Dios dice:

Yo soy tu verdadero Padre: Yo te amo incondicionalmente.

Fui yo quién te enseñó y te llevó a mi Hijo para salvarte.

Yo te di a El.

Te amé tanto que di a lo que más quería a Jesús para salvarte a ti.

Te eres mío, NUNCA te perderás, nadie te puede arrebatar de mi mano con la cual te tengo agarrado.

Yo soy tu Pastor, nunca te sientas desamparado porque ese es solo un sentimiento engañoso y no es la verdad. La verdad es que estoy siempre contigo. La trinidad está contigo, mis ángeles están contigo y todo el cielo te alienta y te ama.

¡Trabajaremos juntos! Tú eres mi hijo y estás en el mundo con un propósito y yo haré que lo podamos cumplir juntos.

¡ESTOY CONTIGO SIEMPRE!

Eres mío y mi amor por ti es eterno.

Siempre te amé y te amaré.

Siempre te ayudaré y siempre te sostendré. Solo que no te alejes de mi por otros caminos porque perderás mi presencia y pasarás sufrimientos pero esto te harán regresar a mí.

Yo soy poderoso para guardarte sin caída.

Yo soy el mayor de todos y nadie te puede sacar de mi mano.

Yo te enseño y te enseñaré los caminos que tengo para ti.

Tu tienes los derechos que tiene mi hijo, yo te hice nacer y luego nacer de mi Espíritu.

¡Yo sé todo lo que necesitas hijo mío!

Busca mi Reino, enseña mi Reino y lleva una vida justa y te añadiré lo que necesitas.

Permanece en humildad y se lleno de mi amor. Yo quiero ser el foco de tu amor y siempre te libraré y me daré a conocer mucho a ti para que lleves ese conocimiento a otros.

Yo escucho tu voz y sé todo lo que haces y conozco cada intención del corazón.

Pídeme pureza, santidad y sabiduría para tus palabras. Y pídeme para que las intenciones más íntimas de tu corazón sean santas. Salmo 19:14; Proverbios 16:24; salmo 104:34; Salmo 119:99.

Yo respondo tus oraciones y te invito a estar a solas conmigo.

¡Yo soy y seré tu heredad y tú eres mi especial tesoro! ¡Yo también soy tu mayor gozo!

¡Yo soy tu Dios y soy tu Padre!