orar en altares bien alfombrados recubiertos de paños finos y derramar algunas 1ágrimas, no es lo que el Maestro busca.
Usted está leyendo el propósito y las enseñanzas de un hombre, vea su dedicación y su determinación y objetivo.
Usted quizás sea uno de los muchos que Dios no los llame a “mudarse” o dejar su ciudad, entonces haga de su negocio, de su empleo, de su club etc, etc “su campo misionero” usted debe tener tratados, CDs con mensajes, recomendar programas radiales cristianos, estar atento a las necesidades de ellos, orar por ellos y al orar esperar milagros de parte de Dios. Muchos que leen esto solo deben entender que: DONDE USTED ESTÁ O VA, ESE ES SU CAMPO MISIONERO, si todos los cristianos entienden esto y predican a los no cristianos tendríamos millones de predicadores haciendo las mismas cosa que Jesús hacía y aún mayores. A muchos Dios no le pide que estudien en seminarios muy prolongados y costosos, ni que se compre “un sombrero de explorador” y se vaya a otro continente. Dios ya lo mandó a predicar y debe empezar en su entorno. Si es un verdadero cristiano Dios le ordenó que vaya. Usted ya tiene el poder del Espíritu Santo, demuestre el poder de Dios a su alrededor, dando fruto en toda buena obra. No se comporte de una manera que pierda credibilidad, sea honesto en todo, no arruine su testimonio, de frutos de Justicia y predique con autoridad confiando en el Señor, usted cuenta con recursos sobrenaturales que vienen de Dios, su poder , su presencia, su apoyo, la enseñanza del Espíritu Santo, los ángeles poderosísimos que le rodean.
Y además está trabajando en lo único que perdurará eternamente ¡en la extensión del Reino de Dios!
Dios hace esta pregunta, ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?
Conteste con Isaías: Heme aquí, Señor. Envíame a mí.
Vaya y predique el Evangelio a cuantas personas pueda alcanzar, tenga o no “e1 llamado». Si resulta pecado salir al extranjero sin tener un «llamado», puede cargarme ese pecado a mi cuenta. Gustosamente cargaré con e1. ¡Pero, quien quiera que sea, vaya y anuncie el Evangelio!
La gente habla del llamado misionero de Pablo hacia Macedonia. E1 iba para Asia; pero, le fue prohibido por el Espíritu Santo. Luego intentaron ir a Bitinia, pero, el Espíritu Santo no se lo permitió…. se le mostró a Pablo una visión de noche. En esta visión un hombre de Macedonia le rogaba diciendo, pasa a Macedonia y ayúdanos (Hechos 16:6-9).
Esto no era un llamado misionero. Era una guía. Pablo era ya un misionero o apóstol o evangelista yendo a todas partes y predicando e1 Evangelio. Cuando se dirigía a otras regiones «más allá”, e1 recibió esa guía a Macedonia.
Esto nos ha ocurrido numerosas veces. En una ocasión nos dirigimos a la India y por el camino, el Espíritu Santo no nos 1o permitió. Fuimos guiados a la parte sur de las Filipinas donde tuvimos una de las cruzadas más gloriosas en medio de aquellos necesitados.
Muy frecuentemente somos guiados de esta manera. Pero, generalmente nos sucede cuando estamos en acción. Nuestro método para entendemos con el Señor es: «Señor, si existe algún área o nación o campo donde Tú quieres que vayamos, muéstranos y allá iremos. Pero, si no es así, escogeremos la mejor oportunidad que tengamos, para lograr la cosecha más fructífera y estaremos recogiendo hasta que nos guíes de cualquier otra forma».
El Señor dijo: He aquí, Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo, durante todos los días (Mateo 28:20) ¡El está en mí! Yo soy Su Cuerpo. Yo voy para que El pueda hablar a la gente. E1 hab1a, testifica y ministra a través de mí. E1 se interesa por todo e1 mundo .
Nuestras órdenes ya están dadas, «ID por todo el mundo. Predicad a toda criatura».
No hay alternativa. Las 6rdenes se deben obedecer. no analizarlas, discutirlas o teorizarlas.
Corte Marcial
Suponga que a ciertos soldados, su capitán les ordenara meterse al área de peligro de batalla, pero, empezaran a orar: «¡OH, Señor, muéstranos si es tu vo1untad que nosotros avancemos!».
¿Qué pensaría su superior? ¿Qué sucedería? Si hubieran hecho esto persistentemente, los hubieran llevado a corte marcial.
Mucha gente buena en e1 Reino de Dios podría ser llevada a corte marcial por no ir a testificar del Evangelio, como nuestro Capitán c1aramente nos ha dicho que lo hagamos.
Cristo les dirá: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno (la corte marcial del reino de Dios)… Yo tenía hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis (Mateo 25:41-43).
¡Qué descripción de las almas perdidas! Hambrientos de realidad, sedientos por vida verdadera, ausentes de Dios, desnudos en sus pecados, enfermos y prisioneros de la enfermedad y la opresi6n.
En el ejército, las órdenes de «avanzar» para ser obedecidas. ¡Cuánto más en el reino de Dios!
El Señor Jesucristo murió por todo e1 mundo. Su sangre fue derramada por la remisión de los pecados de todos los hombres en 1a tierra que c1arnen a Su Nombre (Mateo 26:28).
¿Pero cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? … Así que la fe (para salvaci6n) viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:14, 17).
Usted Y yo somos los que testificamos: los que confesamos, los testigos, las voces, los predicadores, los instrumentos a través de los cuales el mundo tiene que «oír» el Evangelio. Cristo vive y ministra a través de nosotros.
Esto fue lo último que el Señor nos ordenó hacer. No fue una sugerencia; fue una comisión.
¡Yo debo obedecer órdenes; No tengo alternativa! ¡Yo soy un pescador de almas porque el Señor Jesús ordenó hacerlo!
Los Olvidados
Yo soy un pescador de almas porque aún hay profecías sin cumplir acerca del regreso del Señor Jesucristo.
Ha llegado a hacerse una tradición entre los predicadores, el hecho de enfatizar el inminente regreso del Señor cuando declaran: «Las profecías concernientes a su segunda venida ya se han cumplido».
Pero, esto no es cierto. Quizás la señal más importante de todas no se ha cumplido, la señal que nos concierne a usted y a mí, la señal que nos implica como cristianos en nuestra comisión como testigos.
El Señor nombró c1aramente varias «señales de su venida» y entre estas; falsos cristos, guerras, conflictos entre naciones, hambres, pestilencias, terremotos, engaños y frialdad (Mateo 24:4-12).
Luego El añade: Y será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin (versículo 14)
Este fue el último encargo del Señor antes de partir. Así como también dijo: «Id, ahora a todas las naciones y proclamad a toda criatura las Buenas Nuevas. Después de que hagáis esto, estaré de regreso», ¡Esto todavía no se ha cumplido!
La Iglesia primitiva entendió1a comisión. No solamente los apóstoles; pero, cada creyente era un testigo,
Día a día, en las casas, por las calles, en las plazas y mercados de los pueblos, predicaban a Cristo y ganaban almas. Su propósito era ganar a «toda criatura» y a «todas las naciones», lo más rápido posible, a pesar de la tremenda oposici6n, pues tan pronto como terminaran, Jesucristo volvería.
Por esto era que testificaban. Ellos sabían que Cristo no estaba muerto, sino que vivía en ellos, haciendo las mismas cosas que hizo antes de ser crucificado. También sabían que Cristo únicamente podía hablar y testificar a través de ellos. Esta pasión por ganar almas se encendió tanto en los primeros cristianos, que esparcieron el testimonio del Evangelio a través de casi todo el mundo, entonces conocido.
El mensaje fue en una oportunidad hasta el otro lado del mediterráneo, hasta que en una época, el norte de África, tuvo centros cristianos de adoración.
Las fuertes tormentas, los peligros del mar, los riesgos de los viajes de esa época y toda clase de obstáculos imaginables, no les impidieron llevar el mensaje con sin igual gallardía.
Sin embargo, en vez de continuar la rota en caravanas de camellos a las junglas africanas al sur del Sahara, o presionando hacia el este, mas allá de las barreras continentales, o al norte donde las tribus paganas, les pareci6 mas interesante conservar lo que ya tenían. Fallaron en su esfuerzo de llegar hasta «lo último de la tierra».
Las convenciones vinieron a reemplazar el evangelismo, las controversias doctrinales vinieron a ser más importantes que la evangelización personal. Rápidamente la Iglesia empezó a perder poder y a caer en el oscurantismo de la Edad Media.
Los siglos del oscurantismo vinieron cuando los cristianos empezaron a perder el concepto básico de «Cristo en vosotros” e individualmente dejaron de considerarse el cuerpo y la voz de Cristo. Aparecieron las organizaciones y las denominaciones, llamando a estas «la Iglesia». La oscuridad prevaleció y Cristo fue aislado de los pecadores.
No fue sino hasta cientos de años más tarde, cuando la Iglesia empezó su lento retorno al evangelismo de la Iglesia Primitiva.
Luego el avivamiento del Espíritu Santo en el siglo 20, fueron los pasos siguientes en el lento avivamiento de la Iglesia.
Desde el punto de vista de Dios, estas verdades fueron reveladas desde un principio, para que los verdaderos cristianos fueran llenos de poder para testificar por todo el mundo, a todas las naciones, a toda criatura, ¡y entonces sí estará de regreso el Rey!
Ellos Abandonaron a «Los Olvidados»
Sin embargo, la Iglesia no siguió el punto de vista de Dios. La tradición concerniente al retorno de Cristo los cegó del propósito de Pentecostés.
En lugar de testificar con poder a los inconversos, en las casas, calles, mercados, allí donde están los pecadores, se segregaron a sí mismos con mil barreras de sectarismo y grupos denominacionales.
Abandonaron a los olvidados a su triste destino, mientras se reunieron en c1ubes religiosos y convenciones, no para alcanzar a los perdidos, sino para defender sus doctrinas, para hacerse miembros de otros grupos o para recrearse en sus propios credos religiosos.,
Los miembros de la Iglesia, en conjunto, no se han adiestrado para salir allá donde están los pecadores.
Nunca podremos testificar a1 mundo, a las masas de multitudes que no tienen iglesia, desde nuestros propios santuarios. ¡Los pecadores no van a la iglesia! La Iglesia fue comisionada para ir a los pecadores: «Id, apresuraos, a las calles y calzadas de la ciudad. Id a los caminos y pasajes. Id por todo el mundo. Id, a toda criatura».
El Señor nos dijo que fuéramos a donde están los pecadores y que los ganáramos allá, tal como El lo hizo, no en santuarios religiosos, sino ¡allá donde ellos están! Esto no se ha hecho. Este Evangelio no ha sido predicado como testimonio a todas Las naciones, como Cristo dijo que debería hacerse antes de Su regreso.
Más de dos terceras partes de nuestra generación ignoran el Evangelio. Ellos nunca lo han escuchado ni una vez. Ellos son los olvidados de nuestra generación.
Yo pregunto: ¿Es necesario que alguien oiga el Evangelio dos veces, habiendo gente que no lo ha oído ni una vez?
Existen más de mil tribus que nunca han oído el Evangelio. Alcanzar a estas tribus, es parte de la señal que el Señor predijo, la cual todavía no ha sido cumplida.
Esta es la señal que nos concierne tanto a usted como a mí. Fuimos encargados con la responsabilidad de llegar a los aún no alcanzados es que con el Evangelio de Cristo.
Por esto es que estamos haciendo todo lo posible para salvar alas almas y animando a todo cristiano a ser un pescador de almas.
Para esto debemos tener todo un “arsenal” de “recursos para evangelizar”. Con estos, podemos equipar a pescadores de almas alrededor de todo el mundo para aumentar la cosecha, para ir en busca de aquellos «olvidados».
Este fue el último mandato del Señor Jesucristo.
Esto fue lo que El nos dejó por hacer.
Sin embargo, es lo que la iglesia no ha hecho todavía.
Una Bofetada en la Cara
¡Las guerrillas políticas le han estado dando una bofetada en la cara a los cristianos! ¿Pensó alguna vez en esto?
Invaden naciones infiltrándose entre la gente subdesarrollada. Sus líderes se encuentran en las montañas, las selvas, los pantanos y desde allí ejercen control sobre las tribus locales.
Una vez atrincherados entre estos primitivos, donde la pobreza y la enfermedad abundan, organizan sus bandas guerrilleras y empiezan sus hostigamientos atacando, huyendo. Primero los pueblos, luego villas y ciudades, finalmente dando golpes a nivel nacional.
Estos lideres políticos y mercenarios van allí donde aquella gente que la iglesia ha abandonado con frecuencia. Estos pagan el precio que sea y hacen cualquier sacrificio para vivir entre la c1ase menos favorecida.
EI misionero moderno no ha sido equipado ni preparado para invadir a este nivel. A duras penas sobrevive en muchas de tales áreas y estas tribus son dejadas sin Cristo. Mientras que los revolucionarios pueden enviar a sus maestros a vivir como «nativos» y hacer el sacrificio supremo -aun hasta la muerte misma- y organizar estas tribus en unidad para su propósito.
Lo que la iglesia no ha hecho, el enemigo sí lo ha hecho. La clase de gente olvidada por la iglesia ha venido a ser el huerto de siembra del enemigo.
Digo: ¡qué bofetada a la cara de la iglesia cristiana! Elementos rebeldes van donde la iglesia no ha ido y capturan estas gentes que no han sido evangelizadas. ¡Pero, miren lo que ha hecho el enemigo con ellos!
Y todavía piadosos lideres de la iglesia exc1aman: «Todas las señales se han cumplido. Sí, ven pronto Señor Jesús».
¡Qué afirmación tan conveniente!
Ellos dicen: «Somos salvos. Estamos limpios. Ven Jesús y sácanos de este escenario de pecado. Ignoremos esta gente repulsiva. Ellos son las sobras, los olvidados. Nosotros somos los elegidos. ¡Llévanos para estar contigo!».
Nuestro deber como cristianos no ha cambiado desde que el Señor Jesucristo nos dio Su comisión. Primero, debemos llevar el Evangelio a toda nación; entonces vendrá el fin.
Por esto es que soy un pescador de almas «Porque esta profecía no se ha cumplido aun».
Esto me involucra y lo involucra a usted. Cristo murió por toda «criatura». Pero, EI únicamente puede llegar a ellos a través de nosotros. Nosotros somos Su cuerpo hoy.
Por esto es que casi todo nuestro ministerio público, ha sido entre las masas que no tienen iglesia en naciones del exterior. Ellos son los no alcanzados. Ellos no irán a la iglesia. Debemos ir tras ellos. Debemos salir allá donde están, para que Cristo pueda hablarles a través de nosotros. Debemos llegar a ellos incansablemente, hasta el límite de nuestra resistencia, de nuestra vida, de nuestros medios.
Hoy día a tu alrededor también hay miles de cristianos nominales que no conocen la salvación o como ser salvos, millones de cristianos de nombre no conocen como serlo, creen que hay otra oportunidad luego de la muerte (y no la hay) y otras muchas enseñanzas equivocadas que terminarán llevándolos al infierno. No conocen el valor de la muerte de Cristo al pagar la deuda de pecado de cada uno, ni que deben arrepentirse y tomar la decisión de recibir a Cristo y al Espíritu santo en su corazón y “nacer de nuevo”. Millones de cristianos verdaderos pero inactivos saben pasajes de la Biblia de memoria como S.Juan 3:16 etc, pero no salen a hablar ni a predicar a las personas esto, sino que están enredados en muchas actividades, incluyendo a los Pastores y líderes religiosos que van de convención en convención (y la mayoría de ellas son estériles) y estas se hacen como una simple obligación o para cumplir con estatutos de su denominación religiosa. Esto puede ser necesario en algunos casos pero no debe ser la prioridad, olvidando la salvación de los perdidos.
Todos preferimos vivir nuestras vidas rodeados de las comodidades del hogar, pero, nuestro deber como cristianos es testificar al mayor número posible de almas con todos los medios a nuestro alcance.
¡Esto es lo que estamos haciendo y continuaremos haciéndolo!
Nuestra labor sin terminar
El Señor Jesucristo dijo en Marcos 13:10, Y es necesario que el Evangelio sea predicado primero a todas las naciones.
Hay más de 3.000 lenguas y cerca de la mitad de esta cifra no tienen ni una porción del Evangelio publicado en ellas.
¿Ha hecho la iglesia lo que Cristo claramente dijo que debía hacer primero?
Por esto es que durante muchos años hemos publicado libros sobre la fe y tratados de salvación por toneladas, en más de 100 idiomas. Debemos lograr el máximo. Debemos llegar a esos olvidados. Muchos cristianos pueden apoyar esta labor con sus recursos económicos, pero todos debemos continuar predicando y publicando el Evangelio en más y más idiomas, hasta el límite de nuestros recursos si es necesario. Debemos hacer esto primero, luego Cristo regresará.
Algún convincente clérigo, buscando aplacar las conciencias de sus laicos, les confortara diciendo: “Yo creo que toda nación ha recibido el Evangelio en un momento u otro». Por lo tanto, todo lo que sus miembros tienen que hacer es ser fieles a su iglesia, permanecer puros y estar listos para cuando Cristo venga.
Evidentemente nuestro Señor sabía que tales voces habrán de levantarse. En el libro de Apocalipsis, el Señor le mostró a Juan las cosas por venir. Las palabras de Juan en el capítulo siete son vitales para todo pescador de almas. El escribe:
“Después de esto mire y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en las manos.
Y clamaban a gran voz diciendo.’ La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el Trono y al Cordero” (versículos 9, 10).
¡Esta es la multitud de los redimidos, reunidos para alabar delante del trono de Dios! ¡Y será tal como Juan lo vio!
Entre esta multitud habían de «todas las naciones». Y menciona «naciones» primero.
Algunos comentan, «estoy segura que todas las naciones han oído el Evangelio».
Sí, tal vez, pero, la visión de Juan fue más específica que eso.
EI Espíritu Santo, mas en detalle dice: «De todas las razas y pueblos y lenguas». (Otra versión especifica: «y tribus»).
Si Cristo regresara hoy, la escena no sería como Juan la vio.
Para ser incluidos en esa multitud, deben oír el Evangelio, creer en el y ser redimidos por la sangre del Cordero.
Pero, ¿Cómo, pues, invocarán a aquel a quien no han oído? (Romanos 10:14). Y, ¿cómo podrán escuchar el Evangelio de Cristo si EI no puede hablar a través de nosotros?
Nosotros somos Su cuerpo hoy, Sus labios, Su voz. Debemos salir y dejar que Cristo hable a través de nosotros. Esta es la única manera en, que ellos pueden oír y creer, (no solo la gente muy lejana a nosotros sino nuestros vecinos y millones de América del Norte, centro América y América del Sur nunca han escuchado como ser salvos sino solo la historia de cómo Jesús murió en la cruz.
Existen más de mil “pueblos” que no han escuchado el Evangelio ni una vez. Cristo aún no ha podido alcanzarles porque ningún cristiano ha ido a ellos y Él no va a enviar ángeles para que hagan lo que El quiere hacer a través de nosotros.
Esos pueblos son los olvidados. Si Cristo viniera hoy, ninguno de ellos estaría delante del trono. Ni usted ni yo hemos permitido que El les alcance.
El Evangelio aún no ha sido publicado en casi la mitad de los idiomas del mundo. Si Cristo viniera hoy, esos cientos de personas no estarían allí para gritar: La Salvación pertenece a nuestro Dios y al Cordero.
Por ahora, esta profecía aún no se ha cumplido.
La Labor Número Uno para Dios
Por esta razón hemos patrocinado miles de «hijos de la tierra natal», misioneros nacionales a quienes hemos capacitado para que vayan a esas áreas y tribus sin evangelizar y prediquen las Buenas Nuevas en medio de ellas. Nota: Esta extraordinaria labor realizada por T.L.Osborn y su equipo debemos continuarla, preparando obreros de todo el mundo para que vayan a sus lugares de origen y salven a miles allí. En Estados Unidos se puede realizar esta labor porque Dios está mandando para USA millones de personas de todo el mundo (no para molestar a los ciudadanos de USA) sino para que estos les prediquen el evangelio, ellos nazcan de nuevo y sean discipulados en USA, con las Bases del cristianismo, para que vayan con el evangelio (y no con otras enseñanzas o doctrinas) a sus países de origen.
Esto es ganar almas. Esto es evangelismo, lo que Cristo nos dijo que hiciéramos. Esto se llama ministrar vida a los olvidados.
Hablamos de la Segunda Venida de Cristo, mientras existen millones que nunca han oído de Su primera venida.
Insistimos en que nos bendigan muchas veces, mientras los olvidados no han probado ninguna.
¡Esto no es justo! ¿Será posible que los que están en primera fila reciban una segunda ración, mientras otros atrás se mueren de hambre sin haber recibido ni la primera porción?
Nosotros hemos dedicado este ministerio a los de «las filas de atrás», a los «que no tienen iglesia», a los «inconversos», a esos «olvidados». Esta es nuestra suprema labor.
Cuando a estos «olvidados» se les tenga en cuenta como debe ser, las profecías se habrán cumplido y el Señor volverá por su Iglesia. ¡Por esto es que yo soy un pescador de almas!
Recordemos principalmente a los cristianos de nombre y transformémoslos en cristianos verdaderos, en reales discípulos de Cristo que saben las bases del Cristianismo y que predican el evangelio de Reino de Dios en el poder del Espíritu Santo.
Esta es una labor de TODOS los cristianos, en el momento que El Espíritu Santo les guíe a hacerlo, en cualquier parte de su ciudad o lugar que estén.
Por T.L.Osborn. Adaptado por Gustavo Isbert.
La Sangre de los Pecadores
¡Yo soy un pescador de almas porque no quiero que la sangre de los pecadores sea demandada de mis manos!
Cuando era un joven cristiano, una de las porciones de la .Biblia que mas me impactaba era Ezequiel 3:17-20.
En ésta, Dios habla específicamente a sus siervos para que hablen contra la injusticia y amonesten al impío para que se aleje del pecado: Hijo de hombre yo te he puesto por atalaya. . . amonestaras de mi parte.
Cuando yo dijere al impío: de cierto morirás; y tu no le hablares… para que viva; el impío morirá por su maldad;
Pero, su sangre demandare de tu mano.
Nuevamente en Ezequiel 33:6, Dios repite el mandato:
Pero, si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta y el pueblo no se apercibiere y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero, demandare su sangre de mano del atalaya.
Luego en Ezequiel 33:8 es enfatizado de la misma manera este aviso.
He aquí tres pruebas que nos muestran que nosotros debemos hacer algo por las almas perdidas, o ser tenidos como responsables de ellas.
Yo creo mucho en aplicar las Escrituras de manera personal y práctica. Leamos uno de estos versículos aplicándolo al pescador de almas de hoy:
"Cristiano, yo te he hecho un atalaya. Por lo tanto, oirás la palabra de Mi boca y los amonestaras de Mi parte”.
“¡Cuando yo dijere al impío: Impío de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero, su sangre yo la demandare de tu mano! y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de el y él no se apartare de su camino, el morirá por su pecado, pero, tú libraste tu vida
Esto Motivó mi Vida
Su sangre demandare de tu mano.
Cada vez que leo estas palabras, tiemblo. Como cristiano, esta Escritura ha motivado mi vida desde que era joven. Yo no quiero que la sangre de los pecadores sea demandada de mis manos.
¡Esta es otra razón por 1a que soy un pescador de almas!
¡Por esto es que soy un evangelista!
Por esto es que Daisy (su esposa) y yo hemos entregado y continuaremos entregando nuestras vidas a cruzadas evangelísticas mundiales, el por que, de manera consistente hemos hecho todo lo posible, usando todo "recurso" para evangelizar al no alcanzado.
Por esto es que hemos guiado este ministerio a patrocinar miles de predicadores nacionales, como misioneros entre los no-alcanzados.
Por esto es que hemos publicado literatura del Evangelio por toneladas, en más de cien lenguas y dialectos.
Por esto es que hemos producido películas y grabado sermones, en más de sesenta idiomas principales, como recursos para pescadores de almas y para pasar a través de los medios de comunicación.
Por esto es que hemos llevado la enorme carga de este ministerio mundial. ¡Sencillamente, no podemos dejarla!
Por esto es que siempre estamos "en la marcha".
Esta es la razón de cada una de las facetas de este ministerio y el por que alentamos a cristianos sinceros a que sean nuestros socios (colaboradores en lo económico) Al compartir en estos ministerios, nuestros socios se hacen pescadores de almas entre esos olvidados, recibiendo la recompensa al igual que aquellos que están en las líneas del frente.
¡Nosotros somos atalayas! Hemos recibido palabra del Señor. Debemos prevenir a los perdidos para “huir de la ira venidera”.
En las palabras del Apóstol Pablo: ¡Ay de mi, si no anunciare el Evangelio! (1 Corintios 9:16). Yo no quiero la sangre de los pecadores sobre mis manos ni aquí ni en el extranjero. Por esto, soy pescador de almas.
Estoy seguro de que este ministerio por su cuenta no puede ganar el mundo para Cristo; pero, tenemos que trabajar como si dependiera de nosotros únicamente.
Si no los podemos ganar a todos, al menos podemos ganar a algunos y trabajamos con desvelo, como si toda la faena descansara sobre nuestros hombres.
Una Señora me preguntó: "Rev. Osborn, usted parece estar muy envuelto en lo que llama evangelismo mundial. ¿Cree que únicamente sus actividades van a ganar el mundo para Cristo?".
Mirándola fijamente, le respondí: "¡No señora, pero, trabajo en ello como si toda la obra dependiera de mí!".
Obviamente quedó satisfecha y se hizo una verdadera socia para ganar almas.
No es el egoísmo 1o que nos impulsa. Yo soy un pescador de almas porque he tomado en serio el mandato de Dios. No quiero que 1a sangre de los pecadores sea demandada de mis manos. ¡Así es simplemente!
En mi opinión, el trabajo más importante en la vida de todo cristiano, no solamente para los ministros, sino para todos los cristianos es testificar a los pecadores. Cristo solamente puede testificar a los perdidos a través de hombres y mujeres en quienes El viva.
Ganar almas no es algo que hacemos solamente en nuestro tiempo libre o en los días de fiesta. Ganar almas es cristianismo en acción día a día.
Fuimos salvos para contarlo a otros. Somos la voz de Cristo, Su boca. Si estamos callados, Cristo está callado. El solamente puede hablar a través de nosotros.
No tenemos libertad de hacer esto solamente cuando “lo estimemos conveniente”. Ganar a1mas es nuestra más grande misión en la vida, la pasión de nuestra vida.
Ganar almas debe llegar a ser el tema más importante de todo Instituto Bíblico, de todo grupo juvenil, de cada Escuela Dominical, de cada seminario y de cada Iglesia…
Los cristianos se están "especializando" en toda c1ase de arte, negocio u oficio. Deberían hacerlo para ganar almas, porque esta es la labor suprema de cada creyente. Un mayor número evangelizaría, si se les enseñara que Cristo únicamente puede ministrar a través de ellos; pues, como individuos, son el Cuerpo de Cristo.
Abarcando un círculo de aproximadamente 12 metros de diámetro en el "lobby" de nuestra Base Mundial en Tulsa, tenemos un bello mapamundi en la alfombra de vinilo. Alrededor del mapa en letras inmensas se lee nuestro lema:
NUESTRA SUPREMA LABOR ES EL EVANGELISMO MUNDIAL
La atención de cada visitante se centra en este lema y así se le destaca el hecho de que este es un ministerio trans-mundial. Cuando Dios amó, E1 amó al mundo. Cuando El dio a su Hijo, lo hizo por el mundo: Cuando Cristo murió, lo hizo por el mundo.
La visión de Dios, es una visión mundial.
Nuestra misión debe ser como la de Dios.
¿Qué tan amplia es su Visión?
Demasiada ministros de Dios está concentrada en su "propia" visión. Ven solamente su comunidad. Piensan solamente en su iglesia o denominación, sin mayor interés en otras cosas.
La visión de otros abarca un poco mas, llegando hasta su Estado o provincia o tribu. Preocupados por evangelizar esa área, pero, mas allá de esos limites no se sienten responsables.
Aun otros, alcanzan a ver el evangelismo en su país y dan a la obra y oran por ella, pero, aún así permanecen limitados en su visión.
Son los que llamamos "nacionalistas" en sus intereses por ganar almas.
Luego, se encuentran otros con una visión más amplia que abarca a su continente. Están interesados en evangelismo "continental" y harían cualquier sacrificio por alcanzar su continente. Aun estos, están limitados.
Por último, hay unos pocos que tienen una visión mundial, la visión de "Juan 3: 16".
¡Alcanzan a ver a Europa, Asia, África, Norte y Sur, América, Australia, las naciones de las Islas, todo el mundo, "toda criatura"!. Esta es una visión Mundial.
Con los viajes, en jet, la televisión y la radio, vivimos en un pequeño y congestionado planeta. Como cristianos, nuestra visión es mundial.
Las barreras políticas y raciales son tan ajenas a Dios, como los lazos denominacionales y sectaristas.
Los cristianos no deben preguntar: "¿a qué iglesia pertenece o cuál es su raza, o cuál credo profesa?". Debemos preguntar solamente: "¿Usted conoce al Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, como su Señor, y Salvador?”
Muchas veces al subirme a un avión y despegar de la pista de algún gran aeropuerto y ascender a gran altura, cruzando las naciones, veo sus extensos campos, los continentes, los océanos, las islas y otra vez más naciones.
Cuando he mirado hacia abajo, desde tales alturas, he reflexionado sobre los pescadores de almas que hemos dejado atrás y que estaban "encerrados" en su visión, antes de que nosotros llegáramos. Estaban atrapados dentro de las paredes de su pequeña denominación o credo. No habían visto más allá de las fronteras de su ciudad, región o nación.
La luz que el Señor nos impartió cuando nos dio Vida Eterna, puede brillar en lugares de tinieblas en todo el mundo, a medida que compartimos la visión Divina y entendemos la verdad básica del cristianismo, que nosotros somos el Cuerpo de Cristo, hoy, el vaso a través del cuál Dios puede alcanzar al mundo.
"Nuestra suprema labor es el evangelismo mundial".
Nuestra Suprema Labor
Mediante nuestros actos demostramos aquello que para nosotros es lo más importante. Si nuestra labor suprema es ganar almas mundialmente, entonces le damos el primer lugar.
¡Nosotros practicamos lo que predicamos!
EI evangelismo mundial es nuestra suprema labor. Es la labor numero uno para Dios, el trabajo mas cercano a Su corazón, aquello que Cristo le comisionó a cada creyente.
Cuando esta sea su suprema labor, se entregará a esto más que a cualquier otra cosa.
¡Cuando ésta sea su suprema labor, le dedicara su tiempo, más que a ninguna otra cosa, concentrará allí todas sus energías, sus planes, sus esfuerzos, sus pensamientos, su dinero, toda su vida!
EI evangelismo mundial es nuestra suprema labor porque es lo que más le interese a Dios que es salvar a los que tanto ama y están perdidos y es lo único que prevendrá que la sangre de los pecadores sea demandada de nuestras manos. Salvar su alma es el mayor bien que podemos hacer a alguien en este mundo. Esto es por toda la eternidad.
Otra palabra vital en el lema es: "nuestra". Nosotros decimos: "Nuestra suprema labor es el evangelismo mundial". Allí dice: "nuestra" porque lo tomamos en sentido personal y porque "nuestra" incluye a cada cristiano, cada hijo de Dios nacido de nuevo.
En una iglesia, prediqué el mensaje: "Dando a las misiones". Después de terminar, el pastor me llamó a un lado y me dijo: "Sr. Osborn, hoy usted cambió mi manera de pensar. Yo nunca tomé a las misiones como una responsabilidad personal en mi vida. Eso se lo había dejado a los misioneros. Yo nunca llegue a pensar que podía convertirme en un misionero pescador de almas, sin tener que viajar al exterior personalmente. Tampoco pensé que con mi dinero podía ayudar a mi substituto o a enviar predicaciones "impresas" o grabadas".
Nuestra Suprema Labor es Ganar Almas
Esta labor no es para misioneros, o predicadores, o evangelistas u obreros. Es para usted y para mí. ¡Es nuestra labor, nuestra vida, nuestra misión, nuestra pasión!
La idea que el laico corriente ha adquirido es que solamente aquellos que están detrás del púlpito son los "ministros".
Mas, Cristo mora en cada creyente. Cada creyente es Su testimonio. Cada convertido es Su mensajero. Cristo desea hablar a través de cada creyente que pueda hablar o caminar. ¡Nosotros somos sus testigos! Hay millones de personas que no escucharán un c1érigo, sí escucharán un auténtico testimonio personal de un laico, que sea un verdadero cristiano.
Con lodos los recursos que tenemos hoy en día, no hay excusa para que todo cristiano no sea un testigo.
Llevado por su Amor
Un anciano lloraba aferrándose a mi mano. Mostrando su vieja grabadora de pilas, el dijo: "Reverendo Osborn, usted es mi predicador. Yo le llevo sus casetes de casa en casa, a hospitales, a cárceles y asilos de ancianos. Pongo sus casetes en mi viejo aparato y usted predica por mí. Luego, oro por ellos y reciben sanidad y salvación. Oh, hermano Osborn, soy un pescador de almas. Gracias a Dios que en mis años de vejez, he aprendido a ganar almas".
Piense todo lo que podría hacerse si cada creyente llegara a ser un pescador de almas efectivo. Considero que es un deber hacer todo lo que esté en mis manos para ganar almas. Debo trabajar para ganar almas. Tengo que pensar en ganar almas hasta que llegue a soñar en ello. Eso tiene que ser mi pasión, mi celo. Eso tiene que llegar a consumirme. Si entrego todo mi ser a Cristo que esta en mí, como podré ser indiferente, si es El quien trabaja en mí.
Debo recordarme constantemente a mí mismo cuánto me amó Dios y hasta dónde le llevó Su amor por mí. Si el Espíritu Santo entrega su amor a otros a través de mí, (Romanos 5:5), la misma pasión que le impulsó a El me impulsara a mí. .
Desde que yo era muy joven, soñaba con diferentes formas de testificar para Cristo. Los sueños se hicieron visiones. Las visiones fueron apoyadas con oración. La fe activó esas oraciones. Pronto aquellos sueños se hicieron tangibles y palpitantes realidades.
Si la gente hubiera podido leer mi mente
Hace algunos años, cuando estaba en la convención misionera del Dr. Oswald Smith en Toronto, Canadá, soñaba con enviar soldados evangelistas nacionales de infantería a aquellos lejanos frentes de evangelismo, para que extendieran las Buenas Nuevas hasta "lo último de la tierra".
Si la gente hubiera podido leer mi mente aquel día, sentado allá en el Tabernáculo del Pueblo, me hubieran hecho la burla como un visionario juvenil y emocional.
Otros misioneros escucharon a Oswald J. Smith, aquel predicador alto, aristocrático de cabello canoso, cuando abogaba por la causa del evangelismo mundial. Todos estaban impresionados. Hacían notas estadísticas. Admiraban su visi6n. Pero, hicieron poco al respecto.
Sin embargo, aquel distinguido caballero, estaba levantando Una llama incontenible en el alma de aquel joven predicador de Oklahoma. Una nueva visión empezaba a ser concebida: Pronto el nuevo programa de evangelismo nacional nació y un nuevo día aclaraba para los misioneros del Evangelio.
Durante varios años, por lo menos una nueva iglesia se abrió por día y se estableció de esta manera, llegando a ser auto suficiente, ¡Son casi cuatrocientas iglesias nuevas por año! Y no es teoría, ¡este principio funciona!
El punto de partida es sin embargo, creer lo suficiente en las Escrituras y en el mandato que nos hizo nuestro Señor, de dedicarnos en obediencia a esto. Le hará pensar, soñar con nuevas ideas sobre cómo ganar almas.
Hay innumerables ideas para ganar almas, que el cristiano común y corriente puede implementar.
Yo soy responsable y usted lo es también, como un cristiano sincero, de hacer todo lo imaginable para ganar almas. Todo aquél que tiene creatividad es un pensador. Todos aquellos que consiguen algo en la vida, primero sueñan, piensan, planean y después lo realizan.
Nosotros evangelizamos.
Todo el mundo puede crear problemas, discutirlos, analizarlos, clasificarlos. Solamente el pensador, el creador, el hombre o la mujer de acción, tienen las soluciones.
Uno de los mejores consejos que he leído en Reader’s Digest: "¡No luche con el problema; busque la solución! que principio tan magistral".
Nosotros no hemos pasado el tiempo, haciendo conferencias sobre cómo pelear con el enemigo. Hemos empezado a trabajar con la soluci6n, difundiendo el Evangelio.
Los millones sin alcanzar son un "problema". No estoy interesado en teorías o debates. El evangelismo nacional es una solución que funciona, de manera que continuamos aplicándola
¡Nuestras películas y videos son una solución! Millones han sido alcanzados a través de ellas, lo mismo ha pasado con las grabaciones de sermones y con las toneladas de literatura. Estamos en las soluciones y no discutiendo los problemas.
Usted puede equiparse con una buena cantidad de tratados. Llévelos a todas partes y repártalos entre la gente. Consiga algunos CDs de sermones. Invierta una pequeña suma y cómprese un reproductor de CDs. Vaya donde están los pesadores. Sea un testigo para Cristo.
Muchos hombres de Dios están produciendo libros excelentes, CDs y otros recursos maravillosos para pescadores de almas. Un sello denominacional no es lo es lo que la gente quiere. Nuestro sello debe ser Cristo y su Evangelio. Nosotros somos “obreros juntamente con Él”. Gracias a Dios, los cristianos ya no están separados por muros de sectarismo. Los pescadores de almas han pasado por encima de estos prejuicios y han venido a ser: colaboradores con Dios.
Esta es nuestra actitud en todo lo que hacemos, porque no queremos la sangre de los pecadores en nuestras manos. ¡Esta es otra razón por la que yo soy un pescador de almas!
Después de que usted haya descubierto la alegría de ganar almas, comparta algo el dinero que Dios le ha dado y patrocine los mismos "recursos" para pescadores de almas en otros lugares. Usted puede ayudar con una docena de sermones grabados, en cualquiera de los setenta idiomas principales del mundo, para un trabajador cristiano nacional, quien hará en su aldea, lo mismo que usted ha aprendido a hacer en casa con su gente. Así podrá ser un misionero y compartir la recompensa de cada alma, ganada por ese predicador nacional.
Ayude para el envío de tratados y su distribución en aldeas olvidadas. Los CDs, libros y tratados ungidos, siempre están frescos. Nunca se cansarán o cambiarán su mensaje o discutirán o se harán inmorales ni dejarán su compromiso y abandonarán la tarea. Son los mejores mensajeros del Evangelio en el mundo. Ellos irán en su reemplazo, lo que le ha bendecido, bendecirá a otros en otras naciones y usted compartirá la recompensa de ganarles para Cristo.
¡Piénselo! Usted puede hacer del evangelismo, la pasión suprema de su vida y actualmente, compartir la visión de Dios a través de este y de tantos otros medios para el evangelismo.
Pero, ¡usted debe hacerlo! No es suficiente pensar o hablar u orar sobre esto. Ponga en acción sus convicciones. Haga algo hay, mientras el fuego este ardiendo. No deje que se vaya. Avívelo, actúe en el y prenderá más.
Cuando se haya dedicado a esta suprema labor y se haya entrenado sistemáticamente para hacer todo lo posible, entonces, si el impío no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, el morirá por su maldad, pero, tú habrás librado tu alma.